Estaba completamente listo para la entrevista de trabajo con el señor Aomine Daiki, pero, mis nervios eran completamente amos de mi cuerpo y mente, no podía siquiera respirar correctamente, cuando estaba punto de dejarme llevar por mis pensamientos fui llamado por una voz completamente llena de neutralidad, era un pelirrojo de no más de un metro setenta y cinco, no era tan bajo ni tan alto, de hecho era más alto que yo… -Disculpe ¿qué fue lo que dijo?- le pregunte ya que no le había prestado atención, suspiro molesto y dijo nuevamente con su voz neutral –Que pase a la oficina del señor Aomine, por favor, señor Kuroko- asentí con mi cabeza y me pare tambaleándome, pude notar una pequeña risa en la boca de aquel hombre que yo creía era el recepcionista ¿tal vez? … -Por favor entre señor Kuroko- se inclinó en forma de respeto y abrió las puertas, cuando pase el cerro inmediatamente las puertas… dejándome solo en esa gran oficina que tenía un hermoso ventanal hacia la ciudad, me sentí un niño en un lugar desconocido el cual debía explorar, me sentí pequeño con esa semejante oficina llena de cuadros simples pero hermosos, con esos adornos en la larga mesa de madera fina, estaba encantado con ese lugar… hasta que una voz muy gruesa o más bien fuerte pero “delicada” me saco de mi encanto -¿Le gusta?- voltee rápidamente un poco asustado de hecho, pero, rápidamente me di cuenta que era el señor Aomine Daiki –A-ah, no, a-ah quiero decir s-sí, me gusta ,mucho de hecho… - se rio de mi al escucharme tartamudear al hablar… -Eso es bueno, escucharlo decir eso… me gusta- camino de donde estaba a su asiento –por favor tome asiento, comenzaremos la entrevista- dijo sonriendo de manera creída y seductora, bueno así hubiese sido si yo fuese mujer, tome asiento y dijo repentinamente –Solo consistirá de dos sencillas preguntas ¿entendido? - asentí con la cabeza y comencé a ponerme ansioso –Bien, comencemos, ¿Por qué quiere el trabajo? Sea sincero por favor- ¿Por qué preguntaba esto? No le incumbe realmente no lo hace… -Lo quiero porque necesito trabajar para mantenerme- dije indiferente, él se rio y miro para un costado para luego volver la mirada hacia mí –Bien, bien eso fue bastante sincero… ahora ¿está dispuesto a obedecerme en todo?- dijo con una pequeña mueca en su boca, esa mueca demostraba cuan engreído era…
Pero, más que eso no pude de dejar de preguntarme ¿a que se refería con todo? ¿Esto quería decir que si él decía algo malo debía hacerlo igual?
-¿a qué se refiere con obedecer todo? – Pregunte a lo que él me dijo quitando su extravagante sonrisa de niño mimado de su rostro –Primero señor Kuroko el que pregunta soy yo, segundo usted solo responde, tercero obedecer a todo es obedecer a todo ¿no lo cree? Señor Kuroko le explicare como funcionamos en esta empresa, piense que este es un gobierno tirano y yo soy quien manda… si no está dispuesto a seguir cada palabra que digo largase ahora- no puedo… no debo perder este trabajo… es un muy buen puesto –Entiendo, entonces acepto señor Aomine, Estoy dispuesto a hacer todo lo que me manda en caso de que me contrate- Aomine sonrió satisfecho y me aplaudió, se paró y camino hasta donde yo me encontraba para encorvarse un poco y dejarme prisionero entre sus brazos y cuerpo –Entonces felicitaciones señor obtuvo el trabajo- mis ojos se abrieron por que verdaderamente estaba sorprendido ¿tan fácilmente? Esto venía con trampa… de eso no hay duda –Comienzas a trabajar desde hoy Tetsuya… ¿te molesta? Te llamare por tu nombre desde ahora… Sal a fuera y Akashi te dirá tu oficina, nos vemos, luego hablamos, encantador Tetsuya…
Salí confundido de su oficina y me encontré con ese tal Akashi quien era el pelirrojo anterior –Por aquí- me dijo señalándome el lugar –aquí es su oficina señor Kuroko- abrió las puertas e hizo el mismo procedimiento de antes, al entrar me asombre por la hermosa oficina que tenía para trabajar… sonreí satisfecho ya que si talvez había hecho mal la responder “Entiendo, entonces acepto señor Aomine, Estoy dispuesto a hacer todo lo que me manda en caso de que me contrate” pero esto valía la pena…demasiado diría yo…
A las horas comencé a ponerme al día con los papeleos del señor Aomine y cuando me dirigía a su oficina vi salir a un joven estudiante de secundaria, estaba completamente rojo y su ropa estaba totalmente desordenada-A-ah… por favor… n-no comente nada de lo que acaba de ver- Sin duda era lo que pensé, lo peor es que estaba más que entrenado para esta situación –Claro, esto no me incumbe- el muchacho se fue rápidamente hacia la dirección del baño… supongo que fue a acomodarse su ropa… toque la puerta del señor Aomine y espere a que me dejara pasar pero, aun así… se escuchaba a otro joven –“D-Daiki suéltame debo irme ah…ngh…”- mis ojos se abrieron como ventanas al oír los gemidos de ese chico fue completamente vergonzoso, más que nada porque Aomine y ese chico salieron justo cuando yo me quede pasmado sin poder procesar las cosas que oí, puedo jurar que yo estaba completamente rojo , no era lo mismo ver salir un joven desarreglado que oír a otro gimiendo… -S-señor…- no sabía cómo arreglar las cosas.