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Dos palabras por Riwanon

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Y ahora estaba aquí, con él, los dos solos en una habitación, y quizá tendrían que pasar así muchas noches hasta que se reestablecieran las comunicaciones por carretera. Encima tenía mucho frío, y solo podía pensar en lo bien que se sentiría tener a Nigel cerca, muy cerca. Pero por desgracia o suerte, aunque compartían habitación dormirían en camas separadas y él jamás se atrevería a hablarle a Nigel sobre lo ocurrido aquella noche. Un escalofrío recorrió su cuerpo envuelto entre las sábanas.

- ¿Tanto frío tienes?- escuchó una voz a su lado. Nigel ya había salido del cuarto de baño y se había sentado en su cama.

- Debemos estar a varios grados bajo cero y en esta habitación tan solo hay una estufa porque la calefacción se ha estropeado, creo que tengo derecho a tener frío.- Respondió Bug con su usual tono de voz, seguido de otro escalofrío, ¿estaba Nigel acercándose?

- ¿Quieres que duerma contigo?- Preguntó Nigel, bromeando.

- Vale.- Pero la respuesta de Bug no pudo ser más seria.

- ¿Qué?

- Que vengas y duermas conmigo, también tú debes de tener frío.- Intentó decir como si nada, pero no era más que una excusa. Su rostro ardiendo era una clara muestra de ello aunque, debido a la ausencia de luz, Nigel no podía verlo. Esperaba que Nigel se lo tomara a broma, como siempre, por eso se sorprendió mucho al notar un peso a su lado. Ahora tenía a Nigel cerca, muy cerca, pero no lo suficiente como para poder tocarlo. Dudaba de si acercarse o no, después de todo ya era demasiado que estuvieran los dos en la misma cama.

- Si no te acercas, dará igual que esté aquí o en mi cama.- La voz de Nigel era casi un susurro. ¿Le estaba invitando a acercarse a él? No había rastro de broma en su voz, pero no podía saberlo. Cautamente, comenzó a acercársele. Escuchó una risita y algo que sonaba como “no voy a comerte”, pero su voz era demasiado baja como para estar seguro. Ya podía oler ese olor tan característico e indescriptible que era, como él le llamaba, el “olor a Nigel” y dejó de avanzar. Entonces notó como con un movimiento Nigel acabó con la poca distancia que aún había entre ellos y acomodó la cabeza de Bug en su pecho. Y Bug no podía moverse. Su corazón latía tan deprisa que creía que iba a explotar, tan fuerte que era imposible que Nigel no lo notara. Su respiración estaba muy agitada, y sus brazos estáticos a ambos lados de su cuerpo. Podía escuchar con claridad los latidos de Nigel, podía oír que también su corazón latía muy rápido. Podía notar sus brazos rodeándolo, algo dubitativos pero sin apartarse de él. Entonces le vinieron a la mente las únicas dos palabras que recordaba de aquella noche, aquél “te quiero”, y pensó que, puesto que la situación ya era bastante absurda, podía hacerlo y desencadenar el absurdo total. Se le ocurría que era buena idea ya que, después de todo, el latido del corazón de Nigel también estaba muy acelerado. Sin medir las posibles consecuencias, Bug se deslizó en el abrazo de Nigel, abrazándolo a su vez y quedando cara a cara, sus ojos fijos en los de él. Lentamente, recortó la distancia que había entre ellos hasta que no hubo más. Se unieron en un beso dulce y tranquilo, sin grandes arrebatos pero sin prisas por acabar con él. Tan suavemente como se unieron, se separaron y Bug volvió a apoyar su cabeza en el pecho de Nigel, está vez abrazándole también. Pasaron algunos minutos en los que simplemente permanecieron así, abrazados, sin decir nada. Hasta que Bug decidió que ya había habido demasiado tiempo de silencio.

- Yo también te quiero.- Dijo rápidamente, hundiendo su cabeza como si quisiera ocultar su rubor. Al no escuchar ninguna respuesta continuó hablando.- Es… lo único que recuerdo de esa noche, cuando tú me dijiste…- Bug no podía terminar su frase. Después de todo, aún era demasiado pronto. Notó que el pecho de Nigel se agitaba ligeramente y al mirar su rostro vio en él dos lágrimas.- ¿Nigel?

- Ssssh, no digas nada.- Nigel estaba llorando, pero sonreía como nunca le había visto sonreír. Lo estrechaba entre sus brazos como si temiera que fuera a desaparecer de un momento a otro.


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