Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

ARLES por ScarletShadow

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hace tiempo que me viene rondando la idea de este fic, así que, si gusta, con placer lo extenderé explicando la historia no solo desde el punto de vista de Saga, sino tambien desde el de los demás implicados. Para ello ha nacido un nuevo personaje que solo aparecerá aquí, y que es necesario para la compresión total del relato. Lo dicho, si gusta hacedmelo saber y me pondré manos a la obra n_n

¡¡Besos escarlatas!!

 

 

        "Mátala."

 

Caminé a oscuras por el cavernoso pasillo, frío e invernal como todo cuanto mi mano tocaba. Yo soy el Dios, yo soy la ley, yo soy la gloria...

...¿desde cuando pesa tanto esta daga?...

En la penumbra vislumbro la puerta entornada de tu glorioso cuarto. Dentro la luz de una tímida llama amenaza con sucumbir ante el esfuerzo por sobrevivir, oscilando, encogiendo... agotada. Como tú, Como yo. ¿Duermes?.

 

        "Mátala... "

 

La cuna de seda y encaje se esconde entre las sombras de honores desaparecidos. Guerreros muertos. ¡Id a donde os corresponde!. Me amenazan, deslizándose con lejanos suspiros bajo mis pies. Me envuelven, me retrasan...

...pero debo hacerlo.

No importa, no duele, la Diosa debe morir.

 

        "Mata a Athena, mátala."

 

 

Dudo... retrocedo a tan solo unos pasos del lecho. No. Tengo que hacerlo. ¿Pero por qué?. La delgada línea que separa la vida de la muerte no es mas que una burla. Un efímero instante que arrancaré de sus labios. Poco importa el motivo, la razón, o el modo. Ella debe morir.

 

        "Sí, eso es... hazlo... "

 

La observo, sumida en su vigilia con inocencia, casi provocadora. Sin reparar en mi, sin sentirme, sin notarme... ¿y tú eres un poder divino?, ¿tú que no eres capaz de salvar esta vida mortal cedida a cambio de un tiempo terrenal que se evaporará en el pasar de los años?... como si jamás hubiese ocurrido. ¿Tú eres la destructora de todo mal cuando ni siquiera abres los ojos ahora que el acero pende sobre tu pecho?. Mentira.

 

       "Eso es, Saga. Muy bien."

 

Pero aun sabiendo todo esto el pulso me tiembla y me traiciona. ¿Hasta qué punto es lícito lo que estoy haciendo?. Es solo una niña...

 

        "Una criatura que representa todo cuanto jamás tendrás."

 

 

Qué importa que muera ahora si apenas sabe lo que es estar viva. Qué más da.

De nuevo las sombras me rodean inquietas, como aves que auguran nuestro aciago porvenir. Juraría que me miran mientras abrazan tu diminuto cuerpo. "No la tocarás". Me estremezco y miro a mi alrededor. De nuevo nada.

 

        "No importa, no la recuerdes. Mátala."

 

Pero ya es tarde, al fin la veo después de tanto tiempo... sostenía la daga en alto cuando tu cuerpo se materializó en un reflejo casi mortal, tras la cabecera de la cuna. Tus rizos dorados parecían flotar en una brisa inexistente, mientras caían como agua manda sobre tu perfectamente esculpida espalda.

Con ese rostro hermoso de claridad fantasmal. Con tus ojos verdes clavados en mi, reprochándome.

Tan hermosa, tan bella... tan fría y tan muerta.

Sonríes al bebé cuando este se mueve inquieto en su lecho. No piensa despertar, lo sabes. Tu delgada y blanquecina mano roza su redondeado rostro, la niña sonríe melancólicamente.

 

        "¡Maldita sea, ¡mata a la niña!."

 

El miedo ha paralizado mi cuerpo, el cual se convulsiona con dolor. Ella no debería estar ahí.

El espectro toma mi mano entre las suyas, como si fuera a empujarla hasta atravesar el pequeño pecho de Athena... pero no es eso lo que busca.

"No". Niega con la cabeza repetidas veces. "No". Pero su poder no es suficiente para detener algo que está vivo. Carne, fuerza, poder... ¡yo soy un Dios!.

Y tú estás tan muerta, tan muerta bajo tu ataúd de madera y la piedra.

Algo llama su atención y sonríe... como desde hace años no lo hacía, ¿por qué dejaste de hacerlo?, ¿por qué no me sonríes a mí?... ¿hacia donde miras hermana?, ¿qué buscas en la penumbra de mi Templo que te hace tan feliz?.

 

        "Ya no es tu hermana, está muerta. La mataste."

 

De pronto una mano conocida me detiene y saca de mi estupor. Ella ya no está. Como aquella vez.

Hasta siempre...

                     Te vas y me dejas...

                                                 ...tan solo.

Y toda mi ira se dirige hacia el intruso que amenaza con perturbar mis planes. Jamás. La niña debe morir. Yo debo gobernar. Es necesario que mate a tu hija, Aioros.

 

        "Eso es, mátalo a él tambien. Para que no vuelva a engendrar sangre divina."

 

 

Hoy pagarás. Por llevarte a mi hermana. Por arrancarla de mí como se despoja al rosal de sus flores para adornar un cuarto vacío, dejando sus ramas inútiles y sin valor.

Tú, que me la has quitado... tú que sembraste en su vientre la semilla que hoy dormita bajo tu sangre y la mía. Que debe desaparecer. Tú que no eres nada, morirás junto a tu hija, Sagitario.

 

        "Para erradicar su recuerdo primero has de borrar su presencia. ¿No es lo que siempre has querido?. Y luego solo estaremos tú y yo... como siempre debió ser."

 

Pero ya te la has llevado... ¿cuánto podrás sobrevivir con esas heridas?, ¿cuánto aguantará tu cuerpo guiado por el deseo de mantenerla con vida?. No es solo tuya, esa criatura también es parte de mi, me la debes...

                                                     ...es mía.

 

 

                                            [FIN DEL PRELUDIO]

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).