Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Una simple atracción por mikuuchan

[Reviews - 337]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola gente bonita! aquí les dejo la actualización, lamento mucho si demoré, por que estoy devuelta y media con la u y ya me falta una semana para salir de vacas.

 

La seguridad que mostraba Sasuke con su imponente porte gallardo estremecía al joven Omega de cabellos rubios al oír cada palabra que éste pronunciaba al respecto. Sin embargo, Naruto constató que aquella actitud desafiante del azabache, no se basaba únicamente a la arrogancia desmedida del pelinegro por ser considerado un Alfa de élite, sino que iba más allá del orgullo de pertenecer a un clan de renombre dentro de las clases nobles del régimen jerárquico de Konoha, quizás era la manera de expresarse para con él o simple y llanamente el moreno hacía ver un supuesto interés de emparejarse por voluntad propia.

Por ello, Naruto no debía evadir la realidad de un futuro incierto para su familia si ignoraba la situación actual que el pelinegro planteaba de forma analítica, ocasionando en su persona un sinfín de dudas que asaltaba su joven razonar. Cada frase dicha por parte del Alfa de ojos ennegrecidos lograba que el rubio se preguntase en lo que haría posteriormente, en la decisión definitiva que deberá tomar por la integridad de sus padres y el clan en especial, sobre todo las contradicciones de conocer un posible suceso, limitando sus anhelantes sueños de libertad, a sabiendas de la constante denigración hacia los Omegas por parte del eslabón jerárquico.

—Un enlace matrimonial es inevitable para nuestra especie, Usuratonkachi. El círculo autoritario ejerce su domino, pensando únicamente en incrementar sus filas con Alfas y Betas de élite. Por dicha razón someten a los Omegas bajo su yugo con la intención de obtener el control absoluto para con el resto del eslabón social que conforma Konoha —el azabache musitó con firmeza, sacando de su ensoñación a Naruto, quien se alarmó por la voz fuerte del Alfa de ojos obsidiana.

—No puedo aceptar una proposición de enlace sin ver más allá de supuestas conjeturas basadas en la especulación. Primero debo pensar con cabeza fría en todo lo que has dicho y tomar una decisión en base a ello.

Sasuke estuvo de acuerdo con el rubio, él sabía que lo descubierto recientemente con simples deducciones no aseguraban que lo antes mencionado fuese lo correcto. Sin embargo, era anuente de que detrás de la incertidumbre de un celo atrasado por parte del blondo, había una situación mucho mayor.

—Entonces no hay nada más que mencionar, Usuratonkachi. Te veré en el día de convivio como hemos acordado —Naruto abrió con asombro sus llamativos zafiros, observando con detalle el rostro inexpresivo del Alfa, mientras el moreno correspondía el gesto con una ladina sonrisa—. No permitas que ningún Alfa o Beta se te acerque o habrá serios problemas. Ahora me perteneces, solo yo tengo el derecho de reclamarte como mi pareja. ¿Lo has entendido, cierto?

El rubio no supo qué decir ante las palabras del pelinegro, su cuerpo permaneció inmóvil, tratando de comprender lo dicho por Sasuke. No obstante, el azabache se percató de la drástica reacción del Omega de cabellos dorados, enorgulleciéndose por su acción.

—Debo admitir que me has descolocado totalmente, pero eso no quiere decir que debas confiarte, Teme. Hablaré con mis padres y tomaré una decisión en conjunto. ¡No te adelantes a los hechos! —El rubio habló con cierta rapidez, sintiéndose nervioso y cohibido por el pelinegro. Sasuke lograba alterarlo de una forma que él jamás creyó imaginar.

—Me alegra saber que lo has entendido perfectamente, Dobe. Quizás con un poco de esfuerzo de tu parte, podamos mantener un "tratado de paz" de forma momentánea, de igual manera ya es un hecho que asistirás al festejo por lo que no existe otra opción —el rubio entrecerró sus azulinos ojos, ignorando la sonrisa socarrona del azabache, le sacaba de quicio la arrogancia desmedida del Alfa, haciendo que su poca paciencia se fuese en un santiamén.

—¡No sé si podré soportar tu detestable ego! —el Omega farfulló molesto, mientras llevaba sus manos a los costados de su pantalón, resguardándose del frío que azotaba en Konoha—. Como bien dices, es inevitable evadir mi participación en el festejo por las razones que ambos conocemos, pero antes de cualquier otro inconveniente, tenemos que hablar seriamente de un posible acuerdo.

—Cumpliremos con las políticas establecidas del consejo con respecto al día de convivio, ambos seremos partícipes de la festividad de nexos, mostrando interés de emparejarnos como compañeros de vida, el resto lo hablaremos durante la ceremonia, Usuratonkachi.

—En el hipotético caso de que llegue a aceptar tu proposición de cortejo para conmigo, quiero aclarar ciertos puntos que nos involucra a ambos como posible pareja de enlace —el azabache escudriñó con su penetrante y oscura mirada el rostro serio de Naruto, quien se limitó a observar los ojos contrarios de su interlocutor—. Los dos diferimos en ciertos temas y es normal que esté a la expectativa de lo que pueda ocurrir, estoy en una situación complicada que no depara nada bueno para mi familia, por eso necesito saber lo que realmente quieres de mí, nadie ayuda a un completo desconocido por voluntad propia o por ser considerado un humilde samaritano.

Sasuke masajeó el puente de su perfilada nariz, sonriendo cálidamente; él entendía a Naruto, aquella desconfianza suspicaz por parte del joven Omega era entendible a su parecer. Por tal razón, disiparía las dudas del menor confiándole sus sinceras intenciones.

—Te lo dije antes y te lo repito nuevamente... has sido el único Omega que ha captado mi atención; de hecho, jamás consideré en asistir a una ceremonia de nexos por deseo propio, sino por obligación. El clan al que pertenezco asignará prontamente un nuevo líder, y es bastante obvio suponer quién será el que asuma el liderazgo —el rubio asintió con la cabeza, comprendiendo el punto al que quería llegar el pelinegro—. Un cabecilla o dirigente Alfa necesita de una pareja. La toma de decisiones es en conjunto y he pensado en ello por el bienestar de mi familia. Sin embargo, quiero dejar en claro que al igual que tú, no deseo enlazarme a un vínculo matrimonial, pero al estar en una posición donde cientos y miles de personas dependen de mí, debo ser consiente del rol que pronto tendré a mi disposición, aceptando mi responsabilidad de gobernante por el bien de las nuevas generaciones que vendrán en camino.

Naruto sonrió con amabilidad, viendo el lado verdaderamente cautivante del Alfa. No solo era el agraciado físico de Sasuke, sino la solemnidad de un líder justo para su gente. El rubio vio en el moreno determinación y le agradó ver aquella faceta atractiva del pelinegro que permanecía al frente suyo, calmando su malestar de la incertidumbre que hace unos instantes le inquietaba de sobremanera.

—No tengo nada más que decir... me has asombrando enormemente, pero es agradable ver un lado sensible de tu persona —el rubio le sonrió con sinceridad al azabache, mientras éste revolvía sus lacios cabellos negros en actitud desinteresada, le había avergonzado las palabras del Omega sobre su opinión propia de un honorable líder, acción que Sasuke deseaba ocultar por orgullo.

—Ya hemos aclarado ciertos puntos que nos interesa a ambos, Usuratonkachi. Ahora nos queda esperar y ultimar simples detalles durante el día que se celebre el festejo —el rubio le dio la razón al pelinegro, dando por hecho una posible tregua entre los dos.

—El día que se lleve a cabo la ceremonia, te daré mi respuesta, Teme. Por el momento solo me queda advertirte de esperar lo inimaginable por parte de mi persona —Naruto sonrió con saña, mientras sus azules ojos reflejaban la malicia contenida de una reluciente idea descabellada para evitar alguna jugarreta malintencionada del azabache—. Debes de estar muy seguro en asumir un compromiso formal conmigo, puesto que tu voluntad de Alfa deberá convencer a mis padres en aceptarte como mi futuro pretendiente.

El moreno tenía la ligera sospecha de suponer el perspicaz pensamiento de Naruto, sonrió por lo bajo, entornando su oscura mirada en dirección al pequeño Omega, le causaba gracia el orgullo inquebrantable del blondo y de cierta manera apreciaba aquel detalle.

—Despreocúpate, Dobe. Tus padres me aceptarán como un miembro más de su clan. De todas formas, quién no desea tenerme como hijo de ley, Usuratonkachi —el rubio rodó los ojos con fastidio, escuchando la altanería del Alfa de cabellos brunos. Naruto perdía los estribos al presenciar la socarronería desmedida del pelinegro, pero guardó la compostura en dejarlo ser—. Por cierto, me gustaría verte con un kimono de colores pocos llamativos, no me agrada la efusividad en la vestimenta —el blondo hizo un gesto de incomodidad reflejado en su rostro, mientras veía al moreno sonreír con mofa.

—¡Eres un...! —las palabras del rubio murieron al instante, debido al firme contacto del azabache hacia su persona. Sasuke lo estrechó entre sus fuertes brazos, percibiendo el sutil sobresalto del Omega ante el inesperado agarre.

—Solo estoy marcando mi territorio, Usuratonkachi. Míralo como una forma precavida para con el resto de Alfas y Betas que deseen o consideren tomarte como pareja. Me disculparé con tus padres por el repentino acto de impregnación —el rubio no fue capaz de musitar palabra alguna, absorto en la calidez de protección que le embargó al estar en el resguardo del pelinegro.

Los Alfas impregnan con su olor corporal a determinado Omega, al considerarlo como posible pareja de su interés. Se suele utilizar tal método de unión, para advertir al resto de la jerarquía que dicho Omega tiene a alguien que se ocupa de él o ella, manifestando el sentimiento de sobreprotección nato de su instinto animal hacia su compañero.

Sasuke era anuente de su acción, él debía mantener un lazo temporal con Naruto, a pesar de que éste no despedía el olor agradable del celo, de alguna manera aquel detalle jugaba un papel importante en ese preciso instante; puesto que, si hubiese sido de otra forma, el azabache no sería capaz de controlar su instinto, tomando como suyo al rubio Omega.

—Tienes prohibido a acercarte a otros Alfas o Betas durante el convivio. Te buscaré y te tomaré como mi pareja en la ceremonia de vinculación. Por el momento solo les estoy haciendo saber a los demás mi posición como Alfa —el moreno susurró cerca del oído del rubio con aquella voz atrayente para el joven Omega, quien se sintió sumergido en una agradable burbuja de ensoñación que el pelinegro le hacía experimentar con creces—. Nos veremos pronto, Usuratonkachi.

Sasuke se separó con parsimonia del delicado cuerpo del menor, despidiéndose con una sutil sonrisa, mientras Naruto se limitaba a parpadear anonadado por todo lo sucedido.

Kushina por su parte sonrió divertida, observando cada detalle que manifestaba la futura pareja. Le agradaba la actitud fiera del Alfa, era lo que necesitaba Naruto para acoplarse a las normas correctas de una relación Alfa/Omega, y solo aquel joven de cabellos negros le enseñaría a su hijo a adaptarse como es debido.

La pelirroja se acercó con paso cauteloso hacia su abrumado vástago, quien permanecía inerte sobre su eje, en un vano intento de pensar con lógica en lo recién acontecido con Sasuke.

—Cariño, tendremos una larga e interesante charla al llegar a casa... —Naruto levantó su rostro, observando desconcertado la sonrisa divertida de su madre, tuvo el extraño presentimiento de suponer a lo que se refería la taheña.

—Tienes toda la razón, mamá. Ambos necesitamos conversar extendidamente de un tema que no solo me compete a mí, sino al clan en general. —Kushina afiló su mirada, entendiendo el rumbo de la situación que su hijo deseaba plantear, era bastante obvio que el despiste disfrazado que realizaría junto a su esposo sería descubierto en determinado momento por el rubio Omega.

—Tu padre y yo tenemos que abordar algunos asuntos de relevancia contigo, cielo. Sin embargo, lo que ahora nos compete es hallar un bonito kimono para el festejo, Naruto —el rubio no mencionó palabra, evitando alargar la prórroga de su madre, caminó unos cuantos pasos dirigiendo su mirada a los alrededores en busca del azabache, quien se alejó lo suficiente para no ser visto por el propia Omega.

 

...

 

Mikoto había observado atentamente a su hijo en los momentos en que el azabache dio con el hermoso Omega de ojos azules; de hecho, podría asegurar sin ningún tipo de vacilación, que su querido hijo había encontrado a su posible pareja. Lo veía en los gestos de Sasuke, en sus acciones y la extraña conducta que percibía en días anteriores.

Su marido había hecho mención del supuesto interés del azabache en querer emparejarse con un Omega del clan Uzumaki, le había pedido específicamente investigar a cada uno de los miembros de aquel prestigioso clan de Konoha, y ahora la pelinegra comprendía el porqué de su petición.

—Si me lo preguntas, cariño... ese Omega me gusta para ti. No tengo objeción alguna de oponerme en su relación —el azabache mostró impavidez absoluta, ignorando el comentario de su madre, sabía que aquella amable mujer quien le dio la vida, tramaba o imaginaba historias que él no deseaba figurar.

—Madre, no es que quiera ser grosero, pero preferiría abstenerme a responder. —Mikoto sonrió con suspicacia, aferrándose al brazo de su hijo menor. No había duda de que su joven vástago se sentía atraído por ese Omega en especial. Sasuke era igual a todos los miembros del clan Uchiha: soberbios, orgullosos y reservados. Por ello, la pelinegra reía con diversión, notando con inmediatez la vergüenza del Alfa.

—Eres igual a tu padre, Sasuke. No aceptan la realidad de lo evidente —la pelinegra inquirió con jovialidad, mirando con amor maternal a su enfurruñado hijo. El moreno por su parte no supo qué decir, haciendo uso del mutismo para terminar de raíz con la bochornosa conversación.

 

...

 

Tanto el rubio Omega como el pelinegro realizaron las compras necesarias en compañía de sus respectivas madres, acatando las ordenes sin rechistar. Ambas mujeres se sentían orgullosas de escoger la vestimenta adecuada para tal importante festejo, donde sus vástagos se unirían por voluntad propia y no por imposiciones de por medio.

No obstante, Kushina albergaba cierta preocupación por su hijo, el sentimiento de pesar le incomodaba de sobremanera, intuyendo su sentir hacia los posibles problemas que el consejo jerárquico podría ocasionar. Por ello, intentaba mantenerse serena por el bienestar de su joven vástago, quien le observaba de forma dubitativa, preguntándose el porqué de la extraña actitud de su madre.

 

...

 

Minato reparó en la postura erguida de sus padres, notando inmediatamente la preocupación contenida en los rostros de Jiraiya y Tsunade, quienes hacían el esfuerzo de guardar el recato de forma prudente. Sin embargo, el temor a conocer la información que manejaba la pareja con respecto a Naruto, intranquilizaba al rubio Alfa. El presentimiento latente agolpaba su instinto de padre en querer proteger a su cría de la carroña que gobernaba a Konoha.

—Como bien sabes, Minato... en días atrás le realicé los exámenes médicos a mi nieto junto a mi colega Shizune. Los resultados de los análisis no revelaron ningún tipo de anomalía; de hecho, puedo asegurar con total certeza del óptimo estado de salud de Naruto. Sus órganos internos manifiestan el desarrollo adecuado acorde a su edad, y el nivel hormonal no varió en lo absoluto —el rubio escudriño con su fija mirada el rostro inexpresivo de su madre, intercalando posteriormente a observar la presencia altiva de su progenitor.

—En todo caso es maravilloso lo que me dices, mamá. Sin embargo, no comprendo el porqué de tu actitud poco entusiasta para mi concepto. —Tsunade entrelazó sus manos con delicadeza, señalando por medio de su mirada los documentos dispersos sobre el escritorio.

—Naruto no es un Omega común, Minato. Él pertenece a una clase jerárquica prácticamente extinta de Omegas que, en determinado momento del pasado, se les consideró seres divinos bendecidos por el propio Sabio de los Seis Caminos. Poseían la insólita capacidad de engendrar sin la prevalencia absoluta del celo, inhibiendo por completo el olor de feromonas; es decir, no despedían el atrayente aroma del estro hacia el resto de la población.

El rubio frunció el ceño, sin comprender a ciencia cierta los detalles específicos del relato. No obstante, asió entre sus manos los documentos que su padre le entregaba, mirando con detenimiento la clara escritura.

—Historiales médicos reales de Omegas perfectos... —Minato musitó sorprendido, leyendo con rapidez las características específicas del diagnóstico final, resignando a entender la preocupación latente de sus padres y ahora la suya propia.

—El consejo jerárquico mantiene bajo su control una escasa minoría de Omegas perfectos, sometiéndolos sin piedad. El ansia de poder limita el razonamiento personal de los dirigentes del círculo autoritario, arrastrando consigo a inocentes seres que no tienen culpa de la subordinación que vive nuestro país —Jiraiya comentó con seriedad, posando su mano en el hombro de su vástago en muestra de apoyo—. Haremos todo lo posible para proteger a Naruto, hijo. Nos encargaremos de velar por su seguridad.

—Prontamente el régimen solicitará los registros médicos de jóvenes Omegas, Betas y Alfas con la intención de conocer su historial clínico y dar cabida a la celebración de nexos en las distintas instituciones educativas de Konoha. Seré la encargada junto al equipo del hospital en suministrar información a los dirigentes del consejo. Sin embargo, daré uso de mi labor, para realizar el reporte de optima salud y falsificar la documentación de mi nieto. A la vista de todos Naruto es y será un Omega común, Minato —la rubia sonrió con ligereza, sorprendiendo a su anonadado hijo por la drástica decisión.

—Jamás me esperé imaginar el padecimiento real de mi hijo, mamá. Les agradezco infinitamente el hacerme saber sobre su condición —la rubia tomó la mano de su hijo, sonriéndole con calidez a Minato.

—El maldito régimen liderado por las escorias del consejo no interferirán en la vida Naruto. Si en el pasado fui capaz de darme mi lugar como Omega médico, ahora haré valer mi posición como miembro del clan Senju y Namikaze en proteger a mi nieto. —Jiraiya sonrió con orgullo al escuchar las palabras de su mujer, siendo testigo del gesto de confianza en el rostro de la rubia.

—Por el momento es preferible que mi hijo desconozca su condición, quiero que él ignore por completo su verdadero origen por motivos de seguridad, y encargarnos de lleno en dar con el compañero de vida de Naruto, empezando principalmente por el clan Uchiha. —Tsunade se levantó del cómodo asiento, acercándose a su esposo, quien tomó entre sus masculinas manos una serie de papeles, entregándoselo a Minato.

—Shizune, la asistente de tu madre, logró ingresar a la base de datos del hospital, dando con los registros médicos del clan Uchiha. Los ordenó de forma categórica, desde la rama principal de sus miembros a la de menor escala social, Minato —el rubio dispersó los papeles sobre la amplia mesa, observando meticulosamente las fotos—. Con las características distintivas de los Alfas en aquellas imágenes, podrás reconocer el chico que le interesa a Naruto.

—El clan Uchiha se ha caracterizado por mantener su línea sanguínea intacta. El parecido físico entre todos los miembros es impresionante, quizás nos tome un largo lapso en encontrar al chico por medio de fotografías.

Minato junto a sus padres suspiraron con resignación, estudiando cada imagen e historial clínico que se presentaba a su alcance. Sin embargo, con el pasar de los minutos y la rápida búsqueda, el rubio reconoció finalmente al joven Alfa del clan Uchiha.

—Uchiha Sasuke... es él, definitivamente éste es el Alfa...

Notas finales:

Aún no he podido responder sus comentarios del cap anterior, pero en cuanto me libre de la u, lo haré inmediatamente.

Recuerden que ese fic es un omegaverse, muchos/as quienes me leen desconocían este género dentro del yaoi, por eso es que me tomo el tiempo de explicar cada cosa, el ritmo de la trama va ir de a poco a poco por que no me gusta acelerar de sopetón todo, es más detesto leer tramas apresuradas y forzadas por eso les aclaro esto de antemano.

Nos estamos leyendo...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).