PV Kōki y Seijūrō
Furihata Kōki era un chico normal, le gustaba leer, estudiar, jugar básquet con sus amigos, navegar en internet y las películas. Era buen hijo, buen amigo pero tenía un secreto. Un secreto que únicamente su familia sabía y trataban de guardarlo...
Kōki podía ver los hilos rojos del destino, a excepción del suyo.
"Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper."
En el pasado, sin querer había dejado saberlo a una amiga de la primaria. La chica había abusado de ello, hirió a mucha gente en el camino y jamás volvió a contarlo. Ahora le gustaba observar como sus amigos se unían a la persona de su destino. Le gustaba apoyarlos cuando era un amor correspondido, pero sino se desanima por completo. Sabía que esa persona iba a sufrir tarde o temprano.
Cuando estaba en su último año de secundaria se había enamorado de una chica, su compañera de clases. Ella le dijo que fuera mejor en algo y aceptaba salir con él. Pero ni podía ver su hilo, y el de ella estaba en café. Pasaron los meses y entró a Seirin, cuando la volvió a ver ella ya tenía su hilo rojo pero él no. El hilo estaba atado al meñique de su mejor amigo, eso le rompió el corazón y juró jamás enamorarse.
Actualmente estaban en la Winter Cup, la final se llevaría acabó entre Rakuzan y Seirin. Sabía que lo volvería a ver, el chico que más miedo le daba. La primera vez que lo vio, Akashi Seijūrō había atacado a su amigo Kagami Taiga con unas tijeras. Gracias a que Kagami-kun había esquivado el ataque se había librado de perder su ojo. Él había quedado traumado con esos ojos de color, cada noche tenía pesadillas desde ese incidente.
Cuando Rakuzan llego a las canchas, sentió el poder abrumador y el mismo miedo que había sentido antes; lo peor de todo que se vio forzado a que enfrentar a Akashi Seijūrō, al terminar se sentía fatal, no había logrado hacer nada. Se dio cuenta de su mediocridad y eso lo desánimo a pesar de que equipo ganará.
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Seijūrō tras perder se metió al baño, no sabía que hacer. Con que cara miraría a su padre ahora, aunque él nunca se dio cuenta del cambio con el otro Akashi ¿Qué le diría? El cambio de sus ojos era notorios ¿En realidad su padre nunca se dio de que no era él, con quien vivió los últimos años? Tenía que enfrentarlo y decirle la verdad. Pero desde que su madre murió nunca volvió a ser el mismo. De repente se escucharon pasos y corrió a un cubículo.
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Todo su equipo estaba celebrando, Kōki se hizo aún lado y fue al baño. Lavó sus cara y no pudo evitar llorar —No sirvo para nada, no pude hacer nada frente Akashi-kun— se recriminaba mientras tenía mantenía sus ojos cerrados y golpeaba con su puño al lavabo.
—¿No sirves para nada.?— dijo una voz ahogada del llanto.
Kōki volteo y allí estaba Akashi Seijūrō saliendo de un cubículo.
—Enfrentaste al otro y aun así anotaste.
Kōki no entendió lo que dijo. —¿El otro? No entiendo, Akashi-kun— dijo mientras tras limpiaba sus lágrimas.
—¿Sabes quién soy?— preguntó el pelirrojo aproximándose al castaño.
—Sí. Akashi Seijūrō... Capitán de Rakuzan, ex—capitán de Teiko y...— Seijūrō esperó a que dijera "Heredero de Akashi Corp" — Miembro de la generación de los milagros.
—Sonrió ante eso —No, me refiero al Akashi Seijūrō.
Kōki se confundió. Vio fijamente al pelirrojo, se quedó en shock al notar el color de sus ojos... ambos eran rojos, ya no eran rojo y dorado. Este Akashi Seijūrō no tenía el aura de miedo que generaba, sino una de seguridad y buena persona. —¿Usted no trae tijeras?
Seijūrō se confundió por la pregunta ¿Tijeras? —No, ¿por qué debería traer tijeras?
Kōki sonrió y negó con la cabeza —Nada, sino lo recuerda es mejor.
Seijūrō estaba confundido ¿por qué esa pregunta? ¿Acaso ellos ya se había conocido e involucraba unas tijeras? —No, ahora me tienes que decir.
Kōki se puso a temblar tras ese tono y esa mirada que recibía por parte del pelirrojo. — A...al inició de la Win.. Winter Cup su otro yo, me iba a atacar a mi... pero Kagami-kun llegó y se abalanzó contra él. Haciéndole un corte debajo de su ojo izquierdo con unas tijeras de Midorima-kun.
Seijūrō notó cómo el chico se había puesto a temblar, parecía un chihuahua que estaba a punto de ser devorado y esa idea le gusto. Sonrió y camino lentamente hacia el castaño, quien a su vez retrocedía poco a poco hasta que chocó contra la pared —Siento eso, realmente no lo recuerdo. Pero yo no soy él. ¿No me tienes miedo, verdad?
Kōki no tenía escapatoria. Akashi Seijūrō lo había acorralado, y su mirada no se apartaba de él. —No.... No le tengo miedo, Akashi-kun— respondió y Seijūrō sonrió. Esa sonrisa provocó que los latidos del su corazón aumentarán y que sus mejillas se calentarán,. Por lo que desvío su mirada para no ver al pelirrojo.
Seijūrō vio como el castaño se sonrojo y desvío su mirada. Eso le gusto. Su propio corazón elevó su ritmo cardíaco, le gustaba lo adorable que el chico se veía. Se aproximó aún más al castaño, este temblaba visiblemente. —Mirarme— dijo y el castaño negó con su cabeza. —Mirarme, Kōki— dijo dulcemente.
Kōki se sonrojo aún más de lo que ya estaba, y volvió a negar. Seijūrō coloco una mano en la pared y con la otra tocó la mejilla de Kōki y hizo que lo mirara. Su corazón se aceleró al ver esa mirada sumisa y sonrojada. —No me tengas miedo, Kōki. No te haré daño.— dijo de forma calmada.
Kōki sentía que su corazón iba a salir por su boca, sólo pudo asentir. Akashi-kun estaba muy cerca de él, veía sus hermosos ojos rojos. Sin querer enfocó su mirada a sus labios, e inconsciente lamio sus propios labios.
Seijūrō encontraba fascinante esa mirada y ese sonrojó en Kōki. Notó la mirada de Kōki sobre él y luego que lamió sus labios. Esos labios rojos de Kōki eran llamativos, quiera tocarlos. Paso su dedo gordo sobre el labio inferior del castaño.
Kōki entre abrió sus labios al sentir el toque. Sentía más calientes sus mejillas y su corazón latía más rápido. —¿Qué es esto?— pensó bastante confundido.
Seijūrō por primera vez en su vida quería besar a una persona. Y si lo quería, lo haría. Con ambas manos tocó las mejillas del castaño y ladeó su cara. Se acercó a él y sus labios hicieron contacto con los de Kōki. Se sentían suaves y esponjosos, empezó a mover los propios, pero los de Kōki no se movían así qué mordisqueó el labio inferior, haciendo que Kōki abriera sus labios y comenzará a mover los.
La mente de Kōki era un caos, ese era su primer beso. Los labios de Akashi se movían pero los suyos no, él no había que hacer hasta que su labio fue mordido y trató de imitar al capitán de Rakuzan.
Por falta de aire se separaron, Kōki instintivamente se llevó sus manos a sus labios. —¿Por qué?
—No lo sé— respondió —Es la primera vez que hago esto— confesó Seijūrō mientras se sonrojaba.
Kōki notó el sonrojo de Akashi —La mía también— murmuró aún más sonrojado.
Por alguna razón desconocida Seijūrō se sintió feliz por esa declaración. Para ambos fue su primer beso. —Kōki. Tú... — fue interrumpido por gritos cercanos 'Sei—chan' 'Akashi' 'Furi' 'Furihata'. —Creó que nos buscan, Kōki. Será mejor que vayamos.
Estaban por salir del baño cuando Seijūrō le robo un beso rápido en los labios —Nos vemos, Kōki—. Seijūrō salió del baño y fue al encuentro con compañeros.
La mente de Kōki estaba en las nubes, tanto que no escuchó a Kuroko Tetsuya cuando lo llamaba -kun... Furihata-kun— gritó el peli celeste.
—¿Qué pasa?— preguntó aun sonrojado y tocando sus labios. Aún sentía el contacto con los labios de Akashi.
—Eso es lo que quiero saber ¿Qué pasa?— pregunto Kuroko-kun. Quien veía aún sonrojado Furihata y se seguía tocando sus labios.
Kōki negó —N..Nada.
Obviamente Kuroko no le creyó. —No importa, Vamos. Iremos a casa de Kagami-kun a celebrar.— dijo y luego arrastró a un Kōki en las nubes.
Todo mundo le preguntaba que adonde había estado metido, se encerraron en los vestidores para cambiarse. Cuando terminaron, salieron del vestidor y a la vuelta se toparon con Rakuzan que iba también de salida.
Todos se tensaron pero Akashi se despidió —Luego te marco, Kuroko—luego miró al castaño y sonrió — Nos vemos, Kōki.
Todos los presentes se quedaron en shock tras eso. Kōki se sonrojo y respondió un leve —Adiós, Akashi-kun.
Nadie en ese momento hizo preguntas, pero una vez que llegaron a casa de Kagami-kun se desató el caos. ¿Qué fue eso?¿Qué paso entre ustedes?¿Estabas con él? Entre otras preguntas. —No sucedió nada.. Nos encontramos cuando salíamos de baño, eso fue todo— dijo algo sonrojado.
No creyeron en sus palabras ya que el sonrojo y el pequeño temblor no paraban.
Kuroko no despegaba la vista de él. Se sentía observado por todos, sería una larga celebración.
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Con Seijūrō las cosas iban regular, hasta que Mibuchi Reo no aguantó las dudas y término preguntando. — ¿Qué demonios fue eso, Sei-chan?
— ¿Qué es 'eso'?— preguntó indiferente.
—Digo lo del chihuahua-chaaa...— se quedó callado, Seijūrō lo había intimidado con esa mirada.
—No lo llames así, es Furihata Kōki.— dijo en advertencia.
Reo asintió, a pesar de que ya no era el otro Sei-chan seguí siendo feroz . Este Sei—chan sonreía abiertamente, y seguía dando órdenes no se sentía que tú vida dependía de una palabra o acción. —Está bien. ¿Qué paso con Furihata-kun?— preguntó con curiosidad, los demás prestaban atención a lo que diría el emperador.
—hmm.... Nada paso— dijo sonriendo y mordió su labio inferior.
Reo quedó anonadado, jamás había visto a Akashi Seijūrō así. Algo debió haber sucedido con Furihata-kun. Algo que dio ese brillo a su mirada.
—heee de eso no estoy seguro, pero haz lo que quieras— dijo Reo despreocupado.
—Eso voy hacer. Por ahora quiero dormir— Se despidió de todos y se fue a habitación. Mañana saldrían a Kioto y sería un largo viaje. Se bañó y cambio, cuando se a recostó en la cama y recordó a Kōki.
Ese chico removió algo en él, ese sonrojo y esos labios, ¿Por qué Kōki se lamió los labios? eso fue lo que le hizo querer besarlo —acaricio sus labios— La sensación aún seguía, no sabía porque pero quería repetirlo.
Tomó su celular y mando un mensaje a la única persona que podría darle los datos que requería. —Kutoko envíame el número de Kōki.
Tetsuya: heee pero no creo que él quiera que se lo dé, Akashi-kun.
Akashi: Envía lo, y no me hagas repetirlo, Kuroko.
Tetsuya: Esta bien. Pero yo no se lo di. ####—###—###—###.
Seijūrō sonrió, ya tenía el número era hora de ponerse en contacto.
Escribió y reescribió el mensaje muchas veces, hasta que quedó satisfecho.
—Hola Kōki. Esperó te estés divirtiendo con tus compañeros. Sólo quería desear te una buena noche y dulces sueños.......yo soñare con tus dulces y delicados labios, y con el suave beso que nos dimos. Esa calidad y suavidad quiero que la recuerde—
Pulso enviar y esperó respuesta, pero nunca llegó, y fue vencido por el sueño.
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En Tokio un celular vibró dentro de un bolso, pero el dueño estaba profundamente dormido en el sillón y sobre yacía Niguo.