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Nuevos Integrantes por MizaiTan

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Notas del fanfic:

Hola, presento mi querido fic, que ya lo he subido en otros sitios,  y esta vez quiero que todos difruten de esta historia. Algo que agregar para el desarrollo del fic, los embarazos masculinos no son raros por asi decirlo, pero si mas complicados que uno normal

Los personajes pertenecen a la maravillosa Nakamura-sensei, todos los derechos reservados a ella... 

Notas del capitulo:

Este fic comienza con dos parejitas, pero la importancia estará en las 4, sin mas les dejo para que comiencen la lectura

Ser editor no es un trabajo fácil, es normal el estar con energías en un momento y a la semana siguiente estar sin poder mover un musculo. Por lo que el cansancio es normal. Pero esto ya era el colmo.


Los chicos de Esmeralda acababan de comenzar el ciclo, todos deberían estar al cien, sin embargo Onodera Ritsu tenia un problema. Apenas y podía bajar del piso dos al uno por las escaleras, y eso ya era mucho trabajo. No se sentía enfermo, simplemente se sentía completamente agotado al hacer cualquier esfuerzo.


Eso ya lo estaba molestando, y no solo eso. Ahora su vejiga parecía no aguantar nada de líquido, iba al baño varias veces al día. El cansancio podía atribuirlo, posiblemente, al esfuerzo sobrehumano que hizo para tener a tiempo las correcciones de Satou-Sensei. Aunque ya había descansado tanto como lo tenia permitido, además que eso no explicaba las repetidas veces que debía ir al baño en un dia.


Sacudió su cabeza, no debía pensar en eso. Debia concentrarse en el trabajo, como siempre. Eso debía de ser algo de lo mas tonto, asi que mejor ignorarlo por ahora, aun si le molestaba.


Entró en la editorial, muy cansado para solo haber caminado de la estación hasta allí. Se acomodó en su asiento y suspiró jadeante. Era hora de comenzar.


-Ritsu.- Takano lo llamaba, pero el oji-esmeralda no lo escuchaba. Estaba muy entretenido tratando de regular su respiración - ¡Ritsu!


Con ese grito se sacudió un poco y logró ver el rostro de su jefe, algo molesto por haberlo ignorado -¿Q-Qué ocurre, Takano-san?


-¿Por qué estas tan cansado? ¿Acaso corriste todo el camino aquí? – Aunque lo decía para molestarlo un poco, en realidad estaba preocupado. Algo raro estaba pasando con su chico.


-No… Solo… Me di cuenta… Que iba algo tarde – Trataba de hablar, pero no paraba de jadear por el esfuerzo. Llenó sus pulmones de aire hasta el límite  y luego lo soltó todo, eso le ayudó un poco – Asi que corrí hasta aquí.


Mino, Hatori y Takano miraron sus relojes. El castaño venia 30 minutos antes. Iban a reclamarle sobre eso, pero justo llegó la persona que faltaba.


-¡Buenos días! – Dijo Kisa cargando algunas carpetas y muchos papeles que le llegaban hasta el cuello, apenas y se podía ver su cara. Los demás editores reaccionaron, y se levantaron todos, a excepción de Onodera por su cansancio, a quitarle las cosas al recién llegado.


-Kisa, ya te hemos dicho que si vas a cargar cosas nos avises para ayudarte – Regañó Hatori al de menor estatura. Kisa vió las caras de reproche de sus compañeros, incluso la de su amigo castaño que aun sentado en la silla lo miraba de igual forma. Rascó su nuca algo nervioso.


-Lo siento, lo siento.- Rió nervioso, a pesar de ser el mayor lo miraban como si fuera el niño pequeño que hizo alguna travesura – Pero no soy inútil, puedo cargar con eso.


-Mejor asegúrate de cargarlos a ellos – Takano señaló la abultada barriga de Shouta. Los pequeños mellizos hace poco cumplieron los cinco meses de gestación, pero la cantidad de bebés no era la razón de su preocupación.- Hablando de eso, ¿Te has sentido bien últimamente?


-Si, mucho mejor.- Mino lo empujó suavemente de la espalda hasta llevarlo a su colorida silla, allí pusieron todo lo que llevaba.


-Podemos aligerar un poco tu trabajo si quieres, dinos si estas sobrecargado y nos haremos cargo de algunos mangas tuyos – Habló seriamente Hatori, todos asintieron dándoles la razón, inclusive Takano


-No es necesario, no se preocupen – Les sonrió, aunque eso no les convenció mucho. Suspiró, realmente eran difíciles cuando querían.- … Y si veo que es mucho trabajo para mi, les diré inmediatamente


Todos asintieron y volvieron a lo suyo. “Estos están locos… Pero no le ganan a Yukina” Pensó Kisa suspirando.


Aunque estuvo callado todo el rato, Ritsu presenció todo y de igual forma apoyó a sus compañeros, pero de repente pensó algo que lo hizo sobresaltarse internamente. Volteó a su lado derecho, apreciando la barriga de su amigo. “¿Y si… estoy embarazado?”


No, no. Eso no podía ser. Pues, su amigo tenia los mismos problemas al principio, pero recordaba perfectamente sus nauseas, desmayos, sangrados… Aunque bien sabía que aquello era mas que todo algo propio del complicado embarazo de su amigo. Se entristeció al recordarlo, dejó de lado el tema en su cabeza y trató de concentrarse solo en su trabajo


Asi pasó la mañana, entre las nuevamente innumerables veces que fue al baño y su cansancio de solo ir y devolverse de este mismo. El tener a Kisa a su lado le hizo pensar una y otra vez en esa posibilidad, solo debía comprarse una simple prueba de embarazo, asi estaría seguro.


Pero tenia miedo. Habian posibilidades de que salieran positivas; él no se sentía preparado para enfrentar algo como eso. Aun las cosas con su pareja no estaban del todo claras con su madre, ella pensaba que no era nada serio. Pero este era un gran paso…


Y mas importante, estaba también el otro padre. Ellos se volvieron pareja y trataban de acoplarse a tal nombre, pero un bebé puede cambiar muchas cosas. Necesitan de la ayuda mutua, pero un trabajo tan estresante como el que ambos tienen, haría que faltara de esa ayuda.


-Ricchan – Escuchó que una voz lo sacaba de sus pensamientos.- ¿Aun piensas en la propuesta para aumentar las ventas del manga de Mutou-Sensei?


Mierda, perdió tanto tiempo en tonterías no confirmadas que se le olvidó la propuesta.- A-Algo asi, tengo problemas con ella – Solo una pequeña mentirilla


-Pues, si quieres puedo ayudarte – Le sonrió y acercó su brazo al escritorio para tomar una de las hojas de las ventas del mes. Pero Onodera se lo impidió, tomando la hoja antes.


-No es necesario que lo hagas, es mas, yo puedo ayudarte en lo que necesites – Le sonrió, aunque vió un puchero teatral en su rostro y su ceño levemente fruncido.- Oh, Vamos. No te pongas asi, sabes que no queremos que te pase nada


-Lo se, lo se. Pero me hacen sentir mal. Siento que me aprovecho de ustedes – Bajo la mirada un poco triste


-No te preocupes lo hacemos por gusto.- Vio una pequeña sonrisita de parte de su amigo a modo de comprensión. Aunque aun tenia una duda, algo que tal vez lo despejaría o lo complicaría mas, pero realmente necesitaba una respuesta realista, de alguien que pasara por ello.- Oye, Kisa-san – El peli-negro le prestó atención con una carita de intriga.- ¿Eres feliz estando embarazado?


-Claro que si – Fue una respuesta demasiado inmediata para lo que esperaba Onodera, nisiquiera la pensó.- Admito que pasaron muchas cosas, aun faltan enfrentar muchas mas, se deben tener mas responsabilidades, pero la verdad – Miró a sus futuros bebés con una sonrisa y acarició su vientre – Vale la pena.


Y Tal vez, era solo eso lo que deseaba escuchar para tomar su decisión.


~~~o~~~o~~~


-Estoy en casa – Dijo Kisa entrando a su pequeño hogar. Por su embarazo decidieron que el peli-negro no podía quedarse solo en casa, asi que Yukina comenzó a vivir momentáneamente allí; por lo menos hasta que consiguieran una casa mas grande para la familia.


Solo había alcanzado a quitarse los zapatos cuando sintió un brazo en sus muslos y otro en su espalda, que lo levantaron fácilmente, aun con su nuevo peso.


-¡Ah! – Se asustó un poco por la sorpresa, luego miró mas relajado al que lo había hecho - ¡Kou, me asustaste! – Le regañó a su sonriente pareja que se encaminó hasta el sofá y se sentó en el sin deshacer el agarre, sentando al peli-negro en su regazo.


-Lo siento, pero en serio quería verte – Se acercó para darle un beso y luego le levantó la camisa – Y también quería verlos a ustedes – Le sonrió al vientre antes de dejar dos pequeños besos, uno para cada bebé.


Sonrió, su pareja estaba enamorado de esos bebés. Si, definitivamente había valido la pena todo el sufrimiento.


Solo pasó una semana de concebirlo cuando ya se dieron cuenta de su embarazo, tal vez debido a las nauseas exageradas que tenia o los dolores abdominales. Fue con Yukina al doctor y efectivamente estaba embarazado. Al principio la preocupación de la pareja eran mas que todo sus familias, contarles tal cosa podía ser una balde de agua fría.


Pero era una preocupación sin sentido, la madre de Shouta estaba encantada que su hijo estuviese serio y por fin con ideales en el futuro, además ya esperaba tener un nieto. La familia de Kou tenia algo de miedo, pues aun el castaño era joven y seguía con sus estudios. Pero luego de mucha charla y tras pensarlo bien, decidieron apoyarlos pues ellos ya conocían a Shouta y lo estimaban mucho, además el ser que venia no tenia la culpa de nada.


Todo iba bien, Kisa debía cuidarse mas y no exigirse en el trabajo, Yukina decidió estudiar ese semestre algunas materias extra, las cuales debería dar en el siguiente, pero lo hacia para tener en el futuro mas tiempo libre con su familia. Pero cuando Kisa cumplió el mes y medio todo se salió de control.


Ya no eran solo pequeños síntomas, en ese tiempo se desmayaba con frecuencia siempre andaba pálido y apenas podía comer sin sentir nauseas, todos sus compañeros de trabajo trataban de apoyarlo en todo, siempre trataban de acompañarlo pues se podría desmayar y si no había nadie podría golpearse contra el suelo. Lo peor sucedió cuando estaba sentado en el trabajo, algo estresado y de pronto se sintió húmedo. Miró abajo y se puso pálido al ver que se desangraba. Todos se pusieron alerta y sus compañeros editores lo llevaron al hospital, lo acompañaron hasta que llegó un preocupado Yukina que acababa de salir corriendo de su clase al enterarse.


Allí le dijeron que todo eso se debía a que su pequeño cuerpo tenia problemas para aceptar al feto, mas que todo por su frágil constitución. Se podía llamar a eso una desventaja al tener su joven apariencia. Debian hacerle algunos procedimientos y aplicarle medicinas para normalizar el cuerpo al cambio, aunque podían considerar un aborto.


Ante la negativa inmediata de la futura madre, los doctores comenzaron a programarle procedimientos que demoraron una semana. Kisa podía afirmar que fue la peor semana de su vida, el dolor que sentía era terrible y esas inyecciones se lo aumentaban, todo su cuerpo quemaba, gritaba de dolor. Yukina solo podía verlo sufrir, se sentía impotente e inútil, y aunque lo intentaran sacar, siempre permanecia a su lado en cada momento de la medicación. En el trabajo le dieron una semana extra para que se cuidara y se recuperara, en esa semana la mamá del peli-negro se quedó con ellos para cuidarlo mientras el menor estudiaba.


A pesar de que Yukina le decía que necesitaba mas descanso, decidió trabajar cuando se acabó esa semana. Al llegar se dio cuenta que no tenia el trabajo acumulado que esperaba tener, pues todos sus colegas le ayudaron. No querían que su amigo se esforzara de mas, por lo que aceptaron que volviera a trabajar con la condición de dejarle a ellos la mitad de su trabajo. Ver lo que pasó dos semanas atrás los dejaron preocupados por su salud, pero ese chico era terco.


Ya se sentía mejor físicamente, aparte de un gran apoyo de parte de todos. Aunque aun lo cuidaban para evitar complicaciones, apenas y le dejaban hacer esfuerzos.


La madre de Yukina se mudó de Sapporo a la casa de la madre de Kisa, para estar pendiente cualquier circunstancia, por lo que ambos eran visitados a menudo. Además como su trabajo se redujo a la mitad, llegaba mas temprano a casa, a veces Yukina no estaba cuando llegaba pues seguía estudiando extra, pero siempre hacia todo lo posible para llegar a cenar con su chico.


Se abrazó al cuello del castaño, aun faltaban cuatro meses pero sabia que podía enfrentarlo, después de todo. No estaba solo


~~~o~~~o~~~


Reunió todo el valor que tenia, compró dos pruebas de embarazo al salir de la editorial. Pasó por el departamento de su novio y cenó con el, como le había prometido. Entró a su casa ya un poco tarde.


Leyó las instrucciones e hizo todo al pie de la letra con ambas pruebas, debía estar seguro por ello compró dos.


Ritsu esperaba impaciente los cinco minutos, muchos pensamientos vinieron a su mente. Su familia, amigos, Takano… Posibilidades, ¿Qué tal si lo que tenia en realidad era una enfermedad? No lo había pensado. ¿Qué tal si realmente estaba embarazado y debía enfrentar lo mismo que Kisa? Todas cosas malas venían en ese instante.


Bajó su cabeza, y se dio cuenta que ya había salido. Leyó las instrucciones otra vez y luego la prueba, simultáneamente. Suspiró. Dos líneas en cada una

Notas finales:

Bueno aqui se presentaron los casos de Kisa y Ritsu, espero que haya sido de su agrado. Ya tengo varios capitulos escritos, asi que de a poco los iré subiendo.

Dejen sus comentarios, hasta la proxima


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