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Recovery por Chiaki Woo

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Notas del fanfic:

Este fanfic es una traducción, la autora es sirradel y pueden encontrar el escrito original aquí

Nada de esta historia me pertenece.

Notas del capitulo:

Hola! Muchisímas gracias por sus comentarios! ^^ Me alegra que les gusten mucho las traducciones.

Les dejo otro Namjin.

Disfruten~

Las respiraciones de Namjoon salían demacradas y ásperas, sus manos apretando el material rasposo de sus pantalones mientras se desplazaba por el espejo de la sala de ensayo. La práctica fue larga y ardua y quería ir a casa. Quería escribir, quería dormir. Su camisa se pegaba a su piel mientras el sudor se acumulaba, su pecho moviéndose lánguidamente mientras luchaba por igualar su respiración.

Inhalando. Exhalando.

La sala de ensayo estaba en silencio, salvo por las respiraciones pesadas y el chirrido ocasional de los tenis. Los regaños del coreógrafo sonaron fuerte en sus oídos y su cabeza palpitaba por la ira y auto disgusto. La, usualmente grande, habitación estaba empezando a hacerle sentir claustrofobia, como un animal enjaulado.

Namjoon odiaba sentirse tan lamentable.

Por la esquina de su ojo Namjoon podía ver como Seokjin caminaba hacia él e inhaló bruscamente. Sus parpados se agitaron hacia abajo mientras unas sudorosas manos se envolvían alrededor de su cuello, un suave pulgar acariciando su mandíbula. Namjoon sólo podía murmurar en agradecimiento mientras su mente se apagaba.

-Vayamos a casa-

Las palabras de Seokjin eran suaves y reconfortantes, y Namjoon quería envolverse en ellas.

 

 

 

 

El camino de vuelta al dormitorio era siempre ruidoso, algo que Namjoon detestaba y apreciaba. Los menores eran los más ruidosos; Jimin y Taehyung siempre rebotando sin sentido alrededor mientras Jungkook los miraba con leve confusión antes de finalmente unirse a ellos. Hoseok tenía su brazo colgando sobre los hombros de Yoongi mientras hablaban de todo y nada. Bromas fueron lanzadas rápidamente y las risas del grupo crecían a cada minuto. Este siempre era el momento en el que podían sacar el estrés y encontrar paz después de un día particularmente agotador.

Seokjin tenía un brazo alrededor de la cintura de Namjoon y el rapero solo podía sacudir su cabeza y reír de vez en cuando por lo que decían. Su mirada estaba en todas partes: pómulos, nariz, ojos, Seokjin.

Namjoon no podía dejar de sentirse mentalmente débil. Se había esforzado demasiado por el bien de su carrera. No conocía sus límites. No quería conocer sus límites. Namjoon quería transmitir su música al mundo y si tenía que sufrir para hacerlo, entonces así sería.

Mientras que Seokjin era malo bailando, no era tan malo como Namjoon. Namjoon era un rapero, y era muy bueno en eso. Era bueno en escribir canciones y producir. Bailar no era uno de sus talentos. No podía sacar movimientos como lo hacía Hoseok. Su estilo no era sexy como el de Jimin. No era un intérprete perfecto como Jungkook.  

Era diferente de lo que construyó para sí mismo en la escena underground. Sólo tenía su música para confiar. No esperaba tener una muy buena apariencia y una coreografía única. No era necesario.

A menudo era regañado y eso arrastraba hacia abajo al resto del grupo. Trataba no tomarle importancia, pero a veces era demasiado difícil. Quería llorar y golpear el espejo y acurrucarse en un protector escudo en donde las evaluaciones no eran bienvenidas.

Pero no podía. Tenía que ser fuerte, no sólo por él sino por sus miembros. Trataba arduamente pero algunas veces sus frustraciones alcanzaban un punto de ebullición. No le importaba si perfeccionaba el baile; él solo quería hacer lo suficiente para así no ser una carga. El hecho de que fuera capaz de afectar a todo el grupo por su falta de habilidad era suficiente para derribar su estado de ánimo.

Namjoon nunca se quebró. Simplemente se desvaneció.

Entonces estaba Seokjin.

Namjoon recordaba la primera vez que el mayor vino a él después de que el agotamiento mental lo tomara. Recordaba besos ligeros, toques de pluma, y susurros de tranquilidad. Recordaba cálidas miradas y emociones sin filtro.    

Recordaba a Seokjin, Seokjin, Seokjin.

 

 

 

 

A medida que el grupo regresaba al dormitorio, Seokjin jalaba a Namjoon suavemente hacia su habitación, suaves dedos colocándose alrededor de una fría muñeca. Los demás ya estaban acostumbrados a esta rutina. No les importaba lo que sucediera detrás de la puerta cerrada siempre y cuando su líder estuviera feliz y saludable. Seokjin era bueno para él, bueno para todo el grupo.

Pensamientos de que tan hambriento estaba o que tan desesperadamente necesitaba una ducha nunca cruzaron por la mente de Namjoon. Necesitaba a Seokjin.

Tan pronto como la puerta estuvo cerrada y asegurada, Namjoon pudo jalar fluidamente a Seokjin dentro de un fuerte abrazo. Finalmente los abrazos evolucionarían a pequeños besos deslizándose a los largo de la clavícula y mandíbula de Seokjin. Suaves susurros de pesar y dolor dejaron los labios de Namjoon entre caricias y Seokjin solo fruncía el ceño.

-Namjoon- sus brazos se encontraban envueltos ligeramente alrededor del cuello de Namjoon de nuevo, sus dedos masajeando los tensos músculos de sus hombros.

-Seokjin- una sonrisa creció en el rostro del mayor mientras Namjoon presionaba un fuerte beso contra sus labios. Las manos de Namjoon se encontraban descaradamente bajo la camisa de Seokjin, sus dedos dibujando círculos alrededor de la suave piel de su estómago.

Con el tiempo se apartó y deslizó un pulgar contra los labios de Seokjin, su mirada pesada y llena de una inmensa emoción. Seokjin sólo pudo suspirar y apretar su agarre alrededor del cuello de Namjoon.

Namjoon siempre pensaba que de esta manera era bonito. Labios rojos y carnosos por los febriles besos, cabello desordenado, ojos entrecerrados.

Puro.

Namjoon una vez comparó a Seokjin con el mar. Lleno de belleza pura, elegancia natural que sorprendería a la mayoría. Pero aun así lleno de un implacable poder que uno tendría que ser estúpido para ir contra él. Seokjin simplemente se rió y envolvió sus brazos alrededor de su cintura, preguntando si eso haría que Namjoon fuera entonces un submarino. Consciente de los peligros del océano, pero dispuesto a arriesgarlo todo sólo para descubrir más.

Namjoon no podía estar más de acuerdo.

 

 

 

 

Se encontraban en la cama, envueltos uno en el otro, besos suaves y ocasionales comparados con los anteriores. Seokjin pasó sus dedos sobre la parte baja de la espalda de Namjoon y presiono su cuerpo más cerca. Namjoon prácticamente podía sentir la tensión que escapaba de él con cada beso presionado en su piel.

-Gracias- Seokjin rió y acarició su nariz en el cuello de Namjoon

-No estés agradecido. Te necesitamos. Te necesito- Namjoon cerró sus ojos y una simple sonrisa se dibujó en sus labios

-Lo sé-

-Te amo-

-Estaría loco si no te amara también-

-Lo sé-

Namjoon recordaba la primera vez que entendió que Seokjin era todo lo que necesitaba para hacerle comprender que sí, él era importante y si, estaba bien arruinar las cosas a veces. Recordaba la emoción de arrepentimiento. Recordaba la penetrante apreciación de amor.

Recordaba a Seokjin, Seokjin, Seokjin.

Notas finales:

Es corto, lo sé, pero lindo >.<

Espero que les haya gustado y gracias por leer!

Nos vemos ^.^


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