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INTENTOS por Starfugaz

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Notas del capitulo:

Siento mucho la demora amigo secreto pero sali tarde de mi trabajo.

 

Bueno Antes de todo mi amigo secreto es RoronoaMisaki.

Me emocione al escribirlo y trate que fuera como lo me lo pediste y espero con todo mi corazón haberlo hecho (te mando un fuerte abrazo) nwn.

 

/// con letra curvisa//// indica un flashback.

solo letra curvisa dentro de una conversación son los pensamientos de los personajes

 

INTENTOS

 

En una habitación un joven rubio de piel blanca acariciaba con adoración una fotografía elegantemente enmarcada en un hermoso marco plateado,  soltando un suspiro de quinceañera enamorada sus blancas mejillas se colorearon de carmín al recordar como Aomine le pidió ser novios.

 

////al finalizar el duro entrenamiento todos los jugadores de Teiko empezaron a retirarse pero la mirada de dos jugadores estaban empañados por la tristeza, aunque Kuroko por su manera de ser podía disfrazar su dolor a ver a sus amigos perderse en el camino como el amor a su deporte favorito, el otro que sufría al igual que el peliceleste era Kise pero al contrario este no podía hacerlo ya que era muy abierto a mostrar sus emociones.  El sol de la generación de los milagros poco a poco su luz se estaba extinguiendo por el dolor de ver a la persona que más admira perderse convirtiéndose en un monstruo lleno de orgullo como deseos de destrozar a cualquiera que se metiera en su camino.

 

—Aominecchi —susurro al aire sin miedo a que alguien lo escuchara ya que solo él estaba cubierto con una pequeña toalla blanca el cual cubría sus partes nobles.

 

—Oí que pasa rubio idiota —dijo Aomine saliendo de su escondite al escucharlo Kise lo observo horrorizado como avergonzado al imaginarse que el moreno lo hubiera visto desnudo al bañarse iba a reclamarle con uno de sus tenis para darle un buen golpe pero por los nervios al caminar en el piso mojado tuvo un desliz cayendo de sentón en el frio piso, Daiki observaba todo eso con una ceja levantada solo se cruzo los brazos.

 

—Aominecchi no seas cruel y ayúdame a levantarme, y espero que no me hayas espiado mientras me bañaba —hablo Kise con una vena en su delicado rostro pero al decir lo último se ruborizo volteando el rostro ya que no deseaba  escuchar la burla del otro pero solo dio un gritito al ser elevado como costal de papas para que Daiki le diera una buena nalgada en su trasero. Aomine no se había podido contener en darle ese golpecito a ese perfecto lugar, aunque muchas cosas ya no le importaban en la vida, jamás desde que conoció a ese rubio ruidoso le gustaba verlo con lagrimas en esas precisas joyas que tenía como ojos que brillaban como ningunas cuando el menor rebosaba en felicidad, pero claro antes que el moreno lo gritara a los cuatro vientos esos pensamientos cursis como pensaba él primero lo descuartizaban y regaban todos sus partes en el mundo.

 

—De ahora en adelante solo yo puedo tocarte Ryota, y aquel que se atreva a tocar lo que es mío, vera el mismísimo infierno —hablo serio Daiki, dejando en claro sus palabras bajo al menor para estrellarlo ligeramente en uno de los casillos para tomar esos labios cual cereza madura los cuales pedían a gritos ser corrompidos por alguien como él.  Kise al escuchar eso sintió como su corazón palpitaba como loco, tal vez la declaración de su moreno no era la más romántica ni mucho menos la soñada pero era tan Aomine que solo eso basto para enamorarse más de Daiki y como guinda del pastel su primer beso iba a ser inolvidable////

 

—Aominecchi ya es hora que confesemos nuestra relación a nuestros amigos ya que ellos se merecen saber la verdad —dijo serio Kise cruzándose de brazos al observar a su novio que entraba a su habitación este solo levanto una de sus cejas.  

 

— ¡No! —Fue la sencilla respuesta del moreno, para tirarse en la cómoda cama de su pareja, sacando uno de sus amadas revistas de chicas con pechos grandes, sin darse cuenta que su rubio tenía un aura atemorizante alrededor de él.

 

—Aominecchi, vas a decir de nuestra relación a  nuestros amigos o si no te dejo en abstinencia de por vida y destruyo tus amadas revistas—dijo tétricamente Kise mirando retadoramente a su moreno que solo suspiro derrotado porque conociendo al rubio eras capaz de eso y más ya había tenido la experiencia de haber llegado al departamento de su novio y este hubiera utilizado sus revistas como sustituto de leña para encender la chimenea del departamento.

 

—Está bien tu ganas Rubio idiota le diremos de nuestra larga relación al grupo pero deja esas ideas que no van contigo y ¿Qué puede salir mal?—dijo como si nada Aomine sonriendo de medio lado al sentir como el ojidorado saltaba cual gato para darle un beso de agradecimiento.  Si definitivamente era el tiempo correcto para confesarles a sus amigos que llevaban de novios hace mucho tiempo atrás.

 

PRIMER INTENTO: ¿Dónde estás poniendo las manos?, las abuelas tienen un buen derechazo

 

Kise caminaba tranquilamente al lugar de encuentro con todos sus amigos, tomando una bocanada de aire pudo, sintiendo el agradable ambiente del día,  Ryota podía asegurar que ese día era sencillamente perfecto para confesarse a al grupo liderado por su buen amigo Akashi, el sol en lo alto, cielo despejado y los niños caminando juntos con sus padres.

 

—Llegas tarde Kise-kun —dijo de la nada Kuroko asustando al as de Kaijo al no sentir la presencia de su amigo peliceleste pero su mirada se enfoco que su pareja que estaba molestando a Kagami.

 

—Kise, me puedes explicar porque demonios nos sacaste de nuestra cómoda cama tan temprano —dijo Kagami cruzándose los brazos viendo retadoramente a su amigo pero solo dio un paso atrás al sentir como el emperador sacaba a relucir una filosa tijera.  

 

—Ya que se calmaron todos vamos hacer varias diligencias y luego Ryota nos aclarara el motivo de esta reunión —dijo serio Akashi, observando a todos los presentes que solo asintieron para tomar camino a la estación de trenes.

 

—Después de eso se lo diremos —susurro Kise agarrando disimuladamente la mano de su moreno que solo rodo los ojos para seguir a los demás, al llegar a la estación estaban esperando el tren en el que los llevaría a su destino.

 

—Aka-chin se me acabaron mis dulces —lloriqueo Murasakibara enseñando una gran bolsa de golosinas vacía, Seijuro sonrió tiernamente por lo infantil y tierno que se miraba su pareja.

 

—Daiki ve por una bolsa de golosinas antes que venga el tren —ordeno tranquilamente el emperador, el otro iba a negarse a esa petición pero sabiendo que ese día no deseaba morir en manos de su antiguo capitán solo se dio la vuelta para que sus pasos le guiaran a una tienda.

 

EN LA TIENDA

 

Aomine entro en el lugar buscando las dichosas golosinas favoritas de su gigante amigo ya se estaba hartando ya que había dado media vuelta al lugar y las dichosa bolsa no aparecía, si bien podía retirarse del lugar e irse con los demás en paz, el único detalle a su perfecta salida era Akashi si llegara a pensar en llegar con las manos vacías, el otro lo utilizaría como tiro al blanco.

 

—Estoy es frustrante y aburrido —dijo en voz alta Aomine siguiendo caminando hasta que visualizo su objetivo hasta podría jugar que escucho música celestial cuando a unos paso delante estaba la ultima bolsa de esas famosas golosinas, caminando rápidamente estirando su mano iba a tomar la bolsa pero cuando iba a meterlo en su canasta una mano contraria estaba en la misma bolsa.

 

— ¿Qué lindo jovencito, me podría dar esta bolsa de golosinas? —dijo dulcemente una anciana viendo al moreno que negó rotundamente intentando quitarle la bolsa ya se había tardado en estar con los otros y ni loco dejaría que su novio entrara en el tren solo.

 

La última vez que lo deje solo, el estúpido capitán de su Kise tuvo que defenderlo de un pervertido que estaba toqueteando todo al jugador de Kaijo y este intentaba por todos los medios liberarse —pensaba seriamente Aomine siguiendo con su lucha por el ultima bolsa pero la viejecilla le estaba dando una digna batalla.

 

—Joven suelta esta bolsa, mi nieta le gusta mucho estas golosinas —decía la anciana sin soltar la bendita bolsa, Aomine no se daba por vencido y al igual que su oponente el estaba luchando para ganar la bolsa.

 

 —Yo la vi primero y solo yo puedo comprarla —decía terco el moreno, al estar discutiendo apareció varios empleados de la tienda un joven de cabellos color ceniza y una joven de enormes pechos que miraban preocupados la escena como con varias gotas detrás de su cabeza.

 

Es que no todos los días observas a un joven muy moreno peleando  con una por una bolsa de dulces con una anciana luchona pero ambos concordaban que la pobre bolsa no duraría mucho siendo jaloneado en sus dos extremos.

 

—Joven, señora, por favor  tranquilícense para que todos  podamos llegar a un mutuo acuerdo —dijo el joven nerviosamente ya que el aura que desprendía el peli azul daba mucho miedo y la señora no se quedaba atrás.  

 

— ¿Quite sus manos de mi bolsa de dulces? —dijo seria la anciana luchando para quitarle la dichosa bolsa a su oponente que tenía un brillo de que esto se había vuelto personal y no iba  perder.

 

—Yo lo vi primero —contesto el peliazul hasta que de un momento de tanto jaloneo la bolsa cayó en el piso ambas personas se observaron para literalmente lanzarse por la bolsa, empujones, jaloneadas de pelo miraban los clientes sin saber si interferir o dejar que  esos dos lunáticos siguieran con la lucha.

 

— ¡Mami!, mira  mami, lo que me encontré la ultima bolsa de mis dulces favoritos —dijo un pequeño de seis años tomando el objeto para salir corriendo donde estaba su madre a punto de pagar en la caja.  Hubo un silencio sepulcral en el pasillo algunos tosían para aligerar el ambiente.

 

— ¡Fue por tu culpa! —gritaron ambos señalándose para que la “dulce” señora tomara su bolso dándole con el mismo al moreno saliendo ambos del lugar.

 

CON LOS OTROS

 

— ¿Aominecchi porque vienes con ese aspecto de haber ido a la guerra y haberla perdido de paso? —dijo un preocupado Kise, mirando a su novio que solo lo fulmino con la mirada iba  contestar cuando su archienemiga la dulce anciana que pasaba a su lado colocando dos dedos en sus ojos para luego señalarlo para luego sonreír amablemente al ver a su ángel de cabellos rubios, Kise lo observo intrigado por esa  extraña como bizarra situación

 

—mejor ni te contesto y rubio idiota vamos de aquí—dijo Aomine para soltar un bufido, dándole una gran barra de chocolate a Murasakibara, los demás solo se encogieron de brazos para seguir con el itinerario.

 

INTENTO DOS: los niños de ahora, y porque demonios estoy corriendo

 

Después de contar con su altercado en el supermercado a sus amigos que en esos momentos se estaban matando de la risa en especial el novio del amante de los team lucky desea no haberlo contando y a todo eso porque lo hizo algo en su mente hizo clic.

 

porque no deseabas probar el filo de las tijeras de Akashi o mejor conocido mama gallina de la “inocencia” como pureza de sus dos amigos de la generación de los milagros porque algo sabia todo mundo era que el gran emperador tenía solo una debilidad donde sacaba a relucir su lado materno que eran por las cosas dulce, tiernas o lindas —pensaba Aomine para rodar los ojos y ver que su amigo pelirrojo solo tenía una sonrisa de medio lado observando al mismo tiempo que ningún pervertido mirar de mas a Kise como Kuroko —si definitivamente no me mato la anciana lo hará Akashi —salió de su pensamiento al escuchar la voz burlona de Takao

 

—Es que me estoy imaginado a Aomine-chan con la  abuelita en una cuadrilátero de lucha libre —dijo Takao utilizando sus manos para mostrar su punto —En esta esquina con un peso de 85 kg y una altura de 192, Aomine Daiki y en la otra con un peso de 50kg y una altura de 170 una dulce e inocente abuelita —hablo el menor recibiendo un coscorrón cortesía de su novio que solo trataba de esconder las ganas de reír al igual que muchos otros.

 

— ¡Cállate Bakao! –dijo Midorima para seguir caminando, ya que conociendo la paciencia de Aomine este sería capaz de matar a su pareja. El grupo decidió mejor seguir con sus compras, Kise solo apretó ligeramente la mano de su novio para que sus ojos se iluminaran al ver ropa, y todo lo que deseara comprar.

 

—Pruebe nuestro nuevo perfume jovencito —dijo amablemente una señorita al colocarle el aroma a Aomine que solo siguió su camino sin percatarse de la sonrisa misteriosa de la joven.

 

UNA HORA DESPUES

 

—Vamos a comer helados —gritaron al mismo tiempo Kise, Takao y Momoi entregándoles sus bolsas de compras a sus amigos con mayor fuerza para que la pelirrosa arrastrara a Kuroko al parque más cercano.

 

—Este es el momento correcto para decirles —hablo ilusionado Kise al oídio  moreno viendo que el parque era el lugar para decir sobre ese asunto, el otro solo se encogió de brazos para ir con los demás —Chicos, Aomine y yo debemos decirles algo —hablo ruborizándose ligeramente el otro para ver todos sus amigos,

 

— ¿Qué es esa cosa Ryota? —pregunto serio Akashi, viendo fijamente al par que estaba enfrente, provocando los nervios del jugador de Kaijo.

 

—Aomine-kun si fuera yo me alejaría lentamente de ese enjambre de abejas que vienen en tu dirección —hablo tranquilamente Kuroko tomando su batido al escucharlo el mencionado se giro viendo con horror que efectivamente una horribles abejas venían a su ataque saliendo corriendo detrás de la espalda de su gigante amigo.

 

— ¡Alejen a esos bichos de mi vista! —hablo aterrado Aomine, al verlo Akashi solo olfateo algo en el aire.

 

—Dime Daiki a quien se le ocurrirse bañarse de agua con azúcar —hablo el emperador para señalar a su amigo que solo retrocedía para salir corriendo en dirección del pequeño lago que había en el parque.

 

—Mine-chin no debió haberse colocado encima agua azucarada si no deseaba ser comida para las abejas —hablo Atsushi sentándose en una banca para seguir comiendo su helado.

 

—En serio que hoy no fue el día de suerte de Ahomine —hablo Taiga viendo a su sombra que solo asintió observando cómo su amigo salió del lago completamente mojado pero aliviado que las abejas se habían ido.

 

—Aominecchi —dijo Kise yendo en dirección de su moreno dispuesto ayudarlo pero fue detenido por un pequeño niño que solo se lanzo encima de él.

 

—Mami, Mami he encontrando a mi futura esposa —gritaba emocionado  el pequeño abrazando como koala la pierna de Ryota dejando a este en completo shock al rubio que solo sonrió cálidamente para con su mano desordenar los cabellos del menor.

 

—Claro pequeño, pero ahora debo ayudar a ese moreno con cara de pocos amigos que está ahí —hablo Ryota, pero el pequeño solo se aferraba mas a la pierna del menor, al ver que no podía librarse camino con el menor aferrado a su pierna cosa que no le agrado para nada a su pareja que solo lo que le detenía de cometer asesinato era de que fuera un niño el que estaba tocando algo de su pertenencia.

 

—Mocoso quita tus sucias manos de mi pareja —susurro tétricamente el moreno pero tuvo varios tics en su rostro al ver que el menor solo negaba para sacarle la lengua.

 

—Es mi esposa, tu eres el que te tienes que ir —contesto el infante viendo retadoramente al contrario, que solo estiro un poco las manos con la intención de ahorcarlo.

 

— ¡Lunático, golpeador de niños! —grito la madre del menor sacando un frasco de pimienta que utilizo como arma para atacar al moreno que en estos momentos por sus rápidos reflejos se salvo de que le caerán en los ojos —copitos ven ayudar a mami —dijo la mujer al ver que su ataque había fallado pero solo tuvo un tic al ver la risa del moreno al escuchar el nombre de su mascota.

 

—Oí, yo no iba a golpear a su hijo, solo quería que este se quitara de encima de mi novio —hablo Aomine cruzándose los brazos —no creo que sea necesario que su pequeño copito venga al rescate —contesto con una pequeña sonrisa al pensar en un perro de raza pequeña tal vez un chihuahua.

 

—Aominecchi si fuera tu, yo no me estaría burlando de “copito” —dijo nerviosamente Kise señalando algo detrás del moreno que se dio la vuelta descubriendo que el pequeño Copito no era más que un perro Gran Danés que le estaba mostrando sus lindos colmillos.

 

LA TERCERA ES LA VENCIDA

 

Aomine estaba agradeciendo eternamente que es día al fin terminara ya que si seguía era de seguro que su mala suerte lo mataría, ya se estaba imaginando el sermón que le darían en casa al llegar: con la ropa complemente húmeda,  como desgarrada por “Copito”, el cabello todo enmarañado al esconder en unos arbusto los cuales no duraron mucho de escondite cuando sus amigas abejas lo encontraron para sumarse junto con el perro a perseguirlo por todo el parque.

 

—Espero que para la próxima vez Aomine, pienses mejor tener a la mano tu objeto de la suerte —dijo Midorima serio dejando a todos con varias gotas detrás de su cabeza.

 

—Ahora comprendes porque me alejo de los perros, pero no negare que fue divertido verte correr como si no hubiera mañana —hablo Taiga mostrando el resultado deplorable que estaba su amigo, Kuroko solo negó con la cabeza.

 

— ¡Cállate Bakagami! —grito frustrado Aomine, observando de reojo que Kise solo miraba fijamente a una pareja dándose cariñitos no lejos de donde estaban para soltar un gran suspiro.

 

—Y a todo eso que era lo que iban a decirnos Kise-kun y Aomine-kun —dijo Kuroko centrando toda  la atención en Kise ya que pronto todos iban a tomar sus respectivos caminos a su hogar.

 

—nada Kurocchi—dijo desanimado Kise para esperar el tren, dejando a todos preocupados pero  se sorprendieron al ver que Aomine dio varias paso para acercarse al rubio rodearle de la cintura y plantarle un apasionado beso a un sorprendido Ryota.

—Que Kise y yo llevamos un tiempo saliendo —hablo Aomine escuchando la risa del menor que solo se aferro a su cuello.

 

—pero eso no es nada nuevo minechin y Kise-chin desde hace mucho todos nos habían dado cuenta, digamos que no son nada discretos  —contesto el jugador de Yosen, al escucharlo Kise estaba completamente ruborizado.

 

—Haces llorar a Kise y te las arranco y nunca me vuelvas a esconder algo acerca de Ryota —hablo Akashi dejando a todos plasmados por la tranquilidad que lo había hecho para que el grupo se despidieran para ir directo a su casa, Aomine solo asintió sintiendo muy en el fondo de su ser que ese día no había sido precisamente el destino que le jugo chueco sino que había mano de un emperador furioso por haber corrompido la inocencia de uno de sus hijos.

 

—Viste no fue tan difícil Aominecchi —hablo emocionado Kise para que su pareja lo llevara hasta la puerta de su hogar el otro solo asintió olvidándose de lo último que estaba pensando no podía ser que su antiguo capitán tuviera esa clase de castigos ¿Verdad?

 

 

 

EN OTRO LUGAR

 

Akashi estaba en su limosina revisando algunas cosas de su trabajo cuando la puerta de su auto fue abierta entrando una joven  con una sonrisa enigmática vestida completamente de negro.

 

—Aquí tiene el video que nos solicito Akashi-sama, como informa que todo lo que nos solicito fue completado.   Espero que sus deseos hayan sido conforme a los que nos solicito —dijo una joven entregando el objeto a un su jefe que solo asintió.    

 

—Magnifico Lisa, todo fue como lo solicite —dijo Akashi para entregarle una maleta que la joven tomo colocando una risa completamente feliz, el otro solo negó por lo particular que era su amiga.

 

—Es un honor poder servirle Akashi, a todo eso también me divertí mucho al hacerle esas pequeñas travesuras a Aomine —dijo la joven para abrir la maleta para que sus ojos se iluminaran por las bellas fotos de un Kise con varios disfraces colocados encima.

 

—Espero que este sea una lección para que otra vez Aomine no intente esconderme nada en el futuro —dijo el emperador enviando un mensaje desde su celular para ver que su amiga solo asintió.

 

—Bueno dime emperador ¿Cómo deseas tu tigre al carbón o a la plancha? —pregunto inocentemente  Lisa sacando unas fotos de Kagami muy abrazado de Kuroko.  Porque ella era la encargada de proteger y vigilar los preciosos tesoros de su amigo como de paso divertirse al estropearles algunas citas alguno de ellos.

 

FIN

Notas finales:

Espero que te haya gustado nwn


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