Hoy era uno de esos días en el que me apestaba la vida pero nada al respecto podía hacer. Camine por entre los edificios más sucios de Seúl, la poca iluminación que había ahí era gracias a los faroles que estaban en la esquina de la entrada y medio del camino también. Era de noche, y hacía un poco de frío, no sabría como decirlo.
Hay algunas personas en las esquinas de las paredes o callejones en el camino que cuando me ven me saludan y otros retroceden. En el camino también puedes apreciar en el suelo húmedo debido a la lluvia de hace rato, unos cuantos condones usados por ahí, al igual que latas de cerveza y sobrecitos en los cuales antes había droga pero bien que se la limpiaron dejando el sobrecito vació en el suelo, puercos.
Alguien se me acerca desde atrás pero con el rabillo del ojo le veo, haciendo una pirueta lo estampo en el suelo. Mi cuerpo esta sobre el de él y sus manos las tengo agarradas desde atrás.
- ¿tan pendejo me crees? -pregunte-
- no -articula con un poco de dificultad- solo quería que me vendiera un poco de la blanca
- entonces ¿Por qué carajos tienes que acercarte así?
- l..lo s..siento -murmuro-
Le suelto y me levanto sacudiendo mi chaqueta de cuero negro al igual que toda mi vestimenta exceptuando la camisa que era blanca. Meto mi mano en uno de mis bolsillos delanteros y saco un sobrecito color transparente con un polvo blanca, era poco lo que había ahí dentro pero lo suficiente como para volverte loco sin llegar a matarte. Se lo entrego pero antes de dárselo la alejo y extiendo mi otra mano, él entiendo y de su bolsillo saca el dinero y me lo entrega entonces le doy la droga, así se brega.
Revuelvo mi pelo castaño entre mis dedos, ya es hora de lavarlo. Camino por ese caminito algo estrecho hasta llegar a la calle como tal, hay un carro antiguo de color gris estacionado frente a mi. Espero y veo como bajan dos chicos de mal aspecto del auto, uno abre el maletero y el otro se acerca con una pistola en la mano. Del maletero sacan un cuerpo casi inconsciente y ensangrentado, amordazado y atado de pies a cabeza. Sorprendente el trabajo que hacen por ti y un poco de dinero que les des.
- señor aquí esta -el de barba arrodillo al chico del maletero frente a mi- como dijo
- ¿entrego el dinero que me debía? -pregunte mirando al chico con moretones en la cara y un poco de sangre bajaba de su labio y ceja- y se una pregunta -mi voz salió fría y seria-
- s..si señor -respondió el otro, él que tenia la pistola-
- entonces si lo entrego ¿para que me lo traen? no debieron de golpearlo tanto -reproche- ¿debería pegarles a ustedes? -pregunte mirándolos a lo que ellos agacharon la cabeza- procuren que llegue sano a su casa y cúrale las heridas, si algo llega a pasar los matare a ambos -dije serio-
Me entregaron un maletín dinero y camine hacia casa no era fácil ser dueño de una zona y punto en especifico. Llegue a casa y deje el maletín en el tercer cuarto del corredor, asegure la puerta y luego me duche para ponerme algo cómodo. Fui a la sala y me senté en el sillón, cuando hube preparado ramen instantáneo. Encendí la televisión que ocupaba casi toda la pared, situad en el medio.
"Ayer en la noche desapareció un joven de 23 años de edad en la zona rural de Daegu. responde al nombre de Kim Youngdu Si alguien lo ha visto favor de avisar a l policía. Con esta desaparición de esta semana serian al rededor de unas 80 personas desaparecidas en el transcurso de estos 5 años."
"Favor de no salir en la noche sin un acompañante, si ve algo extraño no se quede a ver y pida ayuda... ahora pasamos con ... ."
- maldito asesino de seguro tiene que estar riéndose en la cara de todos los de la policía -bufe, metiendo los palitos mi boca y masticando el contenido que estos sujetaban-
-- En otra parte --
Una habitación más parecida a un almacén de paredes blancas y una gran bombilla alumbraba desde el techo. En la pared del fondo habían un pequeño cuadrado de metal, tenia una palanca, era un puerta. En el medio había una mesa de metal, en la cual se encontraba el cuerpo de un chico joven. Una persona se acerco a él con unas pinzas y un bisturí, comenzando a cortar sobre su estómago y pecho. La persona acerco su mano a la mesita cerca de la mesa en donde tenia sus utensilios.
De la mesa comenzó a gotear y bajar sangre. La persona que hacia el trabajo también tenia su ropa manchada, cosa que le daba asco pero le gustaba hacer. Saco su corazón, y extirpo sus ojos para que no lo viera más. Después de haber cerrado todo otra vez lo metió dentro de aquella puerta de metal para luego cerrarla y ver por la pequeña abertura de cristal que tenia en el medio como aquel cuerpo se quemaba. Una sonrisa adorno sus labios.
El corazón lo dejo sobre hielo al igual que los ojos. Esos ojos no le gustaban, no eran bonitos y había algo más en ellos que no le gustaba por eso se los extirpo. Echo los utensilios en agua caliente y un poco de desinfectante por las bacterias. Cuando los hubo lavado los seco uno por uno, tomándose su tiempo en hacerlo para luego colocarlos en las gavetas de metal que tenia incrustadas en la pared contraria a la que había quemado aquel muchacho(en la pared del frente junto a la puerta de salida).
Limpio la mesa con un paño blanco el cual se tiño de rojo rápidamente. Boto los pedazos de tejido que habían quedado esparcidos en la mesa. Luego limpio el suelo, dejándolo reluciente y brilloso. Dado al tiempo que se tomo limpiando el cuerpo aquel había sido incinerado convirtiéndose nada más en cenizas, polvo para especificar ,lo que quería.
Ya dejando el cuarto limpio y hubo metido las cenizas en un tazón lo suficiente hondo para que aquel polvo cupiera todo. Cerro la puerta tras de si, no sin antes haber cogido los ojos y el corazón. Camino por ese mismo pasillo del cuarto en el que salió segundo antes para dirigirse y entrar al contiguo.
Ahí habían muchas piezas, habían muchos estantes con figuritas grandes y pequeñas. Jarrones de diferentes colores y tamaños. Tomo asiento frente a una mesa circular y doblo las mangas de su camisa azul, enrollándolas hasta el codo. A cómodo sus pies sobre la rueda de madera(liza en importada) que había debajo de la misma mesa de madera. Estas dos estaban conectadas por palo de madera que estaba sujeto a la rueda y atravesaba la mesa en el medio.
Cogió un poco de barro ya mojado y las cenizas, mezclándolas y haciéndolas una sola. Comenzó a girar con sus pies la rueda de abajo haciendo que esta moviera la rueda de arriba, comenzó a moldearla poniendo sus manos alrededor de la figura inexistente que estaba por crear. Se veía tan concentrado en su trabajo que si hubiera alguien por ahí no le hubiese molestado para nada.
Dos horas más o menos le tomo hacer esa pequeña figura que no era más que un florero, florero el cual le hizo pequeños agujeros al rededor en formas de círculos para que pudieras ver por dentro. Y con el pincel lo pinto de color blanco, y los círculos(el trazado) se lo hizo de color rojo para luego hacerle una pequeña lluvia de estrellas del costado hacia el centro de color amarillo.
Ya terminado lo puso a secar. Luego lo vendería al igual que había hecho con las otras. Salió de ese cuarto tras cerrarlo con seguro y subió las escaleras hacia arriba. Estaba cansado. Se dio una muy buena ducha y se acostó a dormir, no sin que las pesadillas le atacaran otra vez. A la mañana siguiente despertó y baño para luego vestirse no sin antes tomar su medicamento.
-- En otra parte --
Hoy me había levantado muy temprano estaba muy nervioso, mis padres se habían mudado aquí hace menos de una semana. Hoy empezaría mi nuevo curso escolar, me coloque el nuevo uniforme que consistía en un pantalón azul oscuro, una camisa blanca manga larga de botones y un chaqueta de color azul y bordes rojos. Los botones de la chaqueta eran en oro. En la parte izquierda había un bolsillo y encima de esta había un botón de oro, arriba de este se encontraba su nombre en un pequeña pero rectangular plaquita.
- ve con cuidado amor, no regreses tan tarde -dijo mi mamá para luego darme un beso en mi mejilla-
- tú igual ma -le sonreí-
Camine hacia la escuela, decían que era la mejor de la zona. Ya mas o menos llegando a está comencé a ver algunos estudiantes con mi mismo uniforme. Las chicas traían la misma chaqueta y la misma camisa blanca manga larga pero con la diferencia de que ella llevan faldas hasta la mitad del muslo de color azul oscuro.
Mi cabello castaño me lo había peinado hacia el frente, veré si aquí consigo nuevos amigos. Extraño a Luhan, el sí era mi mejor amigo y bueno casi mi hermano. Fui a la oficina del director y me presente. Eran las 8:13am cuando me encontré frente un grupo de estudiantes los cuales murmuraban y reían. El cual sería mi nuevo salón. El profesor de nombre Siwon Choi, de matemáticas, dijo que me presentara. Con nervios a flor de piel y mis mejillas sonrojadas por la vergüenza hable :
- h..ho..hola soy huang zitao pero pueden decirme tao, tengo 17 y espero llevarnos bien -me incline hacia delante para luego tomar asiento-
¿Quién diría que esa escuela seria mi pesadilla?