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Wine Flavored por RingogoShiroyama

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Notas del capitulo:

¡Holaaaa!

¿Qué creen? Hoy cumplo 5 años de escribir aquí ;____; por eso estoy subiendo este one-shot hoy jaja

Aparte, SeungRi, ahora sí aquí está tu premio! Espero te guste~

Seunghyun estaba a punto de volverse loco. No sabía cómo iba a lograr contenerse, si en la escuela era difícil, en la casa de Jiyong lo iba a ser mucho más.

Kwon Jiyong era su compañero de clases y su amigo. Su mejor amigo. Y también era la persona que lo estaba volviendo loco.

No había hombre más sexy en toda la universidad, y eso hacía molestar mucho a Seunghyun. Como hombre en sus veintes, había tenido varias novias desde que había ingresado a la carrera, pero siempre terminaba pensando en Jiyong y eso lo irritaba. Además, luego de un tiempo se había dado cuenta de que ninguna de sus novias le había gustado realmente. Sí las quería y todo eso, tampoco era un patán, pero… simplemente ninguna de ellas había sido esa persona especial. También se había dado cuenta de que al parecer Jiyong era el único que podía despertar en él sentimientos de amor y lujuria al mismo tiempo. Y estaba seguro de que el menor se daba cuenta, porque siempre caminaba muy provocativamente cuando se encontraba cerca de él. O tal vez era solo su imaginación…

-          ¿Seung?

La voz angelical de ese chico que estaba todo el día en su mente lo hizo volver a la realidad. Jiyong estaba parado delante de él, y en su cara lo único que se veía era confusión.

-          Ah… ya llegué – La risa de Jiyong se escuchó de inmediato.

-          Ya me di cuenta. ¿Hace cuánto que estás ahí parado? ¿Por qué no tocaste la puerta? – El pelirosa se hizo a un lado para dejar que Seunghyun pasara.

-          Acabo de llegar – Mintió. Había estado parado por 10 minutos afuera de la casa del menor, pensando en si tocar la puerta o mejor regresar por donde había llegado e inventar una excusa creíble.

Hace una semana se había encontrado con Ji en la biblioteca, y éste le había pedido que le ayudara a estudiar porque había unos temas que no entendía y como Seung era muy inteligente, necesitaba su ayuda. Seunghyun no se pudo negar cuando Jiyong le hizo ojos de cachorrito bajo la lluvia, así que terminó aceptando.

Y una hora después se había arrepentido. ¿Cómo se le había ocurrido aceptar el ir a estudiar a la casa de Jiyong? Apenas podía controlarse cuando lo veía en la universidad, iba a estar perdido en su casa.

Y sin embargo había recorrido todo el camino desde su casa hasta la de Ji, en sábado, a las 10 de la mañana. Luego se había quedado parado en la puerta como idiota pensando en el pelirosa, hasta que éste le había abierto la puerta.

-          ¿Quieres algo de tomar?

-          ¿Qué tienes? – Seunghyun se sentó en el sofá mientras veía a Jiyong desaparecer por la puerta de la cocina.

Ji vivía solo. Eso, y la vestimenta que traía puesta solo hacían peor la situación de Seung.

Estaba usando unos jeans rasgados y bastante ajustados y una simple playera blanca de mangas cortas que parecía ser muy delgada. Y eso era suficiente para que Seunghyun perdiera la cabeza. El cabello rosa del menor se veía algo húmedo, lo que significaba que Jiyong estaba recién bañado.

-          Jugo de manzana y vino.

-          Jugo está bien – Seunghyun respondió casi inmediatamente. No podía permitirse el tomar vino en la casa de Jiyong.

Él no se emborrachaba con una sola copa de vino, pero era mejor ser precavido. No quería exponerse a ser arrestado por violación.

De la nada Seunghyun escuchó un ruido que parecía provenir de la cocina.

-          ¿Ji? ¿Estás bien? – Se levantó y se asomó por la puerta, solo para ver el peor de sus temores hecho realidad.

-          Creo que no podremos tomar jugo hoy – Jiyong tenía una sonrisa apenada en el rostro, y al lado de él, en el piso, había un enorme charco de jugo de manzana y una botella de plástico vacía.

-          Oh… – Sus ojos estaban pegados al piso. ¿Qué iba a hacer ahora? ¿Tomar vino? No podía tomar vino…

-          Lo siento… – Al instante volteó a ver al menor. Estaba cabizbajo y se veía bastante apenado – Si quieres puedo ir a comprar jugo, tú solo quédate aquí y yo volveré enseguida…

-          No, no importa, el vino está bien, me gusta el vino – Al fin y al cabo, una copa de vino no iba a hacerle daño, ¿no?

-          ¿Seguro? Porque puedo ir, no me tardaré, hay una tienda cerca de aquí y…

-          Ji, está bien. Solo sirve el vino y ven para que estudiemos ¿de acuerdo? – Seung le sonrió a Jiyong y luego se dio la vuelta para regresar a la sala, pero el menor lo detuvo.

-          Puedes ir leyendo el tema que no entiendo, está marcado en el libro sobre la mesa – El sonido de cosas moviéndose hizo que Seunghyun volteara a ver a Jiyong, y al instante se arrepintió – Yo iré en un momento con el vino, primero tengo que limpiar esto antes de que se pegue.

Ji estaba limpiando el jugo con un trapeador, pero estaba un poco inclinado hacia adelante y dándole la espalda a Seunghyun.

Sus ojos viajaron por la espalda de Jiyong hasta llegar a su trasero. Ji empezó a moverse como si estuviera haciendo mucha fuerza para limpiar, y Seunghyun se dio la vuelta de inmediato y caminó de regreso a la sala. Estaba seguro de que el menor no necesitaba estar en una posición tan provocativa solo para limpiar.

Tomó el libro que estaba sobre la mesa y se sentó de nuevo en el sofá. Era un libro de anatomía, y tenía un papelito rosa que seguro era la marca que le había dicho Jiyong. Lo abrió en esa página y descubrió que era el capítulo de osteología. ¿Por qué quería Jiyong que él le explicara osteología? Ji era muy inteligente, y ese tema no tenía nada de difícil.

-          Aquí está el vino Seung – Jiyong apareció a su lado de repente con dos copas de vino. Seunghyun tomó la que el menor le ofrecía – Oye ¿no te molesta si me siento en el piso? A veces se me hace más fácil estudiar sentado ahí.

-          Claro que no, siéntate donde quieras.

Vio como el menor se sentaba cuidadosamente justo al lado de él, pero en el piso. Seung suspiró y se puso de pie. Si quería enseñarle a Ji tendría que sentarse en el piso con él.

-          Muy bien – Se sentó y puso el libro en el piso frente a ellos, donde ambos pudieran ver lo que decía – En primer lugar, ¿qué es lo que no entiendes de osteología?

-          Ah… b-bueno… no es tanto como que no le entienda o algo así, ya sabes – Jiyong empezó a balbucear algo que Seung no entendió, y luego se tomó toda su copa de vino de una sola vez – Es solo que necesito estudiar los nombres de los huesos y si no lo hago con alguien… creo que nunca lo lograré.

-          Oh, ya veo… entonces podemos empezar diciendo los nombres desde el cuello, ¿te parece?

-          Está perfecto – Jiyong volteó a verlo y le sonrió.

Seung dejó de respirar por un segundo. La sonrisa de Jiyong era preciosa. Se veía como un ángel, le había quitado totalmente el aliento a Seunghyun.

-          Bien – Se aclaró la garganta para poder continuar. De repente sentía que su voz sonaba muy grave – Veamos… el primer hueso de la columna, debajo de la cabeza, es el atlas.

-          Atlas, sí.

-          Aquí está el diagrama con todos los nombres de sus partes – Seung se inclinó un poco para señalar una fotografía impresa en el libro.

-          Ummm… – Jiyong se inclinó también, pero al hacerlo su playera resbaló por su hombro, dejando su piel visible a los ojos de Seung. Además estaba inclinado casi encima de las piernas del mayor.

Ji tenía cara de concentración mientras miraba el diagrama, y Seunghyun tragó saliva. Cada minuto en esa casa se estaba volviendo más difícil. Su respiración se aceleró mientras miraba el hombro desnudo del pelirosa. Se sentía como un pervertido, pero no podía evitarlo, tan solo la piel del hombro del menor se veía tan suave… ¿Cómo sería el resto de su piel? La piel de su pecho, de su vientre, de sus piernas… Estaba empezando a sentir mucho calor.

Tomó su copa de vino y se la bebió de una sola vez, igual que lo había hecho Ji hace unos momentos. Sabía delicioso. Jiyong siempre había tenido buen gusto para todo, definitivamente el vino no era la excepción. Seung, como buen conocedor del vino, sabía que éste era uno de los buenos. Cerró los ojos e hizo su cabeza hacia atrás mientras disfrutaba del sabor pasando por su garganta, era exquisito. No había cosa más deliciosa en el mundo que el vino…

-          Seung…

O tal vez, sí había una…

El mayor sintió un peso sobre sus piernas y luego unos brazos rodeando su cuello. Abrió los ojos solo para encontrarse con lo que jamás imaginó. Jiyong estaba sentado encima de él, abrazándolo por el cuello y mirándolo fijamente. Su corazón se aceleró, y estaba seguro de que algo en su parte baja iba a empezar a doler en cualquier segundo.

-          …

-          Seung… – La voz de Ji sonaba casi como si estuviera rogándole por algo.

-          ¿Q-qué?

-          … Seung – Jiyong se mordió el labio y se acercó más a él.

La imagen que tenía Seunghyun frente a sus ojos era casi divina. No podía creer que le estuviera sucediendo en ese mismo instante. Era algo que había imaginado solo en sus sueños, porque sí, aunque sonara como un pervertido, ya había tenido unos cuantos sueños donde Jiyong aparecía desnudo en su cama.

Ji empezó a hacer más presión, y Seung lentamente fue dejándose caer hacia atrás, hasta terminar acostado en el piso con Jiyong encima de él. Vio como el pelirosa se acercó más, hasta que su boca quedó a unos centímetros de su oído.

-          Seung… ya no lo aguanto más – La voz de Jiyong sonaba demasiado provocativa, o tal vez solo estaba muy cerca… o tal vez solo era el vino… – Seung… ¿por qué vienes vestido a mi casa de esa manera? ¿Por qué siempre tienes que verte tan guapo? – Seunghyun tragó saliva con dificultad. ¿Qué estaba pasando? – Eres tan guapo, Seung… y tan sexy…

Eso fue todo.

Tomó a Jiyong de la espalda y lo pegó a su pecho, para luego girar y dejarlo a él acostado sobre el piso. Esa era la vista con la que había soñado desde hace meses… Jiyong bajo su cuerpo, a su merced. Lo observó un momento más, y luego se acercó para besarlo.

El momento en el que sus labios se encontraron fue como volver a probar la delicia del vino. Los labios de Ji sabían incluso más delicioso, eran suaves, tan dulces…

Rápidamente el beso se convirtió en algo desenfrenado. Se besaban como si quisieran comerse, Seunghyun podía sentir el aroma de la colonia de Ji llegar hasta sus pulmones, y el sabor del vino que había tomado estaba haciendo estragos en su cabeza. Era exquisito. Era tan solo un beso, pero se sentía tan perfecto, tan irreal, no quería dejar de besarlo nunca. Pero al parecer Jiyong no pensaba lo mismo.

Ji alejó a Seunghyun con sus manos, empujándolo un poco bruscamente. Luego se levantó, aún empujando a Seung, y ambos quedaron sentados en el piso, Seung sobre Ji.

En menos de lo que se dio cuenta, su chamarra café había salido volando hacia alguna parte de la casa de Jiyong. Sintió a Ji acercarse y luego sus labios fueron atacados otra vez, con la misma intensidad de antes. Después unas manos temblorosas comenzaron a intentar desabotonar su camisa blanca. Solo bastó un segundo para que varios de sus botones también salieran volando, y después su camisa tuvo el mismo destino que su chamarra.

-          Lo necesito, Seunghyun – Ji habló sobre sus labios, casi jadeando – Ya no puedo aguantar más, te necesito, necesito que me hagas tuyo…

Al mayor no le dio tiempo de procesar lo que había escuchado cuando un nuevo beso comenzó. El sabor del vino combinado con el olor de Jiyong volvió a llenar sus sentidos. No había palabras para describir lo placentera que era esa combinación, era simplemente perfecta.

Jiyong volvió a alejarse, pero solo para quitarse su propia playera y lanzarla a alguna parte. Seung se quedó mirando el pecho desnudo de Ji casi con admiración. Se veía extremadamente suave, no podía esperar para poner sus labios ahí y probar la blanca piel que tenía el pelirosa…

-          Hazme tuyo, Seung… hazme el amor como nunca se lo has hecho a nadie… por favor… – Los brazos del menor se enredaron en su cuello.

-          Ji… eso no tienes ni que pedirlo – Seung se acercó hasta los labios de Jiyong y habló sobre ellos – Te voy a hacer gritar hasta que no recuerdes ni tu propio nombre.

Escuchó un gemido salir de esos labios hinchados y luego empezaron a besarse otra vez. Llevó sus manos hasta el cabello de Jiyong y las enredó en él, mientras las de éste comenzaron a recorrer toda su espalda.

Se separaron y Seunghyun comenzó a besar el cuello de su compañero. Le daba pequeñas lamidas, y se aseguró de dejar marcas visibles. Desde ese momento Jiyong iba a ser suyo, suyo y de nadie más.

-          Hmmm Seung – Sabía que Ji estaba disfrutando de la atención en su cuello – Seung…

Sin darse cuenta soltó un gemido sobre la piel de Jiyong. Escuchar su nombre de esa manera era simplemente estar en el cielo, no podía imaginarse como sería escucharlo en un rato más, cuando Jiyong no pudiera hacer otra cosa más que gritar y gritar…

Pronto las manos del menor llegaron hasta su pantalón. Con algo de torpeza empezó a desabrochar su cinturón, Seung no sabía si era por la excitación o porque Ji estaba nervioso, pero al parecer le estaba costando algo de trabajo coordinar sus movimientos. Cuando logró desabrocharlo, solo le tomó un segundo abrir su pantalón y meter la mano dentro de su ropa interior.

-          Ahhhh Jiyong – La mano de Ji empezó a moverse de arriba hacia abajo por toda su erección. Era mucho mejor de lo que se había imaginado, mucho mejor que en sus sueños.

-          Estás tan duro, Seunghyunnie… ¿es por mí?

-          Dios, claro que es por ti, Jiyong… – Seung dejó caer su cabeza sobre el hombro del menor.

-          Me alegra saber eso… porque yo estoy igual o peor que tú, Hyunnie… me pones tan duro…

-          Jiyong… – La respiración de Seunghyun se aceleró aún más, al igual que los movimientos de la mano de Ji.

-          Tan grande, hyung… ya no puedo esperar…

Seunghyun tampoco podía esperar. Levantó su rostro y empezó a besar a Jiyong otra vez. La mano de éste detuvo sus movimientos y salió de su pantalón. Seung detuvo el beso y se levantó, jalando a Jiyong con él. Cuando ambos estuvieron de pie comenzaron con un nuevo beso, tan desenfrenado como todos los anteriores. Era inevitable, Seunghyun estaba volviéndose loco con el sabor de Ji.

El pelirosa juntó más sus cuerpos si es que era posible, y empezó a restregarse contra Seunghyun. Éste llevó sus manos hasta la espalda baja de Ji y luego las metió dentro de su pantalón y de su ropa interior, para tocar su trasero y apretarlo. Jiyong gimió dentro del beso y de alguna manera se pegó más al mayor.

Seung volvió a parar el beso, pero esta vez para lamer tres de sus dedos. Jiyong lo miró atentamente mientras lo hacía, sonrojado y con la respiración acelerada. Y apenas se sacó los dedos de su boca, Ji nuevamente lo estaba besando.

Seunghyun volvió a meter su mano dentro de la ropa de Jiyong y tanteo con sus dedos la entrada de éste. Y cuando la encontró, metió completamente uno de sus dígitos. Nuevamente Ji gimió dentro del beso, pero también movió sus caderas, como si estuviera buscando más contacto. Metió el segundo, y los movió en círculos para dilatar a Ji.

-          Ah… – Jiyong por fin dejó de besarlo y apoyó su frente sobre el pecho de Seung y sus manos sobre sus hombros.

Estuvieron así unos momentos, hasta que Seunghyun metió el tercer dedo. Ji soltó un leve quejido, pero aun así movió sus caderas.

-          Vamos a la mesa, Seung…

-          ¿A la mesa?

-          Sí, a la mesa.

Jiyong lo jaló del cuello y Seunghyun tuvo que sacar su mano de donde estaba. Empezaron a besarse de nuevo, pero esta vez un poco más tranquilamente. Ji caminó de espaldas hasta que llegaron a la mesa, donde antes había estado el libro de anatomía. Estaba vacía, lo único que había sobre ella era un mantel color rojo. Rápidamente Jiyong se quitó el pantalón y la ropa interior y se subió a la mesa. Se sentó, y luego atrapó a Seung entre sus piernas.

El mayor no podía creer lo que iba a hacer. Estaba a punto de cumplir sus sueños con Ji, en su casa, y sobre su mesa. Parecía la historia de una película porno.

-          Házmelo, Seung – Ji llevó sus manos hasta el pantalón de Seunghyun y lo bajó, jalando su ropa interior también – Hazme gritar hasta que lo único que pueda decir sea tu nombre…

-          Claro que lo voy a hacer Ji…

Jiyong enredó sus piernas en la cadera del mayor y lo acercó a él para abrazarlo por el cuello y empezar a besarlo nuevamente.

Seunghyun volvió a tantear la entrada de Ji con sus dedos, y cuando la encontró, posicionó su miembro ahí y entró de una sola estocada.

-          ¡Ahh! – Jiyong gritó y echo su cabeza para atrás – Seung, Dios, ¡eres enorme! Hmm muévete…

-          Como ordenes Yongie… – Al instante Seunghyun embistió a Jiyong, llegando hasta el fondo.

-          ¡Ahhh sí! ¡Seung ahhh!

-          Parece que eres muy sensible… – Volvió a salir y luego entró con fuerza. Al parecer había dado de lleno con la próstata del menor, y en el primer intento.

-          ¡Ahhhh! ¡Es que eres enorme! ¡Hazlo más rápido!

Seung sonrió y se preparó. Jiyong ya estaba gritando, pero iba a lograr que se quedara afónico.

Lo tomó de la cadera y comenzó con las embestidas. El interior de Ji era tan estrecho a pesar de que lo había preparado, que lo estaba succionando deliciosamente. Él también comenzó a gemir. Por fin, por fin estaba haciendo suyo a Jiyong. Y era mucho mejor de lo que se había imaginado. La voz de Ji era lo único que sus oídos escuchaban, y eso solamente lo excitaba más.

-          ¡Ah, Dios, más, más! ¡No, espera, espera! ¡Sal!

-          ¿Ah? – Seung se detuvo y salió de Jiyong. Éste se bajó de la mesa y luego se puso de espaldas. Se agachó y pegó su cara contra el mantel, dejando su trasero a total disposición del mayor.

Seunghyun entendió al instante y tomó a Jiyong por la cadera, para luego entrar en él nuevamente. Comenzó con las embestidas otra vez, se sentía en el cielo. Estaba penetrando fuertemente a Jiyong, y éste lo único que hacía era gritar.

-          ¡Seung!

-          ¡Ahh Jiyong! Eres delicioso, delicioso…

Cerró los ojos y echó su cabeza hacia atrás mientras seguía embistiendo al menor. No aguantaría mucho, sentía que sus piernas temblaban y en lo único que pensaba era en seguir penetrando a Ji hasta que éste llegara al orgasmo con él.

-          ¡Hmmm sí, más rápido Hyunnie! ¡Ahh! – Seung abrió los ojos y vio como Jiyong estaba dándole atención a su propio miembro con una de sus manos.

Aumentó la velocidad de las embestidas, y una sensación comenzó a apoderarse de él. No podía mantener los ojos abiertos, solo podía gemir el nombre de Jiyong y escuchar como éste gemía el suyo también.

-          ¡Oh Dios, Jiyong! – Seunghyun gritó, y liberó su esencia dentro de Ji.

-          ¡¡Seung!! – El pelirosa hizo lo mismo, pero en un tono mucho más agudo que el de Seunghyun, y terminó en su mano.

Las piernas de Jiyong fallaron y cayó arrodillado al piso, causando que Seunghyun cayera con él. Seung se abrazó a Ji y apoyó su cabeza en su hombro, descansando y tratando de regular su respiración.

-          Hyung…

-          ¿Hm?

-          Esta no va a ser la única vez… ¿cierto? – El mayor volteó a mirar a Ji. Estaba sonrojado y sudando, pero eso solo lo hacía ver más lindo.

-          Claro que no, Yongie… quiero que haya, muchas, muchas más veces.

La hermosa sonrisa de Jiyong apareció en su rostro, y Seunghyun supo que había tomado una buena decisión al aceptar ir a su casa.

 

 

Notas finales:

Lalala ¿qué tal quedó?

Qué pervertidos son todos aquí (?) LOL

Por fin estoy de vacaciones ;___; intentaré hacer muchas cosas~

Bueno, díganme qué les pareció en los reviews <333

Gracias por leer :'D

 


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