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Tiempos efìmeros por KiriOasis

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Notas del fanfic:

Todos los derechos están reservados a Takaya Kagami, el creador del argumento de esta maravillosa obra. 

 

Este fanfic se encuentra posteado también en wattpad:https://www.wattpad.com/myworks/42251064-tiempos-ef%C3%ADmeros

 

Notas del capitulo:

Todos los derechos están reservados a Takaya Kagami, el creador del argumento de esta maravillosa obra. 

Disfruten de la lectura :) 

Abrió sus ojos lentamente, quitándose las cobijas de encima mientras se sentaba en su cama, frotando uno de sus ojos con algo de pereza. Miró a los lados, esperando encontrar las cosas diferentes a como las había dejado la noche anterior. Sin embargo, todo estaba igual.


Suspiró aliviado, se había levantado varias veces pensado que lo que había soñado era un dulce sueño con amenazas de despertar y convertirse en una cruel y triste realidad.


Así que tomó su uniforme y después de arreglarse salió como todas las mañanas normales. Claro que no habían sido tan normales desde que las cosas cambiaron mucho por esos rumbos.


Fue por el pasillo inmenso, y sin preocuparse por desayunar, subió las escaleras hasta la azotea del edificio para ver todo el extenso paisaje de edificios destruidos y ruinas por todas partes. Pero también esa silueta blanca, aquella que estaba mirando parada en el borde sin temor alguno de poder caer por esa gran altura.


Se acercó despacio y el otro volteó ligeramente su cabeza hasta el muchacho de cabellos negros y ojos grandes y verdes. Una sonrisa se formó en su boca cuando los ojos de ambos se encontraron.


— Buenos días, Yuu


— Buenos días, Mika


El chico de cabellos negros se paró a un lado del rubio, mirando a un punto inexacto de todo el lugar. No quería ver el paisaje realmente, solo había llegado para ver a su amigo.


— ¿Ya desayunaste? — preguntó Mika.


— No, aún no.


— Deberías ir a comer, no es bueno que te saltes el desayuno.


— Está bien, no es para tanto.


— Yuu...


— No soy un niño — se quejó. — Es solo una comida, además, vine a verte ¿no está bien entonces?


Mika lo observó unos segundos, entre estar feliz al saber que su amigo prefirió verlo, o reprocharle nuevamente por no ser responsable con su alimentación.


— Bueno, voy a comer entonces.


Yuu dio la vuelta para marcharse, sin embargo, Mika colocó una mano en su hombro antes. El muchacho de ojos verdes volteó a verlo para prestarle su completa atención.


— Voy contigo — dijo en semblante serio. Él sabía que su amigo vampiro seguía sin sentir simpatía ni tampoco confianza en los demás. Siempre tenía su expresión seria y se comportaba hostil con todos. Bueno, con todos menos con él.


Asintió con la cabeza y camino junto al vampiro por las escaleras, no hablaron nada realmente. Cada uno estaba pensado por su lado lo irreal que parecían las cosas en ese momento. La calma, la paz y la seguridad de tenerse el uno al otro cerca.


Llegaron al pasillo, donde se encontraban las habitaciones y Yuu pudo diferenciar la voz de sus compañeros a lo lejos. Kimizuki y Yoichi caminaban juntos, hablando de cosas triviales. Entonces ambos escucharon los pasos de Yuu acercándose y voltearon para verlo.


— Buenos días — Yoichi sonrió al saludarlo.


— Hola — dijo Kimizuki.


Antes de que Yuu saludara se fijó en la mirada de sus amigos. No tuvo que pensarlo siquiera para saber que ojos tenia Mika detrás suyo. Kimizuki lo miraba con desconfianza y Yoichi se desviaba de la mirada amenazante y afilada del rubio.


Aunque había pasado tiempo, no importaba que hiciera, no lograba hacer que Mika dejara de ser tan hostil con todos sus amigos, y tampoco podía hacer que ellos confiaran en Mika como él lo hacía, lo peor de todo era estar en el mismo grupo. Ya que siempre acababa en la mitad. 


— ¿Ya desayunaron? — preguntó Yuu tratando de desviar la atención. 


— No. — Yoichi respondió poniendo la mejor sonrisa que podía. — Ahora mismo íbamos. 


El camino fue silencioso, pero el momento en el cual todos estaban sentados en la misma mesa era un sepulcro. Intentaban no chocar mirada con el vampiro y este no tenía ninguna demora en demostrar que no estaba disfrutando de su compañía. Shinoa mostraba su pequeña sonrisa tranquila, cuando en realidad sentía que no había manera de cambiar el ambiente.


— El Teniente Coronel Guren nos tiene una misión — habló para dar algo a la conversación. Todas las miradas pasaron a ella y casi sintió que no debió hablar. — También quería hablar con nosotros.


— ¿Sobre qué? — preguntó Kimizuki, pero apenas y pregunto, entendió perfectamente. Ninguno dijo nada después de eso, y cuando Mika se levantó de su asiento junto a Yuu para retirarse, les llamó la atención. Casi de inmediato, Yuu se levantó.


— ¿A donde vas?


— Tengo que ir por algo importante. — Desvió un poco la mirada el rubio.


— Te acompaño. 


—No, — hizo una pausa, — quédate aquí, no quiero que vayas a ese lugar.


— Está bien. — Sonrió. — No sucederá nada, además, iré de todas formas. 


Mika lo observó unos segundos, pensado en que hacer. Finalmente negó con la cabeza antes de hablar.


— Otro día será, Yuu. 


El vampiro se retiró del lugar. Yuu estaba notablemente decepcionado, había intentado ir varias veces con Mika, pero este se iba antes de que si quiera lo viese o le negaba que lo acompañase. Era precisamente porque él no quería que Yuu lo viera ir donde Krul para poder obtener la sangre que necesitaba. 


Fueron hasta la oficina de Guren, hablando más tranquilos. Sin embargo, Yuu no estaba tan encimado en la conversación.


— ¿Estás bien, Yuu? — Yoichi se acercó al chico de cabellos oscuros.


— Si.


Kimizuki hizo una mueca de disgusto por la respuesta del más bajo.


— ¿No puedes ser menos legible? — preguntó — Es obvio que estás así por Mika. 


Yuu lo miró sin decir nada en su defensa, dando por hecho la teoría de Kimizuki. Entonces Mitsuba habló:


— Vamos, sabemos que no lo has visto en mucho tiempo. Pero no tienes que estar pegado a él todo el tiempo.


— No estoy pegado a él todo el tiempo. — Se defendió esta vez de inmediato. 


— Tal vez si pasas mucho tiempo con él — comentó Yoichi.


— ¿También tu, Yoichi? — Yuu se quejó sin encontrar apoyo de nadie. Shinoa se divertía escuchando a su grupo molestando al muchacho de ojos verdes. Él no les dijo nada más y siguió con grandes pasos hasta la oficina de Guren. 


Shinoa tocó la puerta antes de pasar, encontrándose con el Teniente Coronel parado, callándose al verlos pasar. Estaba hablando con Shinya, quien estaba con su sonrisa habitual. 


Todos entraron y el silencio perduró unos segundos hasta que fue rotó por Guren.


— ¿Cómo les va con su nuevo compañero?


— Bien, excelente, somos mejores amigos.


— Me alegra escucharlo, porque tienen una nueva orden — respondió de inmediato ignorando el sarcasmo en cada palabra que soltó Kimizuki. Sabían muy bien que él estaba al tanto de su incómoda situación y aun así preguntaba. 


— ¿De qué se trata? — Shinoa preguntó. 


— Deben pasar un día en las afueras de Shinjuku una noche entera. Encargarse de unos cuantos jinetes de que están muy cerca y comienzan a hacer un problema.  Y la parte más difícil...


El grupo hizo silencio para escuchar.


— Llevarse bien con su nuevo compañero. 


— Un momento — intervino Mitsuba — ¿Esto es verdad o lo haces únicamente para que pasemos más tiempo con él? 


— ¿Quién sabe? — le restó importancia Guren —. De hecho, desde ahora comienzan. Así que deberían salir cuanto antes. 


Antes de que pudieran protestar el mayor los sacó de su oficina con rapidez. Los chicos se miraron entre ellos y en un suspiro, decidieron obedecer y salir de allí de inmediato. 


Guren observó la puerta unos segundos, considerando aquellas cosas que había estado pensando esa última semana. 


— ¿Entonces quieres que te ayude? — preguntó Shinya.


— Creo que es un poco problemático tratar con ello.


— Aun así voy a hacerlo. — rió —. Tal vez las cosas se vuelven interesantes por aquí.  

Notas finales:

¡Gracias por leer! :3


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