Al fin todo había terminado, la batalla contra Cell había finalizado con bien.
Todos se encontraban en el templo de Kami-sama. Acababan de revivir a todos los que habían sido asesinados por aquel cruel villano.
Trunks abrió los ojos y se encontró con sus amigos. Lo pusieron al tanto de la situación. Después de un rato de platicas y risas por el rechazo de la androide 18 hacia Krilin, los guerreros decidieron que era hora de ir a sus hogares.
Trunks les dijo que se quedaría esa noche en la C.C. pero en la mañana se iría de nuevo a su época.
Se dispersaron en vuelo, Trunks quedó asolas con Yamcha por un momento, el pelinegro le contó lo ocurrido con Vegeta durante la batalla. Trunks no podía creerlo ¿Su padre se había enfurecido por su muerte? De algún modo eso lo ponía un poco feliz.
Su vuelo continuó, se sentía mas que ansioso de poder ver a su padre.
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-Maldita sea- Vegeta se quejaba al momento de volar, sus heridas le dolían pero de ninguna manera habría aceptado la ayuda que el namekiano le ofreció. Simplemente llegaría a su hogar y se dignaría a descansar hasta recuperar energías y tratar sus heridas.
La primera persona en recibirlo fue aquella rubia despistada de su suegra.
-Pero si es el apuesto Vegeta. ¿Te gustaría tomar algo? Traje unos nuevos pasteles, son muy deliciosos. - la mujer estaba en el jardín de la entrada.
-Hágase a un lado.- el príncipe la pasó de largo y de inmediato se dirigió a una habitación.
Se percató de que la peli azul no se encontraba en aquel lugar, por lo que en realidad estaría solo, al menos de momento y eso lo agradecía. No se encontraba de humor para soportar a nadie.
Se retiro toda la ropa de su cuerpo, tenia varios rasguños y unas heridas abiertas, no lo pensó más y se metió directo al baño para dejar caer el chorro de agua en su cuerpo. Lavaba bien cada parte, el agua se mezclaba con la sangre de las heridas.
Al salir se coloco una toalla solamente, buscaria ropa mas cómoda, tambien terminaría de vendar una que otra herida abierta en su cuerpo.
Terminó de vestirse y lo único en lo que pensó en ese momento era en obedecer a su cuerpo y recostarse en la cama a dormir, sin pensar en nada ni en nadie.
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Trunks volaba lo más a prisa que podía, llegando por fin a su esperado destino, sentía la presencia de su padre dentro de aquel gran lugar, sin embargo, antes de entrar se vio detenido por una voz aguda.
-¡Trunks! - la mujer corría a ver al peli lila, al parecer Bulma había llegado hace un par de minutos, el joven no se había percatado de ella, pues estaba demasiado concertado en querer ver a su padre. - Me alegra ver que estas bien.- la mujer le sonreía dulcemente al joven mientras cargaba al bebe entre sus brazos. - ¿Dónde está Vegeta?
-Mi padre ya se encuentra dentro, el vino antes que yo.
-Ya veo. - Ambos se dieron paso dentro de la C.C.
Bulma quería que el joven le contara todo a detalle pero sabia que debía dejarlo descansar primero. Después de todo aún era temprano y tenían el resto del día.
Trunks fue a la habitación en la que se quedaría esa noche, estaba tan solo a dos cuartos de donde se encontraba Vegeta. Tenía intensión de verlo en ese momento pero supuso que debía estar descansando ya que su Ki estaba tranquilo y estable.
El joven dejó sus pensamientos de lado y se metió a la habitación, en la misma había un baño por lo que se dio una ducha rápida y se colocó ropas mas cómodas. No se sentía cansado en ese instante, ademas no quería desperdiciar el ultimo dia que le quedaba en ese lugar, por lo que opto por ir con su madre, haría algo de tiempo en lo que Vegeta despertase para poder verlo y tratar de hablar con él.
Se sentía mal por los pensamientos que pasaban por su mente, estar con su madre le haría bien, o eso creía. La relación con su padre no había avanzado mucho desde que llegó, si bien él no lo trataba como esperaba, tampoco se había esperado que sus sentimientos hacia el príncipe dieran un giro en él.
Cuando compartieron la habitación del tiempo, Trunks pudo ver como en realidad era Vegeta, tal y como los demás habían dicho, sin embargo, por extraño que suene, en él se despertaron sensaciones hasta el momento desconocidas ante tal encierro con el principe.
Al principio no quería admitirlo, le parecía una aberración tener tales pensamientos de su padre, no podía creer lo que soñaba durante su estadía con él. Pero cuando al salir se enfrentaron al Cell aún imperfecto, pudo ver lo real que eran sus sentimientos, al ver como su padre era derrotado por aquel monstruo su temor de perderlo se incrementó, sus sentimientos eran reales, sin querer se había enamorado de el príncipe.
Lo admitió, si tenia ese tipo de sentimientos, sin embargo no se los demostraría, no haría peor la relación que ya tenía con el pelinegro. Solo quería hablar con él, tratar de tener una relación padre e hijo que nunca experimentó.
Sin darse cuenta, ya había llegado a la sala de estar donde se hallaba la peli azul. La mujer estaba sentada en el sofá con el bebé en brazos, parecía que lo estaba durmiendo.
-Ah, Trunks. Que bueno que estas aquí. ¿Podrías ayudarme con el bebé? Es que tengo que ir por su biberon pero seria mas rápido si tu lo cargas un momento.
-Claro, solo espero que no se ponga a llorar.
La mujer se levanto y dejó al pequeño en los brazos del mayor, saliendo rápidamente del lugar.
-Hola Trunks...- el joven sonreía mientras cargaba al pequeño.
El bebé solo balbuceaba cosas mientras movia sus brazos.
-Me alegra saber que no tendrás que crecer con los mismo problemas por los que yo pase, espero sepas disfrutar de todo esto. Además de que probablemente tú si podrás tener una buena relación con nuestro padre, espero disfrutes estando con él lo que yo no pude. - El joven estaba demasiado concentrado en el pequeño que no se dio cuenta que alguien estaba escuchando esa pequeña charla en los pasillos.
Vegeta se había levantado con algo de hambre, supuso que no había dormido demasiado. Se dispuso a salir de la habitación para buscar algo de comer, sentía perfectamente la presencia de la mujer y el joven peli lila pero esperaba no toparse con ellos.
Caminó por aquel largo pasillo hasta llegar a la sala de estar, se dio cuenta de que el peli lila se encontraba ahí, extrañamente se encontraba cargando a su otro 'yo' y ademas estaba balbuceando varias cosas.
El príncipe no era de espiar, solo se dispondría a pasar de largo al joven pero cuando avanzó un poco, pudo escuchar lo que el joven decía, hablaba sobre su relación con él.
No quería escuchar sobre esas cursilerías, solo se dio media vuelta y regresó a su habitación.
Se sentó a la orilla de la cama, ver al joven le recordó lo sucedido durante la batalla, la verdad había olvidado por completo el espectáculo que dio al momento que el joven fue atacado. Ahora se sentía completamente avergonzado de su comportamiento, sabía que los demás habrían interpretado sus actos a su forma.
-Maldición.
El príncipe no odiaba al joven, es más, se sentía algo orgulloso de él, pero de ahí a mostrar cariño no era lo suyo, ni siquiera al bebé que tenia en ese tiempo lo cargaba o daba demostración de quererlo.
Además no podía ver al peli lila como su hijo, después de todo no era precisamente su hijo, el suyo era un bebé, el joven era simplemente producto de su otro 'yo' de una linea del tiempo diferente.
Sabía perfectamente que el joven quería una relación de padre e hijo con él, pero el príncipe no podía hacer eso, su manera de verlo no era así. ¿Sentía afecto? Pues no era precisamente afecto, ni siquiera el pelinegro sabia que era, probablemente solo una confusión de momento.
Sus razones para esta lejos del peli lila en la habitación del tiempo no habían cambiado hasta ahora. Solo esperaba que se fuera de una vez para dejar atrás esas extrañas sensaciones en él.
Se recostó en la cama mirando hacia el techo, estaba mal, definitivamente esperaba la partida del joven para no tener más de esos pensamientos extraños.
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-Gracias por cargarlo, de verdad me hiciste un favor.- Bulma había regresado con el biberon del pequeño, tomándolo nuevamente entre sus brazos.
-No fue nada. - el joven no sabia que decir o hacer, una cosa era hablar con su madre en su tiempo, era muy diferente la manera de llevar una conversación con la mujer siendo joven.
-Oye ¿Qué te parece si te cortas el cabello?
-¿Cortármelo?
-Claro, a menos que lo prefiras dejar largo.
-No, yo creo que es buena idea, de todas formas mañana me voy y no creo que a mi madre le guste mucho verme con el cabello largo, no está acostumbrada.
-Perfecto, entonces como no hay peluquerías abiertas por todo el alboroto, te lo cortare yo.
-¿Eh? Pero...
-Confía en mi, no soy una experta pero te aseguro que no te quedará mal.
-Esta bien. - el joven solo sonrió, no le quedaba de otra. Disfrutaría todo lo que pudiese en ese día, solo esperaba poder pasar algo de tiempo con el pelinegro también.
La tarde llegó, durante la comida no se vio la presencia del príncipe, al parecer se las había arreglado para comer solo y sin que nadie se diese cuenta, trataba de evitar lo mejor posible al joven.
Después de comer, Trunks estuvo con la peli azul, al momento de ver como le cortaría el cabello, se puso nervioso, no le quería decir nada a la mujer pero en definitiva no confiaba del todo en sus habilidades como peluquera. Estuvo todo el tiempo con los ojos cerrados, cuando Bulma terminó, sintió como su cabeza estaba más ligera, abrió con lentitud sus ojos y los poso en el espejo que tenia cerca en la cómoda de la habitación.
-Valla, quedo bien.
-Te lo dije, jamás arruinaria el cabello de mi hijo.
-Gracias.
Después de aquello, el joven se fue a su habitación, antes de llegar, en aquel largo pasillo vio al príncipe, por fin, después de no poder verlo en todo el tiempo en esa casa, se lo topaba.
-Papá - Trunks le habló esperando respuesta del príncipe, Vegeta por su parte frunció el ceño, solo lo volteo a ver y para su sorpresa la cabellera del joven había disminuido.
-"Demonios"- esa vista, aunque no lo demostrase lo ponía nervioso. El cabello del joven le daba otra apariencia, aquella como la de la primera vez que lo vio. -¿Qué quieres?- Vegeta trató de articular sus palabras disimulando su nerviosismo al ver al joven así.
-Papá yo solo quería...- el joven no terminó de hablar ya que el príncipe inmediatamente lo interrumpió.
-Si es para tonterías como las de pasar tiempo conmigo, ni te esfuerces en decirlo. - con eso Vegeta se metió a su habitación dejando al peli lila con las palabras en la boca.
Trunks se puso triste, su corazón dolía, odiaba ese rechazo que le brindaba el pelinegro. ¿Qué le había hecho? No lo sabía, pero definitivamente hallaría la forma de pasar aunque sea unos minutos con él antes de su partida.
El príncipe se quedo pegado a la entrada de su habitación, se maldecía por dentro. ¿Cómo era posible que ese joven lo pusiese tan nervioso? Desde que compartieron la habitación del tiempo se sentía así , por esa razón decidió entrar sólo la segunda vez.
Definitivamente tenia que evitar al joven, no quería verse envuelto en un problema.
El manto oscuro invadió el cielo, casi todos estaban en sus habitaciones ya que se tendrían que levantar temprano para la partida del joven, pero dos almas estaban bien despiertas.
El joven había escondido su Ki, sintió como su padre salia de la habitación, probablemente a la cocina por algo de tomar, aprovechó el momento y se metió a la habitación del pelinegro antes de que volviese.
Vegeta entró a su cuarto, se disponía a acostarse, pero una voz se lo impido.
-Papá.
Su ceño se junto a más no poder, ese joven había entrado a su habitación sin permiso alguno.
-¿Cómo te atreves a entrar a una habitación sin ser invitado? - su voz estaba cargada de ira pero tambien de nerviosismo.
-Lo lamento pero esta es la única forma en la que puedo estar contigo un rato. Solo quiero hablar.
-Eso a mi no me importa, sal de aquí de inmediato. - Vegeta estaba perdiendo la paciencia.
-No lo haré hasta después de tener una conversación contigo.
-Si no te largas, me encargaré de echarte yo mismo. - Vegeta se acercó al joven y lo tomó del cuello de la camisa acercándolo amenazadoramente a su rostro.
Trunks se sorprendió ante tal acto, no se sentía con temor del príncipe, mas bien temia hacer algo imprudente en ese momento, sentía su rostro cerca del pelinegro, no decía nada, simplemente lo miraba.
Vegeta se percató de la cercanía que tenia en ese momento, por lo que soltó al joven, alejándose un par de pasos para mantener distancia.
-¿Porqué no quieres que me acerque a ti? ¿Acaso me odias?
El príncipe lo miro un momento, su mirada era seria, miraba cada rasgo en el rostro del peli lila.
-No tengo porque responderte. Ahora lárgate.-Vegeta le dio la espalda al joven para ir a su cama, esperando que se fuese de ahí, pero esa respuesta solo enfureció al joven.
Se acercó bruscamente al mayor para que lo encararse, posó su mano en el hombro de Vegeta para jalarlo y que se diese vuelta, pero el movimiento fue muy brusco causando que cayesen ambos al suelo.
-¡Maldita sea! ¡Quitate de encima!- Vegeta esta enojado, el joven estaba arriba de él, podía sentir el olor del cabello del peli lila ya que su cabeza estaba en el cuello del mayor.
Trunks tenia intención de levantarse, pero al alzar la cabeza, vio a su padre algo ¿Nervioso? ¿Eso era posible? Sin darse cuenta el joven fue acercándose al rostro del mayor dejando sus mirada fija en la del contrario.
-¿Acaso no piensas levan...?- sus palabras fueron cortadas, sus ojos se abrieron a más no poder.
El joven no era consciente ya de lo que hacia, solo ver a su padre tan cerca había sido suficiente y no lo soporto más, termino por plantarle un beso interrumpiendo al mayor, sabia que le esperaba una golpiza pero no le importaba en ese momento.
Vegeta no dudo en golpear al joven para separarse de él, de inmediato se lo quitó de encima y se alejó.
-¡¿Qué demonios te sucede imbecil?! ¡Lárgate ahora mismo maldito degenerado!
-Papá...yo lo siento...yo no- Trunks no sabia que decir, no debió haberse dejado llevar de esa manera pero no pudo evitarlo, el rechazo era doloroso, se fijo en el mayor y se dio cuenta de algo que estaba pasando por alto.
El príncipe se veía agitado, su rostro no podía esconder un sonrojo, además su mirada era desviada, no queriendo mirar al joven.
Trunks se estaba arriesgando, pero no tenia idea de que más hacer, se acerco al príncipe que se veía un poco enojado, se paró justo frente a él y agachó su cabeza hasta tenerla a la altura del mayor.
Vegeta se percató de lo cerca que estaba el joven y trató de alejarse pero se topó con la orilla de la cama, no dio ni un paso, el joven se acercó lentamente al rostro del príncipe, el pelinegro al sentir como sus respiraciones se mezclaban cerró los ojos, pensando que otro beso lo atacaría, pero no fue así. Trunks al ver eso se alejó resguardando distancia.
Vegeta al no sentir ningún tacto abrió los ojos, mirando al joven frente a él.
-No te haré nada que no quieras, no quiero que me odies.
Vegeta solo se limitaba a mirarlo, él se iría en la mañana, tenía que soportar ese tiempo y no dejarse llevar, pero ese tacto no le había desagradado del todo.
Trunks se acercó nuevamente al mayor y posó una de sus manos en la mejilla del príncipe.
-Asi que, si hay algo que no quieras que yo haga dímelo. - Trunks se estaba arriesgando, pero el que no arriesga no gana y el joven tenía que tomar ese riesgo.
Su rostro se acercó al del pelinegro, sus respiraciones se mezclaban en una, sus labios comenzaron con un roce, Trunks esperaba el rechazo pero al poco tiempo sintió como aquellos labios del mayor se masajeaban contra los suyos, cerro sus ojos y se dejo llevar por ese beso correspondido.
Sus labios daban beso tras beso, la lengua del joven comenzó a pasearse por la comisura de los labios del príncipe, Vegeta dudo un poco pero abrió su boca dejándole paso libre al peli lila.
Aquellas lenguas resbalaban una con la otra, enredándose dejando sentir un cosquilleo por el cuerpo entero de ambos. Los besos eran lentos, el joven quería degustar aquella boca que sabía no volvería a probar. Poco a poco el beso se fue intensificado, las manos del joven tomaban con fuerza la cintura del mayor, acercándolo más, Vegeta no movía sus brazos, los mantenía quietos, solo dejándose besar por el joven.
La falta de oxígeno los obligo a separarse, sus respiraciones eran aceleradas, sus miradas chocaron y la culpa invadió por completo al príncipe que desvío la mirada.
-Esto esta mal.- dijo el príncipe cerrando los ojos, no podía ver a la cara al joven, su orgullo se estaba yendo por los suelos con aquel tacto.
Trunks pegó su frente con la del mayor.
-Solo esta vez,me voy mañana y no volverás a saber de mi.- la voz con la que lo pedia el joven era casi con súplica.
Vegeta no dijo nada y sólo se dejo aprisionar por aquellos labios nuevamente. "Mañana se va. Pero esto...¿A quién engaño? Yo tambien quiero esto, además solo será una vez, con su partida podre olvidar todo lo que suceda en este momento"
El príncipe movió sus manos y las posó en la nuca del joven, con ese acto, Trunks supo que su petición había sido aceptada. El beso se hizo fogoso, como si ambos se necesitaran.
El pili lila paseaba sus manos por la espalda del mayor, Vegeta por su parte enredaba sus dedos en la cabellera del joven. Sin darse cuenta, se dejaron caer en la cama, no dejaban de lado ese beso, sus cuerpos comenzaban a emanar calor y a sentir un cosquilleo en su parte baja.
Se separaron de aquel beso, dejando algo de saliva entre ellos que desapareció al poco tiempo. Sus miradas se cruzaron, sabían que ambos ya estaban erectos, el joven no sabia que hacer por lo que se dedico a darle pequeños besos al cuello del mayor, dejando que éste dejara salir algunos suspiros.
El calor era demasiado y Vegeta no lo soportaba, comenzó a retirar las prendas del joven, Trunks tambien quitaba las del pelinegro, quedando ambos en ropa interior.
Trunks paseaba sus dedos sobre el pecho y abdomen del príncipe, dejándolo sentir un cosquilleo por todo el cuerpo, Vegeta paseaba sus manos por la espalda del menor, acariciando cada centímetro de esa piel suave.
El peli lila se dejó llevar por sus instintos, sus labios se posaron en el pecho del príncipe, su piel estaba caliente, depositaba besos por todo el lugar, se topó con aquellos pezones , no sabia bien que hacer, le dio besos a uno, pero sentía ganas de más, su lengua comenzó a pasar alrededor de aquel botón, que comenzaba a erectarce con ese tacto. Los suspiros no se hicieron esperar, Vegeta sentía como esa lengua tibia le brindaba una sensación nueva. Sus caderas se movieron sin querer, causando que su erección chocara con el abdomen del joven.
Trunks al sentir ese movimiento, se separo de ese lugar, sentándose encima del mayor, dejando que sus erecciones chocaran, aun con la ropa interior aprisionándolos.
Empezó un movimiento suave, jamás lo había echo por lo que cuando sintió aquel cosquilleo agradable aceleró el movimiento de sus caderas. Se sentía tan bien, Vegeta tapaba su boca con ambas manos, mientras que el peli lila cerraba sus ojos y trataba de suprimir sus gemidos, la sensación era exquisita, sentía como la humedad los invadía en esas prendas de ropa, no podía parar de moverse, un cosquilleo en el vientre se hizo presente en ambos y terminaron por liberarse.
-Haa..ha..haa...- ambos trataban de recuperar la respiración, el joven se quito de encima, parándose de la cama para poder retirar aquella prenda ya manchada, tambien retiro la del príncipe, que seguía acostado.
Al ver aquel la desnudes del mayor por completo, una nueva erección se hizo presente en el joven. Su mano tomó rumbo al pene semi erecto del príncipe y empezó a masturbarlo para terminar de despertarlo.
Vegeta se dejaba hacer, se recarga a en sus codos para poder tener una mejor vista, vio como el sudor en el rostro del joven causaba que el cabello se le pegase a la frente, ese cabello, quería olerlo. Se inclino hacia delante mientras el joven continuaba tocando su miembro y acerco su nariz a la cabeza algo inclinada del peli lila, aspiro fuertemente ese olor que sabia no volvería a disfrutar.
Trunks alzó la cabeza, topándose con ese rostro, no se hicieron esperar y se fundieron en un nuevo beso, la mano del joven se estaba llenando de pre-semen que ya dejaba salir el miembro del pelinegro.
Después de un rato quitó su mano, pudo escuchar como un gruñido se ahogaba en el beso, se separaron para acomodarse de mejor forma.
El menor abrió las piernas del pelinegro, le dio una mirada rápida esperando el rechazo pero al no recibirlo continuó, posó sus dedos cubiertos por el pre-semen del mayor en aquella estrecha entrada.
Sus dedos hacían pequeños círculos, hasta que por fin metió uno, el mayor frunció el ceño, era algo incómodo, sentía como ese dedo entraba y salia de su entrada, no se había acostumbrado a esa sensación cuando sintió la repentina intromisión de un segundo dedo.
Los movimientos los trataba de hacer lo menos brusco posible, después de un rato los sacó, sus ansias de unir su cuerpo con el de aquel hombre frente suyo eran demasiadas. Estaba mal y lo sabía, el pecado nunca se iría de su conciencia pero no le importaba.
Se acodo entre las piernas del pelinegro, dejando que la punta de sus sexo rosara con esa entrada, no sabia si continuar, sus nervios se estaban añoderando de él, pero una voz lo sacó de dudas.
-Hazlo...de una maldita vez...antes de..que me arrepienta.- Vegeta miraba con su ceño fruncido al joven, dándole la seguridad que le hacia falta.
Trunks comenzó a meter la punta de a poco, el mayor contrajo los dedos de sus pies y su respiración se hizo entre cortada.
Sentía como aquel falo se metía lentamente por su cavidad, le dolía demasiado pero no derramaría ni una sola lágrima, aún tenia algo de orgullo.
Ya dentro, el joven esperó un momento, no quería dejarse llevar y lastimar al príncipe, lo acomodó recostando su espalda en el colchón mientras Vegeta enredaba sus piernas a la cadera del joven.
Después de unos segundos, el movimiento comenzó, un vaivén lento, rítmico, aquella sensación jamas podría olvidarla el peli lila, su miembro están siendo aprisionado por aquel anillo carnoso.
Vegeta no se quedaba atrás, movia sus caderas al mismo compas que el joven, sentía como se quemaba por dentro ante tales sensaciones.
El choque de sus pieles retumbaba por la habitación junto con los gemidos ahogados. Con una de sus manos, el joven tomo posición del miembro del príncipe, dejando que el mayor dejase salir un gemido ronco.
Los movimientos se hacían mas acelerados, ambos hacían lo posible por soportar el placer y no transformarse, sentían el clímax cerca.
La mano de Trunks se movia con más velocidad, junto con sus estocadas, causando que el mayor terminase por liberarse.
Sintió como la entrada del príncipe se contraía, un par de estocadas más fueron suficientes para que el joven derramara aquel liquido blancuzco dentro del mayor.
Sus cuerpos temblaban, Trunks salió de la cavidad del pelinegro y se recostó alado de él. Aún estaban agitados. No hubieron más palabras y se dejaron llevar por el sueño.
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La mañana llegó , los ojos del joven se abrieron con pesadez, se levanto por completo al recordar lo sucedido durante la noche.
Dio un suspiro y se incorporó en la cama, estaba solo. Vegeta se había ido desde más temprano.
-Valla conversación. ¿Acaso esperabas que se despertara contigo Trunks? - el joven hablaba para sí, pensaba que el príncipe lo odiaba más ahora.
Ya no importaba, en un rato mas daría inicio a su partida, tenia que levantarse y arreglarse.
Desayuno con su madre, preguntó por el príncipe pero al parecer la mujer no sabia en donde se encontraba, ya era tarde, sus amigos habían llegado para despedirse, estaban en el jardín, todos le dedicaron palabras de cariño al joven, lo extrañarían.
Con la mirada buscó al pelinegro, lo vio, recargado en un árbol, pensó que lo ignoraria pero en vez de eso le hizo un ademán con la mano que imitó, se sentía feliz de saber que lo de anoche no causo odio del mayor contra él.
El príncipe no olvidaría esa noche en que se dejo llevar, pero continuaria con su vida, sin dejar que eso lo preocupase, no volvería a ver a ese joven.
Trunks se subió a la maquina y se dispuso a irse, dándole un ultimo adiós a todos, para después desaparecer en el cielo.
Llevándose consigo las sensaciones que aquella noche de despedida.