Prologo
Una camioneta negra se detuvo frente al centro de vacaciones de Japón, el lugar era amplio y poseía una playa y lago privado, cabañas aisladas y sitios de entretención, perfecto para un reencuentro entre viejos amigos. Aunque los nerviosismos estaban a flor de piel, ya que no estaban seguro de que todos asistieran, Youhei el encargado de esta gran reunión junto a su esposa.
No solos asistieran los ex miembros de Shohoku, también algunos de sus antiguos rivales, Youhei debía ser sincero, estaba muy entusiasmado de volver a ver a su amigo, el pelirrojo junto a Rukawa Vivian en América, ya que ambos eran jugadores muy reconocidos, solo había viajado una vez para el primer cumpleaños de su hijo mayor, después de eso fue imposible ya que nació su primer hijo, pero el pelirrojo lo mantenía al tanto del crecimiento de los niños, y se moría de ganas por verlo.
-¿Aquí pasaremos nuestras vacaciones?- La infantil voz de su hijo llamo su atención.
-Sí, ¿Te gusta? –Pregunto sonriendo
-Es genial, además es primera vez que pasaremos unas vacaciones todos juntos. – Menciono el menor con ojos brillantes
-Qué bueno que Naomi y ahome vienen o si no me aburriría. – No pudo evitar soltar una carcajada al escuchar el comentario de su hija.
-Vamos Akane, que tu primo también vendrá. – Haruko intervino, la pequeña de seis años frunció el ceño cruzándose de brazos.
-Hiroshi es mayor que yo, además lo único que sabe hacer es jugar con ese balón todo el día al igual que tay. – Agrego molesta apuntando a su hermano
-Oye el baloncesto es divertido. – Se defendió el niño.
-Lo que tú digas tay. – Respondió la menor con falsa simpatía
-Vamos chicos sin pelear, - Detuvo el peli negro ante que sus “angelitos” antes que comenzaran con la tercera guerra mundial.
-Sera mejor que vallamos a confirmar las reservaciones. – Comento Haruko observando su celular. – Mi hermano acaba de enviarme un mensaje que viene en camino y Ayako igual.
-Bueno en marcha. – Comento el hombre bajando de su camioneta y ayudando a sus hijos a bajar, un hombre alto los ayudo con las maletas.
-Mira tay una piscina gigante. – Akane corrió a ella seguida de su hermano.
-¡Niños no se acerquen a la orilla! – Grito su joven madre, a lo que ambos respondieron con un ¡SI!
La feliz pareja se acercó a la recepción para confirmar la reserva, luego de que todo el papeleo estaba listo, solo quedaba esperar.
-¿Crees que vendrán? – La pregunta de su esposa lo hizo suspirar.
-Hanamicho me aseguro que estarían aquí, el siempre cumple su palabra.
-Tienes razón, además. ..- La mujer no pudo terminar, por que vio como sus retoños comenzaban a lanzarse agua y a mojar todo a su alrededor. – ¡Akane Tay dejen de hacer eso! – Grito molesta acercándose a los dos revoltosos.
Youhei sonrió amaba a su mujer, y a sus dos hijo, su relación no fue sencilla al principio tenía miedo de que Hanamichi lo odiara, pero su amigo era tan ingenuo e inocente que lo perdono, no sin ante darle una paliza que jamás olvidaría.
Estaba feliz de que su amigo consiguiera alguien quien lo amara y a quien amar de igual forma como él. El nacimiento de sus hijos fue otra alegría, Tay el mayor con 8 años de cabello negro y piel blanca, ojos tan oscuros como la noche, amaba el basquetbol y su sueño era ser tan bueno como su amigo, se sorprendió gratamente cuando el niño se interesó en ese deporte y lo inscribió en un club deportivo, donde el entrenador le dijo que el pequeño tenia aptitudes.
Tay era de carácter pacífico, bromista y muy inteligente, se aprecia mucho a su madre en ese sentido, mientras que su princesita de 6 años era muy hermosa igual que su esposa, pero de carácter fuerte, tenas y firme, muchas veces sacaba de quicio a su hermano, impulsiva y algo agresiva.
-¡Akane no patees a tu hermano! – Sonrió de oreja a oreja al escuchar a Haruko regañar a la niña. – Igual a su padre. – Susurro, no podía negar que la pequeña tenía su carácter.
-¡Youhei ayúdame! – Inmediatamente fue en rescate de su mujer, que intentaba separar a sus hijos.
Luego de separar a los niños, donde Tay termino llorando y Akane en un rincón cruzada de brazos mientras fruncía el ceño, pudieron ordenas las cosas en su cabaña y decidir en cuales se quedarían sus amigos
Media hora después un lujoso deportivo se aparcó en el lugar, Haruko sonrió al reconocer el auto de su hermano, Akagi era un abogado reconocido el cual tenía su propio Bufet, mientras que Zora su esposa era una bailarina la cual tenía su propia academia de danza.
-¡Hermano! – Saluda la mujer sonriente, el mayor de los hermanos Akagi vivía en Tokio, por lo cual solo se veían en reuniones familiares o en los cumpleaños de sus hijos.
-Haruko que bueno verte. – Saludo el hombre, el ex capitán de Shohoku no había perdido su condición física seguía siendo el mismo hombre imponente que fue en la preparatoria.
-Akagi, Zora que bueno que llegan. – Comento Youhei, con alegría mientras se acercaba con su hijo entre sus brazos...
-A nosotros también nos das gusto verlos. – Respondió el mayor sonriendo al ver a su sobrino. – Pero mira nada más que grande estas Tay. – Elogio al niño mientras lo alzaba.
-Gracias tío, este año crecí mucho. – dijo orgulloso, Tay quería ser tan alto como Akagi,
-Tienes razón, - Zora se acercó al niño acariciando sus cabellos negros. – Nunca entenderé porque crecen tan rápido. – susurro la mujer sonriente.
-Hablando de eso, ¿dónde está Hiroshi? - Haruko pregunto extrañada de no ver a su sobrino.
Akagi suspiro. – No quiere bajar, está molesto porque quería ir a un campamento de verano. – Los adultos miraron al auto, donde Zora se acercaba para que el menor bajara a saludar.
-Hiro cariño, deja esa mala cara, - La mujer desabrocho el cinturón de su único hijo para que este bajar, con mala gana lo hizo. – Que esperas cariño saluda.
Hiroshi Akagi el único hijo del excapitán de Shohoku, era alto como su padre a pesar de solo tener 10 años representaba doce, contextura gruesa y piel oscura, era como Akagi en su juventud.
-Estas enorme Hiroshi. – Youhei se acercó con alegría, viendo al niño el cual no veía hace 6 meses. – Cuando te vea de nuevo serás más grande que yo. – Bromeo, sacándole una sonrisa al niño.
-Hola Tay. – Saludo el moreno a su primo, este le devolvió el saludo y ambos niños se fueron a una cancha para practicar tiros.
-¿Y Akane? – Akagi pregunto por su burbujeante sobrina.
-Está en un rincón molesta dudo que venga ya sabes como es.
-Si es como su padre. – Youhei rodo los ojos, mientras los demás reían.
-Veo que llegamos a tiempo. – La voz de Miyagi los hizo saltar del susto.
-Miyagi casi nos mata de un infarto. – Se quejó el moreno.
-Vamos Akagi no seas agua fiesta. – El recién llegado se acercó con su esposa e hijos
Ryota era entrenador de la selección juvenil de Japón, se había casado con Ayako luego de varios intentos por ser correspondido su sueño se hizo realidad. Ambos viven en una hermosa casa en Hokaido, Ayako es profesora en una escuela privada.
El hijo mayor de Ryota, Keishi nació el mismo día que Tay mito, ambos de ocho años, eran inseparables, El niño poseía un talento innato para el baloncesto, de contextura pequeña, cabello alborotado y un carácter fuerte como su madre.
Mientras que su hija era hermosa y encantadora, algo tímida pesar de tener solo 5 años era un prodigio en música, tocaba muy bien el piano y el violín, era audaz, Ryota siempre presumía que su niña era igual que él.
El ex jugador de Shohoku se acercó cargando a su niña, la cual dormía plácidamente, descansando su cabecita en su hombro. – Ryota, Ayaka ¿Cómo han estado? -Pregunto Haruko mientras se acercaba para ver a la niña.
-Bien, - Susurro el hombre, - Se quedó dormida durante el viaje. – Comento al ver como Haruko acariciaba a la niña.
-Esta grande. – Susurro la mujer
-¿No ha llegado nadie más? – Ayako pregunto cargando un bolso, mientras que su hijo caminaba junto a ella concentrado en su celular.
-No. – Fue la respuesta de los otros.
-¡Keishi deja eso y saluda! –Regaño la mujer. El niño guardo con pesar su teléfono y saludo a los adultos con una reverencia.
-¿Dónde está Hiroshi y Tay?
-Están en la cancha practicando tiros. – Los hombres vieron con alegría el brillo de entusiasmo del niño.- ¡Voy con ellos! – Y ante que alguien pudiera decirle algo el niño corrió rápidamente, demostrando que era hijo de uno de los mejores guardias centrales del país.
-Iré acostar a la niña. – Ayako tomo a la pequeña Ahome y junto a Haruko y Zora fueron a las cabañas.
Los tres hombres se acercaron a la cancha donde vieron a sus retoños jugar, el silencio los rodeos por unos momentos recordando aquellos tiempos donde la gloria llego a sus manos.
-Serán excelente jugadores. – Menciono el más alto, los otros dos hombres asintieron de acuerdo.
Luego de un rato comenzaron a llegar los demás invitados. Primero en llegar fue Hisashi Mitaui y Kogure, El primero era jugador de la selección Japonés y el segundo un reconocido medico con consulta propia.
Ambos tenían un pequeño de 9 años que era el vivo retrato de ex tirador de tres puntos, Makoto era muy listo y poseía todo lo que un jugador de baloncesto necesitaba, era inteligente y sacaba buenas calificaciones, su carácter era tranquilo como el de su padre Kogure.
Luego de ellos llego nada más que el excapitán de Kainan, Maki y su esposo Kiyota, acompañados de sus dos hijos, Maki era un importante inversionista, mientras que Kiyota jugaba en la seleccione Japón junto a Mitsui.
Tenían dos hijos una hermosa niña de 10 años, Naomi era cabello castaño y ojos grises, alta, inteligente y de carácter amable, además tenían un pequeño revoltoso de 8 años, Kirishima era escandaloso, como su joven padre, amaba el baloncesto y era el fans número uno de Rukawa para desgracia de Kiyota, por lo cual estaba emocionado de verlo en persona.
Luego llegaron Soichiro Jin y kenji fujima ambos empresarios importantes, el primero dueño de una constructora y el segundo accionista de una agencia de publicidad Londinense.
Con ellos venia su hijo Misaki de ocho años, mejor amigo de Kirishima, jugaba baloncesto en un club privado, con el hijo de Maki, de cabello castaño y contextura pequeña y una piel blanca como la nieve.
Por ultimo llego la ex estrella de Ryonan, ahora jugador en España, con su esposo Koshino, agente de publicidad, ambos tenían un par de gemelos, de cabello negro como Koshino y ojos azules como Sendoh.
Yuu y Kanade eran de carácter alegre y perezoso, pero excelentes jugadores a pesar de solo tener 9 años.
Cuando por fin estuvieron todos reunidos, las mujeres se encontraban paseando con las únicas 3 niñas del lugar, mientras que los mayores veían como sus hijos jugaban.
-Podríamos hacer un partido. – Todos quedaron mirando a sendoh con una ceja alzada al escuchar el comentario. - ¿Qué? , sería divertido jugar otra vez.
-Él tiene razón. – Apoyo Mitsui, con una sonrisa al ver como su retoño anotaba una canasta de tres puntos.
-No sería mala idea. – Comento Maki emocionado por volver a jugar, - Pero creo que también podríamos hacer un juego para los niños. – Todos sonrieron a la idea.
-Tienes razón, esos mocosos tiene mucho talento y energías. – Fujima menciono mientras le hacia una seña a su hijo para que marcara a Keichi
-Pero estamos pasando algo por alto. –Dijo Kogure llamado la atención de todos.
-¿Qué cosa? –Pregunto Mitsui con el ceño fruncido, observando a su esposo el cual rodo los ojos.
-¡Que nadie sabe contar! – Contesto algo alterado.
-Kogure tiene razón hay ocho niños. – Jim apunto a los niños y todos comenzaron a contar.
-Además para hacer un partido nosotros también nos faltan dos jugadores. – Koshino hablo observando a uno de sus gemelos pasar al hijo de Maki.
-Creo que no podremos hacer nada. – Kiyota se veía desilusionado.
-¡Yo creo que estamos justos! – Esa escandalosa voz irrumpió el lugar llamado la atención de todos incluyendo los niños, ahí frente a sus amigos y ex rivales, estaba nada menos que la parejita más revoltosa del baloncesto.
Hanamichi sakuragi ahora de dos metros, seguía con su mismo animo y carácter revoltoso, cuerpo bien formado, espalda ancha y ese llamativo cabello rojizo, su esposo Kaede rukawa el rey del hielo, seguía con esa mirada fría y piel pálida, igual que su compañero tenía un cuerpo de infarto.
Pero los afamados jugadores no estaban solos, eran acompañados de dos pequeños, de 9 y 7 años, el primero Takuya rukawa, poseedor de unos impresionantes ojos azules y cabello rojizo como su padre, piel pálida y mirada penetrante, mientras que el menor Touya Rukawa de cabello tan oscuro como la noche, hermosos ojos miel y un carácter burbujeante como su pelirrojo padre.
Los presentes sabían que la pareja tenían hijos pero nunca tuvieron la oportunidad de conocerlos en personas y eran la mezcla perfecta de sus padres.
-¿Qué no van a saludar? – Hanamichi pregunto con una sonrisa, sosteniendo a su hijo menor, quien miraba a todos curiosos, mientras sus otros dos amores miraban la escena apartados.
Los saludos no tardaron en llegar, abrazos bromas y uno que otro insulto, Rukawa cómo siempre solo respondió con monosílabos, mientras Takuya sonreí tímidamente, por otro lado Hanamichi y Touya saludaban como si nunca hubieran dejado Japón , el menor era igual de sociable que su padre.
-¡PAPÁ POR QUE NO ME DIJISTE QUE CONOCIAS A SAKURAGI-SAN! – Una voz infantil molesta llamo la atención de todos los adulto, el grupo de niños que ante jugaba estaba junto a los adultos observando con ilusión a los recién llegado.
Todos voltearon a ver el pequeño Misaki miraba a su padre molesto, ante que Fujima o Jin pudieran decir algo la escandalosa risa de Hanamichi inundo todo el lugar.
-Pero si es un mini Fujima. – Comento dejando a su hijo en el suelo, mientras se inclinaba a ver al pequeño castaño, el niño le sonrió, saludándolo educadamente, el pelirrojo comenzó a observar la habitación, deteniéndose en cada niño.
-¡un mino gorila! – Susurro al ver al niño junto a su ex capitán, todos sonrieron Sakuragi jamás cambiaria, - ¿Estoy viendo doble o son dos mini cuerpo espín?
-Son mis hijos Hanamichi. – Saludo Sendoh acercándose a sus hijos, que miraban emocionado al recién llegado. – Yuu y Kanade.
-¿Oye porque son iguales? –Todos los presentes rodaron los ojos.
-Papá son gemelos. – Susurro el pequeño pelirrojo, con recelo al ver a los niños acercándose a su padre. Takuya miro fríamente a los gemelos dejándole claro que no le agradaba que se acercaran a su padre.
-¿Oye cabeza hueca por que no saludas como es debido? – Akagi menciono en voz alta.
-¡Oye gorila más respeto con este genio! – Todos sonrieron al escuchar el apodo.
-Bueno ya conocen al Zorro, -apunto a su esposo, - Ello son Takuya. – Presento al pequeño oji azul- y él es Touya, - Dijo acariciando los mechones rebeldes de su hijo.
-Un gusto. – Saludaron ambos niños, haciendo una pequeña reverencia.
-Veo que tiene hijos educados, mono pelirrojo. – Se burló Kiiota.
-¡Calla mono salvaje! – Miro al niño junto al mono salvaje y sonrió. – Pobre niño tiene un mono salvaje de padre.
-¡Retira lo dicho! – Grito el moreno
-¡Oblígame! – Ambos hombre tiraban chispas de los ojos.
-KIyota deja de pelear. – Maki se acercó a saludar, - Hijo saluda a Hanamichi y a Rukawa. – Con solo la mención del moreno el niño se emoción y Hanamicho no pudo evitar reír.
-Qué mala suerte tiene Kiyota, tu hijo admira al zorro. – Rukawa no pudo evitar soltar una sonrisita al escuchar el comentario de su torpe.
Todos observaban a Rukawa, solo Hanamichi sabia como llegar a ese corazón tan frio.
-Mi padre no es un mono salvaje – Kirishima defendió a su padre, - Además él me dijo que usted era muy torpe cuando jugaba en preparatoria.
-¡Oye mi padre no es torpe! – Touya se puso al frente del Kirichima, el moreno a pesar de ser menor por un año, era del mismo tamaño.
-Veo que Toutya ha sacado tu carácter Hanamichi. – Celebro Youhei viendo divertido la riña de ambos niños.
Luego de muchas preguntas fueron a cenar, Haruko hablo mucho con Hanamichi, mientras que sendoh y Rukawa se enfrascaron en una larga conversación.
Todos estaban felices, la idea de hacer un juego de baloncesto para adultos y niños les parecía emocionante.
Los niños parecían llevarse bien, ellos se encontraban al otro lado de al sala mirando interactuar a sus padres.
-¿Qué se siente tener un padre famoso? –Pregunto Misaki a Takuya. Este lo miro serio y sin mucha emoción.
-Nada. – fue su respuesta.
-¿Cómo que nada? – Misaki se sentía confundido, con la respuesta del mayor. – ser genial viajar por todos lados, yo solo conozco Italia.
-mm. – Fue la respuesta del pelirrojo.
-que antipático. –a Kirishima no le agradaba ese niño engreído. – No entiendo como Rukawa-san puede tener un hijo antipático como tú.
-Oye Kirishima eso fue grosero. – Naomi regaño a su hermano, este rodo los ojos y siguió comiendo.
-¿Ustedes saben jugar baloncesto? – Hiroshi pregunto sonriente, Touya asintió con entusiasmo, mientras se echaba un trozo de pan a la boca.
-¡Qué asco como bien! – Regaño Akane molesta. – Porque los niños son tan asqueroso.
-Y porque eres tan chillona. – Tay dijo exasperado por la actitud de su hermana.
-A quien le llamas chillona, por lo menos yo no mojo la cama. – Todos los niños se quedaron en silencio, mientras Tay enrojecía.
-¡BOCAZA!- Grito el niño ante de lanzarse contra su hermano.
-¡A las mujeres no se les golpea!- Kanade grito, lanzándose a defender a la niña, yuu no se quedó atrás. Keichi al ver que atacaba a su amigo se lanzó sobre uno de los gemelos sin estar seguro cual era en realidad.
Con tanto movimiento una bebida se volteo en el regazo de Kirishima que molesto culpo a Takuya, para golpearlo con un tenedor, pero el pelirrojo no se dejó, mostrando de quien era hijo se lanzó en contra del mini mono salvaje como lo apodo su padre. Misaki al ver que Takuya le estaba ganado a su amigo decidió intervenir, pero no contaba con la barrera del pequeño Touya.
Hiroshi y Naomi intentaba de separar a los revoltosos,Makoto vio que era imposible y corrió hacia los adultos.
-Diez dólares a que ganan los gemelos y los hermanos Rukawa. – Cometo Akane mostrando un billete de 10.
-Hecho. – Dijo seriamente Ahome, mientras ambas niñas gritaban a sus apuestas que golpearan más fuerte.
-¡PAPÁ! – Mitsui vio con preocupación, como su hijo se acercaba a él.
-¿Makoto que pasa? –Pregunto preocupado al ver el pálido rostro e su niño.
-Se están matando. – Dijo de manera agitada.
-¿Matando? – Maki pregunto con el ceño fruncido.
-¿Cómo que matando? – Hanamichi no entendía nada.
-Que los chicos se están matando en el otro salón. – Todos se quedaron callados, para luego correr a la otra sala, los adultos al llegar vieron el caos.
Toda la comida en el piso, las niñas gritando, Hiroshi y Naomi discutiendo por quien tenía la culpa por no separar a los chicos.
-Mierda. – Dijo Youhei al ver como uno de los gemelos se proponía a golpear con una taza a su hijo, llego justo a tiempo para detener al niño, recibiendo un brutal golpe en su tobillo por parte del otro niño. - ¡MALDICON! – dijo en vos alta mientras sujetaba a su hijo de un brazo.
-Lo siento no era para usted. – Se disculpó un niño.
-Sendoh ayúdame a controlar a tus hijos. – El nombrado se acercó justo a tiempo de que Kanade tratara de lanzarle la taza a Tay.
Koshino ayudo a su esposo a sacar a Yuu de encima de Keichi que ya estaba morado, Ryota se acercó a su hijo, para ayudarlo a respirar. – Keichi tranquilo respira. – Dijo alzando a su hijo para llevarlo a tomar aire.
-¡Oye zorro dile a tu mocoso que suelte a m i hijo! – exigió Kiyota al ver como Takuya golpeaba al menor en el estómago.
-No llames mocoso a mi hijo. – Kiyota molesto se acercó a los niños empujando al pelirrojo para defender a su hijo.
Rukawa enfurecido se acercó al mono salvaje y le dio un fuerte empujón que casi lo bota. – No vuelvas a empujar a mi hijo. – Dijo con molestia ayudando a su niño a levantarse y refugiándolo entre sus brazos.
Maki intervino para evitar que su novio se lanzara a Rukawa, Hanamichi sostuvo a Touya ya que quería golpear a Misaki por entrometido,- Touya demonios tranquilízate. – Decía el hombre tratando de controlar a su hijo.
-¡Misaki basta! – Jim tomo a su hijo por la cintura alzándolo, mientras Fujima trataba de calmarlo.
Los adultos discutían entre ellos, los niños seguía pataleando y Akagi perdió el control. - ¡BASTA! – grito el ex capitán, dejando a todos en silencio, ahome y akane rompieron en llanto por el susto.
-Gracias hermano. – Comento la menor con cara de pocos amigos mientras intentaba calmar a la niña, Ayako suspiro con cansancio mientras alzaba a su hija.
-¿Alguien me explica que paso? – Zora pregunto de manera calmada, mientras veía seriamente a su hijo.
-Bueno realmente no sé. – Naomi respondió encogiéndose de hombros, Maki la miro molesto.
-¿Hija como que no sabes?
-Estábamos comiendo y de pronto Tay y los gemelos comenzaron a pelear, luego Keichi también se interpuso, luego Kirishima comenzó a molestar a Takuya y Misaki lo ayudo pero Touya no dejo que Misaki ayudara a Kirishima, por ultimo akane y Ahome comenzaron apostar quien ganaría. – Makoto termino de relatar.
-¡SERAS BOCAZA! – gritaron Touya y Tay al mismo tiempo, sacándole una sonrisas a sus padres, ya que recordaba a ellos de niños.
-Mito, Sakuragi controlen a sus hijos. – el pequeño Touya se asustó por la voz del gorila, alzo sus manitas para que su padre lo acurrucara entre sus brazos, el consentidor de Sakugai no dudo en hacerlo, escondiendo su carita en el espacio entre el cuello y hombro de su padre.
-¿Cómo es posible que no se puedan controlar?-Pregunto el hombre serio, todos los niños se ocultaron con sus padres.
-Bueno el empezó. – Takuya acuso a Kirishima, mirándolo fríamente, mostrando esa mirada de hielo que heredó de su padre.
-Te lo merecías por pesado. – Contesto
-No importa quien empezó, ahora todo discúlpense. – Los padres vieron como sus hijos se tensaban.
-Yo no pienso pedirle disculpa a ese engreído. – Kirishima se cruzó de brazos molesto.
-Yo menos. – Takuka tomo la misma postura
-Yo sé cómo podemos arreglar eso. – Sakuragi dijo colocándose junto a su marido e hijo mayor.
-¿Cómo? –Pregunto Misaki curioso.
-Con un juego de baloncesto, el equipo que pierda le pide disculpa al otro. – Los adultos meditaron la idea.
-A mí me gusta la idea mono pelirrojo, espero que tus hijos no sean tan torpe con el balón como tú. –El nombrado sonrió.
-Te sorprenderás cuando los veas. – Comento orgulloso
-Ok entonces un juego será. – Comento Fujima más relajado, todos asintieron y abandonaron la habitación con sus respectivos hijos.
……………….
En una cabaña se podía ver a un Rukawa en pijama con el torso desnudo y en sus brazos a su hijo menor, el cual dormía luego de una fea pesadilla, rey del hilo había tenido que levantarse y cargarlo para que volviera a dormir, lo que el pelinegro ignoraba es que era observado.
El oji azul sonrió a sentir la respiración de su niño. – Por fin se durmió. – Beso su frente y alejo algunos cabellos azabaches de su frente. – Eres tan hermoso. – Amaba a sus hijos con su vida. Camino en silencio a la habitación donde dormía su otro hijo, acostó a Touya con cuidado, luego cubrió a Takiya con las mantas y fue donde su esposo.
-Ya se durmió. –Pregunto un adormilado Sakuragi al sentir los frio pies de Kaede.
-Si- Susurro abrasando a su amado. – La próxima te toca ir a ti.
-Lo que tú digas zorrito.