Kris se escurrió por el lateral de la casa, presionando su gran cuerpo contra el edificio de madera de dos pisos. Cerró los ojos y rezó cuando escuchó el rápido movimiento de pies corriendo, pasando por su posición. Abrió los ojos un momento después y retuvo la respiración cuando vio a Tao pasando apresurado como si él fuera invisible.
Y deseaba serlo.
Esa cosa con Tao estaba realmente fuera de sus manos.
Cuando el hombre no estaba persiguiendo a Kris, estaba mirándolo con ojos de perrito. Kris apenas tuvo un minuto para sí mismo en dos semanas. Si algo no cambiase en breve, Kris estrangularía al joven. No era que a él no le gustara Tao, porque le gustaba. Tao era atractivo y hacía reír a Kris. Pero cada vez que Tao lo miraba, tenía sueños en sus ojos, y eso no era lo que Kris quería.
Él no dormía con cada Myungsoo, Taeil o Jimin que veía alrededor, pero le gustaba tener las opciones abiertas. Tao quería compromiso. Él quería un compañero, y él quería a Kris cómo su compañero. Todo el mundo sabía eso. Kris sentía como si se hubiera vuelto el blanco de las risas de todos a lo largo de las últimas dos semanas. Sólo porque intentó consolar al joven después de ser secuestrado y atacado por su ex. Sabía que cometió un error cuando ofreció consuelo al hombre. Él lo sabía cuando lo hizo. Debería haber sido simplemente el beta de la manada, Kris, reconfortando a un miembro de la manada, Tao, como era su deber. Esto se transformó en mucho más, y ahora Kris estaba pagando el precio.
Había llegado a un punto en el que estaba evitando encuentros de la manada para no tener que correr cuando se encontrase con Tao. El joven era dulce, tal vez demasiado dulce. Había una naturaleza gentil en Tao que llamaba cada instinto protector de Kris y algunos que él ni siquiera sabía que tenía.
Kris quería envolver a Tao en plástico para que el mundo no pudiera lastimarlo. Y eso era peligroso, para Kris, para Tao, y para la manada. No tenía duda de que, si él cediese a la necesidad demandante que lo comía cada vez que el olía el perfume seductor de Tao abandonaría todo, con tal de mantener al hombre seguro, asimismo su deber con el alfa de su manada.
En todos los años que él conocía al alfa Byun Baekhyun, nunca había dejado al hombre. No iba a comenzar ahora, y eso significaba quedarse bien lejos de su bonito compañero de manada, no importaba cuánto quisiera probar la dulzura de Tao nuevamente.
Cuando los sonidos de lo que pasos de Tao disminuyeron, Kris soltó un suspiro de frustración y se alejó del lado de la casa. Lanzó una mirada rápida al camino que Tao había tomado y, enseguida, corrió para la casa alfa. Quería cavar un agujero en el momento en que cerró la puerta atrás de él y percibió que Baekhyun y su compañero Chanyeol estaban en la sala grande, mirando directamente hacia él con una buena dosis de diversión en sus rostros.
—¿Problemas Kris?— las cejas de Baek se curvaban cuando el hombre hacía una pregunta para la cual ya tenía la respuesta. Kris enrolló el labio superior cuando gruñó para su alfa. El era, probablemente, una de las pocas personas en el mundo que podrían salir con tal acción, sin perder su cabeza. Baekhyun tenía amistad con Kris y sus hermanos, Taeyeon y Sehun desde que era niños. Ellos habían estado lado a lado en apoyo al hombre desde entonces.
—Lo juro por Dios, Baek— rezongó Kris cuando se pasó una mano a través de su largo cabello en frustración y siguió a la sala grande —si no se hace algo sobre Tao pronto me voy a ir al infierno.
Baek rió. —Le gustas.
—¡El está obsesionado!—
¿Qué parte de eso no entendía Baekhyun?
Tomando una respiración profunda, inestable, se alejó de su alfa y bajó el tono. Baekhyun tendría su culo en un cabestrillo, si él fuera irrespetuoso.
—No me va a dejar en paz Baek, me sigue por todas partes. No puedo tener un momento a solas.
—¿Sería tan malo estar con Tao? El es realmente un buen chico.
Los ojos de Kris fueron a parar a Park Chanyeol, el compañero del alfa. Chanyeol estaba loco por Baekhyun y era protector como el infierno. El vio como su deber mantener al alfa seguro y feliz. Eso nunca lo haría comprender la necesidad que Kris tenía por mantener a toda su manada segura. Estaba metido dentro de él, era parte de su ADN. Él no podía negar su necesidad por Tao más de lo que podía negar a su manada o una orden del alfa.
—Mi deber es con Baekhyun y esta manada— respondió Kris —No tengo tiempo para un compañero.
—Tal vez deberías haber pensado en eso antes de dormir con Tao.
Los ojos de Kris se estrecharon. Aunque que no le dijo a todos que durmió con él casi todo el mundo sabía que lo había hecho. Kris no estaba orgulloso de ese hecho, simplemente estaba intentando consolar al joven, no follarlo en el colchón. Pero una cosa llevó a la otra, y las cosas pasaron.
—Fue una cosa de una sola vez— insistió Kris.
—¿Será que Tao sabe eso?— preguntó Chanyeol.
—Yo le dije— todavía sentía culpa por las lágrimas que habían saltado de los ojos de Tao cuando lo dijo. Pero no importa como él se sentía, Kris no podía volver atrás. Él no podía, y no debía, ser el compañero que Tao estaba soñando. No había ninguna manera.
— Entonces, tal vez, necesites decírselo de nuevo— dijo Baek —porque no creo que haya entendido.
La tensión sacudió a través de todo el cuerpo de Kris ante la idea de hablar con Tao nuevamente. Realmente le gustaba el hombre. No había un hueso dominante en el cuerpo de Tao y después de todo lo que había pasado con su ex y con el último alfa de la manada Jinyang, Kris no deseaba adicionarle más sufrimiento.
—¿No puedes decirle algo?— pidió Kris a Baek.
—¡Oh, infiernos no!— bufó Baekhyun —no te librarás de tu deber tan fácilmente. Tú eres el que durmió con Tao y él que colocó esas ideas en su cabeza. Vas a ser el único que va a darle la noticia.
—Yo nunca coloqué esas ideas en la cabeza de Tao. Le dije que era apenas una cosa de una vez. Juro que lo hice. Le dije que nunca podría ser su compañero antes de dormir juntos.— exasperado, Kris levantó una mano al aire —Oh infiernos, yo nunca quise dormir con Tao. Sólo estaba intentando consolarlo como cualquier buen beta haría. Nunca quise que fuera más allá de eso, pero…
Las palabras de Kris pararon cuando vio a Baekhyun balanceando la cabeza frenéticamente. Kris trago seco, sintiendo una presencia a su espalda. Se estremeció, sabiendo a quien iba a ver antes de darse la vuelta. Tao estaba de pie al lado de la puerta, mirando hacia él con sus ojos grises pálidos tan llenos de amargura y traición que deseaba nunca haber dicho nada, para Tao o Baek. Sintió que acababa de lastimar al cachorro de alguien.
—Tao, yo…
—¿Realmente quisiste decir eso?— la voz de Tao era tan suave que era casi un susurro. Kris sabía que él era el mayor idiota del carajo de la historia de los idiotas, pero se rehusó a mentirle a Tao y apoyar a las fantasías del hombre.
—Tú sabías que era cosa de una sola vez. Nunca te hice ninguna promesa.
El cuerpo de Tao parecía temblar con la fuerza de la respiración inestable que el inhaló.
—No, no lo hiciste, pero yo pensé— Tao tragó duro y bajó los ojos. Sus manos en puños a su lado. —Creo que no importa lo que yo pensaba.
Sí. Gran idiota. —Tao.
Los dedos de Tao temblaban cuando él levantó la mano.
—No, está todo bien. Ya entendí.— Los ojos de Tao se elevaron, sólo a la altura del pecho de Kris como si no pudiera mirarlo a los ojos. Su mandíbula apretada y entonces aflojó —Pido disculpas por cualquier inconveniente que pueda haberte causado, Beta Kris. No va a pasar de nuevo.
Kris frunció el ceño por la manera formal con la cual Tao se dirigió el, gustándole tanto como cuando le echaban. Y era exactamente eso lo que Tao estaba haciendo, descartando a Kris con sus palabras, como si pudiera colocar distancia entre ellos y devolverlos a ser simplemente el beta y un miembro de la manada, en vez de dos hombres que habían compartido una noche increíble de pasión, una que él nunca olvidaría.
—Nunca quise lastimarte, Tao.
Si ya estaba, por lo menos Kris quería que Tao supiese eso. Herir al hombre no había sido su intención. En verdad, había sido la última cosa en su mente, que era como ellos acabaron en esta situación, en primer lugar.
—No, usted es un buen beta— dijo Tao cuando retrocedió en dirección a la puerta del frente. —Nunca podría herir intencionalmente a cualquier miembro de la manada. Yo sé eso.
Tao levantó lentamente los ojos para encontrar a Kris y su mirada extrajo todo el aire del pecho este. No había tristeza o traición ni siquiera amargura. No había nada, ni siquiera una señal de que el hombre estaba vivo. Si Tao no estuviese sólidamente de pie enfrente de Kris, habría pensado que el hombre era un fantasma.
—Tao— murmuro Kris cuando avanzo hacia el hombre, todos los instintos de su cuerpo gritando para no dejarlo salir por la puerta.
—Le doy las gracias por su comprensión en este asunto— dijo Tao —Mi comportamiento fue innecesario, pido su perdón.
El enojo de Kris se profundizó cuando Tao continuó hablando tan formal. Él sabía que no era la manera normal en que el hombre generalmente conversaba, y no le gustó ni un poco, maldición. No era Tao. A pesar de los horrores que había vivido con su ex y el ex alfa de la manada, Tao era divertido, alegre y lleno de vida. La figura solemne de pie frente a él era una versión enfermiza del hombre que conocía. Era una versión pálida del hombre por el cual Kris estaba tan atraído.
—Tao…
La sonrisa de Tao era tímida y tan fuera de lugar, que la mandíbula de Kris cayó en estado de choque.
—No voy a incomodarlo nuevamente, beta Kris.
Tao estaba fuera de la puerta y se fue antes de que Kris hubiera registrado que se habia movido. Dio un paso en dirección a la puerta, con la intención de ir tras del hombre y descubrir qué diablos estaba pasando con él, apenas para ser interrumpido por la fuerte voz de su alfa.
—Déjalo ir, Kris.
Kris gruñó, apretando las manos, cuando se volteó para mirar a Baek. —Tao necesita…
—Tao necesita que le dejes un poco de dignidad— dijo Baekhyun. Había un poco de tristeza en los ojos de Baek cuando miró a Kris pasando más allá de la puerta abierta. —Él sabe ahora que no vas a ser su compañero, pero es necesario darle tiempo para aceptarlo.
Kris movió una mano con rabia en dirección a la puerta abierta.
—Ese no era Tao. Lo que pasó no...
—Ese era un hombre que finalmente percibió que sus sueños nunca serán realizados.— Baekhyun suspiró profundamente y se recostó contra su propio compañero, con la necesidad de su toque. —El te está dando exactamente lo que querías, Kris. Te está dejando en paz.
Era verdad, sólo que ahora que había pasado, Kris no tenía tanta certeza de que era lo que quería. La mirada asombrada en los ojos grises de Tao se mantuvo fijá en la mente de Kris después que subió las escaleras y fue a dar una mirada por la ventana. Había algo en ellos, una angustia profunda que carcomía el alma de Kris. Eso le hizo pensar, si estar solo era realmente lo que quería o lo que hallaba que era su deber. Aun mientras estaba en la cama aquella noche, todo lo que podía hacer era mirar hacia el techo, la tristeza en el rostro de Tao le impidio dormir.
Cuando el sol salió a la mañana siguiente, Kris todavía estaba despierto. Había pensado en Tao toda la noche, incapaz de sacar al hombre de ojos grises de su mente. Recordó como de vívidos eran la noche que habían pasado juntos. Brillaban como diamantes llenos de pasión y vida. Poco antes de que Tao corriera fuera de la casa del alfa, sus ojos grises habían sido una mera sombra de lo que fueran, pálidos y sin vida. Tal vez eso fue lo que más preocupó a Kris, además de cualquier otra cosa. Toda vida y felicidad que Tao tenía consigo parecía haberlo dejado. Era una pálida imitación del hombre por el que había sentido tanta pasión. Y eso significaba que era culpa de Kris. Él era el responsable por el cambio de actitud de Tao.
Había una parte en Kris, una parte fuerte, que deseaba nunca haber cedido a la atracción por Tao y haber dormido con él. Había otra parte, una voz en el fondo de su cabeza, que le decía que se estaba mintiendo a sí mismo cuando decía que no quería nada con Tao. Esa única noche que pasaron juntos todavía permanecía en su mente, reproduciéndose una y otra vez y alimentando sus fantasías en la noche. Tao era un sueño en la cama. Su lindo cuerpo era musculoso como si el hombre lo trabajase regularmente, pero no tanto como para que Kris sintiese como si estuviera con una bola de músculos en sus brazos. Tao era apenas fuerte y suficiente para hacer lo que Kris quería.
Y la manera como respondió al toque de Kris habia sido increíble. Nadie en el pasado de Kris había sido tan sensible. Cada pequeño gemido que había salido de los exuberantes labios de Tao y los movimientos de su cuerpo le habían dicho a Kris que Tao amaba lo que le hacía. Había sido una sensación embriagante saber que él podía brindar tanto placer al hombre, tanto que Tao había implorado. Sabía que se estaría mintiendo a sí mismo, una vez más, si dijera que no quería sentir eso de nuevo. Él sólo no quería los problemas que venían junto con eso. Si se acercara a Tao sólo para una noche de placer, al hombre le gustaría tener un compromiso con certeza. Y eso era apenas algo que Kris no podía darle. Él tenía un deber con su alfa y con su manada, y eso estaba antes de cualquier deseo que tuviera, no importa qué tan fuerte fuera. Kris suspiró cuando salió de la cama y comenzó su día. Tenía mucho trabajo por delante. La manada todavía necesitaba de un montón de trabajo después de que el alfa anterior había casi arruinado todo. Los pensamientos sobre Tao saturaban su cerebro. Necesitaba parar y poner su mente fuera de Tao por un tiempo, por lo menos hasta que descubriera una manera de abordarlo sin que el hombre pensara que Kris quería una relación con él. Porque eso no iba a pasar.