Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

UN ATAQUE DE CELOS por nurikosan

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Yhoga llega a casa de Ikki y Shun con un montón de bolsas llenas de hermosos paquetes con lazos de colores. Esta haciendo las compras de navidad y ha decidido ir a ver a sus viejos amigos, ya que uno de los centros comerciales a los que ha ido esta cerca de la casa de ambos hermanos.


- ¡Hola chicos! – saluda alegremente cuando el pequeño Shun le abre la puerta- ¡Feliz Navidad! ¿Dónde está Ikki?


- Salió hace un par de horas y todavía no ha vuelto. Ponte cómodo, ¿quieres que te prepare algo?


- Un zumo de naranja estaría bien. ¿Te importa si me quedo a esperar a que llegue?


- ¿Cómo puedes preguntar algo así? – le dice desde la cocina dónde esta exprimiendo las naranjas- Sabes que siempre eres bien recibido aquí y que puedes quedarte todo el tiempo que quieras.


- Lo se, pero siempre me gusta asegurarme. Nunca se sabe cuando puedo resultar ser el tercero en discordia.


- Tú nunca tendrás ese lugar. Ya sabes que eres muy especial para mi hermano. Me pregunto cuando vais a hacer pública vuestra relación.


- ¿Relación? ¿De que relación hablas, niño? Entre tu hermano y yo solo hay una estrecha y fraternal amistad.


- Claro, claro – contesta Shun riendo divertido-. Por eso siempre que puede se cuelga del teléfono para hablar contigo o busca cualquier pretexto para ir a verte, y viceversa.


- Eres un chico listo Shun. Contrariamente a lo que pueda parecer a mí no me importa lo que diga o piense la gente, pero a tu hermano si. Especialmente tiene miedo de que sus prejuicios te afecten de alguna manera, tanto directa como indirectamente.


- Mi hermano es un tonto que me protege demasiado.


- ¿Quién es un tonto? – se oye la voz de Ikki desde la entrada donde esta colgando el abrigo en el perchero.


- ¡Tú eres el tonto hermano! – grita Shun tirándole en el momento en que aparece por la puerta del salón uno de los cojines del sillón.


- ¿Y por qué soy un tonto? – pregunta sentándose en el brazo que esta junto a Yhoga y lanzando nuevamente el cojín a su hermano pequeño.


- Por que te empeñas en mantener vuestra relación en secreto y eso os hace daño a los dos.


- ¿Desde cuando sabes tú que Yhoga y yo somos pareja, hermanito?


- ¡Oh, vamos Ikki! Solo hay que veros cuando estáis juntos y cuando no las mañas que os buscáis para poneros en contacto de la forma que sea.


- Aún es pronto para eso. Quizás al año que viene cuando nos reunamos todos de nuevo en casa de Shaori lo gritemos a los cuatro vientos, pero de momento no.


- ¿Ves como eres un grandísimo tonto? ¿Por qué esperar siete meses para ello?


- Por que aún no estamos preparados, por eso... y además no tengo que darte explicaciones jovencito. Anda, ve a la cocina y prepárame a mí también uno de esos ricos jugos.


Shun se levanta moviendo la cabeza de un lado a otro y sonriendo para meterse en la cocina y cerrar la puerta tras él para darles unos minutos de intimidad. Minutos que ambos chicos aprovechan para besarse profundamente.


- Ikki sabes que no tengo ninguna prisa, pero me gustaría tanto poder pasear cogido a tu brazo sin necesidad de buscar solitarios parques para hacerlo.


- Lo se, precioso, lo se. Te prometo que pronto llegara ese momento. Ten paciencia, hazlo por mi ¿quieres Yhoga?


- Lo haré solo porque tú me lo pides. Sabes que no puedo negarte nada, mi hermoso pájaro de fuego.


Justo cuando van a besarse por segunda vez aparece Shun con un par de vasos de zumo de naranja. Sonriendo coloca entre ellos el vaso de Ikki y se siente en el pequeño sofá que hay frente a ellos.


- Los inconvenientes de no vivir en pareja – les dice levantando su zumo hacía ellos y dando un largo trago.


- Muy gracioso hermanito. ¿Y bien Yhoga, a que debemos tu visita? ¿Ya nos traes los regalos?


- No, no, no. Los regalos no se abrirán hasta el mismo día de Navidad junto al árbol. Venía a preguntaros si os apetece pasar la Nochebuena y el día de Navidad en mi casa.


- ¿Los tres juntos? – pregunta ilusionado Shun.


- Tres no, cuatro. Tengo otro invitado sorpresa. De hecho debería volver ya a casa para estar con él.


- ¿Y quien es ese invitado? ¿Le conozco? ¿Es un familiar? ¿Es un hombre o una mujer?


- Diría por tus preguntas que estas celoso, amor.


- Claro que estoy celoso. ¿Acaso no debería estarlo cuando el hombre que amo me dice que tiene a un invitado en su casa?


- Jajajajajajaj. Eres único Ikki. Es Julián Solo.


- ¿Y que hace Julián en tu casa?  ¿Acaso se ha cansado de las grandes fiestas?


- Vamos Ikki no seas cruel. Simplemente quería pasar esas fiestas con alguien conocido. Esta demasiado solo durante todo el año y ahora quiere sentirse querido, aunque solo sea por unos días.


- Hmmmm... no me convence nada eso que dices. Seguro que busca algo, y espero que no sea a ti o me encontrara, vaya si lo hará. Shun prepara tu bolsa nos vamos con Yhoga a su casa.


- De acuerdo hermano, en seguida estaré listo.


Ikki por su parte besa  fugazmente a Yhoga en los labios antes de desaparecer en su habitación y preparar su pequeño equipaje. Al cabo de un cuarto de hora ambos hermanos están frente al rubio con una mochila a sus espaldas y embutidos en gruesa ropa de abrigo para salir a la fría calle.


- Muy bien chicos, - dice Yhoga cogiendo sus bolsas y abriendo la marcha- rumbo a mi casa.


Una vez en la calle Ikki cierra la puerta con llave tras un rápido vistazo para asegurarse de que no se dejan ninguna luz encendida y poniéndose al lado de su amor recorren el camino a casa de este. Cuando llegan se encuentran un agradable fuego en la chimenea del salón y la mesa puesta para la cena.


- Hola, veo que habéis aceptado la invitación de Yhoga de pasar estas fiestas con nosotros. Me alegro de veros de nuevo. He preparado la cena, espero que os guste.


- Seguro que esta muy rico – dice Shun tratando de compensar con su amabilidad el mal genio de su hermano.


Mientras los hermanos colocan rápidamente sus escasas pertenencias en la habitación que queda libre, Julián se aplica en servir la comida y Yhoga en colocar los regalos alrededor del pequeño árbol decorado que tiene en una esquina de la habitación.


- Pescado – gruñe Ikki- ¿Qué podíamos esperar del dios del mar? Pescado... no me gusta el pescado y mucho menos si esta prácticamente crudo.


- Hermano, no protestes tanto. ¿Cuántas veces nos ha hecho la cena un dios? Deberías sentirte orgulloso por eso.


- Sabes que no me gusta el pescado... nunca como pescado en casa. ¿Por qué habría de hacerlo aquí?


- Porque eres un invitado y los invitados no protestan, se comen educadamente lo que les sirven en los platos.


- No importa Shun – interviene Julián- Te preparare algo inmediatamente. ¿Te parece bien una tortilla de jamón y champiñón?


- Eso ya me gusta más. De acuerdo, pero que este blanda, no me gustan las tortillas duras.


- Muy bien Ikki, una tortilla blanda... no tardare más que unos minutos. Vosotros dos no nos esperéis, empezad a comer.


Julián desaparece en la cocina y Yhoga aprovecha para mirar serio a Ikki con los brazos cruzados sobre el pecho.


- ¿Qué se supone que estas haciendo? – le pregunta enfadado.


- Nada, solo expreso mis gustos culinarios.


- ¿Tus gustos? ¿En ese tono? ¡Parecía que le estabas perdonando la vida!


- No seas exagerado Yhoga, todavía no ha hecho nada para que actúe de ese modo.


- ¿Hacer? ¿Y que se supone que debe hacer?


- No lo se, y realmente espero por su bien que no sea nada de lo que sospecho... porque no se lo voy a consentir, no señor, aunque eso suponga tener que enfrentarme yo solo a todos sus generales marinos, pienso defender lo que es mío.


- ¿Lo que es tuyo? ¿Acaso crees que soy de tu propiedad? ¿Es eso Ikki?


- Pues claro que eres mío.  Solo yo tengo derecho a ti. Eres mi hombre y no pienso cederte a nadie por mucho dios que sea.


- Pues entérate de una cosa, grandísimo idiota, yo no soy tuyo, no te pertenezco, ¿me oyes? Nunca hemos llegado a un compromiso oficial o firme, por lo que soy perfectamente libre de ir con quien quiera ¿has comprendido?


- ¡No te atreverás! – murmura cerrando los puños sobre la mesa- ¡No serás capaz de liarte con ese mequetrefe!


Antes de que Yhoga pueda contestar Julián sale de la cocina con una gran tortilla que pone delante de Ikki en la mesa.


- ¿Está a tu gusto? – pregunta con una gran sonrisa.

 


- No lo se, aún no la he probado.
Sin decir una sola palabra más el Fénix comienza a comer mirando furiosamente a Yhoga mientras Julián se sienta junto a este y ataca su plato. Shun mira divertido a los tres pensando que van a ser las navidades más divertidas de toda su vida. Por otro lado el Cisne come silenciosamente sin levantar la vista de su plato.


- ¿Podemos tutearte o debemos tratarte con la solemnidad debida a un dios? – pregunta Shun tratando de romper el silencio y entablar una conversación más o menos coherente.


- Ahora mismo no soy un dios, solo un joven que esta cansado de pasar las navidades de fiesta en fiesta pero terriblemente solo. Pensé en vosotros cinco y decidí llamaros. Primero llamé a Seiya y Shiryu pero me dijeron que las pasarían con Seika la hermana de Pegaso, luego llame a Yhoga y accedió amablemente a invitarme.


- Si, Yhoga siempre es muy “caritativo” – responde Ikki recalcando la última palabra- Le encanta ayudar a todo ser desvalido que encuentra, ya sea un perrito, un gatito o un...


- Ya basta Ikki, no te consiento que seas descortés con Julián.


- No te enfades, no tiene importancia. Además no ha dicho nada que no sea verdad. Te llame mendigando un poco de afecto y accediste a dármelo sin pedir nada a cambio.


- No me gusta esa forma de expresarlo, no lo hice por caridad sino por amistad...


- Llámalo como quieras, el resultado es el mismo. Parece que todos hemos terminado de cenar, recogeré la mesa. ¿Alguien quiere algo de postre?


Ninguno de los tres dice nada por lo que Julián se levanta y comienza a apilar los platos para llevarlos juntos. Yhoga decide ayudarle con los vasos y los cubiertos, mientras Shun se lleva a Ikki de un brazo a la cama.


- ¿Has visto como le miraba durante la cena Shun? Se le comía con los ojos...


- Ya basta hermano, si no te conociera diría que tienes un fuerte ataque de celos.


- Yo no estoy celoso. Es solo que me desagrada como le mira...


- Hermano ¿qué motivo tendría para no hacerlo si Yhoga le gusta?


- ¿Cómo que qué motivo? Ese rubio es mío, es mi chico, mi pareja. Nadie tiene derecho a comérselo con la vista excepto yo...


- ¿Nadie hermano? ¿Y cómo van a saberlo si solo te preocupas de que no se enteren de vuestra relación? Yhoga es libre para todo el mundo excepto para ti. Si alguien le hace la corte debes aguantarte y esperar a que él no se deje conquistar, tú has puesto las normas y ahora debes jugar con arreglo a ellas.


- ¿Por qué siempre tienes que tener razón?


- ¿Quizás por qué me detengo a pensar un poco antes de actuar? Anda hermano, vamos a la cama, mañana veras todo de otro modo.


- Eso espero, eso espero Shun.


Al día siguiente Ikki es el primero que se levanta, esta deseando ver a su chico de hielo a solas. Cuando se dirige a su habitación se queda parado en medio del pasillo con los ojos a punto de salirse de sus órbitas y la boca totalmente abierta por lo que ve. Julián sale de la habitación de Yhoga envuelto en un albornoz para meterse en el cuarto de baño a darse una ducha. Cuando se recupera de la impresión abre de golpe la puerta del rubio y se planta frente a él con los brazos en jarras y echando chispas por los ojos.


- ¿Qué significa esto? – le pregunta a bocajarro.


- ¿Qué significa el qué Ikki? – responde este estirándose perezosamente y llevándose las manos a la nuca le mira divertido.


- Le he visto salir de esta habitación vestido únicamente con un albornoz.


- ¿Y qué querías que llevara para darse una ducha?


- ¿Ha dormido aquí?


- Si, así es. Es un gran compañero de cama – le responde divertido- No ronca, apenas se mueve, no se aleja si me arrimo a él en busca de calor para mis pies helados... un gran compañero de sueños.


Ikki le mira totalmente sorprendido sin poder creer lo que le acaba de decir. ¿Cómo ha podido hacerle algo así? Siempre le ha dicho que le amaba y ahora le engaña delante de sus propias narices... pues bien no va a consentirlo, no va a permitir que ese dios se salga con la suya. Yhoga es suyo y va a luchar con todas sus armas para conservarlo a su lado. Sin decir una sola palabra da media vuelta y sale de la habitación dejando a un sorprendido Cisne por su actitud, ya que pensaba que estallaría en furia y que sus gritos se oirían hasta en Australia.


- ¿Ikki estas bien? – le pregunta preocupado saliendo tras él al pasillo.


- Si, estoy muy bien, no te preocupes, muy bien.


Pero no es así. Su corazón se siente traicionado y el dolor le embarga,. No puede creer lo que ha visto, su alma se niega a ello, pero su cabeza le dice que es real, que no ha sido una alucinación o un sueño. Su amado Yhoga ha pasado la noche en brazos de otro hombre.


- Hermano ¿qué piensas tan concentrado? – pregunta Shun entrando en la habitación después de ducharse en el segundo baño de la casa.


- Yhoga ha pasado la noche con Julián. Le he visto salir prácticamente desnudo de su habitación, y lo que es peor, no lo ha negado. Al contrario, dice que es un gran compañero de cama... mejor que yo.


- Seguro que es una broma...


- No lo es Shun. Han dormido juntos. Le estoy perdiendo y no lo voy a consentir. Voy a estrangular a ese presuntuoso que se atreve a interponerse entre nosotros.


- Me parece que así solo conseguirás alejarle más de ti.


- ¿Y qué se supone que debo hacer? ¿Cruzarme de brazos y ver como me lo arrebata?


- No, todo lo contrario. Pero no como tú piensas. Tienes que ser más sutil, más directo... tienes que conquistar a Yhoga de nuevo, enamorarle otra vez, que vea que tú eres mejor que Julián, que tu amor es sincero...


- Puede que tengas razón. Si..., eso haré reconquistare su corazón nuevamente y voy a empezar ahora mismo.


Se levanta de un salto y rápidamente se viste para salir de la casa corriendo. Corre calle abajo sin parar hasta llegar a una gran floristería donde compra un pequeño ramo de hermosas violetas. A continuación se dirige a una tienda de regalos y después de mucho mirar se decide a comprar un sencillo pero hermoso juego de pluma y bolígrafo. Hace que se lo envuelvan con todo primor y vuelve a casa para colocarlo con una tarjeta en la que figura el nombre del rubio bajo el árbol junto a los demás regalos. A continuación busca a Yhoga por la casa y lo encuentra en el jardín apartando la nieve junto con Julián. Cuando va a acercarse con su mejor sonrisa para darle el ramo ve como el dios agarra al rubio por la cintura y le planta un beso en la punta la nariz, un beso que continua por las mejillas hasta llegar a los labios y posarse delicadamente sobre ellos. Con un rugido de ira tira el ramo a los pies de ambos y da media vuelta para encerrarse en su habitación.


Yhoga recoge las violetas y aspira su perfume con una gran sonrisa que es compartida por Julián. En silencio deja la pala que esta usando para quitar la nieve junto a un árbol y entra en la casa para poner las flores en el jarrón más hermoso y delicado que encuentra y dejarlas en su habitación junto a la cama. Se sienta en ella y contempla durante unos minutos las pequeñas flores pensando en que todo marcha estupendamente bien. Al cabo de un rato sale para llamar a la puerta de la habitación de Ikki. No obtiene ninguna respuesta, por lo que vuelve a repetir la llamada obteniendo el mismo silencio. Tomando aire profundamente abre la puerta y entra para ver a un enfadado Ikki tumbado en la cama estrujando la almohada como si estuviera ahogando a alguien.


- ¿Puedo sentarme aquí un rato? – pregunta en voz baja dando un paso hacia la cama.


- Haz lo que quieras – responde el otro mirándole con los ojos llenos de dolor.


- Solo quería darte las gracias por las flores, son muy hermosas.


- Creía que ni siquiera las habías visto. Estabas tan ocupado con tu invitado…


- Ikki, no ha pasado nada.


- ¿Nada? He visto como te besaba, como te agarraba, como pegaba su cuerpo al tuyo… y sobre todo he visto como tú no hacías nada por evitarlo.


- Solo ha sido un juego, una demostración de amistad, nada más – se inclina sobre él y le besa dulcemente-. Esto sí es un beso de amor, lo que has visto es simplemente amistad.


- No me convence, pero no vuelvas a hacerlo ¿me oyes? No me gusta que otros te soben y baboseen… ¿De verdad te gustaron las flores?


- Me encantaron Ikki. Hace tanto tiempo que no me regalas flores que cuando las vi creía estar soñando. Hasta que nos las acaricie y aspire su aroma no me convencí de que eran autenticas. Muchas gracias amor. Y ahora debo volver al jardín, he dejado a Julián solo con toda esa nieve.


Se levanta y sale de la habitación no sin antes dirigirle a Ikki una gran sonrisa. Cuando se queda solo se levanta y va a buscar a su hermano para contarle lo ocurrido. Mientras Yhoga en el jardín se queda atónito al ver que la nieve ha desaparecido por completo. Busca con la mirada a Julián y le ve en una esquina dando los últimos toques a un muñeco de nieve.


- ¿Qué ha pasado aquí? – pregunta atónito- Hace unos momentos esto estaba lleno de nieve y ahora no solo esta limpio sino que hasta has hecho un esplendido muñeco de nieve.


- Bueno, algo tan sencillo como limpiar un jardín de nieve no es nada complicado para alguien como yo – responde guiñándole  un ojo.


- Julián dijimos que nada de usar tus poderes como dios. Prometiste portarte como un humano más.


- No te enfades Yhoga, nadie me ha visto. No lo volveré a hacer.


- Esta bien, por esta vez pase.


- ¿Cómo te ha ido con ese tonto?


- Muy bien, estaba muerto de celos, y no es ningún tonto.


- Si que lo es, nunca entenderé como te has ido a enamorar de un bruto como ese, pero en fin, ese es el misterio del corazón humano.


- No se puede luchar contra el amor – dice Yhoga- Anda entremos a preparar la comida.


El resto del día transcurre sin ninguna novedad hasta que llega la noche. Después de la cena se sientan en el comedor para ver una película. Julián se las apaña para estar al lado de Yhoga con un bol de palomitas en su regazo. Según va transcurriendo la película la mano del dios comienza a deslizarse por la pierna del rubio muy lentamente, primero por el muslo, acariciando la rodilla. Ese gesto no pasa desapercibido por Ikki quien ya no aparta la vista de esa mano. Julián continúa con sus caricias, ascendiendo cada vez más, hasta llegar a su ingle y justo cuando extiende lentamente los dedos hacia la entrepierna de Yhoga una fuerte mano la retira de la pierna del rubio apretándola fuertemente.


- Ni se te ocurra tocarle en esa zona – murmura entre dientes mirándole con furia- Eso es terreno privado.


- ¿Quieres soltarme? Me estas estrujando los dedos.


- Si sigues así te estrujare la cabeza. Apártate de Yhoga, deja de rondarle, no haces más que provocarle y no lo voy a consentir…


- Vamos a ver, contéstame a una pregunta: ¿Tienes algún acuerdo con él? ¿Vuestra relación es oficial? ¿Os habéis comprometido de alguna forma? Yo te diré la respuesta: No. Así que si quiero rondar a Yhoga tú no puedes oponerte. El es quien a de decidir con quien se queda. Y ahora si me permites, suelta mi mano si no quieres quedarte sin la tuya.


- Hermano suéltale. Tienes todas las de perder contra él además de que sabes perfectamente que lo que dice es la pura verdad.


El Fénix le suelta a regañadientes y se cruza de brazos sin decir nada más, pero sin apartar la vista de Yhoga. Trata de leer en su rostro lo que pasa por su mente, pero esta imperturbable, ni el más mínimo gesto delata algo de sus pensamientos.


Esa noche, ya en la cama, Ikki piensa que tiene que hacer algo o perderá a su amado. La noche siguiente es Nochebuena, así que aprovechará para declararle su amor. Ahora solo le queda decidir la manera en como hacerlo, sabe que tiene que ser de un modo que no le quede dudas al respecto ni a él ni a nadie más.


Al día siguiente todos se levantan temprano para preparar la cena especial y la comida del día siguiente para no hacer nada en Navidad. Todos menos Ikki que se queda en la cama hasta madia mañana. Cuando se levanta desayuna rápidamente y sale de la casa para volver a la hora de la comida con un pequeño paquetito que no suelta bajo ningún concepto. Todos están intrigados pensando que puede ser pero no hayan la forma de separarle de él. No ayuda a los otros a decorar la mesa para la cena, ni se preocupa por la comida, simplemente se sienta en un sillón con los brazos cruzados y las piernas en alto a ver la televisión con el paquetito en su regazo para que nadie pueda cogerlo.


Por fin llega la hora de la cena. Entre Shun y Yhoga sirven la comida. Una fuente de marisco, una pierna de cordero asada acompañada de verdura y patatas igualmente asadas y de postre turrones y chocolates variados.


Todos se sientan por fin a la mesa y comienzan a comer en una animada charla en la que Ikki no pronuncia una sola palabra, solo se limita a comer como un autómata sin apartar la vista del paquetito.


- Ikki – salta por fin Julián- ¿Qué diablos llevas en ese paquetito tan pequeño? No te has separado de él un solo segundo y lo custodias como si fuera lo más valioso del mundo.


- Para mí es muy valioso – responde mirándole fríamente- Y en cuanto a lo que es, ya lo sabrás en su momento.


- Hermano, ¿no puedes darnos una pista para que lo averigüemos? Todos estamos muy intrigados.


- No hay pistas, ya lo veréis en su momento.


- Espero que no sea una broma de mal gusto o algo contra Julián – dice Yhoga mirándole preocupadamente- Me enfadaría mucho contigo de ser así.


- Puedes estar tranquilo, no tiene nada que ver con él.


- Hmmmm, eso espero…


Todos continúan nuevamente cenando y hablando entre ellos mirando de vez en cuando al silencioso Fénix que parece no reparar en ellos. Al terminar recogen entre todos, sin la ayuda de Ikki que vuelve al sillón para esperar a que den las doce de la noche.


El tiempo transcurre entre canciones protagonizadas por los tres chicos, juegos de mesa para de repente ver como Ikki se levanta del sillón al dar las doce campanadas. Se acerca a Yhoga al cual coge de una mano y lo lleva justo debajo de la lámpara donde abre el paquetito que resulta ser unas ramas de autentico muerdago que cuelga de la lámpara. Le pasa un brazo por la cintura y otro por los hombros y lo besa profundamente bajo las ramas.


- ¿Quieres casarte conmigo? – le pregunta cuando se separan para tomar aire.


- ¿Qué has dicho? – pregunta el rubio tratando de recuperar el aliento y de evitar que el corazón le salte del pecho por la emoción.


- ¿Quieres casarte conmigo? – vuelve a repetir la pregunta acariciando su rubio cabello y besando su rostro por todas partes.


- ¿Estas seguro de que es eso lo que quieres?


- Si, te quiero Yhoga y no voy a permitir que nadie te me robe solo porque yo tenga miedo a la reacción de los demás al saber que amo a un hombre tan maravilloso como tú.


- Ikki… por fin te has decidido. Acepto, acepto encantado ser tu pareja para el resto de mis días.


El Fénix repite el beso para una vez separados cogerle nuevamente de la mano y poniéndole el abrigo por los hombros salir con él a la calle. Antes de salir hace una parada en el portal. Abre el cuarto de contadores y saca un enorme megáfono que ha escondido en la mañana. Una vez en la calle lo enciende y grita con toda la fuerza de sus pulmones que ama a Yhoga y que va a casarse con él.


- ¡Ikki, cállate! – grita el rubio arrancándole el megáfono de las manos y apagándolo- Todo el mundo nos esta mirando.


- ¿Y qué si es así? Quiero que todos sepan que te amo, que eres mío, que me correspondes y que vamos a casarnos. Se acabaron los secretos, los disimulos, el miedo al que dirán… a partir de ahora solo tú y yo. Además, no se me ocurrió otra forma de convencerte de que esto es un compromiso serio y formal.


- Y lo has hecho amor, lo has hecho – responde besándole y apoyando el rostro en su pecho unos minutos para levantarlo hacia él todo sonrojado- Vayamos adentro, quiero celebrar esta noche contigo a solas… los dos juntos en mi habitación… será el sello de nuestra unión…


Ikki le coge en brazos para llevarlo a dentro como le ha pedido pero antes se para delante de Julián que les ha seguido a la calle.


- ¿Ya te has enterado? Ahora si hay un compromiso oficial entre él y yo, así que no vuelvas a acercarte a mi Yhoga ¿comprendido?


- Puedes estar tranquilo – le responde acercándose a Shun y cogiéndole por la cintura le atrae hacia si- Es tu hermanito quien me interesa realmente.


- ¿Shun? – pregunta sorprendido al punto de que casi deja caer al Cisne al suelo-. ¿Es eso cierto hermanito?


- Bueno la verdad es que… si. Julián y yo llevamos viéndonos algún tiempo y…


- ¿Algún tiempo? ¿Cuánto tiempo?


- Unos seis meses Ikki –responde el dios sonriendo.


- ¿Seis meses? ¿Entonces por que perseguías a Yhoga si estabas con m hermano?


- Porque no te decidías a pedirle que fuera tu pareja a los ojos de todos. Yhoga estaba desesperado y nos pidió ayuda a los dos. Y se nos ocurrió ponerte locamente celoso, y como ves ha dado resultado.


- Así que todo ha sido una encerrona para conseguir que me declarase…


- Ikki… - Yhoga le acaricia el rostro temeroso de su reacción- Ikki amor, no te enfades con ellos, yo se lo pedí… te amo tanto que no podía soportar por más tiempo esta situación… yo…


- No te preocupes, no estoy enfadado, al contrario, estoy agradecido. Gracias a vuestra treta he visto cuanto me importas realmente, hasta el punto de estar dispuesto a enfrentarme a un dios por ti. Te quiero Yhoga, y lamento haber sido tan egoísta todo este tiempo de atrás. Y ahora precioso mío, tenemos que celebrar la Nochebuena en privado.


Se mete en el portal para volver al piso, pero en mitad de las escaleras se detiene para volver la vista atrás, hacia su hermano y Julián.


- No os preocupéis por nosotros mañana, nos levantaremos tarde y si sois listos vosotros también haréis lo mismo – comienza a subir las escaleras para pararse nuevamente- Una sola cosa más Julián, cuida de mi hermanito, no le hagas daño o conocerás la furia del Fénix.


Sin decir una sola palabra más sube hasta la casa para ir directo a la habitación de Yhoga y cerrar la puerta al mundo exterior al menos por esa noche.


Por otro lado Julián y Shun hacen lo mismo en la que ocupa el primero entre risas y caricias mutuas.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).