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Yuuri observó ese par de ojos verdes, eran tan hermosos, tan cautivadores que no podía dejar de admirarlos como si le mantuvieran cautivo en un hechizo. Eran tan bellos como el ser quien era el dueño de los mismos.
Estaba completa y absolutamente enamorado de esta persona. En el pasado jamás creyó el posible enamorarse de él, pero, con el tiempo, sentimientos profundos habían surgido en su interior y no había podido ignorarlos por más tiempo.
Recuerda el día en que se declaró, al principio Wólfram tenía una expresión que denotaba no creerle en absoluto; sin embargo (y tras mucho empeño) ambos terminaron estando juntos. Posteriormente contrajeron nupcias. Ese fue uno de los días más felices de su vida. Habían tenido una boda enorme (cortesía de Cherry-sama) y una luna de miel bastante apasionada.
El primer año de matrimonio tuvo sus altibajos, como en todas las relaciones; más sin embargo, lograron sobrellevarlo de la mejor manera y llegar a su aniversario.
Pasaron otros 3 años y aquí estaba frente a su pareja. Llevó una de sus manos a donde se encontraba la mejilla del rubio y la acaricio con sumo cuidado. Contempló maravillado la exquisita belleza de su consorte y esbozó una amplia sonrisa.
-Feliz aniversario- dijo casi en un susurro mientras apoyaba su frente donde se encontraba el hombro de su esposo. La sonrisa se fue borrando y en cambio, una expresión de completo dolor tomó lugar en su rostro. Un par de sollozos salieron de sus labios mientras algunas lágrimas resbalaban sobre sus mejillas.
No quería llorar, no debía llorar.
Era patético, realmente patético de su parte ponerse a llorar después de esos años. No era lo que tenía que hacer, él debía mostrar una sonrisa; una como la que estuvo mostrando a todos durante el trascurso del día.
Se apoyó con ambas manos sobre la fría pared y fue resbalando hasta quedar de rodillas en el piso. No pudo más. Debía dejar salir todo el dolor reprimido en su corazón y llorar como no lo había hecho en años.
Su llanto se incrementó siendo escuchado en los alrededores y por los mismos guardias que vigilaban fuera de su habitación; probablemente fue escuchado por Conrad o Yozak. No le importaba ahora, agradecía que ellos respetaran este momento de privacidad y le dejasen liberar su ser.
Lo amaba demasiado, tanto que no podía contenerlo más.
Si tan sólo el verdadero Wólfram estuviera frente a él y no una simple pintura….Pero no podía tenerlo, no más, nunca de nuevo a su lado.
Porque lo que en la tierra está ahí permanecerá para siempre. No puede despertarse a nadie del descanso eterno.
Tendría que vivir el resto de sus días con esa realidad y ese dolor que jamás podría borrar.
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Su cuerpo se tambaleo y buscó apoyo sobre la corteza de un árbol cercano. Jadeo en señal de cansancio, su cuerpo le pedía a gritos un descanso, pero no podía darse ese lujo.
Había estado caminando durante mucho tiempo sin un rumbo fijo y no sabía a dónde debía dirigirse. Observó a su alrededor asegurándose que sus perseguidores no estuvieran cerca; creía haberles perdidos unas horas atrás pero estos parecían ser demasiado astutos, ágiles y tercos.
Escuchó un ruido cercano y buscó con su mano el mango de la espada que traía sobre ese viejo cinturón de cuero. Estaría listo para defenderse y matar si era necesario para sobrevivir.
"Aquí están" pensó y rápidamente visualizó a un hombre de cuerpo robusto dirigirse hacia él con una espada. Logró apartarse a tiempo logrando así que la espada de su atacante quedase clavada sobre el árbol en el cual se había apoyado momentos atrás. Aprovechó esto y terminó rebanando la nuca de su agresor. Una gran cantidad de sangre brotó al instante. Estaba muerto ahora.
Un nuevo ruido le hizo ponerle alerta y un par de hombres aparecieron de entre los árboles frente a él. Esquivó un par de ataques y bloqueo otros pocos antes de ponerles fin, justo como el primero; estos humanos cayeron sin vida al suelo.
Volvió a jadear exhausto mientras la sangre ajena resbalaba por el filo de su espada y caía sobre la tierra húmeda por las recientes lluvias. Levitó su vista y observó el cielo; estaba próximo el amanecer; debía darse prisa y buscar un refugio donde pudiera descansar un poco.
Observó los cuerpos inertes de sus perseguidores.
Habían sido 3 estaba vez pero…. ¿Cuánto tiempo pasaría antes de que pudieran darle alcance nuevas personas?
No lo sabía, pero tampoco quería averiguarlo.
Enfundó su espada y retomó su andar lo más rápido que su cuerpo le permitía. Pudiera ser más rápido si sus heridas se lo permitieran y dejaran de abrirse cada cierto tiempo. Sujetó su abdomen con fuerza y esbozó una mueca de dolor.
Debía apurarse, además, pronto llovería de nuevo.
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-¡Eso es imposible!- Golpeó con fuerza el escritorio de madera en el que se encontraba trabajando anteriormente mientras se levantaba tirando su silla detrás de sí -¡No vuelvas a mencionar eso de nuevo!- Gritó exaltado el hombre de cabellera gris
-¡No es una broma!- defendió el hombre de cabellera naranja y ojos azules -¡Había muchos rumores y yo mismo lo he comprobado! ¡Es él!-
-¡Los muertos no pueden ser revividos!- Respondió el hombre de traje verde cubriendo su rostro con una de sus manos, le dolía mencionarlo, pero era verdad, su pequeño hermanito no volvería jamás. Tomó aire antes de proseguir -Esta denegado, olvida este asunto-
-¡No puedo dejarlo de lado y olvidarlo cuando su majestad tiene esa expresión en el rostro todo el tiempo!-
-Yozak por favor…- habló finalmente el hombre de cabello castaño
-Aunque vayamos a investigarlo, si su majestad se entera y se ilusiona…- fue el turno esta vez del instructor del rey -¡Oh, majestad! ¡Cuánto más debes sufrir por este suceso tan trágico!- dijo cubriendo su boca con una de sus manos y evitando sollozar
-¡Es el real!- siguió en su terquedad, a él también le costó trabajo creerlo en un principio pero no tenía duda alguna ya de ello -¡Deben verlo por ustedes mismos!- dijo entrando en desesperación al no poder convencerles.
-¿Qué es el real?- se escuchó una quinta voz en la oficina y de inmediato, todas las miradas se dirigieron hacia la puerta recién abierta y a un pelinegro mirándoles con curiosidad -¿Qué está pasando?- parpadeó confundido el recién llegado.
-Majestad, se trata d….-
-¡No te atrevas Yozak!- interrumpió el hijo mayor de la ex maoh -¡No hay nada más que discutir sobre este asunto!-
-¿Pero que asunt….- Iba a preguntar el rey de los demonios cuando fue interrumpido por el espía del reino
-¡Él está vivo!-
-¿Él?- preguntó sin entender -¿A quién te refieres?- no entendía que se estaba hablando, pero al ver las caras de los demás presentes una idea repentina golpeo su mente -No….eso no es posible yo….- Tartamudeo sin poder decir alguna frase coherente
-Es verdad, por favor acompáñeme y podrá verle-
-W….Wólfram…- dijo como si no fuese real, como si aún se encontrara dormido en su habitación, debía ser eso porque no podía ser posible que algo así sucediera -…está vivo- concluyó incrédulo pero con una pequeña esperanza en su interior. Si existía esa posibilidad, si existía ese milagro….
¡Debía verlo con sus propios ojos!
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