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El Impertinente por isaya

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Notas del fanfic:

Aomine & Kise

Notas del capitulo:

Espero les gusta :D

Era ridículo, se dijo a si mismo Kise Ryota, cuando Aomine Daiki paso su lengua por su cuello hasta subir y mordisquear el lóbulo de su oreja, ¿Cómo carajos había llegado a esto? ¡Ah! Si, el chico que era uno de sus pacientes consumidor de droga y ladrón le había pedido a hablar a solas con él.

 

Claro, era un idiota y aquí estaba con el chico intentando violarlo.

 

—Cal… cálmate— gruño molesto, ¿Quién se creía el mocoso?, Kise tenía 25 años, ¿cuantos tenía Aomine? ¿16, 17? — ¿Qué…?— se mordió la lengua para no lanzar un quejido cuando el niño le mordió el hombro— ¿qué haces? — lo sintió reírse.

 

—Si tienes que preguntar no lo estoy haciendo bien— había un claro dejo de burla en su voz. Se sobresaltó cuando los botones de su camisa empezaron a abrirse, sujeto su mano para detenerlo.

 

—Tienes que parar—el chico solo se acercó hasta que sus narices se tocaron.

 

—No— dicho esto tomo el labio inferior del rubio y empezó a mordisquearlo con suavidad. Al parecer le gustaba tener los dientes ocupados. Entonces sintió que sus ojos se cruzaron cuando el chico puso una de sus manos en su entrepierna. Soltó la mano que quedo libre y empujo al chico del pecho respirando tan entrecortadamente como el menor.

 

—Te dije que pararas— pero el moreno solo sonrió, hizo falta todo su autocontrol para no golpearlo.

 

—Te vez apetecible— ronroneo el menor.

 

— ¡Cállate!—

 

Aomine sonrió mientras se comía visualmente a su orientador, el hombre francamente quitaba el aliento, rubio, de ojos miel y un cuerpo de infarto era el prototipo de un príncipe o algo por el estilo. Daiki por el contrario estaba delgado lo sabía, la adicción le había hecho perder peso de manera alarmante y fuerza también, aunque fingiera ser fuerte realmente no lo era, si el rubio tratara con más empeño zafarse de la situación lo lograría, pero solo se limitaba a asesinarlo con la mirada; era casi demasiado divertido. Pero no lo diría en voz alta, era adicto no estúpido.

 

—No me mires así— dijo Kise mientras intentaba abotonarse la camisa pero sus manos temblando le hacían difícil el trabajo. Aomine se compadeció y quito las manos del rubio pero se entretuvo viendo el pecho. Rozó con sus dedos la piel y esta se erizo inmediatamente. El mayor chisto y palmeo las manos del moreno — es suficiente lo digo enserio—

 

Kise pensó que debió haber sido un poco desconfiado, pero cuando el chico lo había llamado pidiéndole encontrarse no había pensado bien por miedo a que recayera… ¿recayera? Su culo.

 

Daiki suspiro resignado y empezó a abotonar la camisa del orientador. Cuando acabo paso las manos por el cuello del otro, rozo la mandíbula y termino en el labio inferior, ignoro la mirada de desconfianza y presiono la barbilla hacía abajo abriendo un poco la boca. Era hora de saber si tenía alguna oportunidad. Si decir nada simplemente metió su lengua en la boca del hombre que se sobresaltó, no respondió, de hecho a Daiki le pareció sentir… ¿Una arcada? Se alejó como si el rubio quemara, creyó estar seguro de que el hombre era gay. Quizá se equivocó.

 

 Eso era… bueno, bastante vergonzoso.

 

—Lo siento— fue lo único que atino a decir ante la cara de sorpresa de Kise. Aomine salió de allí a paso apresurado mientras se maldecía mentalmente.

 

Era un estúpido adicto gay con un capricho por su orientador heterosexual… Estaba jodido.

 

 

*****

 

 

Dos semanas. Gruño mentalmente Kise mientras llenaba un papeleo, Daiki Aomine no había vuelto al centro y estaban por sacarlo del programa, todos lo daban por perdido, el debería hacer lo mismo y seguir, pero nooo aquí estaba mirando la puerta esperando ver al moreno entrar, por supuesto el no volvió, era obvio que no quería volver, pero Kise no podía evitar preguntarse si tenía algo que ver con lo ocurrido, sus ojeras si lo tenían, que se levantara con un serio problema entre sus piernas también lo tenía, por mucho que se avergonzara de admitirlo.

 

—Aparece, idiota— gruño con fastidio.

 

— ¿Mal día?— pregunto Kuroko parándose a su lado, Kise pensó en negarlo pero Kuroko era difícil de engañar cuando quería .

 

—No tienes idea—suspiro, escucho a su amigo bufar

 

—Claro que lo tengo, voy a buscar a Bakagami—mascullo molesto— si veo al idiota drogándose no seré responsable de mis actos.

 

—Eso a Rico no le gustaría— Kiyoshi puso su enorme mano en el hombro del peliazul— así que contente.

 

—Lo sé— respondió Kuroko— me pagan por salvarlos no matarlos, debería cobrar más—mascullo lo último yéndose por el chico de cabello rojo a su cargo.

 

—También iré a buscar a mi chico— dijo Kise bostezando— espero encontrarlo rápido.

 

—Suerte— deseo en castaño que iba a un encuentro con uno de sus chicos, Kise asintió y salió en busca del mocoso.

 

***

 

 

Luego de unas horas estaba por darse por vencido, ¿algo malo le habría pasado?, el rubio intento alejar el pensamiento, no lo ayudaría en nada.

 

— ¿Kise?—el rubio se giró y por fin vio a Aomine, pero el chico estaba francamente horrible, estaba más delgado si era posible, demacrado y su mirada un poco ida.

 

—Donde has estado Ahomine—insulto molesto, se acercó y sujetándolo del brazo empezó a arrastrarlo a su auto.

 

— ¡Eh! cálmate—refunfuño el niño trastabillando—calma, calma—

 

—Cierra la boca—sus palabras salieron más duras de lo que esperaba pero lograron el objetivo, Daiki no hablo más. Subieron al coche y Kise puso marcha a su apartamento, paso un rato hasta que el peliazul hablo.

 

— ¿Qué pasa?—pregunto Aomine con precaución, miraba al rubio de reojo.

 

—No volviste—respondió el rubio.

 

— ¿Eso qué?—Daiki frunció el ceño—si no quiero volver no lo hare.

 

— ¿Por qué no?—kise entro en el parqueadero y ambos salieron del auto.

 

—Motivos personales—Aomine alzo los hombros con simpleza.

 

Kise gruño y  sujeto de nuevo al moreno, el chico olía a marihuana, era repugnante.

 

—Hablaremos cuando huelas a limpio—

 

—No huelo a nada—respondió el menor ofendido, fue empujado dentro del apartamento— deja de tratarme como a un muñeco.

 

—No es un buen momento para que me retes—Kise saco una pantaloneta y una camisa— dúchate—

 

—No digas tonterías—manoteo la ropa que cayó al piso y se giró hacia la puerta, el rubio estaba loco.

 

De repente se sintió en el aire y luego una presión en el estómago mientras veía una espalda al revés, no había duda, estaba siendo llevado como un saco.

 

—Bájame Kise— dijo molesto.

 

—Te dije que no me retaras, hace tiempo no duermo bien y mi genio no es el mejor— el rubio lo bajo en el baño—así que lo hare por mí mismo.

 

— ¿Qué?—Aomine salto hacia atrás cuando el rubio trato de desvestirlo— ¿Qué haces?—

 

—Si tienes que preguntar no lo estoy haciendo bien— devolvió Kise con sarcasmo las palabras que dijo el moreno esa noche.

 

— ¿Qué quieres?, desapareció de allí para no molestarte— dijo el moreno aun aferrado a su camisa, ¿Tanto había molestado al hombre?—nunca me volverás a ver, lo juro—

 

—Ya cállate Daiki—el rubio quito la camisa ignorando los intentos del otro por mantenerla, pero su falta de fuerza era alarmante, le quito el pantalón y quedo en bóxer, delgado, demasiado, pensó el rubio mientras veía a Aomine irse hacia atrás intentando cubrirse—deja las tonterías, no tiene nada que no tenga la mitad del mundo. Metete a la tina— el chico se metió con duda y miro a los lados con incomodidad.

 

—Lo siento— susurro el moreno, Kise miro con sorpresa al chico— supongo que no puedo lanzarme a cada hombre sexy que encuentre, ¿no?

 

—No es gracioso—

 

—Sí, lo siento—el moreno bajo la mirada y empezó a mirarse el cuerpo— vaya, es peor de lo que imagine— susurro bajo para sí mismo.

 

—Así es— el rubio se arrodillo fuera de la bañera y empezó a estregar la espalda del muchacho que se sobresaltó.

 

—Puedo hacerlo solo— reprendió el menor intentando alejarse, pero Kise no lo dejo.

 

—Cálmate—se quitó los zapatos, camisa y pantalón, y se metió tras el otro hombre que ahora si parecía escandalizado— ¿Dónde quedo el atrevimiento? —

 

—No te burles—Daiki intento levantarse, Kise le rodeo la cintura con un brazo y con el otro siguió estregando— Kise—advirtió el menor, pero el aludido se inclinó y le mordió el hombro recibiendo un quejido como respuesta, luego lamio  el lugar y esta vez escucho un gemido ahogado— por favor, deja de burlarte— esta vez se detuvo ante el tono dolido, maniobro dentro de la tina hasta voltear al chico que tenía la mirada gacha.

 

—Aomine—pero no obtuvo respuesta —Daiki—el chico pareció sorprendido al escuchar su nombre de pila— ¿Qué ocurre? —

 

—Nada—fue todo lo que recibió, bueno, el chico estaba poco comunicativo, debería actuar como un buen orientador y tratar con delicadeza el tema pero esto ya era algo personal para él.

 

—Bien—cogió en cuello del menor y lo acerco—esto tampoco es nada— acto seguido se abalanzo sobre la boca del otro y lo beso con posesión, presiono hasta que le dolió la boca, mordió con cierta violencia y se adentró en la cavidad del otro, en algún momento sus dientes chocaron pero lo ignoro hasta que el aire exigió atención — ¿Esto no fue nada?— el moreno tenía los ojos desenfocados— ¿No? —

 

—Pero, eres hetero— dijo confundido.

 

— ¿Ah?—el rubio frunció el ceño—de que hablas Aomine—el moreno frunció los labios.

 

—Cuando te bese, tu...—su rostro se contrajo por la vergüenza—tu...—kise frunció el ceño recordando el beso, ¿Qué había pasado?, el chico lo beso, cierto y el... Oh.

 

No pudo evitar estallar en carcajadas, ante la mirada ofendida del moreno que intento levantarse de nuevo.

 

—Cálmate, no hay necesidad de ser la reina del drama—el menor se sentó de nuevo, pero guardo distancia y agacho la cabeza. Kise suspiro al notar que realmente lo había ofendido— ¿Fue tu primer beso?—el sonrojo respondió su pregunta, eso lo explicaba, aunque para ser el primero había sido bastante atrevido con todo—Daiki, el sonido que hice no fue asco, significaba que me gustaba mucho lo que hacías.

 

—No mientas—gruño el aludido, el orientador, rodo los ojos y con su dedo le golpeo la oreja al niño— ¿Qué haces? —

 

—Intento hacerte entrar en razón—cogió al menor y lo arrastro hasta sentarlo a horcadas suyas— ¿Ahora me crees?—lo movió para que notara lo que le hacía, y no era precisamente asco; apretó los dientes para no gemir pero cuando sus parpados bajaron fue claro lo que sentía.

 

— ¿Te gusta?—pregunto sorprendido Aomine, Kise casi se rio ante ello, ¿No era obvio a estas alturas?

 

— ¡Que sí!—dijo terminando de bañar al moreno, cuando acabo salieron de la tina, el mismo cepillo a un completamente avergonzado chico. Cuando acabo de vestirse el moreno se lanzó sobre él y lo beso de nuevo, sonrió y respondió, pero fue corto.

 

—No tendremos sexo...— no acabo cuando el chico ya se había alejado de él.

 

—Lo siento—el rubio vio al menor alejarse cabizbajo, suspiró exasperado.

 

—Daiki Aomine—llamo con seriedad, cuando obtuvo su atención —déjame acabar, maldición—no le gustaba ver al chico inseguro—Me gustas, ¿ok?, realmente quiero tener sexo contigo, pero primero subirás de peso, ¿Entendido?

 

El moreno solo pudo asentir con los ojos muy abiertos

 

—Pero, eso tomara mucho tiempo—

 

—Entonces tendremos que ser pacientes—respondió con una sonrisa.

 

…Y que Kamisama lo ayudara, porque la paciencia no era una de sus virtudes.

Notas finales:

Espero les haya gustado, el el proximo viene el lemos, pero un pregunta, ¿Quien quieren arriba? xD En este capitulo definitivamente es que demotro más dominancia fue Kise, pero cuando Daiki tenga más masa muscular no le va a ser tan facil. DX jajaja espero respondan u.u

¡¡Gracias por leer!! :D

 

*ISAYA*


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