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Mis últimos días... por Karenlauren

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Capítulo 2

 

La verdad es que me sorprendió ver que había llegado al campus sin que me cogiera.

La mala suerte no se termina nunca, de repente me acordéque mi habitación estaba en el tercer piso. Y tenía que escalar dos, pues el primer piso estaba en la planta baja.

La parte buena era que mi compañero de habitación aún estaba estudiando y había dejado la ventana abierta. Empecé a escalar, para cuando llegué él ya se había asomado y me ayudó a subir. Nuestra habitación era la mejor: la más grande. Tenía dos camas y dos escritorios, más un sofá con televisión que habíamos traído de casa.

Me senté en mi cama con sábanas color morado, agotado y sudado por la carrera. Mi compañero de habitación, Shikamaru, un chico de estatura normal, pelo negro, de ojos negros y cociente intelectual inferior al mío por muy poco me preguntó:

- ¿Dónde has estado?-con expresión severa, él era mucho más serio que yo de carácter. -Por cierto, date una ducha, apestas.- dijo con una mueca.

- Persiguiendo al correcaminos.- le dije con una sonrisa. Me encantaba hacerle enfadar, me recordaba a mi madre pegándome la bronca.

- Primero date esa ducha, luego me lo cuentas- dijo con expresión de cansancio y meneando la cabeza con decepción como si yo fuera un caso perdido.

- Bip bip- le respondí imitando al correcaminos.

Él solo me envió una mirada de advertencia sobre la cual yo cogí lo que necesitaba para la ducha y me encaminé para allá:

Las duchas del campus de la universidad.No estaban mal, había uno con duchas, retretes y picas en cada planta.Los habíamos de compartir. La mejor parte era que en mi planta había el mismo número de chicos que de duchas, y no teníamos que hacer turnos de horas como en las demás plantas. Me duché rápidamente y fui para la habitación. Al entrar Shikamaru me señaló la cama para que me sentara. Al sentarme vi que se daba la vuelta, y me preguntó:

-¿Tienes hambre?- mientras sacaba una bolsa de mis patatas fritas favoritas de un armario.

- Eres el mejor!- le respondí con una sonrisa que mostraba cuánto le adoraba.

- Lo sé.- me dijo mientras se sentaba a mi lado.- Ahora cuéntamelo todo, no quiero que te dejes ni un detalle. - Dijo mientras me daba la bolsa.

Yo le lancé un gruñido mostrando lo que opinaba sobre contarle lo sucedido, aun así le dije:

- Sabes que estaba saliendo con Kiba? el chico alto pelo oscuro, ojos marrones, musculoso, piel morena…

- ¿El de Nevada?- me interrumpió.

- Si, ¿te había dicho que esta noche íbamos a ir al nuevo local que abrían aquí al lado?- él asintió con la cabeza.- bien, pues fuimos allí, bailamos y yo me fui un momento a buscar un sprite, y, al volver me lo encontré bailando y dándose el lote con un rubio. Una rubio! ¿Te lo puedes creer?- él asintió con la cabeza y con cara de indignación- y encima más bajo que yo!- a Shino se le escapó una risita, él sabía que solo estaba insultando a aquél pobre chico y a los rubios del mundo porque estaba cabreado con Kiba.

- Te prometo que lo que hice no lo hice a propósito! Pero, estaba furioso-me disculpé.

-Y estás furioso- me volvió a interrumpir. Se giró bruscamente hacia mi.- ¿Qué hiciste? Desembucha.- dijo desconfiado.

- No me interrumpas- le solté. Me hizo un gesto indicándome que siguiera- Bien, pues sin querer… Yo… le pegué- lo último lo dije muy bajito.

- ¿¡Le pegaste?!- me dijo sorprendido.

- Si, pero eso no fue lo peor…- me miró diciéndome que siguiera.- le dejé inconsciente del golpe.- desencajó la boca de la sorpresa de tal manera que como la abriera un poco más fijo que se le separaría la mandíbula.- hay algo peor, era un lobo.

- Es broma, ¿no?- dijo incrédulo de lo que le había contado.

- No- contesté avergonzado.

- ¿Sabes que ahora vas a tener que pasar desapercibido por un tiempo, no?  Esos animales van a venir a pegarte porque le pegaste -me miró con preocupación- intenta no salir más del campus estos días y ves siempre, y repito, SIEMPRE acompañado. Si vas solo te pueden arrinconar.

- Cuanto sabes sobre los chicos chucho. - dije sorprendido por su información.

- Hice un trabajo de investigación hace una semana para ciencias. Si quieres te lo doy, ya no lo usaré. – dijo mientras se giraba y sacaba un dosier de uno de los cajones de su escritorio.

- Gracias- dije cuando me lo dio. Miré la hora, eran más de las cuatro de la madrugada y aún no había terminado de contarle la historia, aunque lo demás no era relevante… - Son las cuatro de la mañana y tenemos examen a primera hora. Dime que has terminado de estudiar Shikaaaaa… – supliqué.

- Si, a dormir.- me dijo con una sonrisa forzada, los dos estábamos agotados. Me metí en la cama con mi superpijama que se basaba en una camiseta gris, soso pero cómodo.

Antes de dormirme recordé que aún no me había comido la bolsa de patatas fritas con sabor a ramen....

 


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