SOLO POR ESTA NOCHE ¿SI?
‘‘Cuando amanezca y nos volviéramos a encontrar…nada habría cambiado, nosotros siempre seriamos los mismos.’’
Era sábado en la tarde y yo no tenía nada que hacer, las clases habían terminado ayer y yo había acabado de encontrar todos los materiales que usaría durante la semana para enseñar a los niños. Ahora que estaba solo, mi mente comenzaba a vagar en viejos recuerdos de antaño, recuerdos que me llevaron a un pasado dolorosamente feliz.
Cuando estudiaba en Teiko tenía buenos amigos, pero cada uno de ellos se fue perdiendo, envolviéndose en una oscuridad y cuando yo me di cuenta de ello…ya había sido muy tarde. Cobardemente había huido para tratar de alcanzar al menos un poco de esperanza y ayudar a mis amigos, de esa manera había llegado a Seiren donde había conocido a mi nueva luz.
Las cosas se habían dado como se tuvieron que dar y cada uno de ellos volvió a ser los que antes eran. Pero la cosa que más me sorprendió, fue saber de las relaciones de mis excompañeros, cada uno de ellos brillaban a su manera con esa persona especial; sin embargo, yo me quedaba cada vez más y más atrás hasta que tope con lo que era un amor no correspondido.
La persona que copiaba técnicas en la generación de los milagros era Kise Ryota, a quien tuve que adiestrar y digo adiestrar porque Kise kun a veces parecía un perro. Él tenía una voz muy aguda para mi gusto, pero me gustaba el sonido de su voz cuando reía, su cabello siempre rubio brillaba como el sol y a pesar de que todos terminábamos por hacer sentir mal a Kise kun, él siempre sonreía.
Recuerdo que hace dos años Kise kun se había casado con una modelo, alguien que trabaja en la misma industria de entretención que el, si mal no recuerdo su esposa se llamaba Setko, el nos invitó a todos a su matrimonio el cual se realizaba en un hotel gigantesco, pero era de esperarse ya que él era el modelo más cotizado de todo Japón.
Ese día la novia vestía un hermoso vestido blanco y una espléndida sonrisa adornaba su rostro, pero Kise no. La cara de Kise decía mucho, en sus ojos se veía como trataba de huir de esa situación, pero nadie se había percatado de aquello, o tal vez si lo hicieron y no quisieron decir nada.
Cuando aquella pareja había dicho el ‘‘si’’, podía sentir como mi corazón me apretaba fuertemente el pecho y que mis ojos querían llorar cuando los vi besándose, estaba seguro que no iba a llorar de felicidad precisamente…
-vaya…estaba enamorado…
Aun ahora, dos años después, puedo recordar ese sentimiento doloroso, porque aun ahora aquel sentimiento siempre me acompaña cuando Kise viene a verme.
Ring…ring…
El molesto sonido del móvil indicaba que ya era hora de salir de mis viejas memorias, sabía que recordar todo eso no me podría traer algo bueno, solo dolor. Veo el móvil sonar y en la pantalla aparece el nombre de la persona que menos quiero ver ahora.
-Kurokocchi!!!!-aquella voz…-llegue a Japón, ¿puedo pasar por tu casa?, eh traído regalos especiales para ti-…de la persona a quien amo.
-Kise kun…
-dime, dime Kurokocchi, ¿puedo pasar?
-…si.
Me paro de la cama y limpio un poco la sala, cada vez que Kise viene de viaje me trae un montón de cosas y…es a mí a quien siempre visita primero, antes que a su propia esposa.
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Din don
El timbre suena y ni siquiera han pasado treinta minutos, camino hacia la puerta y la abro, quizás tratando de controlarme.
-hello Kurokocchi-él estaba parado frente a mi, más alto que la última vez que lo había visto, más radiante que antes, sonriéndome, mirándome.
-buenas tardes Kise kun.
-me alegra tanto verte Kurokocchi.-cuando cierro la puerta, el me abraza fuertemente, me envuelve con sus brazos y me embriago con su olor…como quisiera quedarme aquí para siempre-te extrañe mucho.
-Kise kun me asfixias.
-lo siento Kurokocchi, pero ha sido un tiempo que no te eh visto.
La noche llega rápido para nosotros, entre risas y anécdotas el tiempo había pasado, la comida se había acabado y ahora ya íbamos por nuestra tercera botella de vino.
-…y luego y luego el modelo que había armado un gran escándalo por que decía que le habían robado un arete se tuvo que disculpar con todos porque al final el arete lo tenía en su bolsillo.
A pesar de tenerlo frente mio, el parece tan lejano, tan distante…estos sentimientos no se detiene para nada.
-kise kun…-por favor no-… ¿Cómo esta…-cállate! No hables-…tu esposa?-no entiendo a mi corazón, no quiero hablar de ella, no quiero que interrumpa este precioso momento.
-ella…-sé muy bien que cada vez que toco el tema de Setko, Kise siempre baja la cabeza, como si habláramos de algo realmente incómodo para el-…está bien.
El silencio se propaga por todo el ambiente, no hablamos por temor a equivocarnos y terminar por dañar a uno de nosotros.
-la próxima vez…-comienzo a decir-…invitemos a Aomine kun y Kagami kun.
-eh!!! ¿Por qué Kurokocchi?
-tal vez…porque hace tiempo no nos vemos los cuatro, ¿no crees que sería divertido volvernos a encontrar?
-pfff pero este es mi precioso tiempo a solas contigo Kurokocchi-si Kise seguía diciendo esas cosas, yo…me podría volver más egoísta con una persona a la que no me puedo acercar.
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La bebida hace efecto en nuestros cuerpos, puedo sentir un calor recorrer por todo mi ser y tal parece que Kise está igual que yo, lo veo sentarse en el sofá tratando de abanicarse con sus mejillas rojas.
-jejeje, Kurokocchi, tal vez esto te parezca raro, pero se me acaba de levantar-tal parece que está más ebrio que yo. El debe creer que perdí la lucidez y estoy tan borracho como el y por eso habla de estas cosas…el cree que lo olvidare en la mañana.
-vaya…-digo acercándome.-entonces…debemos de bajarle ese calor-dije arrodillándome entre sus piernas, abriendo la bragueta de su pantalón con mi boca, con el mirándome sin decir nada.
…quizás esto lo olvidara cuando llegue la mañana.
-ah…Kurokocchi…-lo oigo gemir ante mi tacto, mi lengua recorre toda la longitud de su miembro dejando pequeños besos en su camino, lo muerdo y beso sabiendo bien que mañana no existirá todo esto.
-Kise kun…
Sus dorados ojos cerrados ante el placer me dan permiso para poder ir mas allá de lo que quería, no me puedo controlar…amo mucho a esta persona como para detenerme, quiero más de el, quiero más de él…quiero algo que sé que él nunca me podrá dar, quiero su amor.
-cama…Kurokocchi, vamos a la cama.
Nos paramos con pasos torpes, caminando hacia mi dormitorio, no quiero que mañana el se eche la culpa de todo y antes de llegar lo tiro entre las sabanas y me pongo entre su entrepierna.
-Kurokocchi!!!
-Kise kun…yo me hare cargo, tú no tienes que hacer nada.
Beso su pecho, desbotono algunos botones de su camisa y reparto pequeños besos en su abdomen, amo tanto a este tipo que me es casi imposible poder controlarme. Mis labios besan su cuello y puedo sentir como el tiembla ante mi tacto.
-ah…-un gemido se escapa de su boca y sé que yo no me podré resistirme mucho más.
Mis dedos se dirigen a sus labios, Kise los ve y entiende mi mensaje, los lame con su lengua para luego poder meterlos dentro de su boca, saboreándolos. Una vez que mis dedos quedaron lubricados los dirijo a la parte de atrás de mi cuerpo, introduzco uno que me logra sacar un quejido.
-Kurokocchi! No tienes que lastimarte.
-estoy bien, solo me sorprendi a mí mismo.
Comienzo a mover mi dedo dentro de mi entrada y cuando creo estar listo meto un segundo dedo, tratando de abrir mi entrada. Mi cuerpo tiembla, lo puedo sentir claramente.
-Kurokocchi…-la mano de Kise toca mi miembro, lo acaricia para darme placer.
-Kis…Kise kun…-mi voz la puedo sentir débil, temblando al igual que mi cuerpo.
Cuando saque los tres dedos de mi entrada, siento que ya estoy listo, veo a los ojos a Kise, cojo su miembro con mi mano y me autopenetro por mi mismo, mi cuerpo tiembla y mi voz no se contiene, lanzo gemidos al sentirlo dentro, no creí que fuera tan grande.
-Kurokocchi…-me dice el cuándo comienzo a moverme, sus manos se envuelven por mi cintura, estas no se quedan quietas y recorren mi cuerpo, apretando cuando llega a mis nalgas.
-ah…ah…Kise kun…-jadeo para el, jadeo para la persona que amo-…ah…-puedo sentir como llego poco a poco al climax y entonces las manos de Kise cogen mis muñecas tirándome esta vez a mi en la cama.
-…no quiero que tu solo te diviertas-me dice sacando su miembro de mi entrada-…yo también quiero cogerte-su miembro se introduce de una manera fuerte en mi interior.
-ah!...Kise kun ah…ah…
Mis piernas se abren por si solas dándole más espacio, el me embiste con toda su fuerza, de mis ojos salen lágrimas y gemidos que nuca creí que podrían salir de mi boca.
Cuando llegue el mañana, yo y el fingiremos que no pasó nada. Kise está casado y yo soy un profesor de una escuela para niños, él se ira de viajes y yo me quedare. Cuando esté enfermo su esposa lo cuidara y los amigos lo vendremos a ver…por más que ame a esta persona, yo sé que él nunca me pertenecerá.
Entonces… ¿Por qué te estas acostando con él?
Por qué lo quiero, porque quiero a esta persona. Cuando llegue el mañana el lo olvidara y yo recordaré esta noche, esta es la única oportunidad de poder estar con la persona que amo…por favor, solo esta noche déjame pertenecer a Kise, déjame permanecer con la persona a la que tanto amo.
…mañana nosotros, no existe un nosotros…el lo olvidara.
-Kise…-mi voz sale como un grito de dolor.
-Tet…Tetsuya…-dice mi nombre al momento de corrernos, jadeo abriendo la boca para poder recuperar el aire que perdí y…Kise me besa, el primer beso que me dio en esta noche-te amo…
Su voz…su rostro, sus ojos mirándome, si el olvidará todo esto cuando amanezca, seré tan egoísta como quiera por esta noche.
-yo…también te amo Ryota.
El me abraza, me vuelve a besar y puedo sentir como su miembro crece en mi interior…solo por esta noche quiero que ambos perdamos la cordura.
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El sol…los rayos de sol entraban por mi ventana iluminando toda la habitación, la ropa dispersa ahora se puede percibir mejor; el olor a sexo y alcohol ya casi no se sentía…pero, lo que aún quedaba era la figura de ese hombre que estaba dormido frente mio.
-lo olvidara…-dije en un pequeño susurro casi imperceptible. Sabía muy bien que cuando Kise despierte perderá la memoria y los recuerdos de todo lo que hicimos.-Ryota…
Su cabello brilla con la luz del sol y su respiración es tan tranquila, sus ojos comienzan a temblar y sé que es lo próximo que sucederá…el despertará y todos mis sueños se irán.
-ah…-bosteza cuando abre los ojos, se sienta en la cama y comienza a analizar todo lo que había pasado en la noche, me ve aun echado en la cama; como el, yo estaba desnudo-ah!!!! Kurokocchi…yo…tu…lo siento!!!!
-buenos días Kise kun.
-lo siento, en verdad lo siento, no sabía lo que hacía.
-lo sé, no tienes que preocuparte-me levanto de la cama desnudo y en el armario busco ropa que ponerme, aunque sé que Kise no ha despegado los ojos en mi cuerpo y que está casi lloroso, el me mira con otros ojos-…es todo culpa del alcohol, ambos estábamos demasiado ebrios para recordarlo-sabía que era una mentira, yo estaba consiente, yo me aproveche de la embriagues de Kise, yo lo obligue a que se acueste conmigo.
-Kurokocchi…en verdad lo siento.
-aunque…no tienes ninguna culpa, solo finjamos que nada paso Kise kun.
Cuando llego la mañana, yo fingí que nada había pasado. Kise está casado y yo soy un profesor de una escuela para niños, él se ira de viajes y yo me quedare; cuando esté enfermo su esposa lo cuidara y los amigos lo vendremos a ver…por más que ame a esta persona, yo sé que él nunca me pertenecerá.
Entonces… ¿Por qué te acostaste con él?
Porque me volví una horrible persona, sacando ventaja de un inocente que no sabía nada, yo me aproveche de la situación porque lo amaba, fui egoísta por querer imponer mis sentimientos a otra persona y aun así…nunca tuve el valor de confesarlos.
-Kurokocchi…
-¿tienes hambre? voy a hacer el desayuno, te puedes vestir ¿cierto?
Los minutos pasan tranquilos, desayunamos y hablamos como de costumbre, no mencionamos aquel incidente, porque ya no tiene importancia. Llega las diez de la mañana y el se tiene que ir, su esposa lo espera.
-Kurokocchi…yo.
-manda saludos a Setko de mi parte-sonrió para que el no vea lo mal que lo estoy pasando.
-…si.
Kise me dio la espalda, lo veo irse a un lugar que yo nunca podré entrar, él es una persona que nunca podre odiar porque él es la persona que más amo…pero si lo amo tanto, ¿Por qué me duele tanto el corazón? Es tan doloroso amar…es muy doloroso.
Cierro la puerta y las lágrimas no tardan en querer salir de mis ojos, estaba llorando porque sabía que él no podría estar conmigo.
‘‘Cuando amanezca y nos volviéramos a encontrar…nada habría cambiado, nosotros siempre seriamos los mismos. ’’