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Honey x Bee por Karenlauren

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- ¡Buenos días Naru! – dijo Hinata saludándome con la mano mientras se acercaba. – Cuánto tiempo.

- Hey, Hinata! Same here... ¿Has perdido peso?

- Mi dieta funcionó! Por cierto... ¿qué tal tu verano? – entonces puse una cara que Hinata entendió que fue entre agotador, estresante y deprimente.

- Trabajé de camarero, en un hotel, a medio tiempo.

- ¿No te pagaron bien o algo?

- ¡Nop! Pagaban mejor de lo esperado... pero.... el problema fue uno de los clientes, un miebro de los Uchiha...

- ¡QUEEEE! – gritó lla emocionada - ¿¡Entonces ese pendiente tiene el sello de los Uchiha de verdad!?

- Por desgracia,si... después de clases voy a ir a que me lo quite... es molesto, por mucho que lo he intentado no he podido quitármelo... hasta acudí a Kabuto... – Hinata se paró en seco y me cogió por los hombros.

- ¿¡Has ido a ver a Kabuto?! – me miró ansiosa, estaba más que preocupada. - ¿No te ha hecho daño?

- No, estoy bien... – dije apartándola mientras revisaba mi cuerpo, entonces me cogió de las manos y me miró con ojos llorosos.

- Naru, yo ya no estaré a tu lado para protegerte más... lo siento, pero si necesitas un hombro en el que llorar siempre me tendrás ahí...

- ¿De qué demonios hablas? – dije confuso.

- oh, ¡Uzumaki! – dijo Iruka, nuestro profesor al verme. - ¿Qué haces aquí?

- ¿Qué? Profesor... ¿usted también?

- A partir de hoy eres un “honey” – dijo cortándome mientras me quedava de piedra... ¿que yo era qué?

- Naru, ¿no conoces el sistema Honey?

Negué con la cabeza.

- ¿El sistema... honey?

- Están l@s Honeys y l@s Kugekas, los segundos están formados por herederos de familias ricas que seleccionan a un estudiante de entre las clases normales para que sea su Honey.

- ¿Se puede saber para qué demonios necesitan sirvientes?

- Para asegurarse que se gradúan – al ver mi cara se rió, divertido y resignado – Si, son una panda de holgazanes pero tienen dinero y eso a la escuela es lo que importa.

- Vale... pero... ¿eso que tiene que ver conmigo? – dije aún más confuso. – Apenas puedo cuidar de mí mismo... ¿y pretenden que cuide a ese niño rico?

- A parte de los nueve miembros de las familias, solo honeys pueden llevar ese tipo de pendiente... – Se fijó en el grabado que tenia el anillo – Parece que el Kugeka de Naruto es Sasuke Uchiha...

Un recuerdo más que vergonzoso golpeó su mente, el momento en la ducha cuando le advirtió que recordara su nombre... Le subieron los colores de golpe... Ya sabia lo que tenia que hacer.

Fue corriendo de vuelta a su casa ignorando los gritos de su maestro y amiga para que volviera.

Dejó sus cosas y se cambió a ropa de calle, fue hasta la Nave. Al llegar se quedó vacilante en la puerta pero... no le quedaba otra opción.

 

 

 

 

AL DÍA SIGUIENTE...

 

 

Naruto se levantó feliz como una perdiz y preparó para la escuela.

Localizó el aula especial dónde atendía su “amo”, ya todos estaban en classe esperando a que llegara el profesor.

Vio su cabellera negra, se puso delante suyo y le entregó un sobre manchado de sangre con un pequeño objeto metálico dentro.

- Me niego a ser tu Honey. – Sin darle oportunidad a decir una palabra o tan siquiera que saliera de su asombro, se fue dejando a Sasuke y la classe entera paralizados... Naruto... se había arrancado el pendiente de la oreja... lo afirmaban los puntós y la tirita blanca que llevaba cubriéndola.

Al cabo de unos minutos, todos se asustaron al veir reir a Sasuke a carcajada limpia... Estaban locos... ambos.

Pero no era el único que había fijado sus ojos en ese rubio tan cabezota...

Al salir de clases, Sasuke siguió al rubio y le embosco en la entrada de su casa.

- ¿A dónde crees que vas? – dijo mientras le acorralaba contra la pared del patio interior.

- ¿Qué dem...? – al ver al pelinegro su rostro fue para hacerle una foto. - ¡Suéltame!

Sasuke le apretó aún más con su propio cuerpo contra la pared.

- Casi te me escapas... No voy a permitirlo... quiero que seas mío... – susurró en su oreja. – Sé bueno... no querrás que tú familia nos vea así... ¿verdad?

 Por un momento Naruto detuvo sus forcejeos.

Sasuke sonrió victorioso.

- ¿Qué pensarían de tí? ¿te imagines el rostro de tu madre? ¿O la decepción en tu padre... quizá les gustaria saber que...? - Fue interrumpido nuevamente por la mano de Naruto. Se oyó el restallido a distancia quedándole la marca se su mano en la nívea mejilla.

Naruto le empujó y entró a la casa.

Sasuke volvió a sonreir... cada vez le gustaba más ese chico...

Lo que no sabia ni quiso comprender era que había dado de lleno en el punto dèbil de Naruto, quién se encontraba llorando en el suelo, apoyado en la parte interior de la puerta de su casa.

Ojalá pudiera... No deseaba otra cosa que poder recordar el rostro de su padre o de su madre... en esta vida, no hubiera podido ser más feliz si encontrara una foto suya o quizás algun retrato.

Pero tan solo le quedaban los pendientes de su madre... que fue el regalo que le hizo su padre por su aniversario...

Si tan siquiera pudiese recordar sus nombres...

Empezó a temblar mientras se abrazaba a sí mismo...

Odiaba entrar cada día en una casa vacía.

Quería que alguien le diera la bienvenida, que le preguntara qué tal le había ido el día... quizás que le abrazara o consolara en esos momentos cuando nada iba bien... necesitaba a sus padres...

Pero estos murieron mucho tiempo atrás, cuando él tenia seis años... des de entonces, legalment estaba viviendo con su tía pero se fue de su casa a los quince por los maltratos de esta que además tiró, quemó y deshizo de todas y cada una de las memorias de sus padres... fotos, ropa, recuerdos... ya solo quedaban las perles de su madre que rescató aquél día...

Aún conservava la cicatriz que le provocó su tía cuando se enteró... pero nunca se los dio. Eran suyos... eran el legado de sus progenitores... lo único que le anclaba a no olvidar su existencia... ya que ahora, tan siquiera recordaba sus nombres...

No pudo evitar sonreir al pensar en eso... que ironía...

 

 

 

 

Días pasaron y Sasuke le acorralaba cada dos por tres para intentar ponerle el pendiente que le esclavizaba como su Honey.

Pero se negaba.

Hasta que un día ocurrió:

- Vamos Naruto... sé mi honey... quiero que seas mío... – En otra comprometedora posición, Sasuke estaba encima de Naruto vestido con os shotrs y la camiseta de gimnasia, en el almacén de material.

- No entiendo por qué debería hacer eso... Te he dicho mil veces que no!

Sasuke le mordió el cuello y le enseñó tres dedos.

- Primero por que sé que quieres recuperar el pendiente, - bajó el primer dedo – Segundo por qué yo te deseo como mi honey – quedaba solo el dedo índice que bajó mientras decía algo que le llamó la atención a Naru en demasía: - y tercero, por qué la educación es gratis...

 - ¿¡Qué?! – gritó el rubio al saberlo. - ¿Toda?

- Hasta los viajes... – Sasuke fue interrumpido al ver cómo Naruto se quitaba el otro pendiente de su madre guardándoselo en el bolsillo de la camiseta.

- Hazlo.

- ¿De verdad? – dijo Sasuke extasiado.

- Por la educación pagada. – Dijo Naruto mientras oía el “click” de la primera vez que indicaba su esclavización voluntaria.

- Perfecto... – Dijo Sasuke levantándose y, sin mirar atrás, yéndose... dejando a un pensativa Naruto en la colchoneta...

 

¿Qué había hecho?


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