Fui el último en unirme al grupo BTS. En ese momento me sentía solo, no conocía muy bien a todos, o por lo menos no lo suficiente como para ser yo mismo pero Ho Seok, por otro lado, aunque apenas nos conocía, hablaba con todos, sonreía y era él mismo. Comenzó a hablar con todos los miembros de a uno y luego sumaba a otro. Cuando quiso llamarme yo no me acerque.
- Tae, ¿Te encuentras bien? – Preguntó preocupado apenas se ubicó enfrente de mí.
- S – sí, sólo estoy cansado. – Respondí sonriendo levemente.
- ¿Cansado? – Preguntó. – Uhm esto me suena a que me estás mintiendo.
- ¡¿Qué?! – Pregunté. – No te estoy mintiendo.
- No sé no sé. – Negó el pelinegro sonriendo. – Yo no te veo cansado.
- Pero sí estoy cansado. – Afirmé.
- Entonces ven a hablar con nosotros para que se te vaya el cansancio. – Dijo Ho Seok.
El mayor tomó mi mano y me llevo más cerca de los demás. Comenzaron a hablar de temas aleatorios. Desde el principio la conversación me puso nervioso, incómodo. Sin darme cuenta empecé a apretar con mucha fuerza la mano de Ho Seok, la cual nunca había dejado de sostener la mía.
- Tae, eso duele. – Susurró en mi oído.
- ¿Qué cosa? – Pregunté en voz baja buscando con la vista qué era lo que provocaba el dolor de Ho Seok. Luego de unos segundos divisé la causa y solté su mano. – Lo siento.
- Está bien. – Afirmó volviendo a tomar mi mano. – Sólo no la aprietes tanto.
Nuestras manos siguieron entrelazadas durante toda la conversación y este agarre me hacía sentir seguro, cómodo. Apenas vinieron a buscarnos para ir al hotel, Ho Seok y yo soltamos la mano del otro. Los demás empezaron a salir y sólo quedamos Ho Seok y yo en la habitación.
- Tae Hyung. – Llamó el mayor. – Si alguna vez te sientes nervioso o incómodo puedes tomar mi mano.
- Ho Seok… Gracias. – Agradecí.
- No me agradezcas. – Negó. – Y si te asustas también puedes tomar mi mano, pero… seguramente yo también me asuste y termine abrazándote.
Ambos empezamos a reírnos y de repente Ho Seok empezó a abrazarme.
- Ho Seok… - Llamé al mayor. - ¿Estás bien?
- SÍ. – Afirmó mientras aun me abrazaba. – Sólo quiero que sepas que puedes contar conmigo para lo que sea.
- HoSeok gracias. – Agradecí al pelinegro.
- Bueno, vamos con los demás. – Dijo tomándome de la mano.
Ya estábamos saliendo del edificio cuando al fin alcanzamos a los demás. Afuera, estaba esperándonos una camioneta, Nam Joon y Jin fueron los primeros en subir, luego yo junto con Yoon Gi y por último Ho Seok, Jimin y Jeong Guk. Me senté atrás junto con el líder, Jin y Yoon Gi, en los asientos de adelante se ubicaron los tres restantes.
- Jin. – Llamó el pelinegro, el cual se puso de rodillas en el asiento para así poder observar por arriba de este. - ¿Hace cuánto se conocen Nam Joon y tú?
- Desde hace unos dos años. – Respondió el mayor. - ¿Por qué te interesa saberlo?
- Porque parecen muy unidos. – Respondió. – Y Tae… ¿por qué me miras tanto?
- ¿Eh? – Pregunté sorprendido ya que no me había dado cuenta de que estaba observándolo. – Perdona, me quedé en blanco y al parecer justo te mire.
- Jeong Guk, no te quedes ahí sentado. – Dijo Jimin quien estaba en la misma posición que Ho Seok.
- ¿Eh? – Preguntó. – Estaba escuchando música.
- Bueno, deja la música y ven. – Ordenó Jimin.
- Ya voy. – Dijo el menor antes de copiar la pose de los otros dos.
Los seis se quedaron hablando hasta que por fin llegamos al hotel. Bajamos de la camioneta y Nam Joon nos guió hasta el departamento que compartiríamos de ahora en adelante.
- Bueno, tomen. – Nam Joon nos dio a cada uno una llave. – Es la llave de la puerta del apartamento, guárdenla.
Al entrar al departamento me sorprendí de lo grande y espacioso que era pero mi atención no sólo estaba fija en ese tema, sino también en Ho Seok.
- Chicos… - Llamó Jin. – Tenemos que elegir con quién dormirá cada uno.
- Ah! Y hay una habitación para tres. – Dijo Nam Joon.
- Yo quiero dormir con Jeong Guk. – Dijo Jimin.
- Nam Joon ¿puedo dormir contigo? – Preguntó Yoon Gi.
- Sí. – Afirmó mirando con un poco de tristeza a Jin.
- Entonces yo dormiré con ustedes. – Dijo Jin.
- Bien, entonces Jin, Tae Hyung y Ho Seok dormirán en la habitación del medio, Yoon Gi y yo en la del principio del pasillo y Jimin y Jeong Guk en la del fondo.- Dijo Nam Joon.
- Bien, vamos. – Dijo Ho Seok tomándonos a Jin y a mí de la mano para llevarnos a la habitación. - ¿En qué cama quieren dormir?
- En cualquiera. – Respondí.
- ¿Les importa si me quedo con la de la izquierda? – Preguntó.
- Pues no. – Negó Jin.
Entramos a la habitación y Ho Seok se había recostado ya en la cama que se hallaba a la izquierda, pero todavía faltaba ver quién iba a dormir en la del medio y quien en la de la derecha.
- Tae, ¿en qué cama quieres dormir? – Preguntó el mayor.
- Me quedo con la del medio. – Respondí.
- Bien, entonces yo dormiré en la de la derecha. – Dijo.
- ¿Jin? – Llamó NamJoon mientras abría la puerta.
- Dime. – Pidió.
- Ya llegaron las maletas. – Dijo.
- Ya vamos a buscarlas. – Afirmó.
- Ho Seok, si quieres yo traeré la tuya. – Dije.
- No te molestes. – Negó.
- No, yo la traeré. – Afirmé.
- Bien, entonces… Tae ¿vamos? – Preguntó Jin.
- Sí. – Afirmé.
- Oye… no te molesta que te diga Tae ¿no? – Preguntó el mayor apenas salimos de la habitación.
- No. – Negué. – ¿Y a ti que te diga Jin?
- No. – Negó sonriendo. – Parece que te llevas muy bien con Ho Seok.
- Sí. – Afirmé. – y tú con Nam Joon.
- ¿Nam Joon? – Preguntó. – Sí, me llevo muy bien con él.
Al llegar a la sala de estar vimos que sólo quedaban tres maletas, que por lógica debían ser las nuestras, Jin tomó la suya y yo tomé las dos restantes.
- Aquí está tu maleta. – Dije dejando la maleta de Ho Seok al lado de su cama.
- Gracias. – Agradeció el pelinegro.
- Ya vuelvo. – Dijo el mayor. – Iré a ver cuándo comeremos.
- Jin, voy contigo. – Afirmé.
Fuimos a la cocina y Nam Joon estaba sentado mirando su celular. Al vernos a Jin y a mí se levantó.
- ¿Sucedió algo? – Preguntó.
- No. – Negó Jin. – Sólo venía a preguntarte si sabes cuándo va a estar lista la cena.
- Pues, siendo sincero ni siquiera estaba pensando en eso. – Dijo Nam Joon riendo.
- Siempre lo mismo contigo. – Dijo Jin. - ¿Quieres que cocine yo?
- Si quieres te ayudo. – Dijo Nam Joon.
- Sí, quiero que me ayudes. – Afirmó Jin mirándolo a los ojos.
- ¿Vas a obligarme? – Preguntó el rubio sonriendo.
- Sí. –Afirmó.
- Jin, me voy con Ho Seok… - Dije.
- Bien, en media hora vengan a comer. – Dijo el mayor.
Volví a la habitación y al parecer Ho Seok se había quedado dormido. Me recosté en mi cama y no podía no evitar mirar al mayor mientras dormía, se veía tan bonito, quería besarlo, pero… hacia unas horas solamente que lo había conocido y ¿acaso estoy enamorado?
- Ho Seok, levántate. – Ordené. – Ya tenemos que ir a cenar.
- ¿Qué? – Preguntó el mayor. - ¿Ya?
- Sí. – Afirmé.
- Pero quiero seguir durmiendo. – Protestó.
- Vamos, debes comer. – Dije.
Ambos fuimos a la cocina y Jin estaba terminando de servir la comida en los platos. Jimin, Jeong Guk y Yoon Gi llegaron detrás nuestro.
- ¿Y Nam Joon? – Preguntó Jeong Guk.
- Fue al baño. – Respondió. – Ahí viene.
Todos se sentaron en la mesa y se pusieron a comer. En verdad la comida sabía muy bien, me sorprende que Jin cocine tan rico.
- Jin. – Llamó Jimin. – esto sabe muy bien.
- Me alegra que te guste. – Dijo sonriendo.
Apenas terminamos de comer Jin empezó a levantar los platos.
- Jin, deja que yo lo haga. – Dijo Nam Joon.
- No, yo lo hago. – Afirmó.
- Tú cocinaste, entonces yo lavo. – Dijo el rubio.
- Bien. – Dijo Jin. – Gracias.
- No me agradezcas. – Negó Nam Joon.
- Hasta mañana. – Se despidió Jin. – Tae, Ho Seok ¿vamos?
- Sí. – Afirmé. – Hasta mañana.
- Hasta mañana chicos. – Se despidió Nam Joon.
Volvimos a la habitación y Ho Seok, luego de haberse recostado por unos minutos se volvió a quedar dormido.
- ¿Cómo puede dormirse tan rápido? – Pregunté.
- Debe estar exhausto. – Dijo Jin riendo.
- Jin… - Llamé al mayor.
- ¿Sí? – Preguntó.
- ¿Te gusta alguien? – Pregunté.
- ¿A mí? – Preguntó. – Sí ¿por?
- Porque quería saber. – Respondí. – Y, ¿desde cuándo te gusta?
- Pues… desde hace dos años más o menos. – Respondió. - ¿Y a ti te gusta alguien?
- No lo sé.- Negué.
- ¿Cómo que no sabes? – Preguntó.
- Es que, hay alguien que me parece lindo, pero no sé si me gusta. – Dije.
- Uhm… ¿lo conoces hace mucho? – Preguntó.
- No. – Negué.
- Quizás cuando lo conozcas mejor te darás cuenta si te gusta o no. – Dijo el mayor.
- Eso espero…
- Igual, ahora no te preocupes por eso, mejor duerme, mañana tenemos un día ocupado. – Dijo Jin.
- Jin gracias. – Agradecí al castaño.
- No tienes por qué. – Negó sonriendo. – Buenas noches.
- Buenas noches.