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Boku no aisuru ototo (mi querido hermano menor) por DanyNeko

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Notas del capitulo:

Yugi-oh! Y sus personajes no me pertenecen. Si fuera así Yami no se hubiera ido y terminaría estando con Yugi, igual que Ryou con Bakura y Malik con Marik.
Además Tea se iría al tártaro por p*rr* xD.
Denle like a mi página de face, se los agradecería un montón, allí se entraran sobre los fics que subo y cuando actualizo, también subo imágenes de Yugioh =3
https://www.facebook.com/pages/DanyNeko/786629491430778?ref=hl

Qué si estaba condenado, lo sé. Qué si mi alma iba a pudrirse en lo profundo del infierno, soy consciente de ello. Qué si soy un maldito degenerado… talvez, depende de en qué te bases para decir eso.

Lo único que sé…

─ ¡Nii-chan! 

Es que por él...

─ ¡Oni-chan!

Daría mi vida sin pensármelo dos veces…

─ ¡Marik nii-chan!

 

 

─ ¡Marik nii-chan! ─no podía evitarlo, tan solo verlo correr hacia mí con esa dulce mirada y su hermosa sonrisa, hacia saltar mi corazón. Abrí mis brazos y Malik chocó apropósito en mi pecho, alzó el rostro para mirarme entre risillas y luego se empinó para darme un beso en la mejilla. Lo aferré entre mis brazos y le di un par de vueltas. Malik rio aún más.

─Jajaja, me gusta cuando me alzas así, Marik-nii ─dijo con gracia. Malik era mi dulce hermanito, pronto cumpliría los 14 años, estaba en ultimo de secundaria.

─ ¿Cuántas veces debo decirte que me llames solo por mi nombre Malik? ─le regañé.

El hizo un puchero ─De acuerdo Ma-rik ─abrió grande la boca y pronunció mi nombre lentamente, no pude reprimir un escalofrío.

─ ¿Nos vamos a casa? ─tomé la mochila de su espalda y me la colgué al hombro libre sin siquiera preguntarle.

─ ¡Hai! ─asintió feliz, luego se dio la vuelta ─ ¡Hasta la semana que viene, chicos! ─se despidió de sus compañeros.

─ ¡Qué pases buen fin de semana Malik! ─le regresaron Yugi, Ryou; quienes, junto con Joey, los amigos de mi hermanito.

Vi de reojo como mis compañeros Atem y Bakura también iban a saludar afectuosamente a Yugi y Ryou respectivamente, además de las comunes peleas entre Joey y Seto.

─Mmmmm ─comenzamos a caminar y Malik estiró los brazos al cielo ─que bueno que este lunes es feriado, tenemos un largo fin de semana para divertirnos ¿nee, Marik?

No pude evitar imaginarme las múltiples formas en que podríamos “divertirnos”. Tuve que sacudir mi cabeza para apartar esos pensamientos, asentirle a Malik y seguir con nuestro camino hasta la parada de autobuses.

Mientras esperábamos y abordábamos en transporte público Malik me contaba a detalle su día de clases, a veces hacía algunas expresiones graciosas o exageradas y yo no podía evitar reírme de eso, entonces Malik me sonreía y me decía que le gustaba pasar tiempo conmigo.

El primer autobús que pasó estaba lleno, quise decirle a Malik para esperar otro pero realmente quería llegar a casa y tirarme en la cama a descansar lo más pronto posible, además ambos teníamos hambre así que, con un simple cruce de miradas abordamos el vehículo.

Avanzamos hacia el centro del autobús y Malik se recargó en la pared, al lado de la ventanilla, yo me demoré un poco más pues cargaba con ambos maletines. Para cuando estuve cerca de él note una leve sombre roja en sus mejillas, que sus ojos temblaban y que se revolvía con aparente incomodidad, me pregunte si acaso estaría con fiebre o se sentiría mal y avancé el tramo que me faltaba. Sus ojos chocaron con los míos y mi sangre hirvió a enterrarme finalmente de lo que pasaba.

Un maldito hijo de perr* estaba de pie tras Malik intentando toquetearlo. Con rapidez me situé tras el condenado que se estaba atreviendo a tocar a mi niño y le sujete con firmeza la parte de atrás del cuello.

─Escúchame bien maldito engendro, suéltalo ahora o no respondo de mi ─le dije en tono lúgubre y amenazador al tipejo en un susurro. Disfruté viendo como la piel se le ponía de gallina inmediatamente y, totalmente asustado, giraba lentamente la cabeza para verme, lo cual le resultó pero pues el aura de ira que me rodeaba terminó por aterrorizar al sujeto, que salió pillado al otro extremo del autobús sin importarle pisar, golpear o empujar a alguien en su camino ─ ¡Keh! Maldito cobarde ─bufé antes de calmarme y mirar a Malik ─ ¿estás bien Malik? Ese idiota no volverá a ponerte un dedo encima ─prometí. Malik en respuesta se lanzó a abrazarme, ocultando su rostro en mi pecho. Apoyé una mano en la pared del autobús y con la otra le acaricie lo más suave pude el cabello.

─Gracias Marik ─fue lo único que dijo, segundos más tarde se despegó un poco de mi pecho con la mirada gacha y pegó su espalda a la pared ─lamento causarte estos problemas… debería de defenderme yo solo, pero…

Le interrumpí ─calla tonto ─me acerqué más a él, acorralándolo entre mis brazos ─se lo que piensas y no, no eres una carga para mi ─le di un suave coscorrón ─me gusta cuidar de ti, pequeño ─agaché más mi rostro frente a él ─me hace sentir más cerca de ti… yo soy tu protector, tu guardián ─le dije en tono de broma guiñándole un ojo, haciendo alusión a esas mismas palabras que Malik solía decirme de más pequeño.

Como adoraba tener a Malik tan cerca de mí, podía sentir el dulce aroma a caramelo que desprende su piel y su cabelo

Tímidamente, Malik me dio una bella sonrisa, aun algo apenado ─eres el mejor hermano mayor ─ mi sonrisa se volvió amarga, si tan solo supieras todo lo que siento por ti mi niño… no creo que siguieras pensando así de mí.

A los cinco minutos se desocupó un asiento cerca nuestro, le dije a Malik que lo ocupara pero él se negó e insistió en que yo me sentara. Con una sonrisa maliciosa me senté y puse ambos morrales en el piso antes de jalar a Malik para sentarlo en mi regazo. Malik se giró a verme sumamente apenado y de inmediato se escondió en mi pecho, como siempre que se avergonzaba.

Al poco tiempo Malik ya estaba mejor acomodado en mí y arrecostado en mi pecho, sentía su somnolencia y yo también empezaba a cabecear en mi asiento.

Lo único malo de vivir a las afueras de la ciudad era el largo trayecto entre casa y la escuela.

A pesar de que al rato ya habían muchos más asientos vacíos nunca baje a Malik de mi ni él hizo amago de lo mismo, estábamos muy bien así, simplemente me ladeé para reposar la espalda contra la ventana y subir mis piernas a la silla del al lado, me recline un poco y acomodé mejor a Malik sobre mí.

Rondando la hora finalmente llegamos a nuestra parada, sacudí a Malik para que despertara y tome nuestras mochilas en una mano, bajé primero y luego le ofrecí mis hombros para apoyarse. Malik terminó subido en mi espalda, aferrado a mi cuello y con las piernas flexionadas a los lados de mi cadera, no pude reprimir un estremecimiento cuando bostezó cerca de mi oreja.

Como pude abrí la reja que bordeaba nuestra casa, la cerré y camine el tramo hasta la entrada, deje los maletines en el piso y saqué las llaves de mi bolsillo y abrí ¡Finalmente en casa! Con el pie empuje las mochilas adentro y Malik cerró la puerta con su pierna.

─ ¿quieres bajarte o te llevo al cuarto? ─le pregunte tronándome los dedos.

─ ¿Vas a la habitación enseguida? ─yo asentí ─llévame ─ordenó con un somnoliento tono infantil.

Lo sujeté por sus muslos y di un pequeño brinco para acomodarlo mejor sobre mí, así subí las escaleras hasta el segundo piso, pasé de largo hasta el extremo del pasillo y abrí la puerta de nuestra habitación. Caminé hasta su cama pero él no quiso bajarse así que me dirigí a la mía -pegada a la otra pared- y me tumbe bocabajo, solo entonces Malik se irguió un poco y lentamente se movió para bajarse de mi espalda al colchón. Se acomodó a mi lado y yo ladeé la cabeza en su dirección aun con los ojos cerrados.

Bostezamos al unísono, Malik rio un poco y se acercó más a mí, lo supe por el movimiento en la cama. Le pasé un brazo por la cintura y me revolví un poco en mi lugar.

La puerta sonó dos veces ─adelante ─dijo Malik con voz alta.

Ishizu entró en nuestra habitación, era inconfundible el certero repiqueteó de sus tacones al caminar.

─ ¿Qué quieres hermana? ─le consulté apenas hubo entrado. Ishizu era nuestra hermana mayor, aunque más era la madre de la familia. Tenía 20 años

─Abran los ojos y siéntense par de flojos ─nos regañó a modo de juego ─tengo que hablar con ustedes ─sentenció sentándose en la cama vacía de Malik.

Escuché un adorable bostezo a mi lado y sentí como Malik se erguía lentamente hasta quedar sentado. Yo me tomé mi tiempo, frotando mis ojos y estirándome un poco.

─ ¿Qué es lo que sucede, onee-san? ─preguntó Malik con su adorable voz adormilada.

Ishizu le dedicó una sonrisa al Malik ─como saben hace una semana recibimos una llamada importante de Egipto ─nos recordó, Ishizu estaba encargada del museo de la ciudad por lo que estaba en constante contacto con Egipto, el lugar donde antes vivimos ─sucedió algo y Odion tuvo que salir de inmediato para allá ─Odion era nuestro último hermano, el mayor de todos con 25 años ─me llamó hace poco y debo salir también para allá pero como a esta hora no hay vuelos deberé esperar hasta mañana en la mañana.

─ ¿Eso quiere decir que Marik-nii y yo nos quedaremos? ─ahogué un bufido al oírlo llamarme nuevamente hermano.

─Si, y demoraré algunos días así que quiero que me prometan que se van a portar bien ─ambos asentimos ─Marik estarás a cargo, no quiero que hagan un desastre en la casa mientras no estamos. Nada de fiestas, nada de alcohol ─me estableció claramente ─cuida a tu hermano y sé un buen chico ─me recalcó como si hablara con un niño de diez años.

─No tienes de que preocuparte Nee-san ─dijo Malik con una sonrisa ─Marik-nii siempre me cuida y es bueno conmigo ─dijo con dulzura, acercándose para abrazarme.

Como siempre lo hacía frente a mis hermanos para disimular, rodé los ojos simulando fastidio ante los gestos de Malik pero delicadamente puse una mano en lo alto de su cabello.

─Hay comida para una semana y media, no creo que demoremos más que eso, hay dinero en el estante de la sala, úsenlo bien ─asentimos ─y recuerden lavarse los dientes antes de dormir.

─ ¡Nee-san/Ishizu! ─regañamos indignados. Malik y yo pusimos los ojos en blanco ¿Con quién creía esta mujer que hablaba? ¿Con niños de primaria?

─Está bien, está bien ─nuestra hermana se levantó de la cama y se dirigió a la puerta ─le avisaré cuando la cena este lista ─fue lo último que dijo antes de salir del cuarto, cerrando la puerta tras de sí.

Malik y yo nos miramos a los ojos antes de volver a tumbarnos en la cama, esta vez bocarriba. Cerré los ojos y lancé un suspiro… así que Ishizu se iría.

Sentí como Malik se removía en la cama antes de tener sus manos en mi pecho y su cabeza recostada sobre estas ─ ¿no es fabuloso Marik? Tendremos la casa para nosotros solos ─dijo emocionado pero aun en voz baja por la somnolencia ─podremos hacer lo que queramos ¡será muy divertido!

─Cuenta con eso ángel ─le respondí con una media sonrisa, entreabriendo un ojo para verlo.

Noté que una sombra roja apareció levemente en sus mejillas… o al menos eso me pareció.

─Hacía tiempo que… no me llamabas así ─murmuró apenado, yo no pude si no sonreír más y abrazarlo más cerca de mí para dormir un rato.

 

Disculpen mis modales, Marik es mi nombre, soy el tercer hijo de la familia Ishtar. Mi familia es oriunda de Egipto, allí éramos los encargados de proteger y vigilar muchas reliquias antiguas. A Malik y a mí no nos gustaba nada la idea desde que tenemos memoria. Un día sin más, cuando ambos aun éramos niños, sucedió algo de lo que no tengo conocimiento tras la muerte de nuestro padre.

Luego de muchos enredos que no fui capaz de entender en su momento y que ahora están perdidos en el tiempo, mis hermanos y yo vinimos a vivir a Ciudad Domino, más bien a sus afueras. El lugar era precioso, amplio y lleno de vida: muchos árboles, mucho césped, grandes casas y fincas hasta donde alcanza la vista. Cerca de aquí hay un rio de aguas cristalinas donde Malik y yo solemos ir a jugar.

Nuestra madre murió luego de dar a luz a Malik, así que no tengo muchos recuerdos de ella pues apenas y tenía poco más de un año cuando mi hermanito nació. Actualmente tengo 15 años, los cumplí hace poco y asisto a primero de preparatoria. Por suerte para mí la secundaría de Malik y mi preparatoria están unidas en un solo gran edificio, así que puedo verlo constantemente durante el transcurso del día, además de que comemos juntos en los recesos con el resto de la pandilla.

Como ninguno de nuestros padres está, Ishizu se ha convertido en la madre de la familia, y se podría decir que Odion en el padre. Entre ambos dirigen el Gran Museo Domino.

Malik es un chico muy dulce y tierno, supongo que es porque creció rodeado de mucho afecto, como es el menor de todos lo consentimos bastante. Después de mi Ishizu es quien más lo mima, supongo que desea darle el afecto que no recibió de nuestros padres, ya que Padre era muy estricto y amargado. Es muy bueno en clases aunque el inglés no es lo suyo; tiene un gran potencial a desarrollar en las artes y los deportes… cosa que sacó de mi claro -inserte gesto de arrogancia aquí- soy muy bueno en los deportes.

¿Sobre mí? Pues me considero un adolescente normal, aunque podrían denominarme como el típico chico malo del salón que les hace bromas a los profesores, rompe las normas descaradamente, hace travesuras y casi siempre se salé con la suya. Como ya dije soy muy bueno en deportes, puedo con cualquier cosa que me pongas, soy parte del equipo de futbol de la escuela y también del de natación.

Creo que ya no hay más que contarles excepto que… estoy enamorado de mi hermano menor.

Continuará… 

Notas finales:

Hola ¿qué les ha parecido este pequeño cap de introducción? Como le prometí a Marik en el último cap de “buscándote, encontré más” mi nuevo proyecto es puro y duro bronzeshipping

YM: ¡Alabado sea RA!

Yo: ¬¬** Como sea, este fic está inspirado en el segundo OVA de ‘Boku no Piko’ llamado ‘Piko to Chico’ así que si ya se lo han visto saben lo que les espera *al fondo se oye el eco de la palabra ‘lemon’*
A partir del próximo cap empieza la acción. Cuídense mucho mis amores.
Saludos a Miraku-chan, gracias a ella conoci estos OVA's 

Ja ne~nya!

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