Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

-Solo la verdad- por AGR

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Informo que la canción de My Immortal y los personajes de Kuroshitsuji no me pertenecen. 

-Solo la verdad-

 

Recordando un pasado

 

Nunca lo amó, solo buscó la manera más adecuada para obtener lo que deseaba de su persona. Esas amargas lágrimas le empañaron la visión, le dolía no solo su cuerpo, si no su corazón ¿Cómo fue tan débil? La pregunta más frecuente que poseía en su mente, llevando sus manos al rostro trató de eliminar el llanto derramado que mojaban sus mejillas, ese maldito dolor le impedía dar paso. Caminó por horas sin rumbo, sin importar nada, debía olvidar todo.

–Eres tan hermoso, dime que serás solo mío, porque yo te amo. –crueles fueron sus palabras, que le atormentaban una y otra vez en su cabeza, pero le amaba tanto que creyó en su promesa de matrimonio.

–Falta poco cariño, solo aguanta. –apretó con fuerza los dientes, enterrando sus uñas en la espalda del otro para no gritar. –Listo ya entró todo. –cuando le observó algo más relajado, comenzó con las embestidas, fuertes y certeras. En un arrebato antes de llegar al orgasmo, le besó con violencia dejando sin aire al que se retorcía bajo su cuerpo. No supo cuando terminó todo. Ver la sangre entre sus piernas, le aterró y extrañamente se sentía amado.

–Cálmate, es natural que sangres en tu primera vez. – se alejó para acomodarse su ropa, ya nada le impedía permanecer más en aquel sucio lugar.

–Duele y mucho Claude.

–Me gustó, ser el primero que te penetrara. Para no tener experiencia lo hiciste muy bien.

Se colocó su habitual traje de smoking, para salir de ese cuarto de mala muerte con la viva intensión de dejar a su amante de turno, sin importar algún sentimiento que este pudiera sentir.

– ¿Qué haces? ¿Adónde vas?

–Alois, eres tan adorable, pero debes comprender que solo eres un momento.

Las últimas palabras se habían quedado grabadas en su mente, mientras que negaba con su cabeza ante lo que pasaba, le entregó todo sentimiento que guardaba para él, pero no fue lo suficiente para Claude.

–¿Qué hice? –se incorporó de ese lecho manchado por su propia sangre, sin dejar de llorar por lo sucedido, pero ya era muy tarde. Corrió lejos de ese burdel a las afueras de la ciudad, hasta que cayó al suelo doblándose el tobillo. La desesperación de no saber a dónde ir le hizo entrar en pánico. Caminó hasta llegar a unas bancas cerca del muelle, tenía que descansar su adolorido tobillo. Unos fuertes truenos avisaban la pronta llegada de la lluvia, su corazón se lleno de angustia ¿Qué haría, si ni siquiera conocía el sitio? Pronto caería la noche y debía resguardarse para no enfermarse. Continuó su caminata, en busca de un refugio, un dolor intenso le obstaculizó su tarea de seguir, mientras se adentraba al bosque.

–¡Maldita, sea! –se sostuvo de un árbol para no apoyarse más en su adolorido tobillo.

–Tan hermoso y con semejante vocabulario.

– Quién eres? ¿Qué quieres?

–Soy Undertaker y lo que yo quiero, eso dependerá de ti. –se acercó con paso lento, pero firme, dejando ver en sus labios una sonrisa macabra, provocando en Alois un escalofrío de terror.

–No te me acerques o gritaré.

–No seas tan infantil. Estas en medio de la nada, perdido en el bosque con un tobillo que a leguas se nota su mal estado. –carcajeó, llevando a su paso una croqueta a su boca degustando su sabor sin dejar de mirar aquel chiquillo que no dejaba de amenazar a su persona.

–Tengo un arma y si te acercas no dudare en utilizarla.

–¡Cuanta valentía! ¿Espero que tu puntería sea certera? Pero no me puedes herir. –sus pasos cada vez disminuían el corto espacio que les separaba provocando un extraño nerviosismo mezclado con placer en Alois ¿Acaso se estaba volviendo loco?

–Se lo advierto un paso y...

–Tu aroma es exquisito. –Olfateaba esos cabellos rubios llenando sus sentidos con el aroma que desprendía, ese aroma a vida y no a ese de muerte del cual siempre tenía que inhalar en su negocio. 

–¿Qué haces? Por favor, déjame tranquilo.

–Se bien que estas herido, no solo de tu cuerpo, si no del corazón también.

_________________________________________________________________ 

 

Guardando un amor

 

 La uña larga y pintada de negro repicaba contra la copa de vino, lo cual calma su ansiedad, observando una vez más aquel chiquillo derrumbado quizá por uno de sus tantos recuerdos, situación que le hizo por primera vez fruncir el ceño, pero él tenía la culpa de todo, por enamorarse de quien solo le buscaba para desahogar tal dolor que le causaba las constantes burlas de Claude.

El tiempo se volvió lluvioso; no eran aquellas gotas suaves que apenas mojaban el pasto, si no era unas gotas gruesas y constantes que hicieron de aquel momento más lúgubre para ambos que ahora guardaban un silencio sepulcral. Había renunciado a la posible idea de una relación con Alois que adquiría la postura de ultrajado y él de utilizado.

–¿Qué hora es? –preguntó Alois con desgano por tanto llorar.

–Casi las ocho.

–Un pañuelo por favor.

–Alois, ¿Hasta cuándo?

–Duele demasiado. –Alois se incorporó algo aturdido por el llanto –No he venido para que me juzgues.

Nada que decir, es en vano discutir cuando el dolor es quien rige los sentimientos, mejor resultaba el silenció que se alargaba entre ellos durante unos cuantos minutos hasta que Alois se marchó sin decir más.

Undertaker cerró los ojos y trató de controlar sus sentimientos, sabiendo que esa amistad solo le llevaría a su destrucción. Pasando los dedos por su frente pudo notar que habían escapado unas cuantas lágrimas, sonriendo las enjuga admirando la lluvia. Con pesadez salió de aquella estancia sin importar lo fuerte que azotaba el viento, quizá así tomaría la decisión correcta sin concebir lamentos futuros que le hicieran regresar.

–No te juzgo Alois, de igual manera ese pasado me devasta.  

 

I'm so tired of being here 
Suppressed by all my childish fears 
And if you have to leave 
I wish that you would just leave 
Cause your presence still lingers here 
And it won't leave me alone.

These wounds won't seem to heal 
This pain is just too real 
There's just too much that time can not erase 

 

Claude no dio signos de arrepentimiento sobre el nuevo encuentro íntimo entre ellos, por el contrario la sonrisa mórbida ante las suplicas de Alois que buscaba de su persona un amor inexistente. Los orbes brillaron  con más intensidad de la acostumbrada, solo con el fin de acentuar las cortantes palabras de desprecio por quien pide piedad por un abrazo.

–¿Qué quieres Alois? Puedes decirlo. –Por primera vez le dejaría hablar, quizá su corazón se llenara de calor con lo que pensaba decir. Alois con cautela se le acercó sujetando la mano enguantada con esperanza.

–Te quiero a ti –respondió con franqueza Alois.

Claude guardó silencio. Él estaba tan cerca que podía llenar sus sentidos de aquel aroma tan desesperante para su persona. Permaneció inmóvil a que hablara.

Alois sintió el frío colarse entre sus dedos al no tener la mano de Claude quien dio pasos atrás para guardar distancia entre ellos. El reloj de la estancia se elevó por encima del silencio formulado entre ellos que no desviaban las miradas.

–Un revolcón –dijo ajustando sus lentes, retorciendo los labios en una mueca sínica.

–¿Qué dices? –no era posible quizá no supo interpretar aquellas palabras, debía ser un error en la información.

–He dicho un revolcón y luego te marchas, la verdad estoy cansado de ti. Solo fuiste un momento de desfogue, eso no significa nada.

–La noche pasada prometiste que todo entre nosotros cambiaría y que podríamos estar juntos.

–Las promesas en esos casos se hacen cuando estás en el calor del sexo, luego solo se rompen. Ya deberías de saber cómo funciona este sistema.

Alois contuvo el aliento cómo el tiempo se volvió más lento ante sus ojos trayendo a su memoria la pregunta de su amigo –¿Hasta cuándo? –solo fue un anémico susurro, que nubla el acto de sus dedos al desabotonar su camisa alimentando el morbo que mueve a su verdugo.

Accedió a un trato que solo él saldría herido. Claude deslizó las manos por el cuerpo desabrido de su amante en turno quitando su camisa notando el cambio de temperatura. Al tener al chico desnudo recorrió con la punta de la lengua los ya endurecidos pezones masculinos recibiendo como recompensa un gemido. Acariciaba las nalgas como las partes internas de sus muslos, cada roce era perfecto, sabía donde tocar para que su amante perdiera la cordura y disfrutara del momento.

Las oleadas de sensaciones que Alois sentía era el aviso que necesitaba Claude para poseer su cuerpo en un simple acto de sexo sin amor. Elevó las caderas del que gemía bajo sus atenciones desfundando su hombría por la bragueta ya que no tenía la intención de quitarse la ropa,  lo dijo solo sería un revolcón. Empujó su erección contra los muslos abiertos de Alois sin importar los sentimientos de este al tensar su cuerpo.

Se abrió camino entrando con algo de dificultad entrando y saliendo de esa entrada que envolvía con deseo su pene. Colocó sus manos entre las nalgas para abrirlas un poco haciendo movimientos rudos cómo profundos durando tan solo un par de cortos minutos, lo necesario para saciarse él más no su compañero.

–Si quieres desfogarte hazlo en el baño y luego te marchas, no quiero que ensucies la alfombra.

–No me dejes así, te lo suplico Claude. Haré cuanto me pidas.

–Una orgía, si deseas estar hoy conmigo deberás participar en una Orgía. –un brillo malicioso se reflejaba en sus orbes ocultos por esos lentes. –Te quedarás en la habitación y pase lo que pase no puedes negarte o te dejaré.

Con dudas pero esperanzas de algo quimérico esperaba en la penumbra de la habitación hasta ser atado y violado por hombres que nunca antes conoció.

 

When you cried, I'd wipe away all of your tears 
When you'd scream, I'd fight away all of your fears 
And I held your hand through all of these years 
But you still have all of me 

You used to captivate me by your resonating light 
Now I'm bound by the life you left behind 
Your face it haunts my once pleasant dreams 
Your voice it chased away all the sanity in me 

________________________________________________________

 

Quiero amarte

 

La mirada que Alois dedicaba ante la declaración de amor que Undertaker sentía por él, elevó un silencio que hizo encoger los corazones de ambos que no daban tregua en romper tal mutismo. Un beso. El aliento de Undertaker era cálido afable en los labios de Alois.

–Ya no quiero seguir ocultando lo que siento por ti, Sería una estupidez por mi parte, e impropio esconder un sentimiento por causa de un imbécil que solo se interesa en saciarse con tú absurda obsesión.

Alois quiso golpearle con su mano libre, pero él la sujetó con facilidad y se la retorció tras su espalda. Y él sintió como el calor de ese cuerpo se filtraba en cada uno de sus poros. Un nuevo beso se interpuso entre sus palabras que no podía destilar por la extraña actitud de quien exploraba su boca.

–No tienes derecho de tratarme así. No te amo nunca lo voy hacer.

Alejado del calor del cuerpo de Undertaker, su piel se erizaba sintiendo el gélido frío de esa tarde. Cruzó sus brazos frotando un poco estos para quitarse aquella sensación, pero fue inútil. Su mente estaba tan frio como su cuerpo entumecido, y en su poca conciencia trataba de asimilar todo lo que él había dicho. A Undertaker no le importaba si le llegara a odiar, por fin había liberado sus sentimientos, sabía que él seguiría amando lo imposible.

–Solo vives engañado por ti mismo. No lo culpo a él por utilizarte.

–¡Te odio! No quiero volver a verte.

–Es una pena con la cual tendré que lidiar. Voy a marcharme –espetó elevando un poco su voz.

No comprendía, pero sus temores se hacían presente ante el creciente silencio cuando la puerta se cerró ¿Por qué le dolía verle partir? Nunca antes se había sentido tan afligido.

 

These wounds won't seem to heal 
This pain is just too real 
There's just too much that time can not erase 

When you cried, I'd wipe away all of your tears 
When you'd scream, I'd fight away all of your fears 
And I held your hand through all of these years 
But you still have all of me

 _________________________________________________________________

 

Adiós

 

–La llave está ente el jarrón, quiero que lo saques y te lo lleves. –Undertaker dejó de escuchar al interlocutor, no podía creer que otra vez pasara. La mañana era fría o quizá solo era su dolor de ver tendido a Aolis en esa cama, desnudo y con visibles heridas de todo tipo.

Este era el mundo de ambos, dónde el amor solo es una ilusión que no tiene bases. Su desánimo fue en aumento al ver pasar con lentitud las agujas del reloj casi por dos días sin perder detalle de algún posible cambio de su inquilino.

Se sirvió otra copa de vino tinto, sin importarle que su estómago estuviera vacío. Los rayos pálidos del sol comenzaban adentrarse por la puerta corrediza de vidrio a sus espaldas formando un poco su sombra en la pared contraria donde se vislumbra una mesa antigua en forma de ataúd. Giró su cuerpo abriendo por completo la puerta para salir al balcón dejando que cada uno de sus pensamientos ya que ahora debía de pensar en él antes que en Alois.

–Undertaker. –la voz trémula resonaba como eco en la habitación decorada solo por extraños sellos y adornos macabros, típicos de ese hombre vestido de negro. Despertó.

Apenas recordaba los acontecimientos pasados sintiendo pena por su misma persona. Se levantó del lecho visualizando a Undertaker admirando el paisaje ante ellos.

Nunca antes se sintió tan feliz, después de todo lo que dijo y él había brindado de nuevo su protección al no dejarle solo en esa terrible circunstancia que ya no debería recordar.

–Yo pensé que. Oh Undertaker!

–¿Qué te dejaría? Que poco me conoces pequeño. –llevó a su boca una de esas croquetas dejando en la mesa la copa de vino vacía.

La expresión de Undertaker era indescifrable, pese al cansancio que se reflejaba en sus orbes.

–Quiero darte las gracias. Esto es incómodo luego de lo sucedido la vez pasada, yo no te odio, pero si –un dedo posó en esos labios tersos de rosa pálido, pero él no cambió su gesticulación.

–No debes de darme las gracias.

–Tengo que hacerlo, yo no comprendo lo que pasó. Claude prometió y yo tengo tantas dudas. –le miraba sin saber que decir. –Undertaker, fue a ti a quien llamaba en ese momento, es contigo con quien deseo estar. ¿No me crees verdad? Dudas de mi sinceridad. Te amo a ti Undertaker.

–Nunca he puesto en tela de juicio tú sinceridad Alois.

–¿No piensas decir nada de todo lo que he dicho? Te amo.

–Es algo tarde para eso Alois. Te deseo toda la suerte del mundo.

Salió en un par de zancadas de la habitación dejando Alois el recuerdo de una expresión seria.

Había perdido. No esperaba perder a Undertaker .

 

I've tried so hard to tell myself that you're gone 
But though you're still with me 
I've been alone all along 

When you cried, I'd wipe away all of your tears 
When you'd scream, I'd fight away all of your fears 
I held your hand through all of these years 
But you still have all of me

_________________________________________________________________

 

Amor y olvido

 

Observó las flores al despertar. Rosas y claveles. Un sobre posaba entre ellas y con sonrisa delineando esos labios la tomó apresurado.

Exquisita en elegancia resaltaba la caligrafía de Undertaker sobre el papel de color celeste. Alois acarició los pétalos y luego la dedicatoria antes de comenzar a leer.

        

               Te espero en el jardín, la mañana está hermosa.

 

Alois se alistó antes de salir de aquella habitación para llegar donde su pareja le esperaba paciente. Lo contempló por varios minutos reteniendo en su memoria ese momento.

–No comprendo la razón por la cual debes de comer esas croquetas –sonrió pasando uno de sus brazos por la espalda de Undertaker mostrando a sus orbes una rosa tan negra como el traje que su hombre andaba.

–Solo desarrollé el gusto por ellas. Puedo decir que te ha gustado el regalo que te dejé.

 – Espero que no le enseñes esas manías a nuestro hijo.

–Hay para cachorros –como respuesta solo recibió un golpe certero en su brazo cual sujetó para besar aquella mano tersa obligando Alois quedar sobre sus rodillas.

–Alois dime que me amas.

–Eres un bobo Undertaker, por supuesto que te amo.

Enterró los labios como esa risa entre la cascada rubia de Alois negando con la cabeza.

Alois se dejó abrazar apoyando su frente en el ancho pecho de Undertaker comprendiendo que solo en ese pecho podría descansar sin sentir dolor o la angustia de un tiempo atrás.

En la tarde ambos miraban como el ocaso comenzaba a llegar dejando ver una que otra nube cubriendo el sol, pero la voz de Claude le hizo que Alois se diera vuelta al escuchar su nombre de aquellos agrietados labios que tantas veces llegó a beber el líquido de la amargura.

–Debemos hablar Alois, sabes bien que me necesitas.

–Me decepcionas Claude –dijo con suma calma–,  te consideraba con más inteligencia de la que sueles demostrar. Olvida tú ego herido y considera que no todo gira a tú alrededor. No te guardo rencor.

–Siempre volverás a mí Alois. Ese hombre a tu lado no te ama como yo lo hago.

–Es verdad lo que dices, nunca me podrá amar cómo tú. –le miró con lastima dejando escapar de sus pulmones un suspiro que había contenido. –Undertaker y mi hijo es todo lo que necesito para vivir amando y olvidando.

Undertaker miraba fijamente a Claude llevando a su boca una croqueta abrazando Alois emprendiendo ambos el camino a casa dejando el pasado atrás.

 –Nuestro hijo tiene ganas de comer croquetas.

Undertaker rió, atrapando más su amado acariciando un poco su vientre. Miró a Alois con esos orbes que vislumbraban muchas promesas.

-Fin-

Notas finales:

Bueno, aquí les vengo con una nueva historia la cual espero sea del agrado de ustedes.

Kisus pervertidos.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).