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V [VKook / TaeKook] por BoomEla_

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Notas del fanfic:

Yo no tiendo a usar las comillas ("") para redactar lo que alguien dice, pero se supone que la historia, el fic como tal, es un recuerdo. Todo está redactado como algo que ya paso, no que está pasando; por lo tanto preferí usarlas en este caso.

Notas del capitulo:

No sé por qué estoy tan emocionada, i d k. 

Esta mañana desperte (7:00 am) y empece a escribir a eso de las 9:00 am algo relacionado con la idea que se me atravezó en la madrugada antes de caer dormida; y a está hora del mismo día (5:00 pm) lo estoy publicando. Aunque no es exactamente lo que yo quería, porque pretendía que fuera smut y menos angst, creo que salio bien lindo.

 

Taehyung es un multimillonario, empresario y escritor, jefe de su propia empresa, genio de los cálculos y la lógica, compañero, colega, hermano menor en una familia de cuatro, soltero, sin hijos, un joven adulto todavía. Vestía siempre zapatos lustrados con crema brillante, pantalones ajustados sin dejar de ser cómodos, sacos a la talla; cada prenda que se abrazara a su cuerpo era hecha a medida o de marcas realmente poco accesibles. Hombre admirado y con cierta fama. Sonrisa deslumbrante y ojos, por lo general, curvados en una sonrisa.

En fin, Taehyung es y podrá ser muchas cosas pero Taehyung jamás pagaría por un cuerpo. Nunca recurriría a una puta que no lo merece.

Esta bien, Taehyung también tiene la autoestima por los cielos, pero eso no es lo mas importante.

Lo importante es que estaba disgustado, molesto, enfadado con sus amigos; porque estos parecen no aceptar el hecho de que Taehyung sea tan recto todavía. La teoría de Taehyung es que sus amigos no soportan que él tenga la razón cuando dice que las prostitutas no sirven de nada; todos ellos tan acostumbrados a ellas porque la atareada vida profesional no les da tiempo de conseguir a la persona indicada. Pero Taehyung no está interesado en esas cosas, ciertamente.

"Pensé que jugaríamos a las apuestas", había dicho Taehyung con la mandíbula tensa, notablemente disgustado.

"Y en eso es en lo que estamos, querido amigo", había dicho Namjoon junto a él. Ambos caminaron hasta sentarse en una de las mesas cerca del escenario; el lugar estaba regularmente lleno, lo suficiente para abarcar todos los asientos. Todos vistiendo tan elegantemente como Taehyung; pantalones a la medida, saco y corbatas. A excepción que Taehyung no gustaba de corbatas, prefiriendo camisas o suéteres cuello alto, zapatos lustrados a la perfección y cabello tan brillante como sus ojos. "Te apuesto a que no sales de aquí sin una compra".

Taehyung piensa que Namjoon es demasiado intenso cuando se ensimisma con alguna cosa o persona; pregúntenle a Seokjin. Había mirado hacia otro lado con fastidio y responde: "Como quieras; pero a lo que salga de aquí con mi cuenta bancaria intacta, me deberás el doble de lo que ya tiene".

"¿Cómo te llaman? ¿'Satanás'?", Taehyung había reído apenas un poco. Se acomodó en su agradable asiento y ni se molesta en tener la mano sobre el botón rojo brillante que está a la derecha como todos los hombres lo están, porque Taehyung sabe que no comprara a nadie esta noche.

Namjoon le había dicho que este lugar es secreto y completamente ilegal por lo tanto los nombres se mantienen ocultos y recurren a sobrenombres; solo los hombres mas poderosos podían comprar allí, por lo tanto, la mercancía se asegura ser inigualable y completamente satisfactoria.

El telón sube, un hombre de gran porte se presenta diciendo su nombre y una buena cantidad de idioteces que Taehyung ni prestó la mínima atención.

Taehyung no entiende y estuvo completamente sorprendido por como los hombres reaccionaron ante la exhibición de cuerpos completamente desnudos. A veces un par de hombres se ensimismaban por un mismo cuerpo, gastando cantidades que dejaría a cualquiera de clase media con los ojos fuera de sus orbitas.

Más de lo mismo; caderas, buenos pechos, cuerpos pálidos, lindos rostros, retaguardias realmente exuberantes pero Taehyung no está realmente impresionado con ninguno. Había visto a Namjoon en su lugar muy dudoso, y sabia que el mayor estaba debatiendo en su pobre cabeza si comprar a este o al próximo o hacer una oferta al que ya fue vendido. Taehyung ríe abiertamente con los ojos cerrados, ya todo le daba gracia esta noche.

"El ultimo de está noche es parte de la mercancía nueva; realmente hermoso si aprecian la piel joven", Taehyung miró por pura inercia y su risa de repente se esfumó. "Diecinueve años apenas cumplidos y completamente puro; si saben a lo que me refiero", el hombre había reído después de lo dicho, tan asquerosamente desde la perspectiva de Taehyung.

Este ultimo hombre en venta realmente le robó el aliento. Había algo en su mirada, si; era diferente. No había miedo en ella, solo advertencia. No lloraba, solo miraba con el rostro completamente neutro. Su cabello negro azabache caía por su frente y su piel no era del todo pálida, estaba anudado de manos y completamente desnudo. Pero no importaba cuanto Taehyung detallara su cuerpo; buenos muslos y el resto no era tan exuberante como la mercancía anteriormente vendida. Porque siempre pararía a mirar sus ojos; el chico lo miró entonces y Taehyung puede leer la rebeldía en ellos. Se interesó de inmediato y sin darse cuenta había presionado el botón.

La comisura de Namjoon da un leve tirón hacia arriba. No importaba si Taehyung quisiera retroceder; podía dejar que otro hombre ofertara mas dinero y el joven no sería suyo, pero Taehyung no quería, él insistía.

Cada golpe al botón era mil billetes sumados al monto, y Taehyung escuchó como dos hombres presionaban también. Ensimismado presionó nuevamente y de nuevo cada vez que alguien exigía aquel muchacho. "Woah, una suma bastante grande, muy bien. Señor V, puede pasar a nuestras oficinas para retirar su compra. Muchas gracias por venir."

El muchacho le había mirado por ultima vez cuando Taehyung se coloco sobre sus pies y camino hasta las dichosas oficinas antes de que Namjoon dijera algo que sabe que le molestaría o que la mirada de aquel muchacho le perforara la suya.

Ninguna mujer ni hombre allí vendido dirigía miradas como esas. Contradictorias, peligrosas, rebeldes, de rencor y sin una gota de miedo. Taehyung había visto como cada cuerpo allí expuesto se encogía y lloraba en silencio con las manos vendadas. Y era por eso que Taehyung jamás habría accedido a esto; estas personas no quieren estar aquí, estas personas tienen miedo de su futuro, estas personas merecen ser libres; de seguro tienen sueños, metas, pasado, familia.

¿Qué decirles? Taehyung también era defensor de la libertad y amante de la justicia.

Taehyung había respondido firmemente: "En una camioneta de camino a mi casa", cuando le preguntaron dónde lo quería, y "Vestido", cuando preguntaron sin ropa o con ella.

Namjoon no había dicho nada cuando salieron del local, solo una sonrisa sutil en sus labios que a Taehyung le molesta mas que nada. "¿Cuántos ceros?" había perdido la apuesta así que debía, como buen perdedor, de pagarle el doble de lo que su cuenta bancaria tenia en ella.

"Ni uno", había dicho Namjoon. "Me conformo con verte perder".

 

 

Tal como quiso, el muchacho estaba sentado en medio de aquella cama tendida con sabanas blancas. No en la cama donde Taehyung duerme; por dios, no. En una alcoba junto a la suya, e incluso tan bien amueblada como esa, vinculadas por un baño casi tan presuntuoso como las habitaciones y el resto de la mansión.

Taehyung se aseguró de que el joven no llevara ni una atadura en sus muñecas como lo había estado en aquel escenario barato, que estuviese completamente vestido, que la mucama le atendiera cada cierto tiempo y que la calefacción no fallara en estos días de invierno.

El muchacho era libre de irse si quería, no tenia ni una sola puerta bloqueada que le impidiera el acceso a nada, Taehyung le dejo ese mensaje con la mucama. Esa noche no visito al joven, sino a la mañana siguiente que se dio cuenta que no se había ido; no se había movido de aquella habitación.

Taehyung entraba por el extremo de la puerta del baño que se conectaba a su habitación, y el muchacho siempre estaba allí. A veces dormido, otras veces de pie en la ventana abierta o cerrada. En ocasiones veía la bandeja de comida vacía a su lado, y le alegra que el joven por lo menos coma. Eso quiere decir que confía en que no lo drogaran o algo como eso.

"¿Cuál es tu nombre?" había preguntado Taehyung, sentado en el extremo inferior de la cama. El muchacho no había accedido a decirle ni una sola palabra.

Taehyung lo autonombró: "Orgulloso", porque no había otra palabra que lo describiera tan bien. Aunque, Taehyung entiende. Seguramente pasó por mucho antes de llegar a esa cama. Taehyung sabia que el hecho de que no llorara o no se mostrara vulnerable de alguna manera ya lo volvía alguien misterioso y fuerte. Eso pica en la curiosidad del hombre de cabellos claros.

Siempre preguntándose por qué el chico jamás salía de allí. Tenia un magnifico jardín a su disposición, un living lleno de lo que quisiese y si quería algo aparte solo debía de pedirlo; así se lo había hecho saber.

Taehyung también se califica a sí mismo como alguien orgulloso, un lujo; alguien que no cualquiera puede tener. Soberbio. Por lo tanto no llegó a preguntar mas de una vez.

"Jeongguk", había susurrado el joven un día, cuando Taehyung se paseaba por la pequeña biblioteca de la habitación. El hombre escritor había volteado hacia él y había probado el nombre en sus labios.

"Jeongguk suena mejor que orgulloso; te llamare así", con una sonrisa sencilla que era mas para sí mismo, se retiró de la habitación.

Jeongguk era como la carne dura que se tiene que ablandar con paciencia y mucha calma. Él mismo cedía al medio. Taehyung realmente disfrutaba mirarlo a los ojos sin titubear, porque Jeongguk tampoco lo hacia. Taehyung leía dentro de ellos y veía como de a poco, casi sin notar la diferencia, el rencor se borraba de su mirada; aunque aún permanecía el orgullo y el peligro.

 

"¿Por qué lo hizo?" preguntó Jungkook. 

El joven lucía excelente vestido con ropa elegante. El saco negro a la medida y el suéter cuello alto lo hacia lucir realmente caliente; el perfecto estilo de Taehyung. El área de la fiesta privada era calmada y digna de gente perteneciente a la clase alta. Copa adornaba sus dedos de manera elegante cuando se unió a él en la barra.

El joven no había titubeado ni un segundo cuando Taehyung se sentó junto a él y le pregunto mirándolo directamente. 

"¿Invitarte a la fiesta de la empresa? Quise que te distrajeras un rato y socializaras un poco."

"Me refiero a gastar una millonada en mi", había dicho. La mirada de Jeongguk seguía destilando seriedad; Taehyung da un ligero vistazo a sus labios, esponjosos y brillando por el liquido ingerido como si hubiese sido lápiz labial, vuelve rápidamente a sus ojos.

"Solo porque quise", no tenia que darle explicaciones a absolutamente nadie.

"Y de allí a traerme a una de las fiestas de su empresa, ¿se arriesgará a que todos me vean con usted?"

"Si tengo la voluntad entonces medio mundo me vera contigo" respondió cortante; y aunque inmediatamente se retractó, no hizo nada al respecto. Taehyung suele disgustarse cuando le reprochan o le reclaman o ese tipo de cosas; él no le da explicaciones a nadie. "No importa si esto llega a durar o no; si usted se quisiese marchar ya lo hubiese hecho", dijo luego de un rato.

"¿Qué es 'esto', de todas maneras?"

"Lo que usted quiera que sea, Jeongguk."

Puede ser una relación por conveniencia, alimentándose de las riquezas ajenas a cambio de mera compañía; también puede ser lo que ha estado siendo hasta ahora, o en el mejor de los casos puede ser algo mas.

 

"¿Estas escribiendo sobre mí?" preguntó el joven sentado en su cama. Habían estado cierto tiempo compartiendo el living de la mansión, Jeongguk leía un pequeño libro sacado de la biblioteca junto a él mientras sentía como la mirada del escritor taladraba su frente; se había dado cuenta que el mayor lo miraba cierto tiempo para luego escribir en su cuaderno y así sucesivamente. Jeongguk lo miraba también cuando hacia esto; podían observarse de esta manera durante un tiempo.

"Tal vez lo haga..." respondió simplemente.

"¿Por qué tiene una mansión tan grande cuando solo somos usted y yo?"

Taehyung no respondió de inmediato pero cuando estuvo por hacerlo no tardo en ponerse de pie y desaparecer por las escaleras; Jeongguk mirando el rastro invisible que el mayor dejó.

 

Jeongguk y Taehyung conversaban muy pocas veces, las conversaciones normalmente iniciaban con preguntas y terminaban en simples respuestas y el abandono de alguno de los dos.

Taehyung había tenido la peor mala tarde que recuerda. Namjoon y su padre seguían cuestionándole tantas cosas que Taehyung siente la cabeza hirviendo de la rabia; ¡Él sabia que se compraba mercancía para usarse! ¡Sabía que había gastado tanto dinero en un joven al cual no le ha puesto ni un dedo encima! ¡Pero ya basta de imponerle las cosas! ¡No lo miraba como mercancía! ¡¿Cómo alguien en este planeta ve a un ser humano como una cosa material?! No, ¡Demonios! él no puede. Tampoco puede deshacerse de Jeongguk como su padre se lo pide; no puede y no quiere tampoco.

Entró a casa dando un portazo e ignoro a Jeongguk sentado en el sofá del living con la mascota en el regazo. Lo ignoró completamente porque cuando se molesta no puede acercársele a nadie, a nada.

Jeongguk observo al mayor caminar a grandes zancadas escaleras arribas; jamás le había visto el rostro así de colorado, tampoco las venas en sus sienes, los ojos brillosos que sabia a la perfección que eran lagrimas asechando. Lo dudó pero finalmente se puso de pie para seguirlo tras pensar en que él mismo había pasado por ese mismo estado, y él hubiese agradecido si hubiese estado alguien para escucharlo en esos momentos.

Abre la puerta y Taehyung está reclinado en lavamanos con sus brazos, su cabello estaba vuelto un desastre tras despeinárselo tantas veces de la impotencia.

"Entonces cuando está molesto usted solo azota las puertas y se vuelve un animal, hyung", Jeongguk no sabia muy bien como expresar su preocupación, así que eso fue lo que mas o menos pudo decir, así que todo se fue por la borda.

"Lo que menos necesito justo ahora es un reproche mas, mucho menos de tu parte", ruge Taehyung.

Jeongguk tardo en moverse de su lugar y Taehyung tras respirar hondo solo atinó a aproximarse y besar al joven; tal vez demasiada desesperación, mucho enojo, ira, hambre.

Jeongguk forcejeaba bajo las manos de Taehyung acunando su rostro fuertemente. El mayor estaba mordiendo sus labios de una manera dolorosa, estaba aprisionando su cuerpo entre sus brazos demasiado fuerte, terminando por aventarlo a la cama con descuido y atando sus muñecas con sus propios dedos por encima de la cabeza. Jeongguk forcejea, se retuerce de un lado a otro porque esto realmente es tan poco excitante que se está desesperando. Cuando Taehyung se aleja brevemente, le propina una cachetada y Jeongguk siente la piel escocer rápidamente; empujándolo para que callera al piso, dándole tiempo de huir.

 

Desde la primera vez que miró hacia esos ojos sabia que ese joven no seria cualquiera. Jeongguk no es fácil; ni de conocer, ni de amistar, mucho menos de convencer. Jeongguk posee el carácter mas indómito que alguna vez Taehyung haya visto en alguien. Era rebelde, feroz y contra la corriente. Taehyung supo todo esto y le encantó, porque Jeongguk no estaba en posición de ser así, pero lo era de todas manera y Taehyung enloqueció.

Taehyung siempre opinó que una persona jamás, en pleno siglo XXI, puede pertenecerle a otra; ni por todos los billetes del mundo. A menos, obviamente, que se enamoren y sea decisión propia el pertenecerle a otro individuo, emocionalmente. Por lo tanto supo que ni porque pagó una millonada por un niño díscolo y le brindo las atenciones que pudo darle; Jeongguk jamás podría ser suyo.

 

 

** 

 

Jeongguk salió de la biblioteca unas cuantas horas después, a donde se había dirigido para leer el nuevo libro que uno de sus amigos le había sugerido. "Léelo. Es realmente fascinante", había dicho Jimin seguido de muchas afirmaciones de parte de Hoseok. Su estomago se vació de repente cuando leyó el nombre del autor; Kim Taehyung, decía.

"V" se llamaba el libro, un nombre realmente corto.

Jeongguk leyó con cuidado; en los agradecimientos nombraban a un tal Namjoon por engañarlo de una manera muy lista para llevarlo al oculto lugar donde conoció a alguien singular. También menciona el por qué del nombre del libro.

"V porque fue lo que respondí cuando me pidieron un sobrenombre en aquel lugar. V porque pude haberme dado la vuelta y haberme ido a casa pero en su lugar dije esa letra que no tiene ningún valor especial. V porque fue lo que dio luz verde a todo lo ocurrido después y contado en este libro."

 

Cuenta toda la historia desde su punto de vista; lo que sintió, lo que descubrió y finalmente lo que aprendió. También se inclina un poco a nombrar su mal temperamento; nombra su capacidad de leer a las personas y escudriñar en lo mas profundo de las almas y de la razón o la lógica, así como también nombra que ni por millones de billetes o joyas, ni nada como eso, una persona le puede pertenecer a otra.

 

 

 

Jeongguk va pasando la tipica hoja blanca que se deja de ultima.

"Así se me es imposible olvidar que pase lo que pase siempre seré un alma solitaria; por eso tengo una mansión tan grande." se lee al final. 

 

 

 

"¿Cierto que es un libro muy bueno?" le había preguntado Jimin cuando lo vio regresar con el libro. 

 

"El mejor" respondió él.

Notas finales:

La historia me sigue pegando en el corazón, perdón. Cuidense, xoxo.


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