Última vez.
La música estaba a un volumen muy alto, tanto que hacía vibrar el licor dentro de los vasos de los presentes, quienes se empeñaban en bailar a su ritmo, gritando en el transcurso, a excepción de Seung Hyun, el mayor del grupo se había excusado de bailar afirmando que era un fiasco en ello, sin embargo, él simplemente no tenía ánimos. Estaba comenzando a ponerse nervioso.
No podía evitar sentirse molesto y afligido a la vez, él debía estar feliz, al igual que sus compañeros, por el lanzamiento de sus nuevas canciones, por el éxito y apoyo que estaba recibiendo. Realmente no había ninguna razón que le impidiera embriagarse al igual que los otros cuatro, estaban solos, no había cámaras, cualquier estupidez que cometieran no podría ser vista…
Ese era el problema. No podrían controlarse.
Seung Hyun consiguió dar otras tres fuertes caladas al cigarrillo antes de que éste se terminara, y justo cuando planeaba encender otro, Daesung apareció a su lado, arrebatándole la caja entera.
—Deja de fumar, TOP hyung. —Le reprendió guardando la cajetilla en uno de sus bolsillos, pasando por alto la ruda mirada del mayor. —SeungRi gastó demasiado dinero en traerte ese vino tuyo y ni siquiera lo has abierto.
—No quiero beber hoy…—Murmuró, perdiendo la mirada en los otros tres hombres que brincaban haciendo tonterías al ritmo de la música. Lucían muy felices.
—Vamos, hyung…estamos ebrios todos aquí, le hemos dado las llaves a manager hyung…No pasará nada malo. —Seung no supo si era el efecto del licor en Kang, pero éste no dejaba de sonreír alegremente y de buscar todo lo positivo de la ocasión, mientras le servía una copa de vino.
Pero, extrañamente, TOP se sentía más afligido que nunca ese noche.
Sí, todos estaba ebrios ya, ese era el problema. Si Ji Yong y él desaparecían repentinamente nadie lo notaría…y las cosas se saldrían de control.
Y como si de un imán se tratara, aquella cabellera rojiza atrajo la mirada de Seung Hyun, y el movimiento sutil de las caderas expertas aceleraron su ritmo cardiaco y secaron su garganta, y al momento del contacto visual Seung no fue consciente de que se había bebido toda la copa de vino, y a decir verdad, quería más, no sólo del licor, sino de aquella mirada lasciva e incisiva de Kwon Ji Yong.
…
Seung Hyun se preguntaba torpemente como había acabado con todo el vino, recordaba haber estado bebiendo y después ponerse de pie para buscar más, sin embargo, ahora estaba con los demás, moviéndose al ritmo de la música, sintiéndose más borracho que nunca.
El poco raciocinio que le quedaba le decía a gritos que se detuviera antes de terminar en el suelo, sin embargo seguía cuestionándose de cómo había terminado ebrio, él no solía caer tan rápido con tan sólo una botella. Pero continuó balanceando su cuerpo de un lado a otro restando importancia a las dudas.
Ya después habría tiempo de lamentarse.
Los colores a su alrededor se difuminaban y materializaban en distintos lugares, no era capaz de enfocar el rostro de Ji Yong correctamente, hasta que éste le sujetó de los hombros y se acercó un poco. Entonces Seung creyó ver a Ji mucho más apuesto que antes.
Seung Hyun sonrió como auto reflejo al observar la brillante y ebria sonrisa de su menor, sin dejar de moverse. Sentía casi por completo el peso ajeno sobre él, sino estuviese tan ebrio seguramente se daría cuenta de la posición tan comprometedora que formaban, pero ese no era el caso, y sus ojos solo se centraban en aquella bonita y brillante cabellera roja.
Quería tocarla.
Ji Yong comenzó a reír de manera descomunal, pero debido a la fuerte música ninguno se percató realmente, a decir verdad con lo ebrios que estaban aquella risa hubiese pasado desapercibida.
El cuerpo entero de Kwon comenzó a arder, repentinamente tenía mucho calor, por lo que no dudo en comenzar a desnudarse sin pudor alguno. Tenía mucha confianza en aquellos hombres, por lo que lo hubiese hecho sobrio también.
—No…no lo hagas…—-Murmuró torpemente TOP, intentando sujetar el pantalón del pelirrojo y así evitar que fuera movido de su lugar, como la lujosa playera que yacía en el suelo, siendo pisoteada ocasionalmente por todos.
Los ojos del menor destellaron complacidos y sus brazos viajaron hasta rodear el cuello del otro, pegando su desnudo pecho al elegante saco de Seung Hyun. Hundió su cabeza en el cuello ajeno y aspiró el olor a tabaco y licor.
Justo en ese momento sentía ser el rey de todo y de todos, especialmente de su hyung, el licor siempre terminaba por alimentar su ego.
— ¿Quieres quitarlo tú? —Murmuró sin separarse, sintiendo como Seung se tensaba, lo que formó una nueva y perversa sonrisa.
—No…Ji…yo no
Y sin embargo terminó siendo arrastrado por Ji Yong a una de las habitaciones del departamento. Kwon no era de esas personas que esperan respuestas y mucho menos que son pacientes, eso Seung lo sabía perfectamente.
Entraron torpemente, chocando con todo, debido a que Ji se negaba a separarse, había atrapado al mayor y no permitiría que se fuera. Cuando chocaron con la cama ambos cuerpos cayeron sobre ésta, entre risas tontas, para después fundirse en un beso.
El gesto fue completamente descarado, ambos tenían experiencia en esa situación. A decir verdad, era completamente normal que después de una fiesta y varias copas demás, terminaran teniendo sexo sin compromiso, sin deberse nada, ni una explicación o disculpa al día siguiente.
Ese era el problema.
Seung Hyun a penas y recordaba la primera vez que había despertado al lado de su compañero, con un terrible dolor de cabeza y con la mitad de los recuerdos de la noche anterior. Recordaba el miedo que le dio saber que se había acostado con Ji Yong, un hombre, y no cualquiera, sino su amigo de la infancia y compañero.
Aún el extraño pánico al ver como el menor abría los ojos y le miraba desorientado le hacía temblar, y después de varios minutos de silencio y una sonrisa tranquila aquellas palabras que hacían eco en su cabeza.
“No importa, está bien para mí. Somos amigos ¿no?”
La decepción le seguía sabiendo tan amarga. Y no era que le desilusionara ver que el menor no tenía ningún interés en él más allá de un acostón, realmente a él tampoco le importaba así en ese momento. Pero la idea de que Ji Yong pudiera acostarse con cualquiera y dejarlo como “un favor de amigos” le hacía sentir terriblemente decepcionado.
Desde esa “primera vez” siguieron muchas otras, tantas que no podían recordar un número exacto.
La fuerte mordida en su cuello, fue lo que hizo volver a la realidad al ebrio Seung Hyun, tan sólo para percatarse de que Ji Yong yacía sólo en ropa interior balanceándose provocativamente sobre su cuerpo, excitándolo contra su voluntad.
Esos mechones rojizos iban de un lado a otro, pegándose rebeldemente en la frente sudorosa de su dueño, tan sólo dándole un aspecto mucho más travieso. Entonces Seung sonrió y sujetó la delgada y fuerte cadera de Ji Yong, al percatarse que éste había dejado la cinta que llevaba como collar ese día, haciéndole ver delicado y provocativo.
Nuevamente quiso alcanzar el cabello ajeno, pero una ráfaga de besos se comenzó, mientras el mayor se preguntaba en que momento había caído por un hombre tan descarado como lo era Ji Yong. Realmente no sabía en que momento se había enamorado en serio, y como ansiaba ver ebrio a Ji para “más favores”, incluso se había atrevido un par de veces a emborrachar al menor.
A veces se ponía a pensar en el momento exacto, intentando encontrarlo. No estaba seguro, pero sospechaba que había caído dos años atrás, cuando por simple aburrimiento se había lanzado a los labios de Kwon, y había sido correspondido, terminaron teniendo sexo, pero sin una gota de alcohol. Lo que llevó a Seung a estar seguro de dos cosas:
Ji Yong era muy bueno en la cama ebrio, pero sobrio era mejor.
Estaba completamente enamorado de ese hombre cínico y egocéntrico, y no se arrepentía.
— ¿No piensas hacer nada? —Le reprimió un molesto Ji Yong, al ver como Seung parecía perderse en sus pensamientos. — ¡Estoy desnudo sobre ti, al menos finge interés, idiota! —Su ego era muy grande. TOP era una persona genial, seguramente por eso le dolía un poco más ser ignorado por ese hombre.
—La última vez…—Logró articular. Acariciando los muslos blanquecinos.
Ji Yong levantó una ceja y se preguntó que intentaba decirle con esa mirada perdida, parecía ser algo importante. “Algo aburrido” Por lo que decidió callarlo con otro fogoso beso, sin embargo, cuando se separaron aún permanecía esa expresión concentrada en su rostro. Finalmente se dio por vencido y decidió escuchar.
— ¿Qué dices?
—Hace tres meses tuvimos sexo por última vez… —Kwon sonrió al escuchar eso, recordando que la piscina había estado de maravilla esa noche. Recordaba haber estado tan ebrio que fue una fortuna no terminar ahogado ahí, seguramente fue porque pudo ser sostenido por los fuertes brazos de Seung Hyun mientras lo follaba.
Sonrió con malicia.
—Hay una piscina abajo, cariño. —Siseó, acercando su rostro de nuevo a Seung.
—Dijiste…Habías dicho que sería la última vez…
Ambos hombres meditaron aquellas palabras. Era verdad, cuando despertaban en la misma cama vueltos un caos, llenos de marcas y olor a licor, se prometían que sería la última vez, que debían detener aquello. Entonces después de meses Ji Yong completamente ebrio se volvía a lanzar a los brazos de Choi, prometiéndose una nueva última vez.
Sus miradas se cruzaron, y los ojos molestos de Ji Yong hicieron dudar a Seung Hyun sobre si había sido el momento adecuado.
— ¿Ya no quieres acostarte conmigo? —Seung se preguntaba si el alcohol hacía más sincero a Ji Yong o si sólo despertaba su altanería. —Dime… ¡Anda! ¿Ya no te gusta follarme? Estúpido marica.
Sincero, altanero y agresivo.
—Yo sólo…no quiero tener sexo con alguien con quien no tengo una relación…
Nuevamente hubo un largo silencio, en donde ambos intentaban dejar su ebriedad a un lado y procesar las palabras adecuadamente.
— ¿Quieres tener una relación conmigo, Seung?
Su corazón pareció volverse loco, y juraría que sus mejillas se encendieron en un rojo, afortunadamente el alcohol ya había hecho eso con él.
—No seas estúpido, Seung…Tu y yo…Es un caos ¿Sabes?
Seung juró escuchar algo romperse dentro de él y se forzó a sonreir.
—Una tontería ¿cierto?
—La más grande de todas…—Afirmó. —Me da vueltas todo….
—Deberías tomar un baño…—Se apresuró a decir, dispuesto a preparar la ducha y poder procesar más tranquilo su decepción amorosa, pero fue interrumpido por el obstinado Ji Yong.
—De ninguna manera. —Y sin previo aviso metió su mano en el pantalón de su mayor.
— ¡Joder, Ji! ¿Qué se supone que haces?
—La última vez…Será la última vez que hagamos esto sin ser nada…
Seung no estuvo seguro de como sentirse, extrañamente se sentía embargado en una gran tristeza, pero aprovecharía su última noche con Ji Yong y, con suerte, la haría inolvidable para el otro también.
¿Cuántas veces había escuchado que sería la última vez? Era un juego que nunca acababa, Ji Yong lo afirmaba y él tontamente fingía creerlo.
— ¿Por qué demonios debes llevar siempre el control de todo, ah? —Pronunció Seung de manera brusca, sujetando el cuello del otro y obligándolo a permanecer debajo de su cuerpo.
—Porque soy el mejor…tengo el control de todo…—Rio, relamiendo sus labios al sentir como Seung estrujaba con fuerza la cinta en su cuello.
Sus labios volvieron a chocar, devorándose con desesperación, al mismo ritmo en que Seung se desesperaba por deshacerse de su ropa. Su cuerpo gritaba sentir a Ji Yong cerca, y de no ser así temía que el menor se esfumara de entre sus manos.
Ambos cuerpos desnudos se unieron en un abrazo, por alguna extraña razón esa sensación de estar juntos les reconfortaba. Se sentía como una verdadera despedida, y Seung no pudo evitar lamentar que, incluso en ese momento, tuvieran que estar ahogados en alcohol.
—Mhg…Seung…no te detengas…
Los murmullos de Ji Yong eran una de las partes favoritas de Seung Hyun, le encantaba escuchar aquellos sonidos delicados y suaves, agregando su nombre, era como si realmente fuera el único para Kwon. Conocía perfectamente el cuerpo de Ji Yong, cada parte sensible, por lo que le resultaba realmente fácil volverle loco.
Los labios de Ji se curvaron dulcemente, liberando un largo suspiro al sentir la húmeda lengua de Seung en su pecho, succionando uno de sus pezones. Le encantaba ese gesto, y TOP lo sabía perfectamente.
Ji Yong decidió relajarse y ceder su cuerpo, permaneciendo inmóvil en la cama, tan sólo llevando sus manos a los cabellos ajenos y juguetear con ellos, estrujándolos de vez en cuando. Parecía ser que el mayor se estaba esforzando al doble en hacerle sentir bien, cosa que estaba funcionando, pues estaba completamente a su merced.
Un par de fuertes manos subían y bajaban por todo su cuerpo, deteniéndose en puntos clave y proporcionar caricias.
—S-sólo hazlo ¿quieres?...—Pidió comenzando a desesperarse, usualmente cuando estaban tan ebrios solían hacerlo tan rápido como pudieran y después terminaban completamente dormidos, así que para su gusto las cosas iban lentas.
Fue entonces que Seung Hyun sintió entrar en pánico, sintió su garganta cerrarse y sus ojos cristalizarse, estaba a punto de romper en llanto, por lo que rápidamente levantó las piernas del menor y las colocó en sus hombros, entrando de lleno y sin aviso alguno.
Un fuerte grito de dolor resonó en la habitación, acompasando el dolor del corazón de Seung Hyun. Él tan sólo quería detener ese amor no correspondido. Por lo que se limitó a penetrar con todas sus fuerza el delgado cuerpo de Ji Yong, extrañamente quería verle sufrir también, sin embargo cuando le miró tan sólo vio el placer es su rostro, quebrando más su corazón.
Siempre sería así, el sufriría, mientras Ji lo gozaba. ¿Por qué siempre así?
¿Por qué tenía que ser el que se enamoró? ¿Por qué había accedido a eso? ¿Por qué no podía llevar una vida tranquila como antes? Estaba cansado de escuchar que sería la última vez, cuando él sabía perfectamente que habría una próxima, al menos eso quería pensar, lo hacía sentir mucho mejor.
Los sonidos obscenos y gritos de placer que Ji Yong lanzaba no podían ser comprendidos ahora, tan sólo podía pensar en que todo acabaría, en instantes, aquel cuerpo que creyó alguna vez suyo se iría, y permanecería tan ajeno como siempre.
Seung supo lo mucho que le dolía, cuando pudo ver una lágrima caer sobre el vientre de Ji Yong. Estaba llorando, se estaba desmoronando frente aquel frío hombre, una vez más.
Probablemente la última vez…
…
Sus rojizos ojos lograron enfocar el humo de su cigarrillo flotar por la habitación, Ji Yong yacía completamente dormido a su lado, ajeno al hombre perdido que tenía a su lado.
Seung apagó el cigarrillo y se echó a un lado del otro, rodeando su cuerpo entre sus brazos. Ji Yong dormía como una roca, nunca despertaba, lo había aprendido con el tiempo.
También había descubierto lo bien que se sentía abrazarlo durante toda la noche, protegerlo con dulzura…esa era su parte favorita de toda aquella lista de “favores”, tal vez eso iba a extrañar. Abrazarle más que nada.
…
— ¿Dónde carajo te has medito, imbécil? —Todo el rostro de Kwon estaba rojo del enfado, mientras fulminaba a Seung con la mirada y se obligaba a mantener sus brazos cruzados para no soltarle un puñetazo en la cara.
—En casa… ¿Qué quieres? —Respondió hostilmente, ocultando lo sorprendido que estaba de ver a Ji Yong esa mañana en su casa.
— ¿Qué que quiero? Desde la fiesta desapareciste…no contestas nuestras llamadas, ni los mensajes y los chicos han venido tres veces a buscarte ¿Y me preguntas qué quiero? ¡Al menos asegúrate de avisarnos cuando te vayas a encerrar en tu casa, idiota!
Seung desvió la mirada, escuchando todo aquello. Había desaparecido a mitad de la noche de aquella fiesta, temía abrazar a Ji Yong por última vez y no querer separarse nunca más.
— ¿Se te ofrece algo más? —Volvió a insistir. Realmente Ji Yong era la última persona con la que quería hablar.
—Eres horrible ¿sabes? …El peor novio que he tenido en la vida. —Se quejó.
Seung sabía que Ji Yong seguía diciendo cosas y reclamos, sin embargo su cerebro había colapsado cuando Ji Yong le había llamado “novio”.
— ¿Qué?... ¿No…novio? …¿Quién?
— ¿Qué? …¿Hablas en serio? ¡Tú idiota! ¿O acaso no quieres, ah? Si fuiste tú el que dijo toda esa mierda de cosas tontas aquella noche.
— ¿Soy tu novio? —Aun la frese le parecía errona. Es decir, había pasado toda una semana encerrado en su casa, llorando y lamentándose por los rincones, y de la nada se aparecía el ser de su devoción llamándole así ¿Cómo debía reaccionar? —Pero tú…Tú dijiste…
— ¡Se lo que dije! No estoy idiota…Dije que sería la última vez que nos acostáramos sin ser nada, porque ahora somos novios… ¿Acaso querías que me arrodillara ante ti y te diera aun anillo o algo parecido?
El ceño de Seung aún permanecía fruncido, y sentía que Ji le hablaba en otro idioma.
— ¿Somos novios?
— ¡Que sí carajo! Aunque dudo que dure más…estás colmando mi pacienc…
Sus demás palabras se ahogaron en la boca del otro, quien tan sólo le besó. Mientras ese “Sí” hacía eco en su mente.
—Nosotros somos novios. —Susurró, acunando entre sus manos el rostro apenado de Ji Yong, quien sólo torció los ojos. Seung quería auto-convencerse de que aquello era posible.
—Eres un tonto, Seung Hyun.
—Soy tu novio tonto.
— ¿Ah? ¿Cómo se supone que deba tomar eso?
—Como un te quiero.
Ji Yong abrió la boca una vez más, sin embargo sólo pudo esquivar la fuerte mirada de su ahora novio, no estaba listo aun para esas palabras dulces, él era un hombre obstinado y cero cursi…Sin embargo no pudo evitar sentir esa calidez en su pecho y, aunque le costara aceptarlo, se sentía feliz de saber que Seung Hyun le quería.
A decir verdad, él también quería a Seung, aunque no pensaba admitirlo, no por el momento.