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Confesión. por Raes

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Notas del fanfic:

Malísimo resumen y malísimo título. XD!
No supe qué título darle ya que no ocurren muchas cosas.

Notas del capitulo:

Hola! Dividiré este shot en dos -two shot- ya que... así no será tan largo el capítulo

Espero les guste ~.

  Jugaba en su rostro con un dedo. Tenía el anular apoyado en sus labios entreabiertos y los picaba suavemente.

 

  Luego de haberlo visto en varias oportunidades de igual manera, se le acercó un poco más a la pared y le quitó la mano de la boca, no fuertemente ni de un tirón, sino tranquilo y muy despacio. A Himchan se le ocurrió que en vez de tener que repetirle a Youngjae una y otra vez que se olvidara de esa pequeña costumbre, prefirió molestarlo de esa manera  así él lo encontraba fastidioso y dejaba de hacerlo. Y esto no iba con sólo un motivo, sino con dos.

 

            – Youngjae… –murmuró Himchan luego de retirarle la mano. Youngjae no volteó a verlo, seguía concentrado en su teléfono móvil y en la gran pantalla táctil enfrente de él.

            – ¿Hm? –respondió Youngjae sin despegar la vista del aparato, dejando descansar su brazo libre al lado de su cuerpo. Estaba demasiado concentrado en lo que hacía que no escuchó los otros dos llamados que hizo su hyung y por ende, Himchan terminó yéndose.

 

  En su trayectoria se cruzó con Zelo que por pocos centímetros casi se lo lleva por delante. El menor lo esquivó de un salto y lo miró irse hasta perderse por la sala del departamento. Inmediatamente después miró a Youngjae, quien todavía seguía compenetrado con su celular.

 

            – ¿Le ha pasado algo a Himchan hyung? –preguntó. Su mayor elevó la vista.

            – No lo sé… recién estaba aquí.

 

  Yongguk seguía estando en la sala disfrutando de una tarde con la televisión para él, cuando vio cómo Himchan pasó casi por encima de Zelo y se encerró en la habitación compartida. Hacía unos minutos hacía estado hablando con él y su humor no parecía estar alterado, por lo que supuso que algo debió suceder en el pasillo que comunica al baño.

  Al par de minutos Youngjae apareció, y eso fue todo para concluir en su mente lo que había pasado.

 

  Era l líder del grupo, los conocía bien a cada uno, sus personalidades, sus temores, sus anhelos, hasta sabía cuando uno de ellos no se sentía bien. Para los ojos de los demás miembros, entre todos eran como hermanos, pero para dos personas, había escondido un sentimiento que ninguno se animaba a confesar, y él también sabía eso.

 

            – ¿Qué ha pasado con Himchan y tú? –preguntó Bang desde su lugar, atrayendo por completo la atención de Youngjae.

            – Que yo sepa, nada. Pero Zelo lo ha visto molesto. –Frunció las cejas sin comprender por qué lo involucraba en el aparente cambio de humor de Himchan– ¿Por qué?

            – Antes de que fuera para el pasillo él habló conmigo y su humor era bueno, pero al regresar lucía enfadado. Zelo no estaba contigo y Daehyun salió con Jongup a comprar algo….

            – ¿Por qué debo ser yo el responsable? –Sin motivo alguno se sintió atacado por el líder, como si fuese el responsable de lo que acababa de suceder. Estaba mucho más sensible los últimos días puesto que sentía que cada malentendido en el departamento se debía a él– Himchan hyung está… raro. Últimamente está distante y se enfada seguido… y generalmente es conmigo.

            – Nadie ha dicho que seas tú…

– Yo no le he hecho nada.

 

  Youngjae regresó por donde vino, y esta vez también casi atropellan a Zelo en el mismo lugar que antes. Decidió tomar una ducha para calmarse. Los últimos acontecimientos y sus pensamientos no ayudaban a que estuviera en perfectas condiciones. Si bien tenían tiempo libre, los temores propios que mantenía en secreto para sí mismo lo estaban sofocando.

 

  Ya no sabía qué hacer para evitar que Himchan se molestara, ni tampoco sabía cómo hablar respecto a las salidas fugaces que tenía. El último mes, sólo contemplaba como su hyung salía de noche a citas que duraban hasta el amanecer, viéndolo ingresar de madrugada a la habitación y caer sobre su cama sin importar cómo vestía. En silencio, Youngjae lo miraba quedarse dormido, y cuando se aseguraba de que pasase tiempo suficiente, salía de entre sus sábanas para acomodarlo bien y que no pasase frío. Y en esos momentos, en los que lo despojaba de su chaqueta y calzados, alguna lágrima rebelde se deslizaba por sus mejillas.

 

  Dejó que el agua de la ducha se mezclara con las propias lágrimas que ya escapaban de sus ojos. No poder decirle lo que sentía por él lo estaba matando en vida. Saber que salía seguido a divertirse junto a alguien más, quizá varias, y sin saber qué haría, le dolía en el pecho. Lo veía cada día más alejado y eso empeoraba su situación. Pero nada podía hacer, sólo esperar a que todo volviese a ‘la normalidad’ y a que sus sentimientos se extinguieran en silencio y en completo anonimato.

 

  Secándose el cabello con la toalla, salió del baño directamente hacia la sala, donde esta vez quienes ocupaban el sillón eran Jongup y Zelo, el menor reía y pedía ayuda para que lo liberaran del ataque de cosquillas al cual estaba sometido. Ante tal escena escandalosa y algo tierna, Youngjae simplemente sonrió y encaminó hacia la habitación, sin embargo por más que giró el picaporte la puerta no cedió; estaba trabada.

 

            – Está con seguro –gritó Zelo entre risas. Escapó del agarre de Jongup y se le acercó– Quise entrar a preguntarle algo, pero me echó de la habitación y trabó la puerta desde adentro. Ya todos sabemos lo que significa eso,

 

  Youngjae no respondió con palabras, sólo asintió serio y siguió secándose el cabello.

 

  Se estaba volviendo costumbre encontrar a Himchan encerrarse en la habitación, no lo hacía como método de capricho o para impedirle el paso a Youngjae, sino que cada vez que la puerta se cerraba significaba que él saldría de noche. Por más advertencia que le impusiera el líder, Himchan tenía un as bajo la manga y se cubría diciendo que siempre iría a un exclusivo lugar donde nadie pudiese reconocerlo. Las salidas eran más frecuentes así como también los días malhumorados.

 

  Caminó hasta la puerta de departamento y se frenó allí. Bloquear la salida no haría que el mayor volviese a tener en su rostro esa sonrisa que a él tanto le gusta ver, empeoraría todo si le pidiese explicaciones de por qué salía tanto, ni siquiera Yongguk le cuestionaba las razones.

 

            – Youngjae –una voz ajena a los de la sala habló a su espalda. Giró y se encontró con Daehyun– ¿podemos hablar?

            – Sí hyung, dime. –Trató de cambiar su expresión para no preocuparlo.

            – ¿Hasta cuándo seguirán de esta manera? Tú y Himchan parecen niños, ni siquiera JunHong se comporta igual que ustedes.

 

  La pregunta lo dejó helado. ¿Por qué de pronto salía con una pregunta así? Nunca antes había tratado de dar indicios de sus sentimientos, trataba de evitar cercanías extremas con Himchan y hasta decía que no le importaban las salidas del mayor. ¿O quizá se refería a otra cosa?

 

  Súbitamente gritos se escucharon provenientes de la sala, la voz de Himchan se mezclaba con la de Yongguk y cada vez se escuchaba más fuerte hasta que ambos aparecieron en la línea de visión de Daehyun y Youngjae.

 

            – No puedes estar saliendo cuando se te plazca. Podrían darse cuenta. –Alertaba el líder nuevamente, bajando el tono de voz, sólo lo elevaba en casos delicados, y éste parecía ser uno.

            – Seré cuidadoso, hasta ahora lo he sido. No han aparecido fotos mías, ni siquiera rumores.

            – No se trata de eso… –quiso continuar el líder, pero no pudo decir más.

            – ¡Suficiente! –el comandante abrió los brazos dando por terminada la discusión y se aproximó a la puerta donde Youngjae estaba. Tornó la puerta y le dedicó una última mirada antes de desaparecer del lugar.

 

  Yongguk suspiró en su sitio y regresó a la sala.

  La última mirada que recibió Youngjae se intensificó al final, era como si lo culpara de hacer algo, ¿pero qué? Quizá se habría dado cuenta de sus sentimientos y se sentía incómodo al lado suyo.

  Daehyun continuaba a su lado, esperando ayudarlo.

 

            – Creo que deberías tomar un poco de aire fresco y pensar en lo que harás. No podemos seguir conviviendo de esta manera.

 

  Fueron las últimas palabras que el vocal le dijo. Entonces, creyó que era lo mejor. U optaba por contarle al resto del grupo lo que sentía por Himchan y buscar ayuda para poder superar la situación, o se lo confesaba a él mismo y trataba de solucionar cualquier malentendido interno. Y para decidirse, seguiría el consejo de Daehyun; una buena caminata ayudaría.

Notas finales:

Se viene la segunda y última parte :3


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