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Conociéndonos por luunaru

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Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen, son de Masashi Kishimoto C:

Notas del capitulo:

Espero les guste C: 

Era normal encontrar en la ciudad todo tipo de personas ya que en lo general los turistas abundaban las calles y las playas, los sitios de comercio también eran concurridos, en especial un puesto de comida rápida que vendía las mejores torta de aquella costa. La mañana de ese domingo era soleado pero fresco, un día perfecto para ir a la playa. Suspiro el viento cerrando los ojos para disfrutar de aquella brisa mientras mantenía recargando su cuerpo en la escoba y su melena rubia se mecía en armonía con el viento.

-          ¡Hey, Naruto, apresúrate! – regaño la gerente al verlo, según ella, holgazaneando

-          Voy, voy – dejó la escoba cerca de la puerta y se dirigió a las mesas- ¿Clientes?

Se preguntó al ver a dos tipos entrando al puesto y tomando asiento en un rincón. Eran muy peculiares, pensó. Se acercó a tomarles la orden y regreso sin poderles quitar la vista de encima. Parecía que uno había bebido de más y el otro estaba un poco irritado pues al parecer aquella acción le molestaba.

Llego con la orden y la dejo en la mesa mirando a ambos con una sonrisa.

-          ¿Les ofrezco alguna bebida?

-          Quiero una cerveza

Miro al otro quién negó con la cabeza y éste sólo sonrió pues ¿Qué más podía hacer? Se retiró pensativo, era la segunda persona pelirroja que había visto esa semana pero ésta estaba ebria y tenía ojeras muy marcadas en los ojos. Echo otro vistazo, se sentía como un niño buscando en lo prohibido del armario; el otro era azabache, se veían bien juntos, parecían pareja pero después deshecho esa idea, “no sólo porque yo sea gay, todos lo tienen que ser”, se dijo intentando convencerse hasta que vio como el pelirrojo le acariciaba la pierna por debajo de la mesa y el azabache se la quitaba, se sentía incómodo.

-          Joder, estate en paz – Escucho decir al pelinegro – Gaara, estamos en un lugar público

-          no me importa – se acercó a su rostro – Dame un beso, Sasuke

-          Deja, no molestes

Los escuchaba hablar pero no podía intervenir si no quería problemas y no, no los quería. Aparte gerencia ya lo tenía amenazado de correrlo por todos los problemas que había estado causando desde que llego. Decidió hacerse el sordo y no verlos, pero es que el azabache era llamativo, se veía demasiado lindo con aquellos ojos negros, hipnotizantes, tan profundos y bellos, y eso que los había visto solo un momento. Se mordió el labio y se acercó de nuevo carraspeando un poco su garganta para hacerse notar pues el pelirrojo le olfateaba el cuello.

-          Disculpen, lamento molestarlos – Dijo al ver la mirada verde de Gaara; amenazante, fue lo que pensó – Es un lugar público y ya saben – ladeo su cabeza a un lado indicándoles otra mesa – hay menores

Y efectivamente del otro lado del puesto había una familia con dos niños riendo sobre lo que veían y a los padres intentando calmarlos hasta que vieron a los otros dirigirles la mirada.

El pelirrojo sonrió y a Naruto se le vinieron los colores al rostro pues aquella sonrisa era como para bajarse los calzones en ese instante y echarle a andar una que otra cosa pervertida. Volvió a carraspear la garganta al ahora sentir la mirada del pelinegro.

-          Lo lamentamos – le dijo el otro – Ya nos íbamos, ¿Verdad Sasuke?

-          Sí – se levantó con la cara en alto y el mentón arriba, haciendo menos a Naruto y salió primero

Esperó fuera del negocio a Gaara, mientras pagaba y los miro de nuevo, sabía que el pelirrojo estaba ebrio pero ¿Qué podía hacer con su forma de ser tan coqueta? Le hervía la sangre, tenía serios problemas con los celos.

Naruto los miró irse, veía como el pelirrojo se estaba cayendo y el azabache le paso el brazo por la espalda para ayudarlo y así se fueron.

La noche al igual que la mañana era fresca, y un poco fría, tenía que conseguir comida y después de un día en la playa sí que la necesitaba. Se froto las palmas de las manos contra su short playero para quitarse un poco de arena que se colaba por sus uñas. Entró al supermercado y ¡Oh, sorpresa! ¿Sasuke? Sí, pero qué hacía ahí. Se escondió tras una alacena de cereales y luego se preguntó por qué se escondía y sin más salió aunque se sentía un tanto  avergonzado, siguió caminando hasta topar con la misma alacena en la que estaba él y lo miró.

-          Hola – sonrió - ¿Cómo te ha ido?

Sasuke lo miro con el rabillo del ojo y siguió escogiendo pasta para cocinar esa noche.

-          Bien – tomo una bolsa y la guardo en el coche de comida – Eres el mesero de esta mañana ¿No?

-          ¿Ah? Sí – se sorprendió, en realidad no pensó que lo reconocería o que lo recordara - ¿De compras?

Se quiso matar, ¿Qué otra cosa se supone que haría en un supermercado? Se regañó mentalmente cosa que noto Sasuke y sonrió de medio lado como burlándose de él y solo asintió con la cabeza, no es que quisiera socializar pues ni siquiera le gustaba salir a los antros donde iba Gaara casi todo el fin de semana, pero sus malditos celos podían más así que iba como un guarura detrás de él, lo que tanto disfrutaba eran las noches, cuando volvían a casa y la pasión los envolvía entre las sábanas, se mordió el labio al pensar lo que podría pasar esa noche cuando llevara los víveres mientras él dormía, solía ser así. Llegaban y Gaara dormía mientras que Sasuke pasaba al supermercado a comprar comida, hacía la cena, comían y después tenían una exquisita sesión de sexo para luego dormir a veces abrazados y a veces dándose la espalda.

-          ¿Sasuke? – lo llamó Naruto sacándolo de sus pensamientos – Tengo rato llamándote ¿Todo bien?

-          Sí – pestañeo y siguió caminando - ¿Qué decías?

-          Ah, que si quieres ir a cenar, conozco un buen lugar de ramen y saben muy bien

-          Lo siento, tengo que ir a donde Gaara, me toca hacer la cena – miro el coche de comida

-          Ya veo – se puso las manos detrás de la nuca y lo miro de reojo con una sonrisa – Quita esa cara tristona

-          ¿Uh? – Quizá cambiar los planes esa noche no serían mala idea o eso pensó - ¿Te puedo cambiar el ramen por ir a mi casa? No puedo dejar a Gaara sin comer

Quito la vista de su coche lleno de comida y vio como Naruto bajaba sus manos de la nuca para llevarlas al lado de sus piernas, donde deberían ir.

-          ¿Pero a él no le molestará? – Pregunto con un tono angustioso pues siendo sinceros aquel pelirrojo le había llamado la atención – Digo son pareja ¿No?

-          ¿Tienes algún inconveniente? – pregunto alzando la ceja derecha.

Negó con la cabeza, se sentía incómodo pues era la primera vez que iba a cenar con una pareja desde que termino con su ex de dos años. Siempre iban a reuniones con amigos y se la pasaban de fiesta en fiesta pero desde que habían terminado se había quedado solo pues descubrió que con los que salían de diversión eran sus amigos y él nunca había tenido alguna amistad tan cercana, si tenía amigos pero los veía cada cierto tiempo; aparte de que sus cenas siempre eran solitarias. Quizá sería la primera vez que tendría amigos de ese tipo. Se terminó de alborotar la cabellera y lo miró con los ojos brillantes

-          Si no es inconveniente, me encantaría

-          Pues hay que terminar de comprar los víveres

Y así fue, ambos recorriendo los pasillos de aquel lugar mientras que Naruto como buen bromista que era comenzaba a jugar con las cosas de ahí, como cuando pasaron por la ropa de niños menores de edad, el rubio se había encargado de tomar una gorra y sobreponérsela para luego ponerse unos mini lentes de niño pequeño cosa que se le veían ridículos considerando sus veinticuatro años de edad. Sasuke no pudo evitar lanzar una risa silenciosa cuando el jefe de seguridad comenzó a perseguir al rubio por el departamento de niños exigiéndole que se quitara lo que se estaba robando a lo que Naruto se excusó diciendo que estaba probando ropa para su hijo de 3 años, cosa que, obviamente, era mentira y no dejaba al guardia satisfecho. Después de una ronda de persecución terminaron siendo vetados de ese supermercado, cosa que causo más risas en ambos.

-          Eres un chico problemático – ingirió tratando de recobrar la compostura – Eres un dobe

-          ¡Oye! Nadie me dice así – se cruzó de brazos e hizo puchero – Teme, ¿Pero cómo haremos la cena?

-          No soy tan tonto como tú – le enseño las bolsas – tuve que ir a pagar antes de que nos tomaran fotos y las pusieran en la puerta de entrada

-          Ese es Sasuke – le palmeo la cabeza felicitándole – Pero es el único supermercado que quedaba cerca de mi casa

-          También de la mía – se justificó pensando realmente que haría después de eso la única cuestión era ¿Dónde compraría de ahora en adelante? - ¿Conoces otro supermercado por aquí?

-          Sí

Y así se fue todo el camino tratando de explicarle donde quedaba el supermercado cerca de esa calle, pero al no poder hacer entender al azabache, el rubio le prometió que mañana irían juntos para poder comprar pues él no había sacado nada por estar jugando, así que quedaron en eso, continuó haciendo reír a Sasuke lo cual era difícil al dar vuelta en una cuadra pasaron por la casa de Naruto y éste le dijo a Sasuke invitándole a ir cuando quisiera lo cual agradeció, realmente vivían cerca, demasiado, una cuadra exactamente.

-          ¿El destino? – Murmuro para sí mismo

-          ¿Qué?

-          No, nada

-          Entonces pasa – invitó abriendo la puerta de aquel económico departamento o eso pensó hasta que lo vio por dentro – estoy de vuelta, hay invitado – informó

Gaara salió del aseo para ir a la sala y los miro, a Naruto más colorado que esa mañana pues llevaba el dorso desnudo. Naruto desvió la mirada hacia Sasuke quién tenía el entrecejo arrugado

-          ¿Qué? – escucho hablar al pelirrojo – No sabía que habría visita – se justificó yendo a la que debería ser su habitación.

-          Como sea – escupió molesto Sasuke – ¿Vamos?

-          Sí – no dejaba de ver por donde se había ido Gaara, su abdomen realmente estaba trabajado con el cabello goteando y la toalla alrededor de su cuello, era para sacar una foto y pegarla en la pared de su habitación. Se sentía como un adolescente – ¿Hace cuánto están juntos?

-          Mmm – ladeo la cabeza para mirarlo de reojo pues había entrado a la cocina y sacaba de la alacena una bolsa de sal – Creo que tres años

-          Van cuatro Sasuke

Ambos desviaron la vista a la puerta donde estaba Gaara recargado en el marco de la puerta ya con una camisa que hacia juego con el pantalón azul rey del pijama.

La sorpresa se visualizaba en los ojos de Naruto ¿Cuatro años? ¿Cómo podía ser posible? Realmente existían esas parejas, se decía a sí mismo, era asombroso

-          ¿Tú tienes pareja? – preguntó Sasuke

-          No, por ahora no – sonrió para ambos

-          Ya veo – dijo Gaara esbozando una sensual sonrisa, muy coqueta cabe destacar

Naruto se sintió nervioso, ¿Así era siempre? Sus instintos más básicos comenzaban a despertar en su entrepierna y es que ser un seme no era fácil cuando se encontraban esas bellezas.

Se sentía chispa, y Sasuke podía notarlo a simple vista así que intencionalmente tiro un vaso de cristal que al hacer contacto con el piso retumbo en un estallido sobresaltando a Naruto, eso no iba bien y lo sabía.

-          ¿Estás bien, Sasuke? – se acercó a auxiliarlo comenzando a levantar los pedazos de vidrio

-          Ah, sí, lo siento – Se agacho para también ayudar

Mientras tanto Gaara salió para ir a la sala y prender el televisor a esperar la cena, Sasuke se mordió el labio y miro por la puerta.

-          Vaya, te has cortado – le dijo

-          Ah, no es nada

Quiso esconder su mano pero el rubio no se lo permitió pues verlo lastimado no era agradable, en realidad no le gustaba que la gente se hiriera a su alrededor así que lo ayudo limpiándole la herida con agua y luego puso unas gotas de limón, Sasuke no hizo ni dijo nada pero se le veía que le dolía y ardía.

-          Eso calmara el dolor

Asintió con la cabeza.

Naruto lo sentó en un banco que estaba ahí y así poder comenzar con la preparación de la cena, Sasuke haría lo mínimo. Esa noche el menú era papas adobadas con carne acompañados con arroz y ensalada, y de beber tenían un vino rojo que lo sacaban sólo en ocasiones especiales, como esa. Sasuke desde sus cuatro años con Gaara nunca había cocinado con él, ni siquiera lo había ayudado a limpiar sus heridas ni a limpiar sus errores, por alguna extraña razón se sentía bien, se sentía confortado.

-          Está delicioso – sonrió el rubio al dar el primer bocado – Sasuke es una delicia – halagaba

-          ¿De qué hablas? Lo hicimos los dos – lo miro – Aparte no es la gran cosa

-          En efecto – interrumpió el tercero que hasta el momento se había mantenido en silencio llamando la atención de los otros – Está delicioso

Sasuke agacho el rostro en un sonrojo y con una sonrisa en los labios, un tanto tímida, era la primera vez que le decía algo así. Naruto sólo sonrió y busco en el rostro de Sasuke pero solo veía un pequeño sonrojo dispuesto a permanecer ahí por más rato, eso le causo ternura. Miro a Gaara de quien sentía la mirada sobre él desde que se sentaron y ahí estaba de nuevo esa sonrisa. ¿Esa sonrisa también sedujo a Sasuke hace cuatro años atrás? Se preguntó para meterse un bocado de carne y ensalada a la boca.

La noche transcurrió tranquila hasta que llegó la hora de despedirse, Gaara se había ofrecido a acompañarlo hasta la esquina, algo que normalmente hacía con los invitados por eso a Sasuke no le extraño que se ofreciera, Naruto sonrió aceptando y agradeció por todo al azabache dispuesto a irse.

-          Deberías venir más seguido – Le dijo Gaara cuando iban por las escaleras – Nos has agradado, bueno más a mí – le agarró del brazo para detenerlo y mirarlo - ¿Me invitas a tú casa un día de estos?

Y ahí estaba de nuevo esa miradita. ¿Qué pasaba con ese sujeto? No respetaba a su pareja y él era su amigo, porque tenía qué comportarse así. Quería decirle de todo pero era mejor que no.

-          Bueno si quieres la invitación para un ejercicio “físico” – Al ver la sonrisa del pelirrojo supo que era eso – Déjame decirte que yo no soy el que se abre – le guiño el ojo y se acercó tanto a él que casi sentían sus respiraciones – Pero créeme, hago un buen trabajo – le restregó la pierna en su entrepierna la cual ya estaba semidura “asco” pensó.

Gaara chasqueó su lengua contra el paladar y miró a Naruto. Después paso de largo y le indico con la mano que se moviera, él no era pasivo y no cambiaría posiciones con alguien que apenas conocía. Llegaron a la esquina y Naruto se despidió de mano pues se sentía incómodo con aquel sujeto. Sasuke no merecía que lo engañara, él era tierno aunque al parecer algo agresivo y reservado pero no dejaba de ser lindo y simpático, bueno, algo frío pero su sonrisa era linda, Sasuke era lindo, punto, no quería darle más vueltas y no era que le gustará, simplemente era uno de los únicos amigos que había hecho por su mano.

Hace mucho no salía y quería divertirse, quizá llamaría a Kiba o a Shikamaru, ellos habían permanecido a su lado después de su rompimiento, aunque procuraba no frecuentarlos por lo mismo, porque eran amigos de su ex.

-          ¡Hey! – se escuchó del otro lado de la calle a una casa de llegar a la suya – Naruto, cuanto tiempo

-          Kiba, estaba a punto de llamar – le sonrió

-          Ya, claro – lo miró acusador y luego sonrió -  Hoy venía a buscarte, hay una fiesta en casa de Lee y se pondrá de pelos - le brillaron los ojos

-          ¿En serio? Ah, mañana es lunes, no trabajo – salto emocionado – vamos, vamos

-          Pues a eso he venido – le dio un golpecito en la cabeza – Vamos a que te cambies, esperare

Naruto asintió con la cabeza, estaba emocionado, hace mucho no iba a una fiesta y tenía muchas ganas de ir, encontrar un buen polvo y volver a dormir toda la tarde del lunes, hasta que se hicieran las ocho de la noche y se viera con Sasuke para ir al market, no le habían contado nada a Gaara ¿Estaría bien? Arrugo el entrecejo, claro que estaba bien.

Kiba esperaba con paciencia, sabía lo que su amigo solía tardar pues la vanidad era uno de sus segundos nombres.

-          Naruto, ¿Ya casi?

-          Sí, sí – salió de la habitación a la sala donde había dejado a su amigo y lo observo detenidamente para acercarse y echarle gel en su melena café y desordenada – ya está.

-          Oye – se quejó con el entrecejo fruncido fingiendo molestia.

Naruto solo sonrió y salieron en busca de diversión porque eso era lo que ambos buscaban. El rubio se dio cuenta que iban a la misma dirección de donde vivía aquella pareja y al verlos bajar por las escaleras, no pudo evitar tensarse por lo que había ocurrido

-          Naruto – Fue Sasuke el primero en hablar

-          Hola de nuevo – los miró a ambos

-          ¿De salida? – observaron a Kiba

-          Ah, él es mi amigo, Kiba – los presento – ellos son Gaara y Sasuke.

-          Mucho gusto – dijeron los tres al mismo tiempo y todos rieron

-          Bueno, debemos irnos – apuntó Kiba despidiéndose y jalando al rubio – hasta luego

-          Hasta luego

Bien, eso no se lo esperaban había sentido el escaneo de Gaara sobre sus pantalones pegados de mezclilla azul oscuro y su camisa de resaque negra que hacía juego con sus vans de cuadros y su peinado alborotado con aquellos ojos azules que resaltaban sus marcas en la mejilla.

-          Eso fue escalofriante – Se estremeció Kiba

-          Lo sé – y ambos se carcajearon

-          ¿De dónde salieron?

-          Son clientes, bueno solo fueron hoy y casualmente me encontré con Sasuke en el supermercado del cual nos vetaron y mañana quedamos de ir a comprar al market que está a la otra cuadra de mi casa – se cruzó de brazos arriba de su cabeza – ya sabes, ese al que tengo mucho sin ir

-          En el que trabaja, Sai.

-          Sí – agacho la mirada

Kiba le golpeo la espalda intentando animarlo pero no funcionaba, Naruto de nuevo se metió en esos pensamientos destructivos hacía su persona y en ese momento sintió de nuevo miedo. Mucho miedo. Miedo de ver a Sai y que éste le recordara cuan patético había sido hace 2 años y cuan sensible podía llegar a ser. Sintió calor en los ojos y una picazón reconocible pues en ese tiempo había llorado demasiado. Miro el cielo oscuro y suspiro con una sonrisa débil

-          Joder, es insuperable. – Sintió como una lágrima caía en su mejilla.

-          No lo es – Murmuro

Caminaron en silencio el resto hasta llegar a la casa de Lee donde ya se escuchaba el ritmo de la música sonar, lo que a Naruto le gustaba es que las bandas que ponían eran las mejores, a su parecer, en ese momento sonaba el coro de shut up de simple plan. Amaba esa canción aunque era suave, pero igual a la gente de ahí les gustaban esas fiestas, tranquilas, no como aquellos niños fresas que usaban música escandalosa para pasarla bien. Saludaron a los que conocían ahí consiguiendo un vaso de ron o lo que parecía serlo.

¿Es que se lo tenía que encontrar justo ese día? Demonios, pero qué esperaba, si él era su amigo también, después de todo siempre lo fueron, ambos se miraron sin decir palabra y como si de una película se tratase, Sai, se acercó lentamente a él, a cámara lenta o así es como Naruto lo veía. No sintió cuando dejo de respirar, ni cuando su pulso se comenzó a acelerar, ni siquiera se dio cuenta de cuánta presión estaba ejerciendo en el vaso, ¿Por qué su único acompañante no estaba? Trago saliva y sonrió

-          Cuanto tiempo, hola

-          Hola – se acercó para saludarlo como era la costumbre, de beso en la mejilla, pero Naruto reaccionó a eso y retrocedió. – vienes arisco

-          Tuve un extraño día – alzó los hombros restando importancia, admiraba su propia capacidad de mostrar indiferencia – Aún no me acostumbro a esos cambios

-          Vaya, que te habrá pasado. – fingió interés

-          A saber – sonrió coqueto y miró a un chico que estaba solo del otro lado del salón – Creo que me voy.

-          ¿De qué hablas? Apenas llegaste

-          Ya, pero no quiero ver personas desagradables.

-          Venga Naruto, ¿Aún no lo superas?

-          Sai – lo miró acusador y después suavizo la mirada – Claro que lo he superado, no me voy de la fiesta, voy por mi acompañante

-          ¿Quién? ¿Kiba? – Señalo con el dedo al mencionado quien se acercaba a paso rápido

-          Pues sí

-          ¿De verdad? – esbozo una sonrisa fingida, de esas que a Naruto siempre le molestaba

El rubio no dijo nada, tomo el brazo de Kiba y lo jaló plantándole un beso mientras lo acercaba a su cuerpo, el castaño no cabía en la sorpresa, menos Sai.

-          Ya lo viste – guiño el ojo – adiós.

No podía creerlo, regreso donde estaba su acompañante, aquel chico al que había visto Naruto, su apariencia era un tanto peculiar, sus ojos negros y su castaña cabellera le hacían juego a su blanca piel y a sus pómulos rosados por el frío. Lindo, eran los pensamientos de Naruto cuando lo veía, estaba celoso, ¿Por qué él no podía ser igual de lindo? Tomo otro vaso de líquido, sin saber que contenía y lo bebió de golpe, uno tras otro, Kiba solo lo observaba, sentía impotencia, no sabía cómo hacerlo sentir mejor, bueno, no es que no supiera, era que no quería llegar a esos extremos aunque ya habían pasado esas líneas que separan las amistades con los “amigos”. 

-          Kiba… - arrastro la voz – ¿Quieres ir a mi casa?

-          Sí – sonrió melancólico – Sería un placer.

Le tomo la mano y lo arrastro por toda la fiesta para que pudieran despedirse de las personas ahí, incluso, se despidieron de Sai y compañía con una sonrisa el cual no la recibió con mucho gustos después de ver semejante beso. Creía que Naruto no encontraría a alguien más y volvería a buscarlo como solía hacerlo pero esa vez no, era como si estuviera cargando con toda la culpa de hace unos meses y de la manera en que traro al rubio. Él era de cabello negro y piel pálida casi como el papel, sus ojos negros y fríos hacían juego con la sonrisa falsa que siempre tenía pintada en los labios; Sai, tan perfecto para muchos y muchas pero tan imperfecto como solo él sabía serlo. 

 

Continuará

Notas finales:

Pues aquí llega el primer capítulo ¿Qué tal? Espero sus RW y espero les haya gusto C: hasta pronto 

Acepto jitomatazos y abucheadas D'x 


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