Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Dancing on a Highwire por Izuspp

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Shingeki no kyojin AU

La pareja principal es ErwinxLevi. Con posibilidad de que aparezcan otras parejas (pero no diré nada para que lo descubran a como vaya saliendo la historia ;) )

 

En los últimos meses, desarrollé una obsesión por los fics de SnK, junto con algunas amigas, nos hemos practicamente devorado muchos fanfics. Pero algo que noté y que no soporto, es que casi todo es Ereri/Riren, y en dichos fics, Erwin es la mayoría de veces el malo.

Harta de eso, decidí crear mi propio fanfic, en el que Erwin fuese el protagonista junto a Levi. Este es mi OTP de este fandom. Sí me gusta Eren también, pero para mí es mucho mejor un amor más maduro y rudo como el que se puede desarrollar entre ellos dos.

El fic lo estoy escribiendo en conjunto con una amiga, la pueden encontrar como "Ninestesia" en ff.net. Ella me ayuda como beta reader y me da ideas cuando no logro pensar en algo para alguna situación que quiera escribir :)

Como dato curioso quisiera agregar, que el título del fic me costó mucho decidirlo, apesto para los nombres y títulos, pero vino a mí por casualidad al escuchar esta canción: https://www.youtube.com/watch?v=zZwsr2iUgCg

Me pareció bastante adecuada la letra, pero tendrán que leer el fanfic para encontrar la relación!

 

Agrego que los personajes no me pertenecen, corresponden al grandioso Hajime Isayama.

 

Disfrutenlo!

Notas del capitulo:

Les pido leerme al final del capitulo :)

 

   Y allí se encontraba, volando por los aires como si de un sueño se tratase, en los brazos de aquel hombre que lo sostenían fuertemente, se sentía protegido, sentía como si fuese capaz de lograr cualquier cosa en el mundo.

  Las ráfagas de viento movían salvajemente sus dorados cabellos y no le permitían mantener sus ojos abiertos por completo; la adrenalina recorría su cuerpo, fuera de temer estaba sumamente emocionado, con su corazón palpitando, por primera vez en mucho tiempo se sentía realmente vivo.

Al levantar su mirada para ver a ese hombre, sus ojos pudieron observar detenidamente el penetrante y profundo plateado de los orbes contrarios, logrando comprobar por sí mismo el porqué de su apodo.

“Silvewire”

   No tenía la más mínima idea de que a ese breve instante causaría que toda su vida cambiase drásticamente.

 

*.*.*.*.*.*.*.*.

 

   Erwin Smith comenzaba como jefe del departamento de investigación en el centro policial de la ciudad de Sina. Había sido transferido recientemente desde el departamento policial de un distrito menor, pero debido a que el antiguo director fue asesinado en un tiroteo entre pandillas de narcotraficantes, el rubio fue llamado a sustituirlo.

  Erwin fue escogido y transferido ya que poseía una fama que se había esparcido por todo el país; el hombre era poseedor de una inteligencia casi “sobrehumana”, lo cual le ayudaba a resolver rápidamente cualquier investigación que se le asignara. Además de eso, era una persona calculadora y muy astuta, capaz de pensar claramente y con cabeza fría en medio de las situaciones más difíciles. A pesar de esto era un hombre bondadoso y amable, siempre preocupado por el bien de sus semejantes y de la sociedad.

  Precisamente ese ascenso era lo que anhelaba desde hacía ya algún tiempo; ansiaba trabajar en una gran ciudad en donde el crimen estuviera a la orden del día. El propósito de la vida del hombre era, y siempre sería, luchar contra los criminales y traer justicia y paz a las personas. El engranaje que le movía y le motivaba a seguir luchando era el poner a todos y cada uno de esos seres corruptos que contaminaban a la sociedad tras las rejas.

  Erwin no era un hombre de papeleo: prefería estar en el campo, peleando cara a cara con los criminales, era mucho más productivo para él asistir a los operativos, allanamientos, y en general mantenerse en la escena del crimen. El poder personalmente ponerle las esposas a cualquier asesino o ladrón hacía aparecer en su rostro una victoriosa sonrisa en cada ocasión. Sin embargo, estando en la posición que se encontraba ahora, era su obligación ocuparse del papeleo, que se mantenía acumulado en su escritorio tras una semana de no tocarlo, siendo ese el tiempo que tenía de haber llegado a su nuevo puesto de trabajo.

  -Trabajando duro ¿Eh?-

-Ah Capitán Pixis. ¿Cómo se encuentra?- la puerta de la oficina de Erwin se mantenía abierta por tanto no fue necesario para Pixis tocar para anunciar su llegada.

  Dot Pixis era el jefe de más alto rango de la policía de Ciudad Sina, y jefe inmediato de Erwin. Se trataba de un hombre de edad avanzada, que poseía una amplia experiencia tras toda una vida dedicada a combatir el crimen.  Las hazañas realizadas a lo largo de su carrera eran muy conocidas en todos los departamentos policiales del país e inclusive internacionalmente; y actualmente debido a que ya no le era posible hacer trabajo de campo, se dedicaba a dirigir el departamento con la sabiduría y experiencia adquiridas. El anciano era una persona alegre y amable, y se preocupaba por el bien de sus subordinados por tanto esa tarde había acudido a la oficina del rubio y comprobar si se iba adaptando bien a su nuevo trabajo.

-Me encuentro muy bien Erwin, gracias por preguntar- el anciano le dedicó una amable sonrisa –Sé que no te gusta estar en tu oficina revisando informes, pero necesito que comprendas que es parte de tu trabajo y te lo tomes con seriedad. Sin embargo, también quisiera que tu estadía en nuestro departamento sea lo más amena posible, así que si necesitas algo no dudes en hacérmelo saber.- informó sin dejar su tono calmo y comprensivo en ningún momento.

-Muchas gracias, señor. Me tomará un poco de tiempo organizarme, más porque he dejado acumular el trabajo durante la última semana, pero lo lograré muy pronto y tenga por seguro que volveré a las calles a cumplir con mi deber- afirmó muy convencido de sus propias palabras.

-¡Esa es la energía!- rio vigorosamente el viejo policía -Me alegra tener de nuestro lado a jóvenes como tú-

-¡Gracias, señor!-

-Bien, entonces me retiro. Si llegas a necesitarme estaré en mi oficina- Se despidió.

-¡Señor!- Llamó Erwin apresuradamente –En realidad, sí  podría ayudarme en este momento.-

-¿Oh sí? Eso me alegra bastante.- El anciano tomó asiento frente al escritorio de Erwin dispuesto a escuchar sus dudas atentamente.

-Verá, he estado revisando informes y también lo he escuchado de los mismos oficiales. Quisiera saber quién es ese tan aclamado “Silverwire”; por lo que pude averiguar es uno de los criminales más buscados y que no ha podido ser arrestado por nuestro departamento. Pero, ¿exactamente cuáles son sus cargos? No he sido capaz de encontrar su expediente entre todo este caos.- Preguntó curioso, ya que el tema le había llamado la atención por los rumores entre los distintos oficiales y algunos informes que había tenido la oportunidad de leer, en los cuales mencionaban la existencia de ese delincuente.

-¡Ya veo!- Pixis se acomodó en su asiento para comenzar a relatar. –Realmente no entiendo cómo es que no habías escuchado hablar de él antes. Es un personaje muy particular y muy popular en la ciudad debido a sus actos.- Cruzó su pierna y cerró su entrecejo, comenzando a emocionarse con su propio relato -Verás, los ciudadanos lo han apodado de esa manera ya que los que han tenido la oportunidad de verlo de cerca, relatan sobre su fría mirada y el gris color de sus ojos. Esto se debe a que siempre está cubierto salvo por sus ojos por obvias razones, y por ese motivo también es por el que no hemos podido dar con su identidad. El tipo en cuestión se dedica a atrapar a los criminales más peligrosos de la ciudad y en innumerables ocasiones ha ayudado a muchos inocentes, es por eso que para los ciudadanos es considerado como una especie de “Super héroe” o justiciero-

-¡Espere! Todo eso que me relata parece sacado de un cómic. Lo que aún no logro comprender es el por qué es buscado por la policía y considerado como un criminal a pesar de ayudar a combatir la delincuencia- para Erwin, todo lo que el anciano relataba no tenía sentido, escuchaba atentamente cada una de sus palabras y le parecía sumamente irreal, lo cual hacía que su curiosidad aumentara.

 Pixis soltó una alegre carcajada –No te he contado el resto de la historia. Pero antes de continuar, quisiera que entiendas una cosa Erwin: el departamento de policía existe por una razón y esa es traer justicia y paz a los ciudadanos. Todos nuestros miembros están altamente capacitados para cumplir esta labor y por ningún motivo, ningún civil debe de tomar la justicia en sus propias manos. Nosotros llevamos a cabo nuestro deber amparados en las leyes, más en el momento en el que un ciudadano decide actuar por su cuenta, aunque sea en pro de la justicia, no es seguro que vaya a seguir los métodos legales- mientras hablaba y le ponía suma atención, el hombre le alcanzó un vaso con agua al anciano y se lo entregó.

-Entiendo eso capitán, tiene usted toda la razón-

-Gracias. Continúo: nuestro querido amigo “Silverwire” utiliza unos métodos de justicia no muy convencionales. A él no le tiembla el puño si tiene que golpear, torturar o inclusive asesinar de las maneras más crueles.- El rubio abrió sus ojos en señal de sorpresa, arqueando sus prominentes cejas y entreabriendo su boca, atónito como si no creyese lo que acababa de escuchar –Entiendo el porqué de tu reacción. Pero me temo que eso no es todo,- sentenció el anciano –algunas personas prefieren calificarlo como el “Robin Hood moderno” ya que le roba a los ricos ‘hablamos de criminales obviamente’, pero con la gran diferencia que se queda con todo-

-Un ladrón robándole a otro ladrón…- murmuró Erwin pensativo.

-Exactamente, y asumimos que se queda con todo lo que roba ya que siempre que verificamos todas las cuentas de esos delincuentes están en ceros; como si todo su dinero se esfumara. ¿Cómo lo logra? Aún es un misterio para nosotros,- explicó pensativo- pero en una ciudad tan grande, con tanto movimiento de capital es imposible rastrear a dónde se desvía todo ese dinero, hay cientos de grandes empresas que manejan millonarias sumas y no podemos investigarlos sin ningún fundamento. Es por esto, mi querido amigo, que ese hombre es poseedor del título del criminal más buscando, siendo responsable de decenas de muertes y robo de billones- el anciano terminó su explicación tomándose su tiempo para beber de su vaso y esperando la reacción de su subalterno.

-Pero, ¿Cómo es posible que haga todo eso? Y Además, ¿Cómo es que no lo han podido atrapar?-

-No entendemos muchas cosas sobre ese personaje. Por ejemplo, una de las principales razones por las cuáles se le considera un superhéroe es porque posee un extraño aparato de alta tecnología que le permite “volar” o más bien desplazarse aéreamente y a gran velocidad. Se trata de un mecanismo que le permite engancharse a cualquier superficie y lo impulsa por los aires; de ahí también se deriva su apodo. Además al parecer posee una gran agilidad y habilidad para maniobrar con ese dispositivo.-

-Mientras más escucho más difícil se me hace creerlo-

-Lo sé,- rio enérgicamente una vez más - yo mismo no lo pude creer hasta que lo vi con mis propios ojos. Pero eso no es todo, al parecer tiene una fuerza bruta increíble, lo hemos visto levantar cosas de varias veces su propio peso y un solo golpe o patada de ese hombre es capaz de fracturar huesos; a pesar de su muy baja estatura, no entendemos cómo alguien así puede tener tanta fuerza.- el anciano explicaba seriamente mientras jugueteaba con su tupido bigote.

-¿Cómo es todo eso posible?- reiteraba la pregunta aún incrédulo.

-Nosotros nos lo hemos preguntado por mucho tiempo joven. Pero así son las cosas por acá, estoy seguro que tarde o temprano tendrás tu primer encuentro con él; será toda una experiencia, te lo puedo asegurar.-

-Disculpe que sea tan incrédulo, pero es que es increíble todo lo que me cuenta señor.- Aún habían muchas incógnitas en la cabeza de Erwin, pero antes de que pudiera continuar preguntando, por la puerta apareció un hombre muy alto y rubio, con un ligero bigote, al parecer venía corriendo por lo agitada de su respiración.

-¿Qué sucede Mike? ¿Por qué vienes tan agitado?- preguntó Erwin.

-¡Señor! Es Silverwire. Nos reportan que en este momento se encuentra en medio de una pelea de bandas. Al escuchar esto el corazón de Erwin comenzó a palpitar más rápidamente, una extraña emoción se apoderó de él, ya que iba a poder comprobar con sus propios ojos todo lo recientemente escuchado.

-¡Debemos salir de inmediato!-

-¡Vaya Erwin! Al parecer será más pronto de lo que pensaba. Te deseo suerte, y por favor no hagas nada irracional. No pasa nada si no logras atraparlo en esta ocasión.- Pixis sentenció seriamente, pero utilizando el mismo tono cordial que acostumbraba.

-¡Si, señor!- Dicho esto, ambos rubios se despidieron de su superior y partieron de inmediato con el resto de las unidades rumbo a la escena del crimen.

 

*.*.*.*.*.*.*.*.

  Las patrullas viajaban rápidamente para llegar lo más pronto a su posible, el estruendoso sonido de las sirenas resonaba por las calles de la ciudad. Mike conducía a toda velocidad en silencio junto a su superior a quien previamente le había explicado los pormenores de la situación: un enfrentamiento por territorio entre bandas de criminales se estaba llevando a cabo en una parte bastante conflictiva de la ciudad. Debido a los tiroteos la policía fue alertada y los oficiales que acudieron inmediatamente solicitaron por refuerzos por a lo complicado y peligroso de la situación.

  En medio de todo el  caos apareció aquel hombre enmascarado a quien unos osaban llamar “héroe”. Dicho personaje era un hombre de estatura bastante baja lo que inclusive llegaba a confundir ya que podía tratarse de un menor de edad por más descabellada que sonara la idea. Su atuendo consistía en un pantalón bastante ajustado y sobre este, varias fajas de cuero que servían como sostén para el extraño aparato que utilizaba para movilizarse por los aires. Sumado a esto guantes, botas  y una chaqueta con capucha; todo este conjunto color negro. Además la chaqueta estaba adornada con un diseño de alas en la espalda. Algunas personas solían llamarle “las alas de la libertad” pero el significado u origen de este símbolo era desconocido para todos. Y a pesar de esa vestimenta sencilla, lo que realmente ocultaba la identidad del hombre era la máscara que usaba; esta tenía un diseño simple que consistía en secciones negras y blancas, y no dejaba ver ninguna parte de su rostro salvo por sus ojos, los cuales ya eran famosos. Algunas personas le temían otros le admiraban. Varios mitos, relatos y leyendas urbanas se habían creado en torno a ese personaje de particulares orbes.

  Para Erwin todo era muy irreal, como si por algún desconocido motivo hubiera sido transportado a otra dimensión en donde todo ese asunto de “superhéroes” podía ser posible. Todo era como una serie de televisión cliché, y aun siendo así, la curiosidad del hombre se hacía presente, quería comprobar con sus propios ojos esos cuentos y ver si ese hombre era en realidad tan impresionante a como lo describían.

Ensimismado en sus pensamientos no se percató del momento en el que llegaron cerca del lugar de los hechos, el ruido de la ciudad se mezclaba con el de las patrullas y las explosiones constantes de las armas que se escuchaban muy cerca. Para no ser tan evidentes, debieron estacionar unas cuadras antes y recorrer el resto del camino a pie, logrando cercar el perímetro con unidades estratégicamente colocadas en puntos clave, francotiradores apuntando desde lo más alto de los edificios aledaños esperando la orden para disparar. El resto de refuerzos se acercaban cautelosamente para observar la situación y poder trazar un plan de acción antes de integrarse al escenario.

   Erwin se aproximaba lentamente arma en mano y protegido con un chaleco antibalas, siendo seguido por Mike y los demás miembros de la agrupación; sus pies deseaban movilizarse más rápidamente, pero la lógica le dictaba que debía actuar con sigilo.

-¿Y crees que esos juguetitos van a lograr hacerme algo, basura?- se escuchó pronunciar una voz que sonaba algo robótica, muy probablemente alterada a propósito y que a pesar de esto se escuchaba cargada de prepotencia y desprecio.

-Te lo estoy advirtiendo idiota, no te metas en las peleas de los adultos o vas a salir en un ataúd de aquí- pronunció una segunda voz. -¿Acaso piensas que este es lugar para estar jugando al héroe? Este no es asunto tuyo, así que te doy cinco segundos para llevar tu asqueroso trasero fuera de mi vista-

  Erwin escondido tras un auto que se encontraba estacionado a solo unos metros del lugar, al fin pudo divisar la situación. Sus ojos se agrandaron como si con ese gesto pudiera captar mucho más de la escena: atrincherados a un extremo de la calle se encontraban varios hombres, todos apuntando al lado contrario con sus armas, la misma situación se replicaba en el extremo contrario de la calle a unos pocos metros. Y en medio de todo eso, se encontraba ese hombre, imperdible, tal y como se lo habían descrito: vestimenta oscura, capucha y una máscara que dejaba totalmente incógnita su identidad, y el extraño aparato colgando de sus caderas. En sus manos además, el hombre portaba una especie de cuchillas gigantes que se notaban muy afiladas.

-¡No te creas tanto cerdo! Tu palabrería de mierda me está aburriendo, ya basta de hablar- el enmascarado nuevamente habló. Seguido a esto todo lo que aconteció pasó demasiado rápido como para poder asimilarlo. El hombre activó su dispositivo del cual salieron unas cuerdas que se engancharon a uno de los postes de electricidad y rápidamente el hombre fue suspendido por los aires, con gran facilidad para manejarse y maniobrar, el hombre “voló” por sobre la banda a la cual pertenecía el criminal que anteriormente estaba discutiendo con él. Los demás le apuntaban con sus armas y disparaban una y otra vez sin éxito al ser este muy veloz.

  En cuestión de un parpadeo, con gran agilidad el hombre utilizó sus armas para atacar a  los bandidos,  logrando hacer profundas heridas en sus cuerpos, algunas mortales otras no. Uno a uno iban cayendo tras largar lastimeros gritos de dolor que resonaban en todo el lugar. Tanto los miembros de la banda contraria como los policías observaban atónitos y boquiabiertos aquella masacre. Sangre se disparaba por los aires con cada corte que las filosas cuchillas proferían en los cuerpos de aquellos bandidos.

-¡Vete al infierno, escoria!- se logró escuchar antes de que el enmascarado de un solo movimiento decapitara al delincuente con el que estuvo discutiendo anteriormente. El hombre aterrizó justo en el momento que el cadáver sin cabeza se desplomaba sobre el asfalto, mirando en dirección a la banda de criminales restantes. Los malhechores salieron rápidamente del trance en el que estaban y emprendieron la huida, montando con presteza en los vehículos que utilizaban como trinchera durante su enfrentamiento.

  Mientras tanto, Erwin observaba toda la masacre atentamente; sus ojos seguían cada movimiento de ese personaje y al mismo tiempo estudiaba el entorno para planear la mejor manera de entrar en escena y capturarlo exitosamente. En cuestión de segundos se planteó diferentes planes analizando las posibles consecuencias de cada uno.

   Finalmente decidió que el mejor curso de acción sería incapacitarlo de alguna manera para evitar que escapara. Justo al lado de donde había aterrizado el hombre, se encontraba una estructura a punto de colapsar; Erwin asumió que si disparaba hacia esta, los escombros caerían sobre él dándole tiempo suficiente para acercarse y arrestarlo.

   El rubio procedió según lo planeado y disparó hacía aquella estructura, pero cometió un error: no tomó en cuenta la destreza y agilidad del criminal. En cuanto la bala impactó, el hombre esquivó con agilidad aquellos escombros y dirigió su vista hacia el sitio de dónde provenía el disparo. Pero Erwin también era bastante veloz, por tanto al ver que su plan había fracasado, aprovechó el momento para salir de su escondite y acercarse rápidamente al enmascarado, apuntándole con su arma y sin temor alguno a pesar de los sucesos que acababa de presenciar.

-Mi nombre es Erwin Smith, jefe del departamento de policía de Ciudad Sina, eres buscado por gran cantidad de crímenes y por tanto en este momento te pongo bajo arresto-  pronunció decididamente mirando al enmascarado con ojos fríos y atento a reaccionar ante cualquier movimiento, estaba seguro de que no haría ningún movimiento ya que le dispararía si lo hiciera.

-¡Vaya! Pero si tenemos a un nuevo jefe. ¡El anterior y yo nos llevábamos muy bien!- escupió una risa cínica. –Bien Erwin Smith, es un gusto conocerte, lamentablemente no estoy de acuerdo con tu afirmación…- dicho esto con un veloz movimiento, mucho más rápido de lo que Erwin logró reaccionar, el enmascarado se posicionó frente a él, profiriendo una patada tan fuerte a sus manos que logró arrancarle el arma la cual salió por los aires y se disparó al impactar contra el suelo.

  El rubio no podría creer lo que pasaba, esos movimientos tan ágiles, eran casi sobrehumanos, justo como se lo habían descrito. Y el dolor en sus manos debido a la patada era agudo, no le extrañaría que se hubiera fracturado.

-Nos volveremos a ver Erwin Smith, mucho más seguido de lo que piensas.-Pronunció finalmente para luego accionar nuevamente su dispositivo y salir impulsado por los aires, desapareciendo rápidamente de la vista de todos. La totalidad de los hechos pasó tan fugazmente, que nadie tuvo tiempo de reaccionar en ningún momento, los oficiales se encontraban aún escondidos mirando atónitos, y los francotiradores muy atentos pero sin haber recibido ninguna señal para disparar, (y aunque la hubiesen recibido probablemente no hubieran podido actuar a tiempo). Una vez que el enmascarado desapareció, varios oficiales salieron de sus escondites, llamaron a las ambulancias para atender a los pocos hombres que aún no habían muerto debido a las heridas.

-¿Se encuentra bien señor?- preguntó Mike a su superior, apresurándose a ayudarle a salir del shock en el que había quedado luego de los anteriores sucesos.

-Estoy bien, disculpa por haber actuado tan precipitadamente-

-Ese hombre, nunca antes había atacado a un policía- mencionó Mike. –Sin embargo veo que no fue nada tan grave- concluyó al ver el estado de Erwin.

-Aún no puedo creer todo lo que pasó, es como una especie de pesadilla loca. Pero ¡juro que una de mis prioridades de ahora en adelante será atrapar a ese hombre! No podemos permitir métodos de justicia tan rudimentarios y barbáricos- anunció muy convencido.

-No es una tarea sencilla la que se propone.- Sentenció el oficial. Mike estaba dispuesto a ayudar a Erwin mas no dijo nada más siendo un hombre de pocas palabras.

-Lo entiendo, pero aun así, daré todo para atraparlo. La excusa barata de ajusticiar criminales no le da derecho a acabar con sus vidas, esto tiene que parar lo más pronto posible- Las ambulancias llegaron y Erwin fue atendido por los paramédicos quienes confirmaron que la patada no había causado serias lesiones, le fue subministrado medicamento para el dolor y luego de esto Erwin regresó al departamento de policía junto con Mike y seguidos en caravana por el resto de patrullas que transportaban a los otros miembros de la policía que asistieron al altercado.

  La mente del rubio repasaba una y otra vez todo lo que había sucedido recién. Si se trataba de una pesadilla de mal gusto le hubiera gustado despertar, pero sabía que no era así. Y a pesar de las atrocidades que sus ojos presenciaron esa noche, su pecho se henchía ante un sentimiento nuevo para él: un reto. Así era, durante todos sus años en servicio, nada se le había presentado como un desafío de ese nivel, atrapar a un hombre inatrapable y ponerlo tras las rejas, sería el propósito de su existencia desde ese día en adelante.

 

*.*.*.*.*.*.*.*.

-¿Y? ¿Qué tal te fue el día de hoy?-

-Tch, si no hubiera sido por los entrometidos policías probablemente hubiera conseguido una buena cantidad-

-Bueno, pero al menos lograste deshacerte de algunos cuantos revoltosos. ¿O no? ¡Así que anímate! “Superhéroe”- la mujer de lentes palmeó vigorosamente la espalda del hombre mientras se carcajeaba fuerte y exageradamente.

-¡Ya basta de llamarme así cuatro-ojos!- se quejó él, amenazándola con el puño.

-De acuerdo, de acuerdo no te enojes. ¡Qué carácter! Nadie diría que eres de los buenos con esa actitud- siguió burlándose.

-Hanji, mejor desaparece de mi vista antes de que te unas a esos idiotas en el mismo infierno- le amenazó nuevamente mostrando una expresión de verdadera molestia con su ceño fruncido a más no poder y un malicioso brillo en sus ojos.

-¡Ya cásate Levi!- continuó riendo Hanji –Sabes que no puedes deshacerte de mí, después de todo ¿Qué es de un justiciero sin el científico loco que le ayuda con su tecnología?- la mujer sacó la lengua y salió de la oficina dando saltitos infantilmente. Mientras tanto Levi solo la miraba con desprecio preguntándose cómo era que lograba aguantar a tan fastidiosa mujer. Se conocían desde niños, pero nunca había dejado de irritarlo con sus comentarios y su actitud alborozada.

 El pelinegro se dirigió a una habitación contigua con acceso únicamente desde su oficina en la cual tenía un closet, comenzó a quitarse las prendas de su atuendo para sustituirlas con el típico traje de hombre de negocios: saco a juego con el pantalón en color negro, camisa blanca y en esta ocasión eligió una corbata gris satinado que hacía juego a la perfección con sus ojos.

  Levi Ackerman, era el dueño de una prestigiosa empresa de tecnología ubicada en el área comercial de Cudad Sina, en la cual se encontraban ubicadas las más grandes empresas de la ciudad. En la compañía de Levi, entre otras cosas se llevaban a cabo millonarias investigaciones médicas y tecnológicas brindando avances vanguardistas que contribuían a la mejora de la calidad de vida de las personas que poseían suficiente dinero para poder adquirir dichos productos. Pero también, una buena parte de los fondos de la empresa eran dedicados a obras de caridad, por tanto el empresario era famoso por su “bondad” y disposición de ayudar a los más necesitados aunque quienes lo conocían en persona no entendían como una persona tan apática podía tener tan generoso corazón.

  Abrigo con capucha, pantalón, botas, guantes y demás indumentaria fueron cuidadosamente guardados junto con el equipo de maniobras 3D dentro de un compartimento escondido en el clóset de Ackerman. Quien se dirigió seguidamente a sentarse delante de su escritorio y comenzar a revisar papeles de la enorme cantidad que tenía apilados y pendientes por su revisión y aprobación.

-Tch, estúpido papeleo…- se quejó mientras aburrido comenzaba a firmar. -¿Con que Erwin Smith?- dijo para sí mismo al recordar los eventos recién ocurridos. Recordó la penetrante mirada de aquellos potentes ojos azules, que demostraban una gran determinación y valentía. Muy diferentes al anterior jefe de policía quien se trataba de un cobarde que nunca estuvo ni un poco cerca de llegar a atraparlo. –Creo que esto se va a poner interesante, ¡ya era hora!- el pelinegro sonrió ligeramente, relajando un poco su expresión.

Sin darse cuenta una pequeña llama se había encendido en su interior, su vida se había vuelto bastante sin sentido en los últimos meses, no había nada que le representara mayor dificultad, pero pensaba que Erwin definitivamente era alguien quien en un futuro cercano le iba a poner fin a la monotonía de sus días, ya que probablemente se convertiría en un reto.

 

Continuará….

Notas finales:

¡Muchísimas gracias por leer!

Espero que les haya gustado, si fue así por favor no olviden dejar sus comentarios. Y si por el contrario no les gustó, tambien quisiéramos saber sus opiniones.

Si alguien ha leído alguna vez uno de mis fics, sabrá que me cuesta mucho actualizar o dar seguimiento ya que acostumbraba a ir inventando a conforme iba escribiendo. Pero esta vez será distinto, tengo planeado casi todo el fanfic capítulo por capítulo, así que me será más fácil actualizar, además de que no lo estoy haciendo sola :)

 

Las actualizaciones de momento serán cada dos semanas, si logro escribir más rápido podría o no hacer actualizaciones especiales. Todo depende de la cantidad de reviews y el tiempo disponible para escribir :D

 

!Nuevamente gracias y nos leemos!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).