Sus dedos se hunden en sus caderas, dejando las huellas de estos marcadas en la pálida piel. YooChun jadea y JaeJoong empuja su cadera entre sus piernas, la punta de su erección forzando el anillo de músculos mientras se desliza en el interior de YooChun.
El menor lloriquea arqueando su cuerpo en el vano intento de calmar el dolor que le ocasiona JaeJoong al empujarse dentro de él. El placer también se escurre por su columna cuando JaeJoong se desliza hacia afuera y vuelve a empujarse salvajemente y de lleno dentro de él. El mayor jadea, la presión cerniéndose alrededor de su pene es exquisita y capaz de volverlo loco. Levanta la cabeza y su mirada se encuentra con los ojos de YooChun, nublados por distintas sensaciones, instado por la lujuria, el placer y el dolor que puede vislumbrar en la brillante mirada, JaeJoong empieza moverse en un lento vaivén, YooChun separa sus labios dejando escapar pequeños gemidos bajos. La pelvis de JaeJoong empieza a moverse con mayor fuerza y el mayor se inclina enterrando sus dientes sobre el grueso labio inferior de YooChun. Presiona un beso en los labios semiabiertos del de menor edad, sacando su lengua un segundo después para lamerlos y dejarlos brillantes. —Eres tan caliente y estrecho, YooChun —murmura antes de meter su lengua dentro de la boca del hombre debajo suyo.
La lengua de YooChun pronto se une a la de JaeJoong buscando dominar desde el principio el beso estimulado por JaeJoong; no obstante, cuando la punta del falo de JaeJoong golpea su próstata, el menor se rinde y deja al mayor controlar también el beso.
Tragándose sus gemidos, JaeJoong succiona la lengua de YooChun con cierta diversión cuando el más chico se presiona contra su cuerpo e intenta soltar algunos cuantos improperios. Con el placer golpeando sus sentidos y estremeciendo su cuerpo se obliga a aferrarse del cuello de JaeJoong con ambos brazos cuando una ola de placer recorre su cuerpo por entero y lo lanza al inicio del orgasmo. Sus piernas envueltas alrededor de la cintura de JaeJoong tiran al mayor más cerca y hondo de él en el momento que lo siente jalar el gatillo que lo lleva a venirse entre sus cuerpos; gimiendo fuertemente el nombre de JaeJoong, arqueando el cuerpo hacia él y enroscando los dedos de sus pies, abstraído por la satisfacción que la liberación trae consigo.
Entonces JaeJoong se empuja de nuevo dentro del caliente interior del menor, sintiendo como su pene es tragado y apretado por las angostas paredes de YooChun como se vuelven cada vez que el menor llega al orgasmo. El deseo de llenarlo con su esencia azota a JaeJoong y termina desbordándose dentro de YooChun con la satisfacción escapando de su garganta como un potente grito de completo éxtasis.
Los ojos de ambos se cierran, JaeJoong se desploma sobre YooChun, ambos con las respiraciones agitadas y el dulce cansancio que deja el hacer el amor recorriendo cada musculo de sus cuerpos. Minutos después, JaeJoong se desliza fuera del cuerpo de YooChun y se acuesta a su lado, YooChun suelta un gemido disconforme al sentirse vacío pero suspira al notar la esencia de JaeJoong escurrirse entre sus piernas desde su trasero. Volteándose hacia él, YooChun se abraza al cuerpo de JaeJoong y se acurruca sobre su pecho provocando una sonrisa en el rostro de JaeJoong quien envuelve su brazos en la cintura del menor y lo acerca más hacia él. Es en momentos como ese que JaeJoong disfruta de un mimoso YooChun, donde es el menor quien busca sus brazos, su calor, su contacto y no al revés. Lentamente el sueño los vence y ambos, hechos un desastre de brazos y piernas unidas caen rendidos ante él.
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Son las cuatro de la mañana, YooChun se remueve debajo de las sábanas de JaeJoong. Sus párpados se abren y cierran perezosamente, sus brazos tantean el lado contrario de la cama ante la falta de su fuente de calor y protección, el menor bosteza y se sienta mirando a su alrededor, con los cabellos oscuros por sin ningún lado y la mirada desenfocada, voltea su cabeza de un lado a otro buscando en medio de la oscuridad de la habitación. ¿Por qué no está JaeJoong con él? Deslizándose al borde de la cama, YooChun baja un pie seguido del otro, cuando sus pies descalzos sienten la madera debajo de ellos, el menor se levanta, la sábana se desliza fuera de su cuerpo revelando su desnudez.
Aún con la somnolencia aferrada fuertemente a él. YooChun toma la primera prenda que encuentra dentro del closet de JaeJoong, una larga camisa de botones que el mayor no usa porque le queda grande y que además pertenecía a nadie más que a ChangMin.
A veces deshacerse de los recuerdos es difícil para cada uno de ellos mas si son de personas que alguna vez fueron importantes para uno.
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Abajo, JaeJoong está inclinado sobre la barra de la cocina apoyado sobre sus codos fumando un cigarrillo y bebiendo un buen vaso de alcohol. La tenue luz de la luna apenas deja ver su figura, no viste más que el pantalón de su pijama y los tatuajes sobre su espalda parecen acariciar su piel con tristeza.
Su mirada está perdida sobre la pintura blanca de la pared frente a él. En su mente no hay ningún pensamiento que lo martirice. No piensa en nada, pero si bebe y fuma como si hubiera sido atacado por los fantasmas de un pasado doloroso o distante.
—¿Qué haces aquí? ¿Por qué no te quedaste a mi lado?—Unos brazos delgados se envuelven en su cintura y un rostro tibio se entierra en su espalda, los ojos distantes de JaeJoong parecen recuperar su brillo y tornarse cálidos. Dejando el cigarro sobre el cenicero junto a otros dos que fueron consumidos anteriormente por él, desliza su mano hacia los brazos que se aferran delicadamente alrededor de su cintura, y acaricia su piel con la yema de sus dedos.
—Vine por un vaso de agua —responde simplemente, YooChun se pega más a su espalda y besa su omoplato izquierdo.
—Mentiroso —le recrimina deslizando sus labios mientras habla sobre la espalda de JaeJoong. —Estás bebiendo y fumando. —Siente la espalda de JaeJoong sacudirse contra él, le ha hecho reír un poco eso le hace sonreír y presionar otro beso pero está vez en la nuca del mayor.
JaeJoong se gira entre el cuerpo de YooChun y la barra, sus ojos se encuentran y JaeJoong agacha la cabeza para empujar sus labios sobre los de YooChun, el menor cierra sus ojos y JaeJoong desliza sus manos alrededor de la cintura de YooChun, moviendo sus labios sobre los de él hasta penetrar dentro de su boca y jugar con pequeños toques húmedos con la lengua de YooChun. El menor suspira envolviendo sus brazos alrededor del cuello de JaeJoong e inclinando su cuerpo sobre el de JaeJoong quien recibe su peso y baja sus manos hasta apretar entre ellas el trasero de YooChun, el menor ronronea contra su boca y JaeJoong chupa su lengua y la mordisquea. Atrapándola entre sus dientes la jala hacia él y mira como el rubor sobre las mejillas de YooChun se intensifica, JaeJoong sonríe, los gira y tomándolo por la cintura de nuevo sube al menor sobre la barra de la cocina.
YooChun parpadea confundido, con los labios entreabiertos por los que intenta tomar oxigeno para sus pulmones. Agacha la mirada hacia los ojos de JaeJoong en el mismo instante en que se estremece a causa del toque de JaeJoong sobre sus piernas desnudas, las manos del mayor se deslizan bajo la camisa acariciando la sensible piel de sus muslos. JaeJoong sonríe con diversión mientras toca su cuerpo, YooChun en cambio se inclina hasta besar dulcemente las comisuras de la boca de JaeJoong. Entonces la mirada de JaeJoong tiembla y entierra sus rostro en el estomago de YooChun. El menor lo abraza y acaricia sus cabellos teñidos.
—Voy a extrañarte —murmura contra la tela de su camisa. Levanta la mirada y YooChun vuelve a presionar sus labios sobre los de él. JaeJoong cierra sus ojos y se deja mimar por los labios de YooChun.
—Yo también, Jae —deja otro corto beso sobre sus labios, sabe que el mayor necesita afecto en ese momento. —Pero prometo visitarte siempre que mi agenda me lo permita. —Acuna su rostro entre sus manos y desliza sus labios repartiendo besos por su rostro entero. —Además dos años se pasaban volando.
—No quiero dejarte —estira sus labios en un puchero adorable, YooChun contiene su risa y junta sus labios con los de él.
—No vas a dejarme. Solo vas a cumplir con tu deber cívico, luego lo haré yo también.
JaeJoong cabecea. Suspira abatido. —Me va a hacer falta tu cuerpo por las noches y tus sonrisas por las mañanas. —Frota su nariz en el cuello de YooChun. —Echare en falta tu aroma, la suavidad de tu piel y…
—JaeJoong, no vas a irte para siempre. —YooChun ríe ante lo dramático de JaeJoong.
—Pero para mí será eterno —arguya frunciendo el ceño. YooChun entonces lo mira a los ojos y el brillo que relucen estos seca la garganta de JaeJoong, conoce bien a su soulmate.
—No veo que aproveches el tiempo.
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La molestia se ha ido, YooChun calma sus ansias y preocupaciones como solo él sabe y puede, después de todo dos años se pasan volando.
—Tienes que comunicarte conmigo lo más que puedas, Chunnie —Muerde el lóbulo de la oreja de YooChun y empuja su pelvis, su erección deslizándose en el interior del menor mientras YooChun baja sobre ella, el menor asiente con los ojos fuertemente cerrados y presiona su cuerpo contra el de JaeJoong al sentirse lleno por él. —O moriré de tristeza.
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