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Safe and sound por PureHeroine

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Notas del capitulo:

¡Buenas tardes! Y como os he prometido: aquí está el segundo capítulo. He de decir que a partir de aquí empieza lo bueno. ¿Dudas? No dudéis en preguntar!

ESTE CAPÍTULO HA SIDO MODIFICADO EL 11/01/2018 POR EL SIGUIENTE MOTIVO: quiero que el fic coja una temáica más profunda, más intensa, que el desarrollo de los personajes y las relaciones sean más intensas que en un principio. 

-          ¡La siguiente, la siguiente! – Gritó enfurecida una rubia con la cabeza altiva. - ¡Sois todas un desastre! – Volvió a gritar a las chicas que se presentaban para ser miembro de las Bellas de Barden. - ¿¡Es que no hay ninguna decente!? – Tiró los papeles que sujetaba y los pisó. - ¡Las Bellas estamos acabadas este año!

-          Aubrey… relájate, ¿Quieres? – La pelirroja de ayer la agarró de los hombros y los masajeó suavemente. – Están haciéndolo lo mejor que pueden, están nerviosas y tus gritos no ayudan…

-          Esto es un desastre, Chloe… - Dijo más calmada. - ¡No llegaremos ni a los nacionales con éstas chicas! – Las señaló despectivamente y noté como me tiraban del bazo.

-          ¡Stacie! – Me alegré al verla. – Pensaba que no ibas a venir.

-          ¿No venir y dejar a Las Bellas sin una de las mejores cantantes de toda la Universidad? – Alardeó. – Por favor, me decepcionas. – Hizo un gesto dramático que me sacó una dulce sonrisa. – Gracias por venir.

-          ¿Y perderme a una de las mejores cantantes de toda la Universidad? – Imité su gesto y me dio un pellizco en el brazo. – Lo siento. – Dije entre risas, llamando la atención de toda la sala de ensayos. Oh, perfecto. ¿Es que no puedes ir a ningún sitio sin llamar la atención, Emma?

-          ¡Vosotras! – Nos gritó la rubia de antes. - ¿Os parece gracioso este espectáculo tan denigrante? – Se acercó unos cuantos pasos junto a Chloe.

-          Oh, Stacie, ¡Qué agradable sorpresa! – Dijo la pelirroja irónica mirándola con una mueca de asco.

-          Yo también me alegro de verte, Chloe. – Me agarró del brazo, haciendo que la pelirroja centrase toda la mirada en nuestros brazos entrelazados y alzara la ceja.

-          ¿Vienes a presentarte? – Preguntó Aubrey.

-          Por supuesto.- Sonrió con suficiencia y me soltó para acercarse al pequeño escenario, seguida de Aubrey, que iba a ocupar su lugar para juzgarla.

-          ¿Y tú? – La pelirroja no se movió ni un centímetro para acompañar a su amiga, sino que se quedó justo enfrente de mí mirándome detenidamente.

-          ¿Yo?

-          ¿Vas a presentarte? – Esbozó una pequeña sonrisa. - ¿He sido lo suficiente influyente para ti? – Se acercó con una sonrisa traviesa.

-          No. – Dije con una leve risa. – Vine a acompañar…

-          A “esa”. – La señaló con un gesto y lo desaprobó con la mirada.

-          No te cae muy bien, ¿verdad? – Rasqué mi cabeza ante la incómoda situación.

-          ¿Has salido con ella? – Evitó mi pregunta y se cruzó de brazos.

-          Ayer salimos al cine…

-          Así que cuando ella te dice que vengas vienes, y cuando yo te lo digo, ¿Me das largas?

-          Creo que… estás sacando las cosas un poco de contexto, pelirroja. – Rasqué mi cabeza. – Además… me lo pidió y no pude decirle que no, se portó muy bien conmigo. – Me defendí, pero Chloe rodó los ojos y los volvió a dirigir hacia el escenario. – Además, ¿Has visto como trata tu amiguita rubia a las demás chicas?

-          Solo está nerviosa. – Suspiró más relajada. – Lo siento, estamos todas… un poco nerviosas.

-          ¡Chloe! ¡Mueve tu puto culo de ahí y ven aquí a juzgar a Stacie! – Dio un golpe en la mesa y la pelirroja asintió resignada, pidiéndome disculpas con la mirada.- Cuando quieras, Stacie. – La morena se aclaró la voz y movió su cuello para relajarse, después me miró y me sonrió. Comenzó a cantar la canción de “Big Girls Don’t Cry” Sin apartar su vista de mí. Moví el pie siguiendo el ritmo de la música, que nos embaucó a todos lo que nos encontrábamos en la sala. Todas seguían la canción moviendo las manos, las piernas, el cuello… todos estaban encantados bajo el hechizo de Stacie. Chloe dejó de mirar a Stacie para posar sus ojos en mí unas milésimas de segundo, tiempo suficiente para lograr captar su mirada con la mía y que la retirase rápidamente.

-           And big girls don’t cry… - Terminó de cantar y los aplausos surgieron, llenando la sala.

-          Bien… - Carraspeó Aubrey. – Ya tenemos a una Bella… - Colocó el bolígrafo sobre su oreja y llamó a la siguiente: ¡Becca Mitchell!

-          Sí, sí, aquí estoy. – Corrió hacia el escenario y soltó sus cosas, provocando un gran estruendo. – Lo siento… me he entretenido en el estudio.

-          ¿En serio? – Llamé su atención. – No me dijiste que… te ibas a presentar.

-          Y tú a mí tampoco. – Sonrió. - ¿Te vas a…

-          No, no… he venido a acompañar a…

-          A mí, me ha venido a acompañar a mí. – Stacie mostró una gran sonrisa y se puso a mi lado. - ¿Te ha gustado? – Afirmé.

-          No sabía que cantabas tan bien.

-          No sabes muchas cosas de las que hago bien…

-          Ejem, ejem. – La pelirroja carraspeó, llamando nuestra atención. – Becca, cuando quieras.

-          Sí. – Dijo enérgica y se aclaró la voz. – Empiezo…

 

 

 

-          Bien, chicas… - Habló la rubia, paseando por enfrente de una fila de chicas. – Sois las elegidas para entrar en Las Bellas de Garden. – Anunció. – Podéis estar contentas, no todas tienen este privilegio. – Dijo de manera altiva y taconeó sobre el escenario. – Pero nos falta una persona… debemos ser ocho como mínimo para poder presentarnos a cualquier concurso. ¡Así que ya estáis moviendo el culo para encontrar a alguien más! – Las chicas asintieron, no sé si por miedo o por obediencia, pero todas tenían bastantes ganas de  empezar.

-          Ya llegó el alma de la fiesta, ¡Malditas putas! – Entró a la sala una chica bastante gordita y rubia, pero llena de energía.

-          ¡Amy la Gorda! – Gritó Aubrey. - ¿Dónde estabas? ¡Qué sepas que no serás nunca una auténtica Bella si no te tomas los horarios en serio!

-          Lo siento, estaba intentando caber dentro de estos pantalones. – Se los intentó ajustar. – Pero es difícil cuando tienes una XXL. ¿Ya somos 8 Bellas?

-          No. – Negó la rubia con resignación. – Solo nos falta una persona.

-          ¿Una persona? – Amy rió. - ¡Pero si yo cuento como tres! – Reí ante su comentario y Chloe me miró con una agradable sonrisa que se le borró cuando Stacie me cogió del brazo.

-          Lo has hecho muy bien. – La felicité y me dio un beso en la mejilla susurrando un “gracias”.

-          ¡Bellas! – Gritó Aubrey. - ¡A ensayar! ¡¡¡¡¡¡¡YA!!!!!!! – ¡Joder con la rubia! ¡Parecía una auténtica dictadora! – Se acercó unos cuantos pasos. – Y lo siento, pero no se admiten espectadores. – Levanté mis manos de manera inofensiva y torcí mi sonrisa.

-          Ya me voy. – Dije inocentemente. – Suerte, chicas. – Me di la vuelta, no sin antes cruzar mi mirada con la azul de Chloe, que me miraba con un semblante serio y con una ceja alzada. Se mantuvo así, sin decirme nada. Le brindé una pequeña sonrisa y suspiró, retirando su mirada.

Sin nada que hacer, y siendo viernes por la tarde, me fui a la habitación transcurridos unos 30 minutos, dispuesta a tocar algunas canciones con mi fiel guitarra, que me había acompañado en taaaaantas aventuras. Ajusté unos cuantos acordes y deslicé mis manos por las cuerdas, como si éstas poseyesen mis manos y fluyesen solas.  Aclaré mi voz y cogí el mástil con delicadeza.

-          I can’t make my own decisions or make any with precision… - Canté mientras disfrutaba y llegué a la parte que más me gustaba. – Next time you point a finger I’ll you to the mirror… - Moví mi muñeca de forma frenética. – This is the last second chance… - Toqué con entusiasmo, ¡Y qué menos! Al ser una de las canciones de mi grupo favorito. – Next time you point a finger I’ll point you to the mirror. – Acabé la canción con un leve rasgueo de cuerdas y sonreí satisfecha. – Lo necesitaba. – Suspiré y dejé la guitarra sobre mi cama, para levantarme e ir a por la laptop que descansaba sobre el escritorio.  – Pero qué… - Mi boca se desencajó al ver a todas las integrantes del grupo de Las Bellas allí, en mi habitación.

-          Tienes… que… entrar… en Las Bellas. – Dijo Cynthia, con los ojos abiertos, una chica de color algo gordita. - ¡Eres la hostia, joder! – Puso acento de negra chunga.

-          ¿M-me h-hab-habéis escu-escuchado? - Mis piernas comenzaron a temblar y me dejé caer en la cama. - ¡Oh, Dios! – Me cubrí con las manos. - ¿Pero qué hacéis aquí? - Mi cara se tornó tan roja que sentía mis mejillas arder.

-          Vinimos a oír algunos mixes de Becca. – Sonrió Stacie aún sorprendida por mi voz. – Y...

-          Nos hemos encontrado con una agradable sorpresa, vaya… -  Chloe se cruzó de brazos.

-          ¿Por qué no entras en las Bellas? – Preguntó Becca.

-          ¿Nos podéis dejar a solas un momento? – Se adelantó la pelirroja, esperando que las demás le hicieran caso y saliesen. Y sorprendentemente, y ante las negativas de Stacie al principio, cedieron. Cerrando la puerta tras de sí y dejándonos solas a mí y a Chloe.

-          ¿Emma? – Me preguntó, no muy segura de mi nombre, pues nunca se lo había dicho.

-          Sí… - La vi sentarse a mi lado. - ¿Por qué no…

-          No me gusta cantar demasiado en público. – Tragué saliva y suspiré nerviosa. – Solo me atrevo delante de un par de…  amigos íntimos y… gente de confianza.

-          Puedes confiar en mí. – Me dio una de las sonrisas más dulces del mundo y tomó mi mano por encima de las sábanas. - ¿Por qué te pones tan nerviosa? – Volví a tragar saliva.

-          Tuve… - Cogí aire y jugué con sus dedos. – Unos problemas cuando era más pequeña y a raíz de eso tengo… algo de pánico escénico.

-          Lo siento. – Colocó su otra mano sobre la mía, por lo que mi mano quedó entre ambas suyas. – Si te sirve de algo… - Esbozó una sonrisa. – Cuando tenía trece años, participé en un teatro… - Conectó su mirada con la mía y siguió sonriendo de manera divertida. – y… - Rió levemente. – Se me rompió el vestido. – Hizo una pequeña pausa para reír y me apretó la mano. – Se me vio todo. – Recalcó la palabra “todo”. – ¡Oye, no te rías! – Me dio un leve pellizco en el brazo y me disculpé. – Estuve meses sin pisar un escenario.

-          Debió de ser un poco traumát…. ¡Jajajajaja! – Me dio un pellizco aún más fuerte. - ¡Au! Me sobé el brazo. – Cuidado pelirroja, no sabes a quién estás pellizcando. – Dije con una sonrisa de picardía.

-          Oh, es cierto… - Colocó el dedo índice sobre su mentón. – Le preguntaré a Stacie entonces, que parece bastante interesada en ti…

-          ¡Oh, vamos! ¿Me vas a decir de una vez qué te pasa con ella?

-          Es una zorra. – Dijo con simpleza. - Una zor-ra.

-          ¿Y te basas en…?

-          Pregúntale a todos los chicos del campus… - Se levantó. – Y a la mayoría de chicas, también.

-          ¡Eso no es malo! – Mordí mi labio de forma juguetona. – Es más, puede que tenga algo de interés en ella.

-          No estarás hablando en serio, ¿Verdad?

-          Claro que no, pelirroja. – Esbocé una sonrisa sincera.

-          Me gusta que me llames pelirroja.

-          ¿Por qué?

-          Eres la única que me lo llama. – Pasó la lengua por sus perfectos dientes y la mordió. – Lo hace más… personal. – Tragué saliva ante el gesto tan sensual de Chloe y no pude evitar mirar para otro lado con una tímida sonrisa. – Dime, ¿Cuento contigo? – Me tendió la mano y suspiré.

-          Cuenta conmigo. – La estreché y me levantó de un tirón suave.

-          Eso es Aca-fantástico.

-          ¿Aca-fantástico? – Solté una carcajada limpia que la hizo reír.

-          De A Capela, Aca-fantástico. ¿Lo pillas? – Me dio un leve golpe. – Es el abecedario Bella, tía.

-          ¿Tenéis demasiado tiempo libre, verdad? – Me burlé, ganándome otro pellizco. - ¡Oye!

-          Será mejor que eso no lo digas delante de Aubrey, ¡Aún no la conoces!

-          Te lo advierto: llevo muy mal eso de que me den órdenes. – Me acerqué a la puerta con la intención de abrirla, pero un comentario de Chloe me detuvo.

-          ¿Entonces me puedo olvidar de la idea de jugar contigo a dominante y dominada?

-          ¿Q-qué? – La cara se me desencajó ante su comentario.

-          Tranquila. – Rió. – Estaba bromeando.

-          Sí, ya… - Susurré y abrí la puerta para encontrarme con las demás Bellas.

 

 

-          ¡A correr! ¡¡YA!! – Oh dios, ¿Cómo Aubrey podía ser tan insoportable?

-          ¿Pero qué tiene que ver el ejercicio con el canto? – Preguntó Becca cruzada de brazos, a quien no le hacía gracia la idea.

-          Becca. – La llamó la rubia enfadada. – Somos instituciones. Tenemos que mantenernos en forma. – Levantó su dedo y caminó como si fuese un sargento. – ¡Somos el sueño sexual de cualquiera que nos vea!

-          No con estas canciones… - Levanté el guión donde estaban todas las canciones que Aubrey nos había pasado – Estas canciones son más antiguas que el fuego…

-          Uy… - Escuché susurrar a Chloe.

-          ¡Con estas canciones llegamos el año pasado a la final! – Me gritó. - ¡No habrá ningún solo cambio!

-          ¿Pero no le ibas a echar un vistazo a mis mezclas? – Replicó Becca. – Con esto… no llegaremos a ningún sitio. – Me apoyó.

-          ¡Déjame rapear una canción de Nicki Minaj, lo bordo, joder! – Gesticuló exageradamente Cynthia, que no perdía ni un segundo sus raíces de negra chunga de barrio.

-          ¿¡P-Pero… q-qué estáis… diciendo!? – Sacó un megáfono de yo que sé dónde  y nos apuntó a la cara. - ¡¡¡A CORRER!!! ¡¡TREINTA VUELTAS AL ESCENARIO!!

-          ¿Me podrías recordar por qué estoy aquí? – Seguí el ritmo de Becca, tras todas las demás, que corrían bajo las órdenes de Aubrey.

-          Ya se dará cuenta… - Resopló. – Mira Amy. – Hizo una señal con su cabeza y vi que Amy “La Gorda” estaba acostada encima de las butacas.

-          Será vaga… - Reí.

-          Voy a ver si está bien, ahora vuelvo. – Becca se desvió y continúe sola mis treinta vueltas.

-          ¿Estás en forma, eh? – Una voz a mi derecha me hizo voltear.

-          Hago deporte… regularmente.

-          Se nota. – Alcé una ceja y la vi mirar hacia el frente con una sonrisa traviesa. – Tienes un buen culo. – Me adelantó antes de que pudiese decir nada y me quedé estática en el sitio.

-          ¡¡EMMA!! ¡¡¡A CORRER!!! – La voz de Aubrey a través del megáfono me atravesó los tímpanos. Ante esto, la pelirroja se dio la vuelta y me miró mientras se mordía el labio, me guiñó un ojo y siguió corriendo como si nada. - ¡¡Y TÚ, AMY LA GORDA!! – Se dirigió hacia Amy, que seguía acostada sobre las butacas. - ¿¡QUÉ SE SUPONE QUE ESTÁS HACIENDO!?

-          ¡Carrera horizontal! 

Notas finales:

Espero que os haya gustado, y repito, que ap artir de aquí empezará lo bueno y conoceremos a fondo tanto a Emma como a Chloe... y a todas, por supuesto! Espero leer vuestros reviews! sois un encanto <3


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