-¿No vienes al entrenamiento? –le pregunto su amigo.
-Paso, con tan solo mirarlos me canso.
Su amigo puso los ojos en blanco.
-Es solo una práctica de Básquetbol…
-Si claro, más tarde estarás casi comiéndote con ChanYeol, así que no, gracias.
Siempre había mil y un pretextos para no ir al área de actividades deportivas, y era simple, no le apetecía, además estaba consciente de que no tenía un cuerpo de esos que se pueden presumir en un día soleado, pero al menos estaba delgado, no le sobraba ni le faltaba carne en ningún lado.
Ya casi había salido de la Universidad cuando recordó que uno de los tontos grandotes deportistas le había pedido sus apuntes, de camino pudo percatarse de lo “bien” que se pasaban todos ellos en sus respectivos entrenamientos, no iba negarlo, estaba completamente nervioso. Ese chico era espectacular, 1 metro con 90, cuerpo de muerte, rubio, de esos que se ven fríos y amargos pero son el pedazo de persona más hermosa, YiFan, practicaba natación y hasta el momento el chico que más le había gustado.
-¡Hola Pequeño! –KyungSoo sintió un leve sonrojo en sus mejillas –Muchísimas Gracias por tus apuntes, me has salvado de una, ZiTao amor, me pasas mi mochila.
¿ZiTao? ¿Amor?
De pronto un chico casi igual de alto paso por su lado, increíble cuerpo, unos músculos definidos a la perfección, a pesar de las ojeras, el tipo lucia tremendamente bien en esa ropa deportiva. A KyungSoo le quedo claro en menos de un segundo porque alguien como YiFan llamaría amor a alguien como ZiTao.
-Sí, bueno, por nada… yo me voy. –Y con la sonrisa más linda que le salió al momento se despidió.
Antes de salir completamente del Gimnasio se alcanzó a ver en uno de los espejos y de repente ya no se sentía tan seguro ni atractivo como antes.
-¡Atletismo!
-Baja la voz, no es para tanto.
-Ayer en el entrenamiento escuche que hay un nuevo Coach, es un alumno pero es de alto rendimiento viene de otra Universidad –comento ChanYeol. –Por cierto Baek, deberías unirte a algún deporte, Soo ya lo hizo.
-No le dejaran unirse a las animadoras –dijo KyungSoo y los tres estallaron en risas.
Primer día de entrenamiento, Atletismo, no podía ser difícil, solo correr y ya, ¿No?
Salió a la pista, y quedó maravillado, el ambiente, las personas, el pasto, hasta los números en la pista eran bonitos.
Sin pensarlo dos veces se echó a correr eufórico, no había hecho ni 300 metros cuando ya sentía morir.
-¿Te has puesto a correr y no hiciste ejercicio de calentamiento? –KyungSoo quería responder pero apenas y podía estar a pie y eso solo porque hacia balance mientras trataba de inhalar todo el aire que había en ese lugar.
-Si… -respiración agitada –Yo, yo solo –y comenzó a toser.
-Venga, venga, siéntate –y KyungSoo se aventó al pasto, escucho la risa del otro y por primera volteo a mirarlo. Era difícil verlo puesto que el sol lo deslumbraba y solo alcanzaba a notar un bulto allí parado, un bulto con demasiada buena figura.
-Si bueno, soy Kim JongIn, soy el encargado. Necesitamos comenzar a trabajar para que tu entrenamiento…
-¡No! Bueno, es decir, no tengo intención de hacerme un "deportista" ya sabes tan presumidos ellos, solo, solo vengo a estirar las piernas. -le contesto KyungSoo con suficiencia, evitando por todos los medios mirar sus estupendos y torneados brazos.
-Deberías saber -lo interrogo con la mirada.
-KyungSoo, Do KyungSoo.
-Ok Soo, deberías saber que Deportista todos, Atleta no cualquiera -el más bajo que aún estaba tirado en el pasto alcanzo a ver una ligera sonrisa en el otro.-Aun así, estaré por aquí para cualquier cosa que se te ofrezca.
Al verlo caminar de nuevo noto como el tipo tenía bastante buen cuerpo, no es que KyungSoo se la pasara viendo hombres pero últimamente solo encontraba tipos buenos y guapos sobre todo buenos.
Ese mismo día después de haberse duchado y salir casi molido encontró una hoja, al no ver a nadie cerca se temió una novatada o algo por el estilo, simplemente era un tríptico con la historia e información sobre el atletismo y algunos ejercicios para calentamiento.
Cuando salió miro al tipo, bueno al entrenador bastante entretenido con dos chicas, trato de despedirse pero al verlo tan ocupado se fue sin más.
-¡Un mes! -ChanYeol daba palmaditas a modo de festejo y BaekHyun sonreía.
-Ni yo lo creo.
Últimamente accedía a ir a los entrenamientos de ChanYeol y se llevó la sorpresa de que Baek se había inscrito en Judo.
De camino a la pista se encontró con YiFan, trato por todos los medios estar tranquilo y no tartamudear ni mucho menos.
-Deberías comenzar en serio…
-¿En serio?
-Sí, un entrenamiento bien, ya sabes gimnasio y trabajo preciso para lo que estas practicando.
Iba a contestar pero llegaron a la alberca.
-Yo me paso por las tardes, deberías intentarlo, JongIn es un cabrón sabe bastante, acércate con él.
Si bueno, como acercarse cuando las porristas se la pasaban encima de él.
"JongIn mira mis saltos" "Que te parecen mis uñas" "Ayúdanos a elegir nuestro nuevo uniforme" "¿Vendrás a vernos?"
Sonrió con desagrado, ¿Que esas niñas no tenían más que hacer?, cuando lo creyó conveniente fue hasta donde JongIn quien estaba muy guapo en ese pantalón deportivo y esa camiseta, sin mangas.
Carraspeo un poco para llamar su atención. JongIn lo miro.
-¿Sera que me puedes orientar? Quiero comenzar una rutina acá en el gimnasio.
JongIn sonrió de lado.
-¿Supongo que ya te cansaste de solo estirar las piernas? –le pregunto indicándole con la mirada que lo siguiera, se encontró con un sinfín de aparatos de los cuales estaba seguro no sabía cómo usar. Pudo sentir la mirada de JongIn sobre él, trato de no hacer nada, es más casi ni respiraba cada vez que lo veía, es que como es eso de que alguien que no te cae tan bien que digamos, te guste.
Porque si, JongIn, su piel morena y esos músculos le encantaban, verlo correr era un deleite, Dios tenía que estarlo torturando con esas piernas largas y esa jodida licra que casi se fundía con su cuerpo.
Pero aun con todo eso, no sabía si el gusto era solo físico o algo más allá. Apenas en el todo ese tiempo habían hablado 2 veces, 3 con la de ese preciso momento.
En uno de tantos días, JongIn había encontrado un espacio para redactar su Tesis, de pronto escucho bastante alboroto había comenzado a llover y casi todos corrieron dentro del Gimnasio para cubrirse, la brisa entraba un poco dentro de su cubículo así que se estiro para cerrarla solo para encontrarse con la imagen de KyungSoo corriendo a un singular ritmo disfrutando de la lluvia.
No sabe si fue la ropa húmeda pegándose a su delineado cuerpo, el como la lluvia golpeaba suavemente su rostro, o simplemente la monumental sonrisa que adornaba su rostro.
Pero algo dentro de él se encendió.
No fue hasta que la lluvia se hizo más fuerte que ambos cayeron en cuenta, KyungSoo apenas tenía un pie dentro cuando una toalla le cayó en la cabeza.
-Te resfriaras, anda a las duchas rápido –los grandes ojos del más bajo conectaron con él.
-Sí, ya voy.
Desde ese día JongIn estaba al pendiente del otro, como sabía que el más bajo no tenía mucho aprecio por los deportistas, le encargaba a alguno de los otros decirle que hacer, darle consejos para mejorar su técnica, inclusive compraba unos dulces que por casualidad escucho que le gustaban y los repartía entre los demás y a él le mandaba una mayor cantidad con el primero que fuese pasando.
Y ahora estaba allí con él, ideando rutinas para ejercitarse en las que no necesitaban nada del gimnasio.
Cierto día en el que KyungSoo se encontraba poniéndole empeño a su rutina llegaron LuHan, el chico gimnasta daba un poco de miedo cuando reía. Yixing quien practicaba Hándbol a él lo había visto alunas veces en la pista, un sujeto bastante agradable. El siguió sin problemas hasta que llego YiFan con su imponente y hermoso ser.
Justo cuando tomo la barra para hacer algunos desplantes escucho su voz.
-KyungSoo, vaya, el ejercicio te está sentando bien. –dijo YiFan. Este solo asintió con una sonrisa, y rogaba que ese sonrojo que alcanzaba a notar en el espejo no fuera visible para los demás.
Mientras hacia los desplantes LuHan le dijo.
-Inclínate un poco más, y saca el culo –así, sin rodeos. Los otros rieron y él se avergonzó un poco.
-Contrae más el abdomen, veras mejores resultados –dijo Yixing guiñándole un ojo. Mas avergonzado aun, de pronto YiFan se levantó y fue hasta él.
-Tu pecho un poco más al frente –la primera vez que sentía el tacto del otro –Ahora tu trasero –dijo colocando sus manos en sus caderas –Sácalo más, bien, ahora hacia abajo.
No sabe que fue lo que lo puso más nervioso, si YiFan estando detrás de él sosteniendo la barra o la mirada de JongIn bastante enojada que de vez en cuando iba a hacia su trasero.
-¿Te gusta YiFan? –directo, sin rodeos. KyungSoo tuvo que poner más fuerza en sus piernas si no la prensa se las quebraba.
-¿Perdón?
-¿Te gusta?
-Bueno, él es muy guapo, tiene una personalidad lind…
-Tiene novio –soltó con enojo.
-¡Ya lo sé! –ahora KyungSoo estaba enojado. –No es como si él fuera a fijarse en mí, ZiTao es atlético, alto, guapo… -su voz a cada palabra se iba apagando.
-¿Viniste al gimnasio porque te gusta? Es decir, ¿Tú has hecho todo este trabajo porque tienes la loca idea de que podrías gustarle?
KyungSoo se sonrojo demasiado, su cuerpo comenzaba a sentirse caliente y temblaba, que le importaba a ese jodido JongIn quien le gustaba o no, si siempre pasaba de él.
2 meses después y ni pista del más bajo, los primeros dos días JongIn ni se inmuto, cuando paso una semana tampoco, cuando fueron dos estaba algo preocupado, cuando fue un mes ya estaba desesperado.
Tan desesperado que el mismo pregunto a ZiTao y YiFan si no lo habían visto, pero tal parece que la tierra se lo había tragado.
Nunca tuvo necesidad de ir más allá del área de actividades deportivas, sin embargo siempre había primera vez, y bueno allí estaba, frente a la Facultad de KyungSoo.
-Te veo más tarde allá, no llegues tarde –decía un chico alto y bastante guapo. Mientras se despedía, JongIn y este se miraron y el chico por un momento pareció reconocerlo y en voz alta le dijo -¿No quieres que te lleve a casa? Ya sabes tengo el auto…
-¡Dios No! Quiero seguir viviendo –Por fin había escuchado la voz del otro por lo que le pareció había sido una eternidad. Y entonces lo vio, y KyungSoo también.
-¿Por qué no has ido a entrenar? –ojala hubiera saludado, ojala hubiera elegido el tono, ojala lo hubiera hecho mejor. Pero no.
-Que te importa. –si bueno, el también.
-Mira, yo… yo solo –pero no podía hablar menos cuando el otro tipo estaba allí mirándolos y escuchando. Lo tomo de la mano y lo llevo dentro del salón y cerró la puerta.
-¿Qué necesitas entrenador Kim?
-Vuelve… -KyungSoo se rio. –Es solo que bueno, tienes talento, creo que…
-Tengo 24 años, ya no estoy en edad de ser un “atleta”.
-En realidad…
-Ya no quiero gustarle a YiFan, así que prácticamente no tengo nada a que ir allá, si me disculpas me están esperando.
-¿Ahora te gusta el? –pregunto descaradamente.
-Y a ti que más te da…
-En sus marcas, Listos, ¡Fuera! –grito SeHun, y KyungSoo salió como loco, habían encontrado un buen lugar para entrenar y un gimnasio con buen ambiente, un lugar lejos de Kim JongIn, porque claro, después de que tu especie de Crush te hable de esa manera es mejor hacerte a un lado. Así que todo ese enojo y decepción lo ponía en cada zancada y se esforzaba al máximo.
-36.02 seg –aplaudió SeHun –Estas mejorando increíblemente.
JongIn los miraba atento desde el auto de LuHan.
-Anda LuHan ve.
-Ya voy, ya voy… -dijo saliendo del auto y tomando el regalo.
-¡Hola! –dijo con su habitual sonrisa, sorprendiendo a ambos.
-¿LuHan? –pregunto KyungSoo sorprendido.
-Ho-Hola…
-¿Con que aquí entrenas? Al menos no lo has dejado.
-Si bueno…
-¿Tu novio? –pregunto mirando a SeHun.
-Ah no, no, somos amigos.
-Toma –le extendió una bolsa con un regalo. –Mañana hay competencia, vengan a verme. Espero que te guste.
-Por supuesto que iremos –soltó SeHun casi sin aliento.
-Te estaré esperando, digo, los espero, ¡Bye!
Unos Spikes negros, de la mejor marca que podía existir para zapatos de Atletismo, KyungSoo estaba un poco, quizás un poco conmovido. No entendía el trasfondo de la situación o simplemente quería hacerse el ciego, pero bueno, mañana después de la competencia de LuHan se pasaría de nuevo por allá.
Se enfundo en unos pantalones negros ajustados, que le hacían honor a su trabajo en el gimnasio, una camiseta blanca con un estampado ligero sus brazos bastante tonificados ahora, inclusive se dio el gusto de maquillarse un poco. ¿Quién sabe de qué podrían hablar o hacer cuando estuviera en el gimnasio?
La competencia fue increíble, LuHan quedo segundo pero eso no importaba era el más celebrado y más felicitado, alcanzo a notar a YiFan y a ZiTao quienes le sonrieron y lo saludaron el contesto con alegría, pues ya nada se removía cuando miraba al titán rubio, al contrario, deseaba que estuviera más tiempo con el otro se veían muy bien juntos. También vio a JongIn rodeado de chicas y chicos pero bueno eso parecía normal trato de conectar mirada con el pero nunca paso.
Cuando se dio cuenta de que SeHun ya no estaba allí, supuso que sería buena hora para ir al gimnasio.
No había ni un alma allí, de pronto hasta sintió un poco de miedo, las cosas de JongIn estaban allí y su laptop estaba encendida escucho un poco de ruido y entro a los vestidores, casi se va de espaldas con lo que se encontró.
El cuerpo bien moldeado del moreno en todo su esplendor.
-Jo-JongIn… -apenas y pudo hablar, el otro bastante sorprendido solo atino a jalar una toalla y cubrirse.
-KyungSoo, Hola… yo no te esperaba –el otro solo sonreía.
-Vine a agradecerte por el detalle de ayer.
-¿Te gustaron? ¿Te quedaron bien?
-Sí, son perfectos… -y entonces un tipo salió de las regaderas.
KyungSoo poso su vista en él, un chico bastante guapo, Lee TaeMin, ese que se anota un chico nuevo cada semana. Casi siente la burla en su cara. Porque en serio, un tipo como JongIn iba a fijarse así como si nada en él.
-No sabía que estabas ocupado –dijo tragándose todos esos sentimientos y sensaciones extrañas que inundaban su cuerpo.
-¡No! No estoy ocupado ni mucho menos, me alegra que hayas venido, solo déjame cambiarme y…
-Regreso mañana a mi horario habitual, hasta entonces.
Lo último que vio el moreno fue la torneada espalda del más bajo y un azotan en la puerta.
-Te pedí un favor carajo, ¡Solo Uno! –grito el moreno al otro.
-No hice nada, solo salí y ya.
-Ahora KyungSoo pensara que estaba follando contigo.
-Ewww –soltó Taemin. –Ese chico debe estar tonto o muy enfermo si cree que tú y yo…
-No muchos saben que somos medios hermanos. –soltó en un suspiro.
-¿Qué?...
-Dijo que hoy vendría.
-Y tu imbécil ¿No lo seguiste?, ¿No fuiste a buscarlo después? –LuHan quería arrancarse el cabello –Tenías que ir tras él.
-Mejor callen allí viene, digo vienen –dijo Yixing, los otros lo miraron interrogativos –Con el que estabas ayer, no te hagas LuHan.
Y este se sonrojo, JongIn le lanzo una mirada acusadora y divertida al mismo tiempo.
-No me estés interrogando Negro y lárgate a arreglarlo.
SeHun se tomaba su papel de entrenador muy a pecho. Silbato y cronometro en mano, espero pacientemente a que KyungSoo terminara su calentamiento para encontrarse con JongIn.
-Hola soy…
-Kim JongIn y la cagaste toda amigo, -dijo SeHun sin tomar su mano.
-Veras, lo que pasa es…
-No es conmigo con quien tienes que hablar, y aun así, él no quiere hablar contigo.
SeHun lo ignoro mirando la inexistente suciedad bajo sus uñas.
Cuando KyungSoo llegó al lugar, lo saludo.
-Buenas Tardes entrenador.
-Soo…
-Si me permite, tengo que hacer pista hoy y no tengo mucho tiempo.
-Pero mira…
Se puso en la línea de salida.
-En sus marcas, Listos ¡Fuera! –grito SeHun y el otro salió casi como una bala.
-¡WOW! Que buena salida –reconoció JongIn, el otro esbozo una sonrisa.
-Si gracias, hemos trabajado bastante, ahora si no te importa.
Por los siguientes días la situación se repetía, no había lugar ni momento en el que el rubio ese se le despegara a KyungSoo, es más hasta el mismo ZiTao lo acompañaba al bus, o junto con Kris lo llevaban a su casa.
Intento que LuHan distrajera al otro pero salió peor, ahora el gimnasta se les había unido pues estaba prendado de SeHun y solo logro hacer las cosas un poquito mas complicadas.
KyungSoo estaba al tanto, pues no era tonto, mucho menos ciego, pero por dios quien se pone a follar en los vestidores.
-Estúpidos –decía mientras guardaba sus libros –Estúpidos, idiotas, imbéciles, calientes…
La puerta se cerró bruscamente.
-¿Estas bien?
-Me asustaste –KyungSoo lo miro extrañado –¿Necesitas algo Key?
Este solo sonrió hasta el punto de probarle a Soo sin palabras porque era el de la “Sonrisa Gatuna”
-Veras KyungSoo…
-Al grano… -Key sonrió aliviado.
-Estamos hartos de escuchar los estúpidos lloriqueos del negro ese, no deja de hablar ni de decir cuánto le gustas y de la mala imagen que tienes de él, y estamos a punto de coserle la boca, por favor –dijo juntando ambas manos –Apiádate de nosotros.
-El que mande a alguno de sus amigos no va a cambiar lo que pienso.
Y salió sin darle si quiera una mirada.
KyungSoo ya estaba listo, pero bueno, después de 35 minutos estaba totalmente claro que SeHun no llegaría. Se fue para el gimnasio, no se sorprendió cuando al entrar estaban las porristas colgadas como pequeños y feos koalas de JongIn, aunque casi se va de espalda con ese tono gris-plateado que tenía en el cabello, tan bien se las había apañado en evitarlo e ignorarlo que nunca se dio cuenta. Forzó a sus grandes y bellos ojos a no mirarlo, pero joder, no podía despegar la vista.
-Quita esa maldita sonrisa… Mierda JongIn, no. –decía en voz baja, tratando de calmar la pequeña revolución que estaba en su cuerpo.
-Bastante molestas ¿No? –Soo desvió su mirada y sonrió con burla.
-No creo que me molesten más de lo que tal vez te molesten a ti
-Para nada.
En que jodido momento Lee Taemin había decidido hablarle o es que quería que se fuera para que tuvieran el gimnasio libre.
-Además no me van las chicas, ni a mi hermano, bueno, medio hermano.
-…
-JongIn –dijo señalándolo con la mirada –porque digo que clase de mente enferma podría pensar que nosotros… Ewwwww.
Por breves momentos estudio el rostro de ambos, y si, si le creía, quería creerle.
KyungSoo ya ni siquiera se paró a pensarlo dos veces o tres, solo dejo que su cuerpo hablara, las jodidas porristas aún no se marchaban, aun así él estaba allí, con los latidos al mil y seguramente con la cara roja a mas no poder, pues las miradas de las tipas eran obvias. El moreno se sorprendió bastante al verlo acercarse tan peligrosamente.
-JongIn…
Dijo con una voz bastante profunda que hizo al moreno vibrar, tomo el cuello de su playera y lo atrajo hacia su rostro.
Lo beso.
Un beso demandante, húmedo, con mordidas cariñoso, JongIn creía que estaba soñando, cuando quiso ir un poco más allá, KyungSoo lo alejo abruptamente. Esa sonrisa era peligrosa, el moreno entendió el porqué.
-Entréname…