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Puppy love. por Sakkura Princess Yaoi

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Notas del fanfic:

Pues después de meses estoy de vuelta, planeo actualizar mis viejos fanfics pronto, y aquí les traigo una nueva pareja crack, que me gustó bastante. 

 

Notas del capitulo:

Aclaraciones: Los personajes claramente no son míos, solo la historia en la que se desenvuelven.

 

Se que el Quicksilver de Avengers, no es hijo de Magneto, pero me gusta más la idea de que sea así.

 

Espero les guste!

 

IRONQUICK!

Había demasiadas cosas malas y problemas con aquello, más de las que cualquiera de los dos podía contar; Era el momento equivocado, el lugar equivocado, con la persona equivocada, pero ninguno tenía la más mínima intensión de parar.

___

Era el cumpleaños número 21 de Pietro y Wanda, los hijos de Erick Lehnsherr, un afamado empresario de la metalurgia y los minerales, socio del más famoso playboy y armamentistas; Tony Stark.

Tony por lo tanto, había sido invitado a la gran celebración, había volado desde Nueva York hasta Rumania, el sitio de donde era originaria la difunta madre de los chicos, y donde estos habían decidido celebrar la fiesta.  El genio no quería defraudar a quien había sido un gran amigo y socio durante muchos años, así que se presentó, pese a que sabía que los hijos de Erick, no eran precisamente sus fans.

El par de gemelos habían organizado múltiples protestas en sus instalaciones, debido a sus más recientes contratos para crear armas especializadas, satanizando la figura de Industrias Stark.

El genio sabía que además, muchos de los jóvenes invitados por no decir todos, simpatizaban con la causa de los gemelos, por ello, después de saludarles adecuadamente y felicitarles, procedió a retirarse.

Erick notando esto, le pidió que le diera un tiempo, solo un poco para atender a los invitados y que luego quería charlar, tras unos berrinches característicos del millonario, este accedió a esperarle en su despacho.

 

Estando en el sitio, Tony se sirvió un poco de Whiskey y se recostó en uno de los sillones reclinables, escuchaba a la lejanía el ruido de la fiesta, la verdad es que no tenía ánimos precisamente de divertirse. Estaba sumido en una calma suave, que fue quebrada de repente, cuando la puerta del despacho se abrió y cerró rápidamente, se giró, esperando ver a su amigo, pero quien estaba allí, era ese chico de cabello teñido de blanco, quien boqueó un momento cual pescadito al verle.

—“Señorr Starrk” —Pronunció con ese exagerado acento rumano, que el mayor ya había escuchado, y de ser sincero, encontraba bastante sensual. Había llegado a conocer a unas gemelas rusas, con una pronunciación parecida de su nombre, pero no se acercaban a la voz del chico.

—Pequeño Pietro—Saludó con una de su brillantes y características sonrisas, pensando que en realidad lo de pequeño era una ironía, ya que el chico le sacaba al menos seis centímetros y gozaba de un gran cuerpo, con una impresionante musculatura.

—¿Qué hace aquí? —Preguntó el muchacho, algo agresivo.

 

—Tu padre quería que habláramos de negocios—Se encogió de hombros.

—Sus… sangrientos negocios—Pronunció Pietro con cierto recelo,  avanzando al escritorio, yendo por lo que había ido a buscar en primer lugar; un regalo para su hermana.

—Los negocios que te pagan esta fiesta, la ropa….y los estudios, si esos negocios— Se burló el mayor, recargándose en el escritorio, situándose al lado del chico que rebuscaba en los cajones, sintiéndose satisfecho al ver la cara de molestia en el joven rostro, por sus palabras.

—No todo el dinero de mi padre es de los negocios que hace con usted, y no todo me lo paga él—Le reclamó irguiéndose y mirándole a los ojos. 

—Niño, no sé porque me odias tanto, no hago nada fuera de la ley, además las armas tampoco son mi único negocio—Los ojos del genio se encontraban fijos en las pupilas azules, que por alguna razón que hasta ese momento no terminaba de comprender, refulgían cual fuego azul.

—No es odio Señor Stark, es solo desagrado…—Tomó por fin la caja para su hermana y así salir de allí, sin embargo el genio tomó su mano deteniéndole.

—Le desagrado a mucha gente—Comenzó Tony—Muchos tienes razones para detestarme… muchos otros también—se rió—Pero no entiendo del todo tus razones lejos de la onda hippie… que  normalmente no me interesarían —Agregó con un ligero gesto de la boca. —Pero en tu caso, me parece interesante averiguar de dónde viene tanta ira.

—¿Irá? —Repitió—No es ira…

—¡Oh, vamos niño! Hay tanto enojo hacía mi persona que podría competir con el tamaño de mi torre, y no sé porqué. ¿Me acosté con alguna actriz o  modelo que te gustaba? La verdad preferiría que dejáramos atrás todo esto… No quiero problemas con tu padre, es un buen amigo.

—Y un buen socio—Recordó el chico con un gesto de boca, que indicaba su creencia de que al otro solo le interesaba el dinero, y no la amistad de su padre. —Pero si insiste… ¿Cómo pretende que hagamos eso Señorr Starrk? —Y allí estaba de nuevo esa pronunciación que erizaban los vellos de la nuca del armamentista.

Tony hizo una ligera mueca con la boca, como meditando las cosas y entonces una idea cruzó su cabeza, una de esas ideas locas que no tenían coherencia más que en la mente del genio, más si se miraban los brazos del mitad rumano.

—Un golpe… —Propuso— Uno fuerte, de ser posible en el estomago, mi cara es bastante apreciada ¿Sabes? —Lehnsherr enarco una ceja, haciendo que el mayor se fijara en los mechones blancos grisáceos que caían por su frente; era teñidos eso era seguro, pero lucían demasiados naturales y suaves al tacto.

—Estás loco—Se rió el chico, negando con la cabeza.

—Vamos Junior, tu padre sabe golpear bastante bien, hemos entrenado box juntos, no lo avergüences— Le dijo, colocando sus manos detrás de su cuerpo, aún se encontraba recargado en el escritorio, básicamente atrapado entre este y el cuerpo del chico.

—¿Está seguro de esto Señorr Starrk? —A Tony le parecía bastante interesante como el otro exageraba al pronunciar su nombre.

—Seguro… vamos Pietro… uno fuerte—Invitó, y el menor chasqueó la lengua. Se giró dándole la espalda por unos segundos, para volver y mirar al mayor a los ojos.

—Hagamos esto—Dijo en un tono bajo, haciendo que Anthony se desconcertara un poco, pero si el millonario se desconcertó por ello, lo que siguió le dejo realmente sorprendido. En unos segundos las fuertes manos del adolescente enmarcaban su rostro, y su boca se vio demandada por una intensa con un aliento ligeramente alcohólico. El millonario llevó sus manos al pecho del chico, para apartarlo, o al menos eso le dijo a sus manos que hicieran, pero estás en lugar de eso, tomaron al mitad rumano de su camisa, jalándole y pegándole más él.

De un momento a otro, se encontraban metidos en un beso intenso y furioso, la lengua de Pietro, ya había explorado por completo la boca, del hombre al que había admirado por demasiado tiempo. Era un secreto, uno de 5 años, desde que lo conoció en persona en su fiesta de 16,  y este sacó a bailar a su hermana, unos celos punzantes le recorrieron por primera vez, ya que normalmente estaba dispuesto a compartir con su hermana todo, pero la atención de ese hombre era algo que quería solo para él… y ahora la tenía.

Se apartaron con las respiraciones agitadas, Tony sentía su cintura presionada por las fuertes manos, y el mismo se aferraba a los hombros del chico.

—Eso…en definitiva no fue un golpe…—Fue lo primero que escapó de la boca del millonario. —Tú…—Comenzó, pero antes de que pudiera decir una de sus frases sarcásticas, el menor se lanzó a besarlo de nuevo, presionándolo contra el escritorio.

Stark se vio respondiendo con las mismas ansias del rumano, hacía demasiado que no tenía a un hombre con tanto entusiasmo, deseo y pasión como el de ese chico, hacía mucho en realidad que no estaba con un hombre, o mejor dicho con nadie…  Su última relación había terminado muy mal, y es que bueno, que tu rubio y bobo amor te deje por su vieja novia de secundaria, que no es la mitad de sexy e inteligente de lo que eres tú, te deja algo mal.

Aunque al parecer, ese mal se había ido, porque sin darse cuenta ya estaba con la camisa y saco abierto, con el menor comiéndose su pecho, bajando hasta su abdomen, quedando arrodillado entre sus piernas, quitándole el cinturón.

—Niño… creo que…—Se cortó, cuando el menor, chupó sobre la ropa interior antes de sacar su miembro erecto—¡Soy un degenerado! —Se burló de sí mismo, sacando una risilla en Pietro, que solo siguió con su tarea dispuesto a comerse al genio por entero. —¿Sabes? Tu padre puede… llegar en cualquier momento—Dijo entre jadeos, y es que tenía miedo, él le había vendido a Erick, todas las armas de su arsenal personal.

—Nunca creí que algo como eso lo detuviera… Señorr Starrk…—Le respondió, causando que el genio le jalara, para volver a comerle la boca, apartando las prendas del cuerpo juvenil, logrando enterrar sus manos en la amplia espalda, mientras su cuello y hombros eran chupados y mordidos.

Las manos de Pietro se deslizaron hasta los muslos del castaño, y lo elevaron poniéndolo sobre el escritorio, bajando más su pantalón y ropa interior hasta desprenderlo por completo de él, dejándole solo con la chaqueta y camisa abiertas.

—Eres rápido, ¿No? —Preguntó, recibiendo una gran sonrisa.

—Solo cuando la situación lo demanda—Le respondió el chico, inclinándose a morderle los muslos.

—Tony…—La voz que se escuchó, los dejo congelados a ambos, Erick se quedo parado en la puerta de la oficina— ¿Por qué en mi oficina? —Se quejó—Si es un amigo de mis hijos, solo cuida que ya sea legal…—Le advirtió Erick, antes de marcharse, cerrando tras él.

—Eso… estuvo cerca, ya no estoy para estás emociones…—Pronunció el genio, sintiendo entonces como era jalado de la nuca en un nuevo beso, y como una erección más que grande y despierta se frotaba contra. —Un niño al que le excita el peligro… ¿Cómo no lo vi venir? —Pronunció riendo después de aquel beso, llevando sus manos a sobar el sexo del otro sobre el pantalón.

—Los ancianos…—Jadeó por las caricias—…son lentos…

—Pero tenemos experiencia—Le abrió el pantalón, comenzando a acariciar el falo del chico, a la vez que sus bocas volvían a unirse.

Pietro le cargó y le llevó hasta uno de los amplios sofás del despacho, para estar más cómodos, bajó con besos por el cuerpo de piel acanelada, hasta parar entre sus piernas, alzándolas y separándolas un poco, para sin previo aviso, comenzara comerse la entrada del genio, haciendo que este soltara un respingo.

Bien… eso era algo que Tony no había recibido ni con su anterior pareja, por lo tanto tenía años sin una lengua explorándole tan íntimamente, por lo que ese chico lo estaba haciendo perderse por completo, sin percatarse que este lo distrajo lo suficiente para hundir un dedo en su interior, luego un segundo y un tercero, hasta tener al moreno gimiendo sin restricciones.

Cuando lo sintió listo, se elevó hasta morder el labio inferior del millonario—¿Señorr Starrk, me dejaría…?

—Después de eso… ¿Aún preguntas? —La respiración de ambos eran agitadas, ansiando aquel momento, Pietro tomó una mejor posición, besando esta vez con más dulzura y ternura al genio, mientras entraba despacio en él, sintiendo los dedos del mayor enterrados en su omoplatos.

—Eres… millones de veces… mejor de lo que soñé…—Sonrió Pietro, apartándose para mirar al otro a los ojos.

—Siempre …supero las—Jadeó bajo— expectativas.

Lehnsherr le besó con fuerza en la boca y luego en el cuello, comenzando a moverse dentro del moreno, que gimió cada vez más fuerte, alentando a este a aumentar sus movimientos, enterrando las manos en el cabello suave y blanco grisáceo. Apenas iba a bajar una mano a masturbarse, cuando el chico se le adelantó, haciéndole repetir el nombre de este entre gemidos. Tal acción volvió loco al gemelo, que aumento la rapidez y fuerza de sus movimientos, llenando el despacho con ecos de gemidos, jadeos, sollozos, y aceleradas respiraciones.

—Tony…—Sollozó el chico a su oído.

—Yo… también…—Le respondió el genio, causando que ambos se vinieran de forma escandalosa. Tony entre sus abdómenes, y el menor dentro de él.

Intentaron normalizar su respiración poco a poco, Pietro se movió, saliendo del mayor, sacándole un pequeño quejido, pero enseguida le abrazó cual niño pequeño a su osito.

—Así que eso era…—Tony rió en los brazos del mitad rumano, tomando su rostro entre sus manos—¿No estás algo grandecito para molestar al chico que te gusta? —Pietro se sonrojó, y Tony soltó una ligera risa—Oh niño… me haces eso… y ahora te sonrojas…

—Señorr Starrk… usted…

—Lo sé… lo sé… pero eres joven y tu padre…

—No tiene porque enterarse… —Se le adelantó. —…Me iré a vivir a Nueva York en unos meses, terminaré la universidad allá… y pensé que…

—Quiero verte por mi torre…—Lo jaló un poco para besarlo apasionadamente—Ahora… vamos niño, ayúdame a vestirme…—Le guiñó un ojo, y Pietro enseguida se puso de  pie, ayudó al menor a vestirle como el mayor pidió, mientras Stark le miraba atento.

—¿Sabes? Que este… enamorado de ti, no quiere decir que me caigas bien—Habló el adolescente, causando que Tony enarcara una ceja, a la vez que acomodaba las mangas de su traje.

—Lo tendré en cuenta—Se inclinó con una ligera molestia en la cadera, recogiendo una cajita de terciopelo negro, entregándosela—Será mejor que se lo lleves a tu hermana…

—Lo veo… pronto entonces…—Sonrió el muchacho avanzando a la puerta, y tras cerrarla, Tony pudo escuchar claramente como este salía corriendo.

—Amas los problemas, Tony Stark…—Habló consigo mismo dejándose caer en el sofá.

 

Notas finales:

Espero les haya gustado! Críticas, comentarios, sugerencias, todo es bien recibido! :D


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