JackRabbit: "Ice Flower"
“Otro día pasó tranquilamente de nuevo, así estoy viviendo
No puedo hacer nada y sólo las memorias se quedan
Si solo pudiera amar, otra vez cuando el tiempo pase, sería agradable”
3 Años ya desde que él dejó este mundo, 3 años de puro recuerdos y memorias junto a él, 3 años que vengo una y otra vez, a contemplar con toda mi alma, esta bella flor de hielo, que a pesar de que las estaciones cambien, ella sigue tan fuerte y sólida como siempre, reflejando el brillo del sol en sus pétalos, en su tallo y hojas, haciéndola una maravilla fascinante, haciéndola parecer el diamante más bonito de todo el mundo, haciéndome recordarlo aún más, recordar sus sonrisas, sus ojos, su piel, tan blanca como esta escarcha que rodea a esta maravillosa flor.
“Lágrimas, mis recuerdos no te pueden olvidar
Corazón, mis recuerdos no pueden dejarte ir
Sí solo pudiera verte por un día, mi amor”
Sé que no me querrías ver así, sé que en vez de verme llorar, te gustaría verme sonreír, pero perdona, te amé demasiado, y no puedo olvidarte tan fácil, nos amamos… demasiado. Sé que es tiempo de que ya lo comience a superarlo, pero no puedo. Simplemente no puedo. Si tan solo pudiera volver a verte una vez más, sentir tus caricias, tus manos frías pero a la vez cálidas. Si tan solo pudiera verte sonreír tan brillantemente bajo la nieve una vez más, bajo la bellísima luna llena como la de hoy, que alumbra hasta mi más oscuro rincón.
“No puedo volver las cosas hacia atrás ahora,
Sólo quedan los recuerdos
Si pudiera acercarme a ti después de que pase el tiempo,
Sería tan agradable”
Jack Frost… ¿Sabes cuánto te amé? ¿Sabes que aún no puedo superar el hecho de haberte dejado morir? Porque sí, fue por mi culpa que has dejado de existir. Lo sé. Por mi culpa, por mi debilidad, fuiste consumido por la oscuridad, tu bello corazón se marchitó, con el veneno, el odio, la envidia, los celos… por mi culpa, por no poder estar ahí para ti, fuiste corrompido por la maldita oscuridad, y lo siento. En verdad lo siento. ¿Pero… tenías que acabar con tu propia vida? ¿¡Por qué!? Esa fue tu manera de castigarme, por haberte dejado. Por no haber estado ahí para ti.
Estaba en una misión de alto riesgo Jack, mi Jackie… cómo buen soldado del equipo anti explosivos, necesitaba ir, sabías que era el mejor de mi clase. Te prometí volver, y siempre lo hacía, ¿Por qué aquella vez, fue diferente? ¿Por qué tardé tan sólo 3 días más de los acordados? ¿Por qué?
“Lágrimas, mis recuerdos no te pueden olvidar
Corazón, mis recuerdos no pueden dejarte ir
Sí solo pudiera verte por un día, mi amor”
-¿No solucionará nada llorar, verdad? No, ya no. Jack… Jack te extraño mi copo de nieve, mi muñequito de cristal.-
Limpié mis lágrimas, y acaricie aquella flor, una vez más, como tantas otras veces, hasta que sus pétalos, me comenzaron a quemar con su frío letal. Cómo sucedía con Jack, mi Jack… ese frío que realmente me “quemaba”, pero que a la vez me hacía sentir vivo.
-Sin tan solo, pudiera besarte una vez más, tal vez podría finalmente dejarte ir. Artemisa, diosa luna que todo lo ve, que tanto eras admirada y venerada por Jack, ¿podrías devolverme tan sólo por esta noche, a mi adorado y amado Jackie? Sé que él está contigo, ¿Me lo devolverías, sólo por hoy?- Hice una pausa, esperando una respuesta, una señal en vano. Realmente patético. Reí solo de manera desolada, y volví a acariciar aquella flor. -¿No verdad? Él está muy a gusto a tu lado, ¿cierto? Es imposible que después de tantos años, me haya perdonado. ¿Me odias Jack?- Dejé de tocar la flor, y le di la espalda, para sentarme al estilo japonés, miré a la luna, contemple su hermosura, su circunferencia casi perfecta, cada detalle de ella, ese brillo inmaculado que parecía hoy tener particularmente, junto a esa aureola, ese velo tan luminoso. –Ahora te entiendo Jackie, mi Jack, ella realmente es hermosa, hiciste bien en escogerla. Perdóname. ¿Podrías perdonarme?-
-Sí…-
Esa voz a mi espalda… tan fantasmal, tan afligida, mi corazón se detuvo por uno milisegundo y comenzó a latir a mil por segundo. No podía moverme. -Fui un estúpido, con lo que hice, perdóname tú a mí.- Unas manos se colocaron en mis hombros, abrazándome, sintiendo ese familiar escalofrío recorrerme por completo. Mis ojos se abrieron a más no poder y mi corazón ya prácticamente se me salía del pecho. Sus manos me liberaron, y sólo entonces, me giré de inmediato, no sin antes observar la luna una última vez.
Mis ojos no podían haberse abierto más de la impresión al verlo allí, a él, su esencia sobre aquella flor, terminando de… materializarse.
-¿¡Ja-Jack!?-
-Sí…-
-¿¡E-eres tú!? ¿¡Eres realmente tú!?-
-Sí, lo soy, siento no haberte esperado más, siento no haber sido tan fuerte como pretendías que lo fuera. Fui un idiota, ahora lo sé, perdóname…-
Unas pequeñas lágrimas cristalinas, recorrieron sus mejillas, una sonrisa triste adornó su rostro, y un pequeño brillo rieló en sus ojos, lo cual sólo me provocó que reaccionara por instinto, y le abrazara con todas mis fuerzas, y pude hacerlo. Él… era real.
“Sé que es amor,
Incluso en los días pasados,
Mis lágrimas fluyen”
Comencé a llorar con él, mientras lo tenía entre mis brazos, apresándolo de una manera realmente constrictora. No podía creer que finalmente lo volvía a tener entre mis brazos. Realmente como lo pensaba, aún lo amaba tanto como el primer día, pero saber que al amanecer él se desvanecerá una vez más, y quizás para siempre, me destrozaba el corazón. Pero a pesar de ello, no deseaba soltarlo nunca más.
-Lo siento, en verdad lo siento, si pudiera revertir el tiempo, lo haría, pero lamentablemente no puedo. De todas maneras, agradezco poder sentirte una última vez.-
Aquellas palabras, sólo hicieron que me destrozara aún más el corazón, por lo que lo apresé aún más fuerte si es que se podía.
-Me-me pa-partiras en dos Bunny, si-siento que no puedo respirar.-
Habló algo asfixiado sí, pero también con un leve tono de broma. Por lo que contra mi voluntad aflojé el agarre un poco, y quité mi rostro de su estómago y lo miré a los ojos. Él bajó la mirada para encontrarse con mis ojos, sonrió y acarició mi mentón.
-Ya, Bunny, ponte de pie, y abrázame como es debido. En verdad que te extrañé.-
Sus bellísimos ojos azules tan fascinantes a mi parecer, me hechizaron una vez más, por lo que como si me tratara de la serpiente y él el encantador, me deslicé suavemente hacia arriba, hasta estar por completo de pie. Siendo él al final quien me abrazara.
-Bunny~-
Susurró con la voz realmente quebrada, yo sólo cerré mis ojos, y le abracé aún más, envolviéndolo lo más que se me era permitido entre mis brazos.
Nos quedamos así unos cuantos segundos, hasta que nos separamos, nos miramos a los ojos, y sin poder aguantarlo más, me incliné levemente, para besar sus labios una vez más. Aquellos que me hacían sentir mariposas en el estómago, con aquella leve sensación de frío. Yo odiaba el frío, pero con Jack, con Jack todo era diferente, lo amaba, lo amaba demasiado por lo que aquel pequeño detalle, pasó a segundo plano.
Aquel beso, comenzó a ser correspondido, lentamente, hasta que el aire ya no se hizo esperar más e interrumpió aquella unión, en lo que aprovechamos para mirarnos a los ojos una vez más, él sonrió dulcemente, aumentando el brillo en sus ojos aún más, en lo que colocaba sus brazos alrededor de mi cuello para darme lugar a que colocara los míos en sus caderas y volver a besarlo. Sus labios realmente eran exquisitos. Nuestros labios volvieron a unirse, pero esta vez de una manera más íntima, provocando que Jack comenzara a juguetear con mi cabello en lo que yo comenzaba a acariciarlo levemente.
Nuestras mandíbulas comenzaron a querer abarcar más del ajeno, entrando en un lento pero sensual baile entre nuestras lenguas, bajo la luz de la luna dándonos su aprobación.
Mucho antes de que me diera cuenta, ya me encontraba quitando el sweater de Jack, dejando al descubierto aquella piel tan pálida que pareciese como si estuviese hecho a base de luz lunar. Era hermoso. Era simplemente hermoso y maravilloso.
Mis manos habían comenzado a recorrer su cuerpo aún con más rigor, vehemencia hasta que pude ser capaz de quitarle aquel sonido que me hacía viajar hacia las estrellas, un gemido, uno suave, apenado y retenido, pero la manera en que siempre se contenía, me volvía loco.
-No te contengas mi Jackie… sabes que amo todo de ti…-
Hablé de inmediato, con mis ojos cerrados, mientras mi rostro se dirigía a su cuello ahora, esperando poder oír más de aquellos maravillosos sonidos, hasta que finalmente las cosas comenzaron a coger temperatura, y prendas de ambos lados, comenzaron a desparecer del cuerpo ajeno.
-Bunny~, te amo, lo sientoo~-
-Ya no lo digas, concéntrate en disfrutar del momento.-
Le interrumpí de inmediato, pues cada vez que me decía “lo siento” con aquella voz tan quebrada y apenada, un pedazo de mi corazón se astillaba y se rompía en miles de pedazos, resultándome imposible, luego el volver a unirlos. Por lo que él al parecer comprendió y asintió, entregándose al momento, dedicándose solo a mencionar que tanto me amaba, y emitiendo aquellos bellos sonidos a mis oídos.
Lo recosté suavemente en el suelo, él me miró y sus ojos una vez más reflejaban el brillo de aquella magnifica luna haciéndome sólo quererlo aún más.
-Ah~ bebé~ no tienes ni idea de cuánto te amo, eres mi todo… Mi cielo es tu cuerpo, mi sueño tu sonrisa, mi droga tus besos, mi obsesión tus caricias, y mi objetivo... tu amor. Te amo demasiado.-
-Bunny~-
Gimió él una vez más, mientras dejaba caer sus lágrimas ante mis palabras, yo simplemente sonreír levemente, y comencé a besar su rostro pausadamente, en lo que mis manos hacían su trabajo en su zona baja… Besé sus lágrimas dulcemente, luego su frente, su nariz, sus labios, su mandíbula, su cuello, sus mejillas para luego volver a sus labios, causando que él solo se aferrase aún más a mi cuello rasguñando mi espalda levemente.
-Te amo.-
Susurré en su oído una vez más, para besar sus labios delicadamente, y comenzar a acomodarme para la “etapa final”, debido a que ya estaba listo para mí. Acariciándolo suavemente, intenté distraerlo levemente en lo que introducía mi falo en su interior, y él gritaba suavemente debido a aquella intromisión.
Una vez que finalmente me encontré en posición, masajeé levemente su miembro, me incliné una vez más, y nuevamente comencé a consumir más de esa droga que eran sus labios, su rostro, su piel, su aroma. Él gimió un poco más fuerte ahora, en lo que se retorcía levemente bajo mis manos y cuerpo haciéndome sonreír, hasta que una vez que consideré que ya era el tiempo suficiente para que se acostumbrase, comencé a mecerme suavemente en su interior. Él se aferró con mayor ímpetu y tenacidad a mi espalda, dejándome de seguro marcas y ambos comenzamos a gemir y jadear.
-Aah~ Buuny~, Bunny~ aahmns~-
Sus manos recorrían lo que podían de mi cuerpo con cierta desesperación, debido a aquellas sensaciones que de seguro estaría sintiendo, por lo que yo disfrutaba demasiado sentir esa desesperación, lograr llevarlo a la locura, a tal punto de desesperación. Lo amaba, definitivamente lo amaba.
-Aah~ Mnnsa~ ¡Y-ya, ya no aguantaré mucho más!-
Jadeó, gritó con una voz realmente aguda, y agitada, yo simplemente sonreí y asentí, en lo que nuevamente con unas de mis manos, comenzaba a estimular su miembro al compás de aquellas embestidas que ya habían cogido un ritmo constante.
-Aah~ Jackie~ bebé~ hmns~ ¡te amo, te amo!-
También comencé a hablar ya demás agitado, pues también comenzaba a aproximarme a mi clímax.
-¡AAAH~ Bunny~!-
Gimió él con toda su maravillosa voz, en lo que se corría entre mi mano y su estómago. Se retorció un poco más, una vez su esencia dejó de salir, debido al los efectos post-orgásmicos, y finalmente, sólo se oían constantes jadeos de su parte, en lo que yo ahora, utilicé mis últimas reservas de energías y le embestí sin piedad, por así decirlo. Él volvió a gemir y a “triturar” mis brazos con sus manos, hasta que finalmente la maravillosa sensación del orgasmo, aquel delicioso cosquilleo me recorrió por completo, y nuevamente, “marqué” lo que siempre fue mío, su interior, su cuerpo, su corazón, su alma…
Una vez aquella fascinante nebulosa en la que me vi envuelto por unos pocos segundos pero que fueron los más grandiosos de mi vida, caí encima de él, abrazándolo, en lo que él también me envolvía en sus brazos, importándonos muy poco el estar aún sucios…
Nos mantuvimos unos cuantos segundos en silencio, permitiéndonos grabarnos la sensación del otro en nuestros propios cuerpos, hasta que él comienza a mover sus manos una vez más, acariciándome la espalda y habla, dejándome helado.
-Bunny…-
-¿Si? Dime bebé… ¿Qué sucede?-
Cuestioné dulce, cálido como siempre, pero con miedo en mi interior de lo que pudiera salir de aquellos labios.
-Lo-lo siento-
-Te dije que ya no lo dijeras más, bebé.-
-Siento si esto que voy a decir te suena egoísta… pero. ¿Quieres regresar conmigo?-
Sí, definitivamente esas no eran las palabras que yo me imaginaba que fueran a salir de sus preciosos labios.
-¿D-disculpa?-
-¿Quieres volver al reino de Artemisa conmigo?-
En ese momento, estaba más que impresionado, por lo que me levanté de su cuerpo y le miré realmente asombrado, él me miró tan sólo unos instantes y desvió su mirada para sonrojarse más de la cuenta. Yo parpadeé reiteradas veces, pues aún no asimilaba que él me estuviese invitando a irme con él, ¿Qué significaría eso?
Lo pensé realmente unos cuantos minutos para mi sorpresa, ¿Quería irme con él?
-Muñequito de Cristal… yo-
-Lo entenderé si recibo una negación como respues-
-Eso no se pregunta bebé, por supuesto que quiero.-
Contesté finalmente, volviendo a interrumpirlo sonriéndole ampliamente.
-E-esto que llevo no es vida sin ti, sí, por favor, llévame contigo, ya no quiero sufrir más, ya no quiero extrañarte más, deseo que estés siempre a mi lado, porque te pienso en cada momento, te quiero en cada día, te sueño en cada minuto, y sobre todo, te necesito en cada lugar, a mi lado.-
-¿D-de verdad lo dices?-
Cuestionó mi Jackie, más que sorprendido ante mis palabras.
.Por supuesto que sí, bebé, ¿es que acaso no te quedó claro todo lo que te amo, lo que te extraño y te necesito? Llévame contigo mi vida.-
Él sonrió, me abrazó, al igual que yo a él, para luego separarnos, ponernos de pie, colocarnos nuestras prendas y mirarnos una vez más.
Sus pies finalmente comenzaron a desvanecerse lentamente, a lo que yo me asusté, pero él increíblemente tenía una expresión de paz y serenidad absoluta, por lo que me sonrió y me extendió su mano. Yo me quedé shockeado momentáneamente, pero cuando ya sus pantorrillas se estaban desvaneciendo, sonreí también al igual que él y tomé su mano, volviendo a unirnos en un gran abrazo, para que segundos después, comience a sentir mi cuerpo alivianándose y relajándose de una manera realmente deliciosa… por lo que con una amplia sonrisa y unas lágrimas de felicidad recorriendo mi rostro me entregué finalmente a aquella maravillosa sensación. Ambos comenzamos a desvanecernos juntos.
“Lágrimas, mis recuerdos no te pueden olvidar
Corazón, mis recuerdos no pueden dejarte ir
Sí solo pudiera verte por un día, mi amor”
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Los aparatos del hospital comenzaron a resonar agudamente, uno de los compañeros de Bunny Mund el cual estaba cuidando de él, se alteró y se asustó ante el repentino sonido.
-¿¡BUNNY!? ¡Hey Bunny! ¡NO! ¿¡No me digas que te has dado por vencido!?-
Su compañero comenzó a alterarse más de la cuenta y llamó a los médicos y enfermeros, pero cuando volvió a la sala en dónde Bunny hacía un año y medio que había entrado en coma, luego de que una bomba explotara antes de tiempo y le provocara la amputación de ambas piernas, vio que el gran “experto en explosivos”, estaba sonriendo y una lágrima recorría su mejilla, lo entendió todo….
-¿De verdad, dejarás de luchar? ¿De verdad lo has encontrado? ¿Él ha venido por ti?-
Habló su compañero también con lágrimas en los ojos, en lo que luego de unos segundos de comprender aquello, vinieron los médicos con el equipo de electro choques, para traerlo devuelta a la vida, pero ahora que lo había comprendido los detuvo.
-¡ALTO! ¡Déjenlo! ¡Él… él quiere irse!-
Los médicos y enfermeros allí en aquella pequeña habitación le miraron y luego se miraron entre ellos, pero con lágrimas en los ojos, reafirmó sus palabras.
-Y-yo, lo sé, él quiere que esto suceda, de-debo de respetar su última voluntad, perdonen por haberlos llamados, ¿Nos podrían dejar solos?-
Habló intentando retener toda su angustia, ira y tristeza, después de todos los médicos no tenían nada que ver, y solo estaban cumpliendo con su deber.
Nuevamente aquel pequeño cuerpo médico se miró entre ellos, y el doctor a cargo asintió y comenzó a despachar a cada uno de los “intrusos” en aquella habitación. El médico fue el último en salir, y antes de salir, miró a aquel hombre que miraba con sumo dolor aquel cuerpo de su compañero y palmeó su hombro en lo que asentía y se retiraba en silencio. Una vez que ambos estaban solos nuevamente, aquel hombre se acercó y tomó la mano ya fría de Bunny Mund.
-¿Nunca pudiste olvidarlo, verdad? ¿Nunca dejaste de amarlo, cierto? ¿A pesar de que me afirmabas fehacientemente que ya estabas olvidándolo? ¿Nu-nunca pu-pudiste amarme, verdad?- Aquel hombre rubio acarició aquella lágrima sobre aquella piel ahora tibia y de porcelana. –Lo entiendo, ahora lo entiendo, siento haberte impuesto mis sentimientos… Descansa en paz Bunny… siempre seré tuyo aunque te moleste. Yo, Meme, siempre te amaré. Dulces sueños, sé feliz…- Habló aquel hombre rubio, dejando correr también las lágrimas por sus ojos, para tocar la frente de Bunny una última vez, ocasionando unos pequeños destellos dorados, como si se tratase de arena, la cual, se dispersó en el aire, y Bunny amplió su sonrisa un poco más y su piel finalmente se tornó tan blanca como la de su eterno amante Jack Frost.