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EN LA OBSCURIDAD por LuciHikari

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Notas del fanfic:

De repente un día me dio ganas de escribir esto y se lo dedico a mis queridas musas Kaori, Tomomi, Daisuke.

Notas del capitulo:

Hola, hace mucho que no publicaba nada... y se que aún tengo pendiente algo je je... pero un dia esta idea se metio en mi cabeza y no pude sacarmela hasta que la escribí... y aquí esta, espero que la disfruten.

¡¡Pasen a leer!!

Título: Sollozos en la oscuridad

Autora: LuciHikari

 

Empujó con fuerza la puerta y esta cedió con un sonido rechinante y seco, dentro de ese cuarto la obscuridad era tal que no alcanzaba a ver más allá de lo que la luz de la luna, que entraba por una ventana rota a sus espaldas, le dejaba vislumbrar a penas en el umbral; su corazón latía acelerado por la ansiedad y el miedo, sí miedo, de lo que podría encontrar en ese lugar, su mente lo torturaba con desesperación que no le dejaba pensar con claridad y sus nervios ya no podían más con la sensación de desconcierto que la situación le provocaba.

Dentro de ese lugar no se escuchaba absolutamente nada y eso no hacía más que acentuar su sentir, sabía que él se encontraba ahí, lo sabía y esperaba que se encontrara bien, aunque también sabía que eso era demasiado pedir.

Dio un paso hacia el interior, apenas entrando a la oscuridad, sintiendo que su piel se estremeció por la anticipación; camino aún más entrando completamente en el sitio, sus pasos resonaban en el silencio, no había ninguna ventana por la que entrara un poco de claridad, por lo que sus ojos se nublaron por un momento hasta acostumbrase a la falta de luz y así alcanzó a distinguir los contornos de lo que le rodeaba. Era un espacio amplio y casi vacío, no había más muebles que un viejo sillón individual situado contra a la pared del fondo, el piso de concreto tenia uno que otro escombro regado por aquí y allá, no lograba ver ninguna lámpara ni bombilla para alumbrar pero lo que sí vio fue el contorno de una puerta que se encontraba en la pared del fondo a más o menos un metro del viejo sillón.

No se había movido durante su rápida inspección del lugar y en cuanto vio la puerta se acercó con pasos veloces hasta esta, dispuesto a abrirla, cuando estuvo a su alcance tomo la perilla de metal y la giró, esta cedió de manera fácil, empujando la puerta de madera oscura que rechino al abrirse lentamente, dándole acceso a la otra habitación que estaba tan obscura como la anterior.

Sus ojos ya habituados a la penumbra captaron el contorno de un mueble en el lugar, era una cama y sobre esta podía distinguir la forma de una persona, abrió los ojos aún más intentando definir la imagen; con sus manos a tientas buscó un interruptor en la pared junto a la puerta, esperando encontrarlo y que una luz se encendiera, finalmente lo encontró y presionó haciendo que una bombilla parpadeara en el techo, a pesar de la intermitencia de la luz, logró ver con claridad la escena frente a sus ojos y su corazón se oprimió de tristeza, impotencia y mucha rabia.

Sobre la cama se encontraba él,su amado, tan indefenso y herido; por inercia dio unos pasos más acercándose a la cama con su corazón latiendo en su garganta impidiéndole hacer algún sonido, ni siquiera para llamarlo; no lo podía creer, no podía ser que lo que estaba observando fuera una realidad, su ángel, su luz… no, no podía ser cierto, sin embrago sus ojos no le mentían y su mente no lograba asimilarlo.

La frágil figura de su amado estaba sobre esa vieja cama recostado de lado con las piernas un poco encogidas con un brazo estirado y el otro cerca del rostro, apenas cubierto por una vieja sábana, que en algún momento debió haber sido blanca y ahora era amarillenta, con rastros de sangre, algunas gotas y manchas difuminadas, su piel tenía innumerables marcas del abuso que había sufrido; había arañazos que recorrían sus brazos, sus hombros y su espalda, marcas de mordidas hechas con saña en su cuello y clavícula que tenían aún rastros de sangre en ellas, moretones en el lado de las costillas que alcanzaba a ver, producidos seguramente por golpes que recibió; sus ojos recorrieron aún más abajo y vio como entre las piernas había restos de sangre, mesclada con un líquido blanquecino, que aún resbalaba por los muslos que también tenían moretones que marcaban la piel en forma de dedos, como si le hubieran sujetado con mucha fuerza, haciendo presión.

No lo soportó más y se acercó apresurado junto al joven herido, con una rodilla sobre la cama estiró su mano para acercarla a la cabeza y verificar que aún respiraba; retiro con cuidado los suaves y alborotados cabellos que cubrían el rostro, descubriendo que en este también había moretones de golpes en sus mejillas y los finos labios, antes rosados, estaban partidos y aún sangraban; el joven estaba inconsciente pero aún respiraba, no se daba cuenta de lo que sucedía a su alrededor y mucho menos del enorme dolor de la persona que lo contemplaba en ese estado, mientras las luces parpadeaban en esa habitación.

Con delicadeza lo levantó un poco y lo abrazo contra su pecho, besando suavemente los cabellos de la persona amada; lo cubrió mejor con la vieja sábana, para de alguna manera bloquear un poco esa cruda y cruel realidad que les ha tocado vivir, tratando de dar un poco de descanso a su mente y su corazón que se encontraban devastados y adoloridos, no sabía lo que pasaría mañana pero necesitaba fuerzas para enfrentar lo que sea que se les viniera encima, necesitaba ser fuerte por él mismo y por su amado que se encontraba en sus brazos, ahora a salvo, ajeno a todo a su alrededor, y por el momento eso era lo mejor, hasta que él pudiera sostenerlos a los dos sin derrumbarse.

Abrazo un poco más fuerte a su ángel contra sí, cerró con fuerza los ojos intentando contener lo inevitable, pero sabía que era inútil tenía que dejarlo salir o sino no sería capaz de continuar con ese dolor en su pecho, sus ojos se abrieron brillosos con lo que no quería dejar salir; la bombilla de la habitación parpadeó una vez más pero, al momento de ensombrecer, no se volvió a encender, dejando así ese lugar en una completa obscuridad, tal y como estuviera cuando apenas había llegado; fue el momento en que dejó escurrir su pesar con cristalinas gotas que resbalaron de sus ojos, cuando nadie lo podía ver, ni escuchar, solo y abrazando al dueño de su afecto, dueño de su corazón, un corazón que sangraba por el daño causado a su poseedor.

Ligeros y suaves sollozos inundaron ese frio y solitario edificio a las afueras de la ciudad, se oía su eco en los oscuros pasillos de la edificación, que sin ningún otro ruido, parecían un canto desolador y triste, un lamento de dolor irreparable; junto con ese sonido se escuchó un seguro juramento antes de que los sollozos continuaran.

– Te juro, mi amor, que ese maldito pagará por lo que ha hecho– acarició con suavidad los rubios cabellos – y no descansare hasta que lo vea retorcerse de dolor y se arrepienta del dolor que te causó– depositó un beso en la cabeza del inconsciente joven –lo juro por mi nombre y por el amor que te tengo– lo volvió a acurrucar en su pecho y dejo que su dolor siguiera hasta cansarse y que dentro solo le quedara su amor y su rabia.

No tendría descanso hasta que su rabia se saciara con el dolor y sangre de quien hizo el daño. Lo importante sería ahora curar las heridas, tanto físicas como espirituales… para seguir adelante.

Contunuará?

Notas finales:

Si llegaste hasta aquí, gracias por leer :)

¿Gustaria que la historia continuara?

La verdad lo había pensado con un oneshot, pero como que me quedo con la pica je  je je… dependerá del recibimiento

¿Quién creen que sea el malo maloso? Ji ji ji… adivinen

Hasta Pronto :)


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