¡Solo una!
Con los ojos entrecerrados miro como su hyung caminaba de aquí hacia haya leyendo una de las hojas que él líder les había repartido, mirando como los labios de su hyung se movían pero no pronunciaban ningún sonido, bufo molesto.
--Ravi…
Giro su cabeza ante la voz del maknae y le miro con una ceja arqueada.
--Leo hyung va a desgastarse si lo sigues mirando tanto—Se burló este.
Wonshik bufo y se cruzó de brazos hundiéndose en aquel pequeño sofá. Sus ojos vagaron por la figura de Taekwoon, mirando como sus dotadas piernas se movían de aquí haca allá, su expresión lucia serena y tranquila.
Como cada jodido día.
Se llevó una mano a sus azulados cabellos jalándolos con frustración, estaba un tanto molesto por que su hyung mantenía esa expresión todos los días y no podía evitar sentirse aún más molesto al pensar que aquella expresión se volvía mucho más incómoda cada vez que él se acercaba a hablarle. Algo tenía que hacer… quería ver a su hyung sonreírle, reírse, mirarle alegre… mirarle feliz…
Mirarle con amor.
Negó con la cabeza varias veces, no negaba que desde su debut había comenzado una pequeña afición hacia el mayor la cual fue creciendo mucho más con el paso del tiempo. Wonshik suspiro y se levantó de su asiento, bien era ahora o nunca, él podía hacerlo… se quedó quieto a mitad del camino.
¿Qué era lo que iba hacer?
No tenía nada planeado, en el pasado había intentado con divertidas anécdotas y alguna que otra mueca graciosa robándole más que pequeñas sonrisillas, las cuales aunque habían valido mucho no se comparaban con las sonrisas que Leo regalaba a otro miembro, como a Ken o al líder, a veces al Maknae o simplemente a cualquier otra persona que no fuera él y eso le molestaba en un cierto sentido, porque para el rapero las sonrisas de Leo eran preciadas y muy difícil de conseguir así que el puro pensamiento de que cualquier persona pudiera conseguir una menos él le ponía histérico.
--¿Sucede algo?—Le pregunto Leo mirándole directamente. Wonshik no se había dado cuenta que inconscientemente había caminado hacia él, Ravi miro el rostro de su hyung, los ojos del mayor miraban el suelo mientras sus cabellos caían delicadamente por su rostro.
Ahí estaba.
De nuevo, esa expresión incomoda en el otro.
Con un gruñido simplemente se dio media vuelta y se fue de ahí.
--¿Paso algo?—Pregunto Taekwoon mirando a su líder.
Este quien se había quedado mirándolo y después a Wonshik negó con la cabeza—Estos… tan lentos…--Murmuro.
Leo le miro confundido y sin saber que más hacer regreso a repasar las líneas de su hoja.
A ese miembro ¿Cómo era? ¿Myunseob? No recordaba muy bien el nombre, y eso que su grupo había interactuado muy bien con aquel grupo, Beast eran sus sunbaes y habían estado con ellos en algunas ocasiones. Todos estaban muy emocionados pero Leo…
Leo había simpatizado con un miembro en especial y aunque se le hacía difícil recordar el nombre, Ravi simplemente le restó importancia, Taekwoon siempre había demostrado su cariño con pequeñísimas muestras de afecto y los miembros las atesoraban con su alma porque solo en raras ocasiones podían recibirlas, Wonshik siempre les resto importancia, como debió ser desde el principio y así lo hizo, después de todo no tenia de que preocuparse. Sabía que su Hyung no era de las personas abiertas al skinship y muy dentro de sí estaba tan contento de eso, porque aunque Wonshik no quisiera aceptarlo, sabía que él era una persona muy egoísta y celosa. No es como si no quisiera compartir a su hyung con los demás, y si así fuera el caso, él no tenía por qué oponerse a eso ya que en realidad no era como si Taekwoon le perteneciese del todo. Aunque muy dentro de sí, siéntese como si así fuera, Ravi siempre había estado pendiente de su hyung, en cualquier momento, asegurándose de que siempre este en un cómodo ambiente y no se sientaagobiado cuando alguna otra persona pasa la línea que imaginariamente Wonshik había creado. Pero Ravi no se preocupaba, porque sabía que no tenia de que, su hyung era muy guapo demasiado atractivo y con una tierna voz aterciopelada que hechizaba a cualquier persona, definitivamente para él, Leo era la persona más bonita en todos los sentidos. Pero aun así, Taekwoon tenía un caparazón tan duro como el de una tortuga que no muchas personas podían romper, y Wonshik se sentía feliz ante eso porque así vivía alegremente y sonriente de la vida pensando que nadie podía quitarle a su hyung. Y Tampoco era como si Leo fuera a dejarse del todo.
Aunque los miembros venían hacia Taekwoon de vez en cuando en busca de cariños y mimos raros que solo Leo podía darles no sentía amenaza alguna porque sabía que Leo solo respondía cuando venían a él.
Sin embargo, regresando a aquel miembro de Beast, la cosa fue distinta. Ravi siguió con sus ojos como Taek camino por el escenario y busco a aquella persona para felicitarle, con una sonrisa y una pequeña risa.
Recordando su nombre y su sonriente rostro, observo como Yang Yoseob le abrazo más que alegre y cariñoso.
Una maldita risa.
Algo que Ravi todavía no tenía el privilegio de escuchar aun, había borrosos y leves recuerdos de algo que sonó más bien como una carcajada sin sonido , pero una risa… no había escuchado tal armonioso sonido y podía sentir como la sangre hervía en todo su interior.
No es como si pidiera ser Dios o algo por el estilo, simplemente pedía una risa.
Solo una.
Aunque dudaba de poder aceptar solamente una, ya que presentía que podía enamorarse de aquel melódico sonido y anhelar más de lo que podría tener. Aquella pequeña escena había prendido una alerta en grandes letras de color neón en su cabeza, una alarma que le recordaba a cada instante que su pequeño hyung comenzaba a florecer y que tal vez Wonshik ya no sería el único niño ante sus ojos.
Bueno, tampoco Ravi era un niño, sin embargo no dudaría en serlo solo para su hyung, oh, un pequeño Wonshik buscando cariño y atención de Taekwoon, un pequeño Ravi que podría hacer berrinches si su querido y soñado hyung desviaba su atención hacia otro lado. Pero a pesar de que siempre había recibido un pequeño trato especial de Leo, había algo que le incomodaba y era esa expresión en su hyung, no sabía cuándo había comenzado, pero simplemente sucedió un día. Cuando Wonshik se encontraba mirando a su hyung y esté dándose cuenta de su mirada, agacho su cabeza mirando el suelo jugando con sus manos como si sintiera vergüenza de ser observado, pero Ravi no pudo parar, porque no podía hacerlo, Su hyung era su anhelación y fuente de diversión, le gustaba ir y molestarlo de vez en cuando con preguntas ilógicas y anécdotas tontas, porque de alguna manera amaba ese pequeño brillo que aparecía en los ojos de Leo cada vez que hablaba con él.
Pero ahora… no sabía que pensar, quería a su hyung, de eso estaba bastante seguro y quería oírlo reír y verlo sonreír para él.
Así que tenía que hacer algo.
--Va a salir humo de tu cabeza si sigues pensando tanto—Se río ken sentándose frente a él. El peliazul fingió una carcajada y se removió en su asiento.
--Dime, ¿Qué sucede?—Pregunto de nuevo su amigo.
Wonshik suspiro y negó con la cabeza.
--¿Tiene que ver con Taekwoon hyung?—Pregunto Ken, y cuando miro como el cuerpo del peliazul reacciono, sonrío sabiendo que había dado en el blanco.
--Bueno, importa mucho eso ¿eh? –Pregunto el rapero a la defensiva.
El pelinegro se hizo hacia atrás con las manos arriba—Lo siento,… veo que no estas de humor.
--Es solo que hyung…
--¿Qué tiene hyung?
--Todo, tiene de todo, no sé por dónde comenzar…
--Bueno, no es como si fuera un gran problema ¿verdad? –Pregunto el chico tomando una de las galletas que tenían en la mesita de en medio, Ravi arqueo una ceja y suspiro.
--Olvídalo, yo puedo arreglarlo solo…
--Sí… puedo ver eso—Se río ken, este se removió en la silla y señalo la galleta—Este… es Leo hyung…—Después la mordió—Y esto es Leo-hyung si no está Wonshik con él.
El peli azul frunció el ceño—De… ¿De qué me estás hablando?
--Oh es muy obvio, todos aquí sabemos ese pequeño vínculo que compartes con hyung… digo, Leo es muy cercano a mí—Sonrío ladinamente—Y también al líder… pero… se comporta distinto cuando está contigo.
--¡Y eso es lo que me molesta!—Exclamo Ravi frustrado.
El otro chico rodo los ojos y tomo una galleta—Esta—Señalo aquella galleta—Es un cerebro normal—Después la mordió hasta que quedo un pequeño trozo—Y este… es tu cerebro.
Wonshik rodo los ojos—Tratas de decirme… ¿Qué no tengo cerebro?
--¡No! ¡Que no piensas como deberías! Leo se comporta distinto y no te das cuenta…
--sí, porque esta incomodo conmigo, y no puedo entender porque, ¿Crees que no soy suficientemente genial? Bueno, no lo creo así tampoco—Se contestó así mismo—Pero… me frustra que sea diferente con otras personas y conmigo no, es casi como si me dejara de lado… como si le pusiera nervioso y… me enoja porque quiero verlo feliz conmigo, quiero verlo sonreír… quiero verlo reír…
Ken tomo otra galleta y la mostro—La vez ¿verdad? Tu eres la galleta y Leo hyung son tus chispitas.
El otro le observo con una ceja arriba y la boca entre abierta—Sabes… ¿Por qué mejor no te vas?
--Ver a hyung reír no es algo imposible pero tú lo haces sonar así.
El rapero bufo.
Wonshik miro como su amigo se puso de pie y salió fuera de ahí no sin antes tomar un puñado de galletas consigo.
Ravi había aprendido muchas cosas de su hyung, como los delicados y torpes movimientos que solía hacer con sus manos cuando hablaba, también que mordía sus labios cuando no sabía la respuesta a una pregunta y que se avergonzaba a más no poder cuando recibía un cumplido. Sabía que su hyung pedía un café solo en especial cada vez que iban a alguna tienda, que siempre le quitaba el relleno a las galletas para comerlo hasta lo último, también se había dado cuenta que a diferencia de los otros miembros, no usaba ningún producto más que una simple crema hidratadora y aun así su piel era la más pálida y la más suave del grupo. También sabía que aunque el líder tenía una gran figura, nadie tenía las curvas y caderas de Leo, simplemente nadie poseía unas piernas como las de él y eso le hacía sentir animado en todos los aspectos. Taekwoon odiaba tener que hacer skinship forzosamente, lo cual claramente se podría ver en cualquier video por internet… sin embargo eso no significaba que Leo odie el contacto físico, de vez en cuando y en peculiares casos, cuando no te des cuenta, Leo vendría hacia a ti y simplemente te abrazaría, segundos o minutos, el abrazo no se comparara con ningún otro porque tenían algo especial que te acelera el corazón. Ravi había visto también como los ojos de su hyung se cerraban complacidos cuando alguien acariciaba sus cabellos, como las orillas de sus labios se curvaban un poco hacia arriba cuando alguien traía golosina o frutillas, y en especial chocolates. Los ojos de Taekwoon simplemente no se despegaban de la barra de chocolate o cualquier dulce achocolatado que tuviera a la vista. Y tal vez era por eso que Ravi cargaba un caramelo en su bolsillo de vez en cuando, por que sabría que Leo vendría hacia él y le tocaría el brazo mirándole con esos redondos ojos suyos, y lo mejor era que no tenía que hablar, porque Wonshik sabía exactamente lo que había venido a buscar.
Comenzó a pensar en los pequeños detalles que tal vez nadie notaba, como que antes de cada concierto, Leo respiraría tranquilamente y susurraría para sí mismo un “Yo puedo hacerlo”, o que tal vez tenía una diferente forma de sujetar el lápiz, pensó en que las pestañas de su hyung eran extremadamente largas para un hombre o que sus pómulos resaltados le hacían ver inocente y adorable.
Gruño de nuevo al darse cuenta que en todo este rato, su hyung jamás había abandonado sus pensamientos. Sin saber que hacer camino fuera de la estancia y se encontró con la sala de ensayos vacía a excepción de…
--Oh, pensé que te habías ido—Murmuro muy bajo, Leo le miraba detenidamente y de pronto su mirada se fue al suelo como si fuera casi una costumbre. Sin saber porque Ravi dio grandes pasos hasta estar muy cercas del mayor, tal vez no estaba consiente o tal vez estaba más decidido que nunca, con cuidado tomo el mentón de Taekwoon levantándolo con delicadeza.
--No mires al suelo cuando hables conmigo hyung…--Le dijo.
--Lo siento—Murmuro aunque sonó más bien para sí mismo.
El chico de cabellos azulados suspiro y observo que su hyung llevaba un enorme saco que le quedaba casi a los muslos, usaba pantalones ajustados y unos tenis negros. El frio se ponía terrible en esas fechas y frunció el ceño cuando se dio cuenta que tal vez Leo no estaba consciente de su vestimenta.
--Ven, vamos a casa—Le dijo Wonshik tomándolo de la mano, no sin antes quitarse la enorme sudadera que portaba para ponerla sobre los hombros del otro, de igual manera. Portaba un suéter mucho más grueso.
--Pero…
--Vamos hyung, ¿Quieres ir por un café antes?—Pregunto Ravi mirándolo, Leo se escondió en el cuello del suéter mientras tímidamente asentía con la cabeza, sabía muy bien que el mayor escondía ese tono carmín en sus mejillas y sonrío.
Eran esos pequeños detalles de los cuales disfrutaba tener el privilegio absoluto de presenciar y de nuevo gracias a su personalidad, pensar que cualquier otra persona compartiera su lugar le enfermaba.
El mismo café de siempre para su hyung y un chocolate para él, de camino a casa fue un paseo tranquilo. Sabía que los demás miembros se enojarían por tardarse tanto pero al ver como Leo se había quedado maravillado por unas luces navideñas de una desconocida casa no pudo evitar esperarlo, no todos los días se ve un cambio de expresión en aquel pacifico rostro.
--Oh…
Ravi se dio media vuelta para observar por que Leo se había detenido sin embargo su sorpresa fue no encontrarlo, miro hacia los lados y su corazón se tranquilizó cuando miro al mayor en el suelo.
--Esta solo y creo que tiene frio—Le dijo Taekwoon acariciando a un regordete gato, este maulló y se restregó en las piernas del castaño, y entonces Leo le sonrío.
Lo tomo desprevenido y sintió como el chocolate casi se cae de sus manos, una simple y pequeña sonrisa fue dirigida a él cuando Leo se levantó con aquel animal en brazos dispuesto a llevarle a casa y sin aceptar un no por respuesta. Se sintió caliente, y sobre todo nervioso cuando Taekwoon por si solo tomo su mano mientras con la otra cargaba al gato.
Wonshik simplemente se quedó quieto unos segundos antes de volver a seguir caminando esta vez con su preciado hyung de la mano, sonrío y sonrío hasta que sus ojos no eran más que dos curvas, estába feliz, contento, alegre.
Debió haberse imaginado que el líder no estaría satisfecho al ver un gato más, tenían bastante con los dos pequeños gemelos que Leo había traído a casa un día en verano, con la excusa de que podrían morir de calor afuera y el líder sin saber que hacer ya que nunca había visto una mirada como esa en la cara de Taekwoon simplemente accedió, pero ahora… solo basto para que un “porfavor hyung~” saliera de la boca de Leo para que su líder accedería sin más.
Galletita había sido el nombre propuesto por el maknae y Leo no se quejó del todo, pero aun después de todo aquel alboroto Ravi seguía en las nubes y repitiendo en su memoria aquel instante en que su hyung le tomo de la mano.
La mirada de su hyung en ese entonces, había sido lo mismo, mirando el suelo y sin decir ninguna palabra. ¿Tal vez le molestaba?
Entonces Ravi se levantó de su cama bruscamente.
Oh no, no…
¿Por eso era que Leo le trataba diferente? Porque no le agradaba y esa mirada incomoda que Leo siempre tenía cuando Wonshik le tocaba o le hablaba era porque le desagradaba tener que lidiar con el rapero. Sin saber que pensar y decir se dejó caer de nuevo en la cama, sintiéndose peor que nunca, con unas tremendas ganas de llorar y gritar, apretó un peluche entre sus manos sin ser consiente que el relleno comenzaba a salir, su mente estaba nublada por la ira y confusión, quería saber… quería saber porque…
¿Y si se estaba equivocando? Tal vez Ravi estaba llevando las cosas muy precipitadas, pero ¿y qué pasaba si no? camino hasta la puerta y se quedó de pie en el pasillo, la última puerta de ahí era la de su hyung… respiro y camino con pasos largos hacia ella, estuvo a punto de tocar cuando esta se abrió y su líder le miro confuso.
--¿No tienes que estar durmiendo ya Wonshik?
Ravi le miro unos segundos antes de tomarlo del brazo lanzarlo fuera de la habitación y entrar con rapidez.
--¡Yah!—Grito el líder enojado.
--Lo siento hyung, hoy duerme en otro lado—Le dijo peli-azul mientras cerraba la puerta presionaba el pequeño segurito.
--¡YAH! ¡WONSHIK!—Grito el líder golpeando la puerta del otro lado, sin embargo pareció rendirse después porque ya no se escuchó sonido alguno.
Ravi suspiro y se giró, su hyung dormía plácidamente en su cama y Galletita al pie de está extendiendo todo su regordete cuerpo por las sabanas. Con cuidado se acercó a la cama sentándose en esta.
--Hyung…--Susurro sacudiéndolo un poco—Hyung….
Taekwoon se removió y parpadeo varias veces.
--Perdona haberte despertado pero necesito hablar contigo—le dijo el peliz-azul, Taekwoon se tallo los ojos mientras se sentaba lentamente.
--¿Sucedió… algo?—Pregunto con su voz un poco más aguda de lo normal.
Wonshik le miro y suspiro—Yo, hyung escúchame ¿sí?
El castaño asintió con la cabeza y desvió su mirada a sus manos, el rapero resoplo y lentamente le tomo del mentón como aquella vez, los marrones ojos de su hyung le miraron curiosos.
--Hyung… ¿tu… me odias?—Pregunto Wonshik sin más.
Leo se quedó mirándolo parpadeando unas cuantas veces, agacho su mirada y sin que Ravi lo viera venir, comenzó a reír.
A reír.
Wonshik le miro sorprendido y algo apenado, ignorando el hecho de que posiblemente Taekwoon se esté riendo de su torpeza porque tal vez tiene razón, Ravi se quedó estático escuchando aquel bonito sonido que provenía de la garganta de su hyung, no era una risa como las otras, aunque era en un nivel muy bajo pero sonaba muy cálida y alegre.
El peli-azul simplemente se quedó ahí sin hacer ningún movimiento, no sabía qué hacer y tampoco que decir. Su hyung simplemente se estaba riendo, riendo de él tal vez… pero eso no quitaba el hecho que Leo…
--Hyung…--Murmuro Ravi, sus ojos picaban, estaba comenzando a frustrarse, después de unos segundos Taekwoon dejo de reír y le miro con una pequeña sonrisilla.
--No.
--¿eh?
--No te odio.
Y el rapero ladeo su cabeza--¿¡Entonces porque!?
El mayor se sobresaltó y miro como Ravi ahora se subía por completo a la cama y gateaba hacia él. Su mirada estaba seria pero confusa.
--Dime hyung… ¿Por qué?
Leo desvió su mirada y el rapero gimió de frustración.
--¡HYUNG MIRAME!—Grito violentamente, Taekwoon le miro de nuevo con nerviosismo, y Wonshik observo una leve capa de color carmín sobre las mejillas del otro, Leo estaba sonrojado y aunque su cabeza estaba en lo alto, el rapero no podía atrapar su mirada.
--Hyung por favor…
Y cuando sus ojos hicieron contacto Wonshik comprendió muchas cosas.
Ravi estaba tan decidido en cuidar de su hyung que no notaba los pequeños detalles que Leo le hacia él, como aquella vez en que el mayor le compartió de sus dulces sin pensarlo… o que a veces el mayor le guardaría un asiento alado de él en donde estuviera, también había sido ciego ante los sonrojos y miradas nerviosas del otro cada vez que Wonshik le tomaba de la mano o le besaba la mejilla de sorpresa.
Leo jamás estuvo incomodo, estaba nervioso.
No buscaba su mirada, no porque le desagradara si no porque estaba avergonzado y apenado, con la tímida personalidad de Taekwoon, el peli azul no había captado todas aquellas pequeñas señales.
--Hyung… ¿Tú me quieres?—Pregunto Ravi acercándose un poco más, ahora el rostro del mayor estaba totalmente colorado, puso sus manos sobre el pecho del menor tratando de alejarlo pero Wonshik le tomo de las muñecas y le miro con una extensa sonrisa.
Leo miro hacia otro lado y gruño por lo bajo.
--Hyung… Yo diría que te quiero… pero… querer es poco con lo que siento. Creo que te amo hyung, me enamore de ti Taekwoon ¿No es muy obvio?
El castaño giro su cabeza y sus ojos brillaban a un que lucía sorprendido.
El rapero continuo hablando— ¿Me quieres verdad?—Pregunto con la misma enorme sonrisa mientras se acercaba a un más.
El mayor retrocedió lo que pudo pero la pared le impidió seguir, el rostro de Wonshik estaba muy cerca y sentía que no podía estar más que sonrojado, Leo intento mirar hacia otro lado pero esos obscuros ojos negros que le habían cautivado desde siempre se lo impedían. Una de las manos de Wonshik fue hasta su mejilla y el menor se acercó a un más sin importar subirse a él.
--Wonshik…
--Dime hyung, ¿Me quieres?
--Y-y… sí—Murmuro Leo para cerrar sus ojos, aunque los volvió abrir totalmente sorprendidos cuando sintió unos cálidos labios sobre los suyos, aunque fue un corto beso, fue suficiente para dejarle en blanco.
Ravi le sonrío y le beso de nuevo, y otra vez, cortos y pequeños como inocentes besos le estaban mareando así que puso sus manos sobre los hombros del menor para intentar hacer espacio, sin embargo el peli azul le abrazo fuertemente dándole por fin un largo y profundo beso que le quito el aliento.
--W-o-on-n… sh-hik-k…—Tartamudeo Taekwoon con sus labios rojizos.
--Somos muy lentos…--sonrío el rapero recordando las palabras del líder.
Leo parpadeo varias veces y luego se hecho a reír, el peli-azul sonrío y comenzó a reír junto a él. El menor se acomodó entre los brazos de su hyung mientras Taekwoon tomaba la manta de nuevo.
--¿Crees que N este enojado?—Pregunto el menor mirando a Taekwoon
Este frunció sus labios y negó con la cabeza—Va a molestar un tiempo, pero… no creo que sea un problema—Contesto.
Ravi asintió y se abrazó al cuerpo del otro.
--Hyung…
--Mm…
--Eres las chispitas de mi galleta…
--….
--Sonaba mejor en mi mente.
--¿Qué se supone que significa eso?
--Que te amo.