El timbre de la escuela anunciaba el fin de las clases… todos los alumnos empezaron a guardar sus cosas, platicaban, reían y bromeaban entre ellos…
-Kinugawa…- murmuró el profesor
-¿Si sensei..?- preguntó tímidamente el chico peliazul
-Tienes que quedarte un momento, debo hablar contigo de algo importante…-
-E… esta bien…- su sensei Yufuin En lo ponía sumamente nervioso, desde que comenzó el semestre su imagen lo había impresionado demasiado, sus hermosos ojos azules, su cabello castaño que le llegaba a sus hombros y su hermoso y sensual cuerpo al que amoldaba su traje a la perfección… simplemente no pudo evitar enamorarse de él, pero sabía que era una relación prohibida, los matarían, los alumnos tenían prohibido relacionarse de otra forma con los profesores, pero por él… por él estaba dispuesto a hacer cualquier cosa…
Los alumnos dejaron vacío el salón de clases, solo estaban él y su sensei… Atsushi no pudo sentirse muy incómodo ante la situación… estar con él a solas era una de sus más grandes fantasías… sin embargo sabía que debía de aterrizar de esos locos sueños…
Yufuin caminaba de un lado a otro, se veía inquieto y algo molesto, lo cual empezó a preocupar a Atsushi…
-S… sensei…- se atrevió a hablar el peliazul
En se detuvo y volteó a verlo… -¿Está usted bien?...- preguntó el muchacho algo sonrojado
Yufuin se acercó y pateó una de las sillas que estaban junto a Atsushi, lo asustó y lo acorraló en la silla en la que estaba sentado, lo tomó de su cabello y lo jaló hacia atrás… -¿Y todavía lo preguntas?- se acercó a su lóbulo para morderlo y lamerlo…
-Agggh- gimió Atsushi mezcla del dolor y de haber sentido la lengua de En -S..sensei… ¿Qué hace?-
Tomó su rostro entre sus manos y lo besó… Atsushi abrió los ojos sorprendido ante lo que estaba pasando… “¡¡Mi sensei me está besando!!!” era su único pensamiento… el castaño le daba pequeñas mordidas, Atsushi sentía que no podía respirar y abrió la boca, momento en el cual el sensei aprovechó para meter su lengua y saborear a su pequeño alumno… el peliazul sentía que estaba en el cielo, tomó los brazos de En y se aferró a ellos mientras le correspondía el pasional y hermoso acto de éste… cuando se separaron, un hilillo de saliva los unía, Atsushi estaba mareado y totalmente sonrojado… -¿S..Se...Sensei?- pronunció
-No temas pequeño…- murmuró En a milimetros de sus labios -Ahora eres solo mío…- sacó un trapo de su bolsillo y lo puso en la nariz del peliazul…
Atsushi solo vio oscuridad y sus ojos comenzaron a cerrarse lentamente….
Al despertar el peliazul vio como las cortinas del salon estaban cerradas y ya era muy tarde, con la mirada busco a su Sensei pero no pudo ver nada, decepcionado y algo triste se levantó aún un mareado y fue hacia la puerta; grande es su sorpresa al encontrarse que estaba cerrada con llave
-*Diablos me quede en la escuela* -penso algo preocupado
-¿A dónde vas mi pequeña colegiala? -escucho la voz de su Sensei atrás
Atsushi volteo y no pudo evitar sonrojarse al encontrarse a su Profesor vestido solo con un Boxer negro y su camisa, y en su mano derecha traía un látigo y unas esposas; con miedo el menor se pegó a la pared y preguntó:
-¿Co..colegiala? Sensei ¿Po..porque no trae su ropa?-decía con un sonrojo adornando sus mejillas
-Oh mi sexy colegiala ¿aun no lo sabes? -dice el castaño con una pervertida sonrisa -ve el espejo que está en la pared-
Atsushi va hacia el espejo y se asombra de lo que ve, tenía una falda corta de hecho demasiado corta que dejaba ver su trasero, tambien traia una blusa que dejaba ver su ombligo y estaban los primeros tres botones abiertos dejando ver un sostén color verde, y en su cabello se veia dos lindas coletitas gracias a la peluca que le había puesto... en sus piernas, unas medias que le llegaban a la rodilla junto con unos zapatos con tacón cerrados , con mucha pena agarraba su falda y trataba de bajarla con una mano mientras que con la otra tapaba su pecho.
-¿Acaso no te gustó como te vestí pequeña?- se acercaba Yufuin lentamente
-S.. sensei… por favor…- el peliazul tenía el rostro agachado porque moría de la vergüenza al estar así… se sentía indefenso, agitado y porque negarlo.. también excitado al tener a su sensei viéndolo así con tan poca ropa…
Yufuin lo tomó de su cintura y lo acorraló en la pared, con una mano tomó ambas muñecas del peliazul y las colocó por encima de su cabeza… -No sabes cuanto deseé tenerte así… tan indefenso, tan frágil… tan mío…- susurraba en el oído del menor provocando escalofríos que comenzaban a reflejarse en su miembro…
-S...sensei -susurro el menor bajando la cabeza-
El castaño empezó a acariciar el miembro del peliazul provocando un gemido por parte del menor, sus mejillas estaban completamente rojas y su respiración era entrecortada
-¿Te gusta lo que te estoy haciendo pequeña? -el castaño le susurraba al oído mientras lamia sensualmente su cuello
Atsushi no contestaba por el placer que estaba sintiendo y solo se limitaba a dar pequeños gemidos
-Con que... ¿no quieres responder? muy bien tendré que castigarte -el castaño jalo al peliazul por su cabello y lo puso contra el escritorio, tomó las esposas y se las colocó… En sentía su miembro punzar de dolor por la erección que se le había formado, se bajó su bóxer y comenzó a restregarse en el trasero del peliazul… podía sentirlo, su miembro estaba caliente y líquido pre seminal comenzaba a escurrir en la punta… -Aghhhh Mhhh…- gemía el peliazul
En acariciaba sus nalgas con lujuria y deseo mientras seguía frotándose en Atsushi… -Oh si pequeña… déjame escucharte…- dijo entre gemidos Yufuin
-S...sensei…- gemía
Le dio una nalgada que dejó una marca roja en la piel -Aaah!- gritó el peliazul
-Eso es por ser un niño malo…-
Otra nalgada acompañada de un jalón en su cabello… deslizó su mano hacia la entrepierna del peliazul y comenzó a tocarlo nuevamente… apretaba su miembro… deslizaba su mano de arriba hacia abajo… -Llámame En chan pequeña… quiero que grites mi nombre cuando te lo meta duro…- susurró en su oído, su aliento era cálido y hacía estremecer a Atsushi…
-E… En chan… por favor…-
-¿Por favor qué?-susurro En volteando al peliazul y dándole una cachetada
Atsushi se sorprende por la cachetada pero voltea a ver a su Sensei con una mirada llena de deseo, alza sus brazos y abraza el cuello del castaño dándole un beso apasionado, sus lenguas se entrelazaban dejando hilos de saliva cada vez que se separaban, En mordía los labios del menor, acariciaba su piel por debajo de la blusa y llegó al sostén… metió su mano por debajo y comenzó a acariciar los pezones del menor… -Aaaah… En chan…- gimió Atsushi
-¿Te gusta verdad?- preguntó En a la vez que apretaba los pequeños botones
-S… Si…- gimió el peliazul completamente excitado
De un tirón le quitó la blusa y el sostén... Quería ver su torso totalmente desnudo.. la idea de verlo así.. Doblegado, sonrojado y totalmente a su merced lo hacían quemarse en deseos de poseerlo… -Estúpido niño…- murmuró En mientras frotaba su miembro con el de Atsushi solo para torturarlo… -¿Ya te diste cuenta lo duro que me pones? ¿No crees que mereces todavía un castigo mejor?- su mirada era totalmente lasciva y pervertida… la mano de En se dirigió al cajón del escritorio donde estaban recargados y sacó un objeto…
-E… En chan… Por favor…- gemía Atsushi
-Oh no te preocupes, esto apenas empieza…- susurró en su oído… Atsushi sintió algo extraño en su entrada, dolía, dolía terriblemente…
-Agghh… ¿Q… qué es eso?- se retorcía del placer y el dolor que sentía
Yufuin seguía frotando su miembro contra el de él… Atsushi bajó su mirada y observó como pervertidamente En chan le insertaba un consolador, lo movía en círculos, se sentía frío, resbaloso, lo intentaba meter poco a poco para poder preparar a su alumno para lo que estaba por venir…
-Aaah… no… por favor.. Me duele..- se quejó
-¡Cállate!- En lo volvió a abofetear haciendo que el menor en vez de enojarse, se excitara todavía más, esa faceta de hombre rudo y sexy de su sensei lo volvía loco, sabía que era algo enfermizo, pero sentirse dominado por él era completamente placentero y sensual
En seguía moviendo el consolador, y con la otra mano comenzó a masturbar el miembro de Atsushi… -Aaaaah Ghhhh- sus gemidos se podían escuchar por todo el salón
-Me… me voy a…- Atsushi decía
Yufuin se detuvo, sacó el consolador y le dijo… -Oh no, no lo harás sin que yo sea el que te la meta..-
De una estocada metió todo su miembro en el peliazul, se retorció por la sensación.. su entrada estaba ya bastante dilatada por la ayuda del consolador, aún así no era lo mismo, ahora se sentía caliente, suave, era hermoso sentir que era por completo de su sensei…
Comenzó a embestirlo lentamente mientras que lo mordía en su pecho y sus pezones, lo marcaba con sus dientes, quería que esa tersa y blanca piel llevara su esencia, su huella.. nadie más que él tendría a ese niño…
-E… En chan…- gemía
-Atsushi…- se acercó a besarlo, sus lenguas jugaban y formaban hilillos de saliva entre ellos, se mordían, se chupaban, el éxtasis era demasiado en ese momento…
-At chan…- gimió el castaño
-Mhhh Aghhh- esos gemidos que provenían del menor lo excitaban todavía más.
-Masturbate…- rogó Yufuin -Por favor, quiero verte…-
Atsushi apenas tenía fuerza para sostenerse por las embestidas que sentía… pero temblando, alcanzó su miembro y lo empezó a acariciar… primero torpemente y luego con muchas más fuerza… conforme aumentaban las embestidas era más fuerte el como jalaba su pene.
-Aaaaah!!! En chan!!!...-
-Atsushi!!!-
No lo soportó más y se aferró a la espalda de su sensei… enterró sus uñas y lo acercó mucho más a su cuerpo, quería sentirlo completamente dentro de él… -Aaaaaahhh!!!- gritó el peliazul y su semilla salió disparada bañando el torso de ambos…- arañó la espalda se En y este a su vez dió un par de estocadas más para terminar derramando su semen dentro del pequeño…
Estaba agitados, sus corazones latían a mil por hora, se separaron un poco y se miraron fijamente a los ojos…
-Sensei…-
El castaño subió una de sus manos hasta la nuca de Atsushi, lo tomó y lo volvió a besar…
-Estúpido niño, ¿ves lo que provocas el que te ame tanto?- el peliazul se sonrojó y abrazó a Yufuin.
Cuando salió de él soltó un pequeño gemido, En subió sus pantalones y sacó una toalla de su bolsa, pensaba limpiar a Atsushi para después llevarlo a su casa…
Se acercó al chico que yacía aún acostado en el escritorio… -Sensei espere…-
-¿Qué pasa?-
-Quiero que usted sea el que me limpie…- dijo Atsushi
-Eso es lo que haré….- contestó el castaño
-No…- se sonrojó el menor -Me refería a usted y… su lengua…- el tono de su voz era tan seductor, tan lindo, tan irresistible…
En sonrió… -Eres un niño pervertido At chan…- se acercó de nuevo y tomó sus piernas para ponerlas sobre sus hombros -...así que si eso es lo que quieres…- se acercó a su entrada..
Atsushi solo se retorció al sentir la lengua de Yufuin entrar… la movía en círculos, la insertaba y sacaba de una forma en la que pequeñas descargas recorrían el cuerpo del menor, En lo limpiaba con sumo cuidado disfrutando el momento lenta y placenteramente…
-Aaaah… En chan por favor no pares…- suplicó y con sus manos tomó la cabeza del castaño insertando sus dedos entre su cabello, Yufuin comenzó a subir lentamente y llegó al miembro, comenzó a lamerlo de abajo hacia arriba, lo mordía, lo chupaba y de pronto lo metió por completo en su boca...Atsushi simplemente sentía que moría, la boca de En era cálida, estrechaba su pene de una manera deliciosa… Yufuin subía y bajaba… -Aaahhh!! En chan… Y...Yo.. me... - un chorro de semen salió disparado y el castaño lo bebió todo, lamiendo la punta que estaba punzando de dolor y placer.
Con su mano limpió el resto que había salido y tomó a Atsushi entre sus brazos
-Sensei…-
-Dime…-
-Lo amo…- el peliazul estaba completamente exhausto, se aferró al castaño y una somnolencia comenzaba a invadirlo…
-Maldito niño…- susurró En mientras lo cargaba…- Yo también te amo…- lo besó en su cabello
El castaño se levantó y se vistió, para luego cargar al menor y taparlo con el saco de su traje, salió de la escuela cargando al peliazul junto con sus cosas y lo metió a su coche, condujo hasta llegar a su casa y entrando con el menor en brazos lo llevó hasta su cuarto y lo metió a su cama, sonrió al ver la ternura que le provocaba , se desnudó y se metió a la cama junto con el menor abrazándolo y besandole su frente.
-Niño ahora seras mio por siempre- susurro y se quedo dormido esperando un nuevo dia junto con aquel mocoso que le habia robado el corazon.