El club de La Herradura es una pequeña pero eficiente escuela de hípica, la cual se hallaba en una de las granjas que hay en el límite de un pequeño pueblo llamado Smallville. Era una hermosa granja cuya casa principal parecía un motel de cuatro estrellas, pues era una casa de tan solo tres plantas, las cuales servían para albergar a todos los estudiantes con la mayor comodidad posible. Estudiantes que normalmente disfrutarían de un tranquilo día de rutina, pero que ese día estaban espectantes, pues sabían que en cualquier momento llegaría el nuevo alumno. Un chico de cabello oscuro y ojos verdes, el cual se hallaba en un viejo coche alquilado, el cual tenía rumbo hacia lo que parecía ser unas increibles y magníficas vacaciones, las cuales no podría olvidar aunque quisiera.
- Y ya sabes, cuando lleguemos te bajas y nunca más vendremos a buscarte, te quedrás aquí y que te cuiden hasta que te mueras maldito crio de los cojones – le advirtió su tío enfadado mientras conducía rumbo a l famosa escuela de hípica
Como ya sabéis ese es Vernon Dursley, el horrible tío de Harry Potter, el cual ha tenido que cuidar al enjendro que tenía por sobrino, pues por su culpa tuvo que divorciarse, ya que aquellos ojos esmeraldas le recordaba una parte de su pasado, la cual pretendía olvidar. Así que aprovechó que se podría librar de él y se dio el lujo de alquilar un coche, total, ¿que importaba gastar en un coche si se iba a librar de su sobrino de una vez por todas?
- ¡Al fin..!, al fin me voy a poder librar de mi condena, lo único que echaré de menos es a ti.. - pensó Harry mientras en su cabeza sonaba "Libre soy - Maartina Stoessel" - ¿como será mi nueva vida, que es lo que me espera?, sea lo que sea, lo voy a disfrutar como si no hubiese un mañana, llegó la hora de disfrutar la vida sin prejuicios de ningún tipo, ni siquiera limitaciones
Y entonces la vio, era una hermosa casa de campo, la cual estaba pintada de un hermoso color rojo y la cual brillaba con los rayos de sol, los cuales parecían estar allí para darle la bienvenida. Así que sin pensarselo dos veces, Harry se bajó de aquel destartalado coche, el cual se alejaba mientras este se quedaba contemplando el hermoso paisaje sin darse cuenta que se hallaba debajo de un enorme cartel de madera, el cual decía.. "Bienvenidos a.. El club de la herradura"
- No sé por que, pero presiento que va a ser una gran aventura - pensó instintivamente mientras tomaba aire - ¡vamos Harry!, tienes que coger tus maletas y prepararte para vivir tu nueva vida - se dijo mientras cogía sus pocas maletas y se dirigía con decisión al porche de la casa, la cual sería su nuevo hogar
- Corten, necesito decir una cosa – dijo el autor, apareciendo de improviso con una claqueta mágica, la cual usó para parar la escena – perdón, pero antes que nada debéis saber que el mega sexy de Clark Kent se asoció con Lex Luthor, el cual le consiguió más terreno y pagó las obras, pues necesitaban agrandar la casa, para empezar su negocio, el cual ahora es la famosa escuela de hípica, bueno eso es todo, ya podéis seguir - informó el autor lo más rápido posible y se fue.
Nada más llegar, dejó sus maletas y llamó al timbre sin esperar ser atendido, pero tal fue su sorpresa al ver que la puerta se abría, dejando ver al hombre que le daría la bienvenida. Era un hermoso calvo de ojos dulces, el cual tenía un escultural cuerpo musculado, el cual era perfecto, pues ni tenía mucho ni poco y eso hacía que pegara con su ropa de estilo casual, lo cual le hacía parecer un seme muy sexy, pero solo parecer, por que en realidad se veía como un nerd sexy, lo que le convertiría en.. probablemente el uke de algún seme sexy y pervertido, el cual no hacía nada más que cepillarselo.
- Tu debes ser el nuevo alumno, ¿Harry era no? – adivinó Lex al verle esperando junto a unas viejas maletas, las cuales parecían más dignas
- Si señor, Harry Potter y usted es uno de los dueños, ¿no?, Clark.. Lex.. ¿Lex Luthor? – dijo Harry intentando adivinar, pues aunque había visto el folleto mil veces, ya no se acordaba de cual era cual
- Si, pero no te quedes ahí Harry, pasa, no te preocupes yo mismo meteré las maletas – le dijo dijo Lex, mientras le obligaba a entrar para ir a por sus maletas, las cuales sorprendentemente pesaban un poco menos de lo que pensaba
En ese momento Harry pudo ver que se trataba de una bonita, enorme y acogedora casa, la cual conservaba la distribución original de lo que era una hogareña casa de campo, la cual ahora era fascinante, pues se notaba la armonía que había entre los muebles clásicos y la modernizada cocina, más unos cuantos alucinantes aparatos tecnológicos, de los cuales el rey era un flamante televisor de 50", el cual se hallaba colgado en una de las paredes del ampliado pero modesto salón, el cual parecía brillar como la luz del sol de lo hermoso que era.
- Pues.., bueno, aquí te vas a sentir como en casa, aunque viendo lo que traes tal vez te sientas mejor - le dijo el multimillonario
- ¿Como? - dijo Harry desconcertado mientras se aferraba a sus maletas, las cuales pretendía subir el solo
- No, no, deja las maletas, ya se ocuparan de ellas, primero has de ver la casa y familiarizarte con ella - le dijo Lex al verle agarrar las maletas con firmeza - lo primero que debes saber, es.. - empezó a explicarle
Entonces se fijó sin querer en las escaleras y vio que por ellas bajaba un musculoso hombre, el cual se veía tan sensual con su jersey azul de mangas cortas, que enseguida provocó que en su cabeza oyera... " ¿quien es ese hombre..., que me mira y me desnuda?, una fiera inquieta que me da mil vueltas.."
- ¡Ay no..!, otra vez no, ¿se puede saber que haces aquí Clark Kent - le regañó Lex indignado al ver que Harry no le prestaba atención alguna
- Si.., yo ¿Acaso esperabas a Clark Gable? - le respondió Clark provocando que Harry empezara a reirse a carcajadas - vaya, al fin alguien entiende de humor, me llamo Clark.., Clark Kent ¿y tu eres..? - le dijo a Harry mientras le ofrecía la mano
- Este es Harry Potter, el nuevo alumno y con tu permiso voy a seguir enseñandole la casa - le respondió secamente Lex Luthor
- Sé cuando no me necesitan, nos vemos Harry - se despidió Clark y se fue, provocando que un servidor suspirara al verlo marchar
- Bueno, ¿por donde iba? ¡ah.. si!, para crear esto tuvimos que añadir dos plantas más, de modo que ahora hay 6 confortables habitaciones, 2 cuartos de baños y lo que ves aquí - empezó a explicarle mientras hacía gestos con las manos - esta es la cocina, antes era modesta y estaba integrada al salón, pero tuvimos que cerrarla y ampliarla para que al menos pudieran cocinar hasta 3 o 4 personas a la vez -siguió explicándole mientras le hacía entrar en la magnifica cocina restaurada
Y siguió enseñándole un poco la casa sin saber que este se perdía entre sus melancólicos recuerdos, los cuales se superponían a la imagen de lo que era la hermosa cocina de la casa que sería su hogar. No podía evitarlo, pues aunque su tío no le quería, había pasado buenos momentos y esos recuerdos eran los que afloraban desde lo más profundo de su corazón, impidiéndole ver lo que tenía a su alrededor.
- No Harry, no debes aferrarte a los recuerdos, piensa, ¿que te dijo Lex nada más llegar a este cuarto? - pensó Harry mientras acariciaba el teclado del ordenador que había en el escritoria de su nueva habitación
- Bien, primero he de decirte que compartirás la habitación con Cedric Diggory y que si le das al botón azul que hay cerca de la puerta tendrás dos individuales – recordó que le dijo Lex mientras pulsaba el botón, mostrandole como funcionaba al botón – que pases una buena noche – se despidió alejando de él aquel recuerdo, el cual se fue volando por arte de magia
- ¡Hola..! - le saludó una voz detrás suya provocando que se diera la vuelta asustado - tu debes ser el nuevo, ¿no? - adivinó aquel chico
- ¿Quien eres tu? - le preguntó Harry alterado, pues acababa de ser sorprendido por aquel guapísimo chico de cabeño castaño e hipnotizantes ojos color avellana - ¿y mi maleta, donde está, que has hecho con mi maleta?
- No, eh.. yo soy tu compañero Cedric, Cedric Diggory y en cuanto a tu maleta ya me he encargado de ello - le explicó como pudo aquel chico
- No te preocupes, alguien se encargará de tus maletas - recordó que le dijo Lex Luthor - ¡mi maleta..! - gritó Harry desesperado e intentó apartarle de un empujón, pero este era más rápido - ¡sueltame..!
En ese momento empezaron a forcejear hasta que Cedric, harto de la situación, le arrinconó contra la pared, ejerciendo presión con su espectacular cuerpo, apretándole las muñecas con rudeza mientras jadeaba eróticamente en su oido, pues intentaba recuperarse
- Tu no te vas de aquí.., no hasta que me escuches - le susurró al oído mientras le rozaba sin querer con la pierna, provocandole una pequeña erección, la cual empezaba a abultar debajo del pantalón - ¡mira en el armario..! - exclamó en otro erótico susurro mientras le soltaba, permitiendole ir al armario
- ¡No puede ser..! - exclamó Harry en un susurro al abrir las puertas del armario y ver que ahí estaban sus viejas y sucias maletas
- Sé que las pertenencias de uno son importantes, por eso te guardé las maletas, pero tarde o temprano tendrás que deshacerte de ellas, te aconsejo que guardes tus cosas en otro sitio para cuando eso pase - le inormó seriamente Cedric antes de marcharse
- ¿Donde está, donde está? - se preguntó Harry ansioso mientras revolvía hasta sacar una piedra - ¡gracias a Dios! - exclamó mientras se aferraba a aquel objeto mientras la ca´mara se dirigía al pasillo donde se hallaba Cedric
- No se lo que tengas en esa maleta, ni quien te lo haya dado, pero sé que disfrutaste tanto como yo el momento en el que te estaba aprisionando con mi cuerpo - pensó Cedric, reconociendo lo que era evidente - se lo que sea, voy a hacer que lo olvides con mis caricias, vas a ser mío.., Harry Potter - siguió pensando pervertidamente mientras se alejaba escaleras abajo, terminando así el primer capítulo