Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El Usurpador por Reilaa_

[Reviews - 68]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Ahá, si. Volví, y con un nuevo fic. Si, ya lo se, es HoHyun. JongHo. MinBling, como le llamen ustedes.

Si, se que no hay muchos fanfics HoHyun por aquí pero NECESITABA hacer esto, porque el HoHyun es delicioso y merece muchos fanfics y oneshots.

En fin, espero que les agrade este nuevo proyecto... *miedo, miedo*(?)

A leer!~

- ¡Jjong, ya quita esa cara! Ya esta, no pasó nada. - Decía el menor de los dos jovenes que se encontraban en ese cuarto, uno temblando de miedo porque había visto una araña y el otro tratando de calmarlo.

- Minho, no me jodas. ¿Viste el tamaño de esa araña? Si no la veía yo quizá ahora estariamos muertos. - Insistió el más bajo, aferrandose a la camiseta de su marido.

- Era solo una arañita, ya se fue. - Susurró, acariciando con lentitud la cintura del mayor mientras inclinaba su cabeza y comenzaba a dejar suaves y lentos besos sobre la piel bronceada que tanto le gustaba.

- Minho, ahora no... - Jonghyun trató de negarse, pero cada vez que sentía los labios de Minho sobre su piel, su cordura se iba muy lejos y él quedaba allí, como una marioneta que se dejaba guiar por el menor.

- Aún no comprendo por qué de repente te asustan las arañas. - Murmuró el menor de ambos mientras sus manos descendian por los muslos del contrario.

Ante esto, Jonghyun se puso totalmente tenso. ¡Claro! ¿Como demonios iba a saber él que ''el otro Jonghyun'' no le tenía miedo a las arañas? A él le daban pánico. A lo largo de todo ese tiempo que llevaba viviendo con Minho, se había dado cuenta que entre él y Choi Jonghyun, habían demasiadas diferencias.

 

Por suerte, hasta la fecha había podido evadir cada pregunta de Minho con respuestas inteligentes que le dejaban con la boca cerrada de una sola vez. El menor solo le sonreía y asentía con la cabeza, para que luego todo volviese a la normalidad.

 

- Es... por un documental que... que vi hace tiempo. - Contestó como pudo, puesto que las grandes manos sobre su cuerpo y los abultados labios en su sensible piel lentamente le estaban volviendo loco.


Minho solo soltó una suave risa, antes de tomar al más bajito entre sus brazos y comenzar a caminar hacia la habitación, mientras Jonghyun solo se dejaba hacer, asumiendo que esa noche, tampoco podría dormir.

Pero tampoco le molestaba aquello.


~*~


Dejó la fotografia de nuevo en aquella libreta que solo él usaba. Guardó aquel objeto nuevamente en el cajón del escritorio, pero un par de minutos después ya se encontraba nuevamente con la fotografia en la mano, sonriendo levemente mientras la observaba.

En ella, estaban Minho y él. Aquella foto se la habían tomado por capricho del menor luego de haber hecho el amor la misma noche que Jonghyun había visto aquella araña. Minho estaba sentado frente al gran espejo que había en la habitación de la casa, tapado apenas con una sábana mientras Jonghyun se asomaba detrás de él, rodeando la cintura del menor con sus piernas y manteniendo sus manos en su pecho, quedando tapado casi en su totalidad por el cuerpo de Minho, a pesar de estar desnudo.

Las sonrisas de ambos eran de felicidad pura. Aquello había sido alrededor de dos o tres meses antes de que todo se fuera al mismisimo infierno, antes de que su vida se transformara en una pesadilla.

Jonghyun apretó fuertemente aquella fotografia tan preciada contra su pecho, sin poder evitar que un par de lagrimas se escaparan de sus ojos y resbalaran por sus mejillas. Hacía años que no veía a Minho y cada día le amaba y le extrañaba más que el anterior.

Recordó que una vez, hacía tiempo ya, le había visto en una de esas reuniones a las que le invitaban. Jonghyun era uno de los mejores abogados de Corea del Sur, por no decir el mejor de todos, aunque era poco conocido y solo trabajaba para ciertas personas. Más que nada, conocidos suyos.

~*~

Esa noche Jonghyun había ido a la fiesta con su amigo Taemin, un estudiante de leyes que estaba a punto de recibirse. A veces, le ayudaba cuando tenía que rendir un examen o hacer un trabajo. También, le enseñaba como debía actuar en los juicios y todas esas cosas. El menor estaba tan interesado en eso, que solo se quedaba callado mientras Jonghyun le explicaba todo basado en las experiencias que había vivido a lo largo de sus años como abogado.

Estaba sentado en una de las mesas mientras bebía un café con sus amigos de la universidad, todos abogados demasiado conocidos a comparación de él. Se notaba en sus caras de cansancio que no tenian descanso y vivían para su especialidad. Jonghyun no era así. El trabajaba, descansaba y tenía vida social. No mucha, pero allí estaba.

Y de repente, entre todas las voces, escuchó una en particular que le llamó la atención. Un escalofrió bajó por su columna vertebral cuando pudo reconocer aquella voz, e inmediatamente se giró para comprobar con sus propios ojos si aquello era real o nuevamente estaba alucinando.

Pero no... no estaba alucinando. Minho estaba ahí, a un par de metros de él, buscandolo entre la multitud. Mierda, podía ver su cara de desesperación mientras observaba a cada persona en aquella sala, y Jonghyun sabía, sabía que lo estaba buscando a él. Pero aún no tenía el valor de enfrentarlo, asique decidió huir como el cobarde que era.

Le dijo a Taemin que le dolía la cabeza y el menor, sin reprochar ni nada, simplemente le acompañó a la salida, con una suave sonrisa en sus labios mientras le preguntaba a su hyung si queria que lo acompañara a su casa. Jonghyun solo asintió y una vez dentro del taxi, recostó su cabeza en la ventana del auto y cerró los ojos, sin notar la mirada fija de Taemin en él.

Porque Taemin podría parecer muy ingenuo, pero no lo era. Él sabía el motivo por el cual Jonghyun ''repentinamente'' se había sentido mal. Era por aquella ex pareja de la que varias veces le había hablado, aquel hombre por el cual tantas lágrimas había derramado. Taemin no era tonto, y en cuanto notó que Minho había entrado en la sala, prefirió quedarse callado y observar atentamente las reacciones de ambos.

Minho estaba desesperado por encontrar a Jonghyun, y éste se había transformado en una gelatina humana de tanto que temblaba una vez que descubrió al alto en la sala.

Aquella noche Jonghyun se quedó solo en su departamento, recostado en su cama, pensando. Su mirada estaba fija en el techo, cuando de repente su vista comenzó a nublarse y varias lágrimas comenzaron a caer de sus ojos. Nuevamente estaba llorando por Minho y aunque se jurara mil veces que sería la última vez, sabía que no iba a ser así. Porque Jonghyun solo dejaría de llorar el día que tuviera a Minho de nuevo a su lado, como antes.

 

~*~

  

Pasó meses enteros buscandolo. No había rastros de él por ningun lado y Minho comenzaba a desesperarse. ¿Como demonios había hecho Jonghyun para desaparecer de un día para el otro? ¿Acaso se lo había tragado la tierra?

Cuando llegó a esa reunión llena de abogados, lo que menos imaginó era que iba a encontrarlo allí. Había ido con una muy pequeña esperanza dentro de su pecho, quizá Jonghyun estaba ahí, quizá la vida por fin les reuniría de nuevo.

Al entrar en la sala lo primero que hizo luego de saludar respetuosamente a todas las personas que se le habían acercado, fue observar a cada maldita persona presente allí. Pero no, nada. No estaba, y el corazón de Minho dolía con cada latido, puesto que la pequeña esperanza que tenía dentro de él, se estaba consumiendo muy lentamente.

Y entonces, lo vió. Estaba mirandole fijamente, con sus perfectos labios entreabiertos y sus ojos un poco más abiertos de lo normal. Pudo notar el pánico en su mirada, y observó casi en shock como rapidamente le jalaba de la manga del saco a su acompañante, quien rápidamente le sonrió y dijo un par de palabras a las demás personas sentadas en esa mesa, para luego irse rapidamente de allí con Jonghyun.

Y mierda, él no podía seguirlos. Si no quería que Jinki le cortara la cabeza, tenía que quedarse allí, viendo como el amor de su vida nuevamente se escapaba de él.

Pasaron varios meses más, hasta que una tarde de invierno en la que se encontraba tranquilo en su casa mirando un partido de futbol, el teléfono sonó, haciendole sobresaltar y derramar un poco de café en su sueter blanco. Maldijo en voz baja y atendió, sin poder controlar el mal humor que se notaba en su tono de voz.

- ¿Quien es? - Preguntó, un tanto agresivo mientras aún sostenía la taza en sus manos y se levantaba del sofá para dirigirse a la cocina.

- ¿Minho? ¿Choi Minho? Soy Lee Taemin... y se donde puedes encontrar a Jonghyun. - La taza cayó de su mano, estrellándose en el suelo con un fuerte ruido. De repente todo su cuerpo temblaba y aquella esperanza que había desaparecido en su pecho, estaba más viva que nunca.

Poco le importó que su taza favorita estuviera echa pedazos en el suelo, poco le importó lastimarse la planta de los pies con los pequeños fragmentos de aquello que era una taza. Porque si podía ver a Jonghyun aunque sea de lejos, para Minho, no importaba nada más.


~*~

 

El teléfono sonó, y Jonghyun atendió, un tanto sobresaltado puesto que se había perdido en sus pensamientos una vez más en aquella tarde de invierno. Un suave ''¿Si?'' salió de su garganta mientras guardaba con rapidez la libreta en aquel cajón que cerraba con llave, mientras su secretaria le explicaba que había un hombre que deseaba hablar con él.

- Por favor, dime como se llama. Se que tengo una reunión arreglada para hoy pero nisiquiera se con quien. - Dijo, mientras tecleaba rapidamente un nuevo documento en la computadora portatil y sostenía el teléfono entre su mejilla y su hombro.

- Dice que su apellido es Choi. - Y allí, Jonghyun mantuvo demasiado tiempo apretada la letra H, notando tiempo después que el escrito decía algo como ''Debido a este echhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh...'' y así, H por toda la hoja.

- ¿C-Choi? - No pudo evitar tartamudear un poco. Se había puesto totalmente tenso y estaba seguro que hasta sus cuerdas vocales habían entrado en shock. - Dime su nombre.

Los pocos segundos que esperó, se hicieron eternos. Bien, él no había tenido el valor suficiente para buscar a Minho, pero evidentemente él si le había buscado. Y le había encontrado. Y mierda, estaba más nervioso que el día que lo conoció, de aquella forma tan particular.

- Minho, señor. Choi Minho es su nombre. ¿Lo dejo pasar? - En ese momento, Jonghyun no supo que demonios contestar. Tenía ganas de decir que si, que pasara, que necesitaba verlo y abrazarlo y sentirlo, para saber que todo aquello tan hermoso que había vivido junto a ese hombre, era real. Pero por otro lado, solo quería saltar por la ventana de aquel decimo piso y acabar con todo ese dolor que sentía desde hacía tiempo.

- ¿Señor, se encuentra bien? - ¿Bien? ¿Como se suponía que iba a estar bien si tenía a la persona que más había amado en su vida tan cerca? Jonghyun se sentía como un imbecil, lo único que hacía era balbucear y no podía dar una respuesta concreta.

Porque Jonghyun no sabía que hacer.

La razón y el corazón le estaban jugando una muy mala pasada.

Todos aquellos años huyendo de Minho, le demostraron que la razón a veces era más fuerte que el amor.

Pero ahora, Jonghyun dudaba seriamente si nuevamente huir de Minho, o enfrentarle de una vez por todas y acabar con aquella pesadilla.

O mejor aún, comenzar un nuevo sueño a su lado.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).