Acababa de escuchar como su amigo Luhan cerraba la puerta, ya que esa mañana debía hacer tramites, y por ello iba a estar solo gran parte del día.
A paso lento se dirigió a la cocina y se sirvió un vaso con agua cuando…
_¿Estás embarazado?
Kim Minseok levantó la cabeza, y dejo caer el vaso que tenía en sus manos al ver la dura mirada que le dedicaba Jongdae.
Kim Jongdae, había ido esa mañana a la casa donde su esposo se estaba hospedando para que le aclarara la duda que su amigo, el doctor Oh Sehun, le había clavado esa misma mañana.
Al llegar, se había encontrado con Luhan que estaba saliendo, y pese a todo lo mal que se llevaban, el rubio le dejo pasar, ya que sabía que Jongdae tenía derecho a saber la verdad.
Ambos Kim, Minseok y Jongdae, llevaban dos años de matrimonio… hasta hace tan sólo dos meses atrás.
_Te he hecho una pregunta –insistió el hombre de mirada dura
Minseok, lo único que sintió fueron unas ganas enormes de salir corriendo de allí, pero eso no era posible, él tenía que ser valiente, por ello, echó sus hombros hacía atrás, y reuniendo todo el coraje del que fue capaz, levantó su cabeza y contestó:
_Sí, estoy embarazado.
Jongdae dio unos pasos para acercarse a Minseok, lo que hizo que éste diera la misma cantidad de pasos para atrás.
_¿Quién es el padre?
El joven esposo Minseok, o Xiumin como bien le decían sus amigos, respiró hondo y miró los profundos ojos de su marido, y luego de unos segundos confesó:
_No he estado con nadie más excepto contigo
Sin embargo, con aquellas palabras, Jongdae explotó, y empezó a soltar una cantidad incontable de blasfemias, lo que asustó mucho a Xiumin.
_¿Y cuando planeabas decírmelo? –le gritó su marido -¿Cuándo se te notara? ¿Cuándo te encontrara por casualidad en la calle de la mano de mi hijo? o ¿Cuándo alguien notara que él y yo nos parecemos? Dime, maldita sea Minseok
_Yo…-miles y miles de pensamientos y opciones invadieron la cabeza de Xiumin, pero al final, decidió que la mejor opción era decir la verdad –no pensaba pedirte ayuda. Puedo criar yo solo a mi hijo
La situación era más difícil de lo que parecía, pues la pareja de casados estaba a sólo una firma de no seguir estándolo. Ambos, estaban en los trámites finales de su divorcio.
Sin embargo, la respuesta de Minseok, en vez de tranquilizar a Jongdae, lo alteró mucho más de lo que ya estaba.
_¿Así qué supusiste que no quería ese peso sobre mis hombros?
_Yo soy el que esta embarazado, además dentro de poco, cuando todo termine te comprometerás con alguien más… -dijo Xiumin mientras señalaba el televisor de la cocina, donde desde el día anterior no dejaban de anunciar la siguiente boda del año – pensé que el embarazo no te importaría.
Casarse con Kim Jongdae había sido el peor error de Minseok, no era que no le amara, lo amaba, por supuesto, pero su vida junto a su marido había sido un calvario.
Las razones de su divorcio eran muchas. Si no se quedaba solo por los constantes viajes de trabajo de su marido, discutían porque sus suegros, los padres tremendamente millonarios de Kim Jongdae, llenaban la cabeza de su hijo de mentiras como que se la pasaba en la calle cuando no estaba, o que se iba de fiesta en fiesta con sus amigos.
_¿Pensaste que no me importaría el hecho de ser padre? –Preguntó Jongdae con incredulidad.
Minseok se mordió el labio inferior antes de responder
_Sabes que siempre he pensado que no podía concebir… llevábamos dos años intentando tener un bebé… –recordar su relación le dolía
_Claro.. –susurró Jongdae
_Por favor, Chen –le llamó como siempre le había hecho, pero eso logró que una ola de ira atravesara a su, todavía, marido legal –tienes que creerme, tú mismo me acompañabas a las consultas medicas…fuiste testigo de los diferentes métodos que probé –Jongdae permaneció en silencio mientras le observaba –No me crees –concluyó Minseok al comprender la mirada que el otro le dirigía, así como su silencio.
_Ni una sola palabra. Y no vuelvas a llamarme Chen
_Piensas que te engañé… ¿verdad?
_¿Y por qué iba a pensarlo? ¿Por qué apenas te presenté los papeles del divorcio te largaste, y te viniste a aquí, a vivir con tu amigo Luhan? ¿por qué me mentiste sobre tu supuesta esterilidad todos estos años? ¿Cómo podría pensar siquiera que me has engañado? -Minseok luchó contra las lágrimas que amenazaban con salir.
_No lo entiendes… tú ya tienes con quien casarte. Las noticias lo repiten una y otra vez, todos los días “La gran boda”… ya no me quieres…y yo…
_¿Por qué tienes esa idea de mí?
_¿Por qué? –preguntó Minseok incrédulo –nunca me has creído, nunca me has defendido, haces oído sordo a todas mis palabras, y siempre le has creído a tus padres. Crees que me casé contigo por tu dinero… y ¡te vas a casar a penas firme los papeles!
Poco a poco, la ira de Jongdae se transformó en rabia, apretó sus puños fuertemente, y Minseok lo vio venir, por ello retrocedió dos o tres pasos más.
Xiumin se odió por decir aquellas palabras, hablar de los padres de su marido era malo, dado que a los ojos de Jongdae, sus progenitores eran unos santos.
_Esto definitivamente cambia las cosas. Ya no se trata de ti o de mí, ahora se trata de mí hijo … y de los años que vamos a tener que pasar juntos.
Minseok sintió como sus piernas se convertían en gelatina ¿Pero qué idioteces acaba de decirle Jongdae? Estaban a nada de divorciarse, y se había jurado no volver a ser el blanco de cotilleos sin sentidos, mentiras inventadas, pero sobre todo, no pensaba volver a ser ofendido jamás en su vida por la boca de Kim Jongdae y ni de la de ninguno de sus familiares.
_No..-dijo firme y audible Xiumin mientras negaba fervientemente con su cabeza –no –volvió a repetir, pero Jongdae se acercó a él hasta colocar sus manos alrededor de la cabeza de su aún esposo.
_Tenía derecho a saber que esperaba un hijo mío antes de descubrirlo de la boca de Sehun. Y sobre todo, tengo derecho como padre del niño de tomar presencia en cada una de las decisiones que se relacionen con él.
El instinto protector invadió a Minseok, pues era de su hijo de quien se estaba hablando, de que ese pequeño ser que había estado buscando desde el mismo día que se había casado. Estaban hablando de su hermoso milagro.
_No… no quiero seguir viviendo contigo cuando crees todo lo que los demás dicen de mí. No quiero seguir como estábamos, gritándonos todo el tiempo… no quiero eso para mí hijo…
_Me importa un pepino lo que tú quieras. Ya no se trata de ti, ni de mí… ni de mis padres. Ahora todo lo que importa es hacer lo que debo, y eso incluye acallar los malditos rumores de casamiento.
_Tus padres..-trató de razonar Minseok, pero fue interrumpido
_Mis padres adoraran a su nieto. Tu y yo… seguiremos casados…hemos concebido un bebé, y debemos darle la familia que merece.
_¿No lo entiendes? ya no eres tú quien desea el divorcio.. ahora soy yo quien no quiere seguir casado contigo…
_No hay tal cosa… ya no hay divorcio, punto final.
Sin embargo, la palabra <<rumores>> que Jongdae había dicho minutos atrás, había quedado deambulando en la cabeza de Minseok. Y fue entonces que se dio cuenta, él también había caído en lo que su marido siempre caía, en chismes mal intencionados.
Por supuesto, la familia de Kim Jongdae, en un principio puso en duda todo lo relacionado al embarazo, pero los tiempos coincidían a la perfección, tres meses y medio. No había otra verdad más allá de que Minseok esperaba un hijo, un hijo legitimo.
Ante esta nueva perspectiva, la familia multimillonaria, con el fin de evitar un escándalo demasiado grande, no tuvo más opción que dar su brazo a torcer y ceder.
Sin embargo, aquello no quería decir para nada que las cosas fueran hacer fáciles para Minseok .