Maldita la vida que se me ha dado, maldigo mi destino y mi suerte con él, aun siendo huérfano a mis vastos 18 años humanos soy una mierda total, ni si quiera puedo cuidar de mi o de mis hermanos y siendo un Omega es peor, al menos sé que a Vaidu no le sucederá nada por ser un Alfa, el que más me preocupa es mi hermano Gino ya que el al igual que yo es un Omega.
Es irónica la vida, en muchas partes del mundo el ser Omega es algo muy importante incluso se considera el motivo por la cual sin ella las manadas se extinguirían, de todo el territorio albergado por las manadas solo en un pequeño y recóndito lugar mantienen el pensamiento conservador de la inferioridad del Omega, justo en ese lugar vinimos a nacer mis hermanos y yo, a los cortos 5 años mi Padre murió en las peleas callejeras, esas peleas son el único medio de trabajo que consigue un Alfa; a los 4 años después mi Papi murió, él regresaba de la casa de un enfermos que había ido a ver, mi papi tenia conocimientos de Herbología y con ellos ayudaba a los demás, su paga era siempre comida para nosotros, cuando estaba cerca de donde vivimos un sujeto lo acuchillo en la pierna y le robo las provisiones que traía, no murió si no al paso del tiempo enfermo, sus músculos se ponían rígidos al igual que su mandíbula, con la medicina natural no se pudo hacer mucho y al tiempo murió; así es como nos quedamos huérfanos, al paso de los años trabaje de los mismo que mi papi ya que él me enseño lo necesario, un amigo alfa de mi padre se enteró de que estábamos solos y se apiado de nosotros, nos daba un poco de comida, además de que me enseñó a leer y escribir, su compañero que igual era un Omega me dio un libro de herbolaria ampliando aún más mis conocimientos, al poco tiempo dejamos de estar al cuidado de aquellas personas ya que decidieron irse a otra manada.
Crecí y seguía siendo una especie de medico hasta mis 15 años, aunque para ese entonces ya no conseguía suficiente comida ya que una banda se situó en el lugar creando una monarquía y pidiendo impuestos por ello, debido a que no teníamos pertenencia no nos exigían eso, además de que evitábamos cruzarnos con los cobradores, en el poco tiempo aparecieron personas que se colocaron entre los que poseían más, aquellos eran llamados Shila, que significaba usurpador; al saber la gravedad de nuestra situación me enrede con traficantes y ladrones, cuando cumplí 17 años ya era un ladrón muy conocido y solicitado, robaba a los mercaderes que usaban esas tierras para ir a otro lado, además de que tomaba también cosas de la casa de los Shila.
- Levántate, que ya es tu audiencia – Siento como alguien me toma de mi brazo y me para con rudeza, debido a la última razón que mencione es el por qué estoy prisionero, mis motines a los Shila aumentaron y gracias a eso me buscaron capturando a mis hermanos y exigiendo mi presencia para liberarlos
- No te preocupes hermosura, si pasa algo yo abogare para que te quedes conmigo – Escucho la voz del sujeto que me sostenía mientras siento su mano acariciando mi mejilla, aparte mi rostro viendo al hombre con ira - además de hermosos con carácter, eso me gusta – sonrió regresando su vista al frente y deteniéndose en una gran puerta la cual se abrió dando paso a un salón donde se escuchaba música y risas, fije mi vista en Pritham, el supuesto rey y lo que vi me provoco tal rabia que dese no estar esposado para ir y torturarlo sin piedad; Pritham se encontraba sentado sobre un cojín con la cabeza hacia atrás, sin embargo lo que causo mi enojo no fue ver el disfrute de su poder si no que mi hermano Vaid estaba parado detrás de el con los ojos vendados las manos encadenadas con una manzana entre ella la cual Pritham se encontraba comiendo feliz, pero lo que en verdad hizo que quisiera vomitar bilis fue el ver a mi segundo hermano con poca ropa sentado a horcajadas encima alzando el trasero y siendo acariciado por las asquerosas manos de Pritham , al verme, el hombre sonrió de manera sínica.
- Hola Dayan, al fin te conozco ¿Ya viste mis nuevas adquisiciones? – pregunto mientras extendía una de sus manos haciendo referencia a la situación de mis hermanos provocando que apretara la mandíbula para acallar mis palabras – Esperó que no quieras quitarme estas agradables piezas – Siguió diciendo mientras regresaba su manos al cuerpo de Gino – No tiene mucho de que las tengo – volvió a sonreír
Avance intentando acercarme a aquel sujeto – Hijo de… - Antes de que siquiera terminara la frase sentí un golpe en mi estómago provocando que me arrodillará intentando jalar el aire que había sido expulsado de mis pulmones
-Chico, por favor no sean rudos, no olviden que aún es un Omega- Dijo mientras apartaba a mi hermano y hacia una seña provocando que todos salieran exceptuando a los hombre que se encuentran parados a mis costados – Si fuera por mí no estarías aquí esposado – Comenzó a decir de manera “comprensiva” – En su lugar te tendría vestido con hermosas telas y bellísimos accesorios – Continuo diciendo – Pero como vez los Shila me exigen justicia hacia lo que les ha sucedido y, como soy un soberano justo, debo hacerlo – Prosiguió mientras que en su cara se reflejaba una expresión de dolor y perdida, ja, como si eso fuera verdad – Por ese motivo me piden tu muerte – Me miro como esperando una reacción de miedo en mí, pero en cambio no cambie mi facciones seguían iguales – La verdad no quiero desperdiciar tan hermosa criatura, así que te hago una propuestas, tú a cambio de tus hermanos – Sonrío al acercarse a mí y me señalara – la condena cambiaria a que fueras mi esclavo permanente – Dijo antes de que se alejara y continuara hablando- claro que si no quieres a tus hermanos no hay problemas, aquí serán bien recibidos – Seguida sonriendo entretanto extendía las manos – En especial a tu hermano Omega, él es en verdad una puta, no se me ha despegado para nada, además de que se me ha restregado infinidad de veces pidiendo que lo folle – Comenzó a reír – Estoy considerando darle el privilegio de metérsela para escucharlo gemir como la prostituta que es – Siguió riendo junto con los guardias
Aquello había sido suficiente como para destara mi furia, como pude me zafe de los dos gorilas que me tenían y camine hacia Pritham – Eres un maldito bastardo de mierda, cuando logre liberarme juro que te matare con mis propias manos hasta ver el terror en tus ojos – le grite ante de que me callara y lo mirara con ira mientras él me la regresaba con burla, sentí como los hombre se me acercaron para apartarme de aquel sujeto cuando una explosión trono haciendo temblar el lugar y que el polvo callera del techo.