Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Una vez más, siempre por AliceNya

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Este va por petición de Tahomi, quien me pidió escribir algo de la Sleepless y bueno, yo feliz de escribir sobre esta pareja. Espero que les guste :)

Notas del capitulo:

No sé si me pasé de cursi, espero no haber cambiado mucho la actitud de Atobe, aunque se supone que ha pasado un año y está viviendo junto con Jirou. Digamos que la pose usual de Atobe es más para su trabajo en Hyotei que para su relación con Jirou.


Prince of Tennis no me pertenece, es de Konomi Takeshi, la canción que pongo aquí tampoco (es de KISS, y bueno, tengo mis gustos por las canciones clásicas de los 80's jeje).

Llevaban saliendo un poco más de 1 año y las cosas habían cambiado drásticamente, sobre todo para Jirou quien sentía que no estaba pasando tanto tiempo con su pareja como lo había hecho en los primeros meses de su relación. Ese tiempo había sido muy divertido pues le encantaba poder pasar cada segundo del día con su buchou, y éste sonreía siempre para él. Pero las cosas no eran iguales ahora; Kei-chan estaba cada vez más ocupado que si no fuera porque Ootori le recordó que se acercaba su primer aniversario con Jirou, ni se hubiera acordado.

No es que Keigo no quisiera a su pareja, todo lo contrario; era feliz cuando lo veía sonreír, aunque se dio cuenta de que últimamente el castaño dormía más de lo que sonreía, cosa que no pasaba cuando estaban juntos. Si bien ambos habían terminado su tercer año en Hyotei, Atobe aceptó la propuesta de Sakaki-sensei para seguir liderando a los jugadores, pues la verdad es que no había nadie mejor que él para el puesto.

- Por supuesto, entrenador –respondió Atobe a la oferta del sensei. Decidió que si bien le gustaba jugar al tenis, tomó como reto seguir siendo el referente de la Hyotei, para tal vez en un futuro ser el entrenador de su tan adorada escuela. Después de todo, él era el Rey.

Jirou estaba feliz por Keigo en un comienzo, pues sabía lo mucho que significaba para su pareja poder seguir dedicándose al tennis, mientras que éste, junto a Mukahi, habían decidido trabajar un tiempo en una cafetería para poder entrar a la universidad, pues las carreras que querían eran un poco caras.

- Jirou, sabes que puedo ayudarte a pagar la universidad… –empezó Keigo de nuevo, no le gustaba que no pidiera su ayuda.

- Kei-chan, te amo, pero quiero hacerlo por mí mismo; además, eso me ayudará controlar mis horas de sueño –respondió sonriente el castaño.

- ¿Seguro? No confío en el vago de Mukahi y lo sabes, tú podrás ser dormilón pero él es un completo inútil para preparar un café –dijo Atobe sin ninguna pizca de duda.

- Oye, no hables así de Gakuto… Por eso es que lo pusieron de mesero jijiji.

- Está bien, tal vez es una buena idea. Al fin y al cabo, yo también estaré trabajando con los chicos de la Hyotei –se resignó el rey.

- Atobe… Sabes que siempre llegaré en la noche para dormir contigo. Nada me hace más feliz que dormir en tus brazos.

- Te estaré esperando en el apartamento. Cada noche –le respondió Keigo con un beso.

-----------------------------------------

Una, dos, tres… Varias noches, luego de que ambos empezaran a trabajar, fueron las que a veces uno de ellos no llegaba. En un comienzo entendían que estarían ocupados cada uno en su trabajo, pero Jirou empezaba a sentir la falta de su pareja, quien empezaba a quedarse más noches en la escuela por culpa de los entrenamientos que preparaba para los chicos.

Así pasó un año, aniversario que fue muy calmado y, aunque lo pasaron muy bien esa noche como en las primeras veces que lo hacían a escondidas en la escuela, los vestidores, sus casas, el parque, las escaleras, etc., Jirou se quedó un poco triste al final, pues Keigo tenía que irse temprano para volver a su trabajo.

- Kei-chan… –susurró el castaño entre lágrimas al no notar su presencia cuando despertó–. Kei-chan…

-----------------------------------------

“Ya no es igual que antes” pensaba el castaño nuevamente entre lágrimas, quien llegó temprano del trabajo, pues los trabajadores habían preparado una fiesta para su jefe y él no tenía ganas de participar.

Flashback

- Tienes que divertirte un poco –le había dicho el pelicereza–, al comienzo es difícil, pero tienes que calmarte. No creas que Yuushi y yo la tuvimos fácil luego de terminar la escuela, pero aún seguimos juntos y nos extrañamos aún más cada vez que salimos de casa.

- No me siento bien para una fiesta, Mukahi. Yo sólo quiero ver a Atobe y él… él ya no está para mí. Sólo me da un beso antes de salir y a veces no lo veo hasta el día siguiente. No lo hacemos hace varias semanas –decía apenado Jirou.

- Habla con él, Jirou. Sabes que el sentido de responsabilidad de Atobe es mucho mayor que el de nosotros, pero no creo que no quiera estar contigo, seguro está muy ocupado ahora que Hyotei calificó para las Nacionales.

- Sé que está ocupado… Pero duele llegar al apartamento y no encontrarlo –decía el castaño a punto de llorar–, mejor ya me voy, no quiero arruinar la fiesta –con lo que se marchó y dejó a su amigo en la cafetería, para que se uniera al grupo de la fiesta.

Fin del Flashback

De tantas lágrimas, el muchacho se quedó dormido en la cama, confiando en que se calmaría un poco con unas horas de sueño extra, ya que el riguroso horario que tenía para el trabajo lo tenía un poco zombie. No notó la presencia de Keigo, quien también llegó temprano luego de mandar a los jugadores cada uno a su casa para que se relajaran antes de los entrenamientos pre-Nacionales, aunque él también quería relajarse un poco y necesitaba ver a su dormilón, pues todos los días lo extrañaba y lamentaba no poder hacer más por él (¿o sí podía?).

- Jirou, ¿amor? –susurró Atobe cuando se asomaba por la puerta de la habitación, pero vio que el castaño estaba profundamente dormido–. Jirou… –fueron sus últimas palabras, pues no quería despertarlo, pero eso tampoco significaba que lo dejaría solo, por lo que se recostó a su costado y lo abrazó por detrás. “Huele a chocolate”, pensó, “no quiero estar lejos de ti, quiero estar así siempre…”. Con esos pensamientos, se quedó también dormido abrazando a su pareja.

Ya de mañana, Atobe fue el primero en despertar y con cuidado se separó de Jirou para poder hacerle el desayuno. “Hace mucho que no hago esto. Siempre lo hice sólo para él. Yo puedo ser el Rey, pero siempre estaré a sus órdenes…”. No demoró mucho y, aunque todavía era muy temprano para ambos, fue de nuevo a la habitación a despertar a su compañero. Fue recién cuando se percató del rostro de su bello durmiente, tenía los ojos cerrados pero se le notaba un poco de agua por sus pómulos y la almohada donde había puesto su cabeza estaba todavía ligeramente húmeda. Había llorado y no se había dado cuenta.

- Soy un pésimo novio –dijo Keigo, quien no soportó pensar en cuánto daño le había hecho a su castaño pensando que todo estaba bien y que si había algo mal, no era para preocuparse demasiado. Le dejó el desayuno en el velador y salió a caminar un rato. Necesitaba tomar aire y pensar las cosas.

-----------------------------------------

¡Kei-chan! –despertó Jirou casi una hora después de que Atobe saliera. Fijó su vista en el desayuno que había preparado su pareja y notó un hermoso tulipán blanco al borde de la charola donde estaba la comida. “Qué bonito detalle” pensó el castaño sonriendo, “me quiere”.

Se levantó de la cama, esperanzado de encontrar a su amado en la cocina, pero no encontró a nadie. Su sonrisa desapareció y la tristeza volvía a embargarlo, pero su celular sonó antes de que volviera a deprimirse. Pensó que sería Kei-chan, pero era en realidad Yuushi llamando desde el celular de Mukahi.

- ¿Jirou? Soy Yuushi –decía el tensai.

- Sí, dime.

- Gakuto me pidió que te llamara para avisarte que hoy no iba a abrir la cafetería porque todos bebieron demasiado y en teoría no había suficiente personal como para atender.

- Está bien, pero… ¿Y Mukahi? –preguntó algo preocupado, pues sabía que aunque al pelicereza no le gustaba mucho la bebida, tal vez se encontraba mal también.

- Él está bien, más que tomar, fue que comió demasiado, ya sabes cómo es él –respondió Oshitari con una dulzura de la que sintió envidia, por lo que nuevamente se puso triste–. En fin, ya cumplí con avisarte, espero que nos podamos reunir pronto. ¡Adiós! –y cortó, no sin antes escuchar a un Mukahi que gemía débilmente. “Siempre tan unidos”, pensó.

Como no había apuros del trabajo, decidió dormir un poco más, pues no quería pensar en la falta que le hacia Atobe y el dolor que le causaba no poder atreverse a ser más egoísta con su pareja. “Lo quiero, pero necesito que él venga a mí…”, se dijo, conciliando el sueño tan rápido como en sus gloriosos días de dormilón.

-----------------------------------------

Atobe llegó un poco después de que Jirou se volviera a dormir y pensando en que se había ido de corrido con el sueño, decidió despertarlo.

- Jirou, despierta cariño… –decía dulcemente –, por favor, tengo que decirte algo…

- Kei-chan… ¡Oh, Kei-chan! –dijo llorando Jirou al momento de ver los hermosos ojos azules delante suyo– no te vayas, quiero que estés conmigo… –seguía el castaño entre lágrimas, las cuales le dolieron a Keigo, quien no podía esperar más.

- No llores, cariño –lo consolaba Atobe, quien en verdad no quería ver a su castaño llorar–, escúchame, tengo algo para ti, espérame un momento –dijo mientras salía de la habitación, dejando a un Jirou sorprendido que se había incorporado en la cama tratando de asegurarse de que todo era real.

Unos minutos después, vio a Keigo con una guitarra en sus manos –le pedí a Ryou que me la prestara –le explicó –, sé que no he estado lo suficiente para ti, no quiero que vuelvas a llorar de tristeza, mi bello durmiente. Esto es para ti –dicho esto, Keigo comenzó a cantar, Jirou no recordaba la última vez que lo había escuchado cantar…

I gotta tell you what I'm feelin' inside, I could lie to myself, but it's true
There's no denying when I look in your eyes, yeah I'm out of my head over you
I lived so long believin' all love is blind
But everything about you is tellin' me this time

It's forever, this time I know and there's no doubt in my mind
Forever, until my life is thru, yeah I'll be lovin' you forever

I hear the echo of a promise I made
When you're strong you can stand on your own
But those words grow distant as I look at your face
No, I don't wanna go it alone
I never thought I'd lay my heart on the line
But everything about you is tellin' me this time

It's forever, this time I know and there's no doubt in my mind
Forever, until my life is thru, yeah I'll be lovin' you forever

I see my future when I look in your eyes
It took your love to make my heart come alive
Cos I lived my life believin' all love is blind
But everything about you is tellin' me this time

It's forever, this time I know and there's no doubt in my mind
Forever, until my life is thru, yeah I'll be lovin' you forever, forever…

- Jirou, quédate conmigo, te lo pido. Mi orgullo lo mando al diablo por ti, las Nacionales se pueden ir al diablo también… Quédate conmigo una vez más, por siempre… –le suplicó Keigo a su castaño luego de terminar la canción.

- Kei-chan… Siempre te amaré, sólo no lo olvides –le respondió Jirou con los ojos llorosos pero esta vez de felicidad, quien sin pensarlo dos veces se salió de la cama y se abalanzó donde el amor de su vida para abrazarlo –. Dame un beso, por favor...

- Miles y a diario. No volverás a sentir la soledad de la noche nunca más –respondió mirándolo seriamente a los ojos, pues esta vez la promesa la mantendría por toda la vida.

- Te creo –le respondió a su rey, quien lo besó con pasión como si le fuera la vida en ello, y así era. Keigo no quería perderse nunca más ese cariño y amor que Jirou le tenía guardado sólo y exclusivamente para él, por lo que a partir de ese día, se sintieron nuevamente como uno solo, confiando uno en el otro sin temor a lo que pudiera depararles el futuro…

-----------------------------------------

5 años después…

- Jirou, amor, despierta, ya es de día.

- No –respondió Jirou haciendo pucheros– en serio quiero seguir durmiendo, hacerlo 6 veces me cansó un poco, ¿a ti no?

- Sí, pero hay algo importante que necesito decirte –dijo sonando impaciente.

- Está bien, sólo porque eres tú –respondió con un guiño el castaño, quien hizo sonrojar a su pareja.

- Jirou… –comenzó Atobe– Jirou… ¿Te casarías conmigo? –“por favor, por favor, di que sí”

- … –se había quedado en shock al ver el anillo con un hermoso diamante azul– … –abrió la boca pero no dijo palabra alguna– … –“procesando pregunta”– ¡SIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, KEI-CHAAAAAAAN! –gritó Jirou abrazando fuertemente a Atobe quien se había arrodillado al borde de la cama para mirar la cara del castaño cuando diera su respuesta.

- J-Jirou, creo me acabas de torcer la espalda –respondió un Atobe que estaba tirado en el suelo por el salto de Akutagawa.

- Jiji lo siento, Keigo –en realidad no lo sentía –creo que una séptima vez no me haría mal –sonrió pícaramente cuando tuvo el anillo en su dedo.

- Entonces regresemos a la cama –dicho y hecho, Atobe cargó a Jirou y lo tiró en la cama que ya estaba bastante desordenada, pero que, en opinión de la pareja, una vez más no le haría daño a nadie, pues eran felices y eso era lo más importante…

Notas finales:

Espero que les haya gustado, si no es así igual me encantaría leer sus reviews, aquí todas las opiniones son bienvenidas n_n

¡Nos vemos!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).