Lo había conocido en un callejón, no nos conocimos en buenos términos, de hecho ni siquiera fue en una buena manera, el un policía y yo un ladrón y asesino, no era muy buena combinación.
Ese día estaba escapando junto con mis colegas luego de un robo a una joyería, al ser el líder del grupo tenía que preocuparme por la seguridad de ellos que por la mía, por lo que al escuchar las sirenas los obligue a irse por otro lado, yo me quedaría, prefería que me llevaran solo a mí que a todos.
No es que fuera ladrón por gusto pero así había sido, mi mama me hacia robar pequeñas cosas cuando era niño por lo que poco a poco se volvió un habito para mi, al contrario mío mis colegas robaban por sus familias, Furihata Kouki robaba para pagar el tratamiento de su hermano mayor, el cual esta así luego de evitar que Kouki fuera asesinado, Takao Kazunari y Himuro Tatsuya robaban para mantener a sus familias y que tuvieran lo que ellos no tuvieron, educación, comida, y un futuro honesto.
Volviendo a lo anterior, me había quedado parado en el callejón mientras ellos se iban, cerré los ojos y espere a que los policías aparecieran, las sirenas se oían cada vez más fuerte y yo seguía como si nada, no es que no tuviera miedo pero sabía que mi destino era muerto o en la cárcel, de pronto oí unos pasos y supe que ahí quedaba todo.
-Oí niño - Me mantuve en silencio - Oye ¿Me escuchas? - Abrí los ojos cuando sentí que me tomaban de los hombros
-¿Que quieres? -Mi voz se oía diferente por el pañuelo que cubría mi boca
-Tu eres de los ladrones? - Me vio fijamente como viendo si le estaba jugando una broma al ir vestido así
-Si, creí que tardarías menos en descubrirlo Aho - Sonreí internamente mientras hablaba con diversión
-Cállate - Me empujo contra la pared molesto - ¿Cuantos años tienes?
-19 - Comente de lo más tranquilo
-Eres apenas un chiquillo, deberías estar estudiando en lugar de estar robando - El estaba viéndome como si lo estuviera decepcionando
-Calla tú no sabes nada de mí - Quise golpearlo pero coloco mis manos sobre mi cabeza
-No importa si sé o no, tu deberías hacer algo mejor con tu vida niño -Voltee a ver a otro lado aun molesto
-¿Me llevaras a la cárcel o me seguirás dando tus sermones? - Hable con tono divertido aunque quería golpearle
-Tsk - De la nada me soltó y se alejo un poco - Vete de aquí
-¿Qué? - Lo vi sorprendido, aunque mi cara no lo reflejase
-¡Que te vayas! No me hagas arrepentirme - Cerro los ojos y toco su cabeza
-¿Por qué lo haces? - Estaba completamente anonadado por este policía
-Da igual solo vete - El policía se volteo serio y decididamente comenzó a irse
-Espera... al menos como te llamas - Hable un poco alto para que me escuchara
-Aomine, Aomine Daiki - Sin decir mas salió del callejón y se fue dejándome solo
Sin esperar más de 2 segundos corrí todo lo que pude, si el tal Aomine se arrepentía y volvía era mejor que yo no estuviese ahí, llegue a un edificio de apartamentos y subí hasta el tercer piso abriendo la puerta de mi departamento y cerrándola rápido.
El departamento donde vivía era grande y espacioso, algo que no podría comprar ni siquiera por ser un ladrón, pero para eso estaba mi amigo Kise Ryota, un modelo y actor bastante famoso al que salve una vez de ser asesinado, no porque no quisiera que lo mataran pero el chico que quería matarlo era antiguo rival mío por lo que no le importo pegarle unos tiros salvando de paso al rubio, fue tarde cuando me fije que el rubio estaba abrazándome y agradeciéndome el salvarle.
Fue difícil hacer que callara pero cuando lo logre me fui sin decirle nada, aunque verlo una semana después diciendo que me tenía una sorpresa y que esa sorpresa era ese departamento fue algo que me sorprendió bastante, Kise me había dicho que era un pequeño agradecimiento por haberlo salvado y que siempre que lo necesitara lo llamara, algo que le agradecí de boca para afuera, aunque aquel chico podía volverse una ayuda importante luego.
Camine dentro del departamento y tome mi portátil, y rápidamente logre entrar en la página de la policía de Japón y busque un archivo, el único que me importaba, "Aomine Daiki, 25 años, capitán del escuadrón 7, un as en su trabajo y una persona justa, gran policía" Seguí buscando hasta que encontré mas información de el "Su madre murió en un accidente, su padre desapareció a sus 5 años, una hermana de 19 años que está en coma desde hace tiempo luego de haber evitado que un auto chocara contra ellos y lo lastimara siendo ella quien recibió todo el impacto" Cerré mi portátil y me levante rápidamente, así que esa era la razón por la que me había dejado ir, le recordaba a su hermana, camine hasta el baño y entre a darme una ducha, debía dejar ir mis pensamientos después de todo no volvería a verle.
La segunda vez que nos vimos fue un encuentro más creado por mí que por otra cosa, había escuchado de un tiroteo que había unas cuadras abajo de donde vivía, no me intereso hasta que oí que era el escuadrón 7 el que estaba en ese lugar "Aomine está ahí" fue mi primer pensamiento y fui hacia donde él estaba quedándome en un callejón cercano, fue cuando un hombre entro corriendo y Aomine detrás "Ja, que coincidencia" El estaba demasiado concentrado en el otro tipo que paso corriendo sin fijarse que yo estaba ahí, reí y espere a que lo atrapara o lo matara, cosa que hizo sin pensárselo mucho para luego darse la vuelta con deseos de salir del callejón.
-¿Que? ¿Ahora soy invisible para ti? - Dije haciendolo voltear
-¿Que haces aquí? - Me vio asustado como si fuera un fantasma
-No me respondas con otra pregunta - Lo vi serio queriendo respuesta
-No lo eres, aunque sería mejor que lo fueras, ahora responde - Hablo rápido y serio
-Quería preguntarte él porque me dejaste ir la otra vez - Lo vi serio
-Te dije que daba igual - El vio a otro lado
-¿Es porque te recuerdo a tu hermana? - Hable sin rodeos queriendo la respuesta sincera
-¿Por qué sabes eso? - Volteo a verme y vi su fiereza en la mirada
-No es difícil saber sobre alguien cuando eres alguien como yo, ¿Y bien? - Seguí esperando que respondiera
-Si, quizá - El se cayó unos segundos y luego me vio serio - ¿Por qué desperdicias tu vida así?
-Porque no he tenido de otra, nunca tuve oportunidad de hacer nada bueno con mi vida - Me encogí de hombros
-¿Hasta qué grado estudiaste? - El hablo serio como regañándome
-Primero de secundaria, ¿Terminaste de querer saber mi vida? - Lo vi serio
-Tu viniste aquí con casi toda mi vida en mente, yo ni siquiera se tu nombre - Me vio serio sabiendo que tenia razón
-Kuroko Tetsuya - Vi a otro lado serio
-¿Eh? - El parpadeo un par de veces y yo suspire
-Querias saber mi nombre, pues ahi esta - Sonrei de lado - Debo irme ya, hasta pronto Aomine-kun
Me fui de ahi sabiendo que haberle dado mi nombre habia sido un error, pero si esta vez era la ultima que nos veíamos no habria problema, pero ¿Realmente sería la ultima vez?
Pues no lo había sido, y las siguientes veces que nos vimos fueron destino y casualidad, a veces era porque cometíamos robos o peleas entre bandas y el aparecía (y me dejaba ir) o bien porque estaba con mi vida de "joven normal" y me lo encontraba por casualidad, luego de un tiempo esas casualidades se volvieron algo normal y terminábamos diciendo otro día para quedar y dar un paseo o algo así. Sabía que estar cerca de él nos traería problemas pero... no podía alejarme de él, el se volvió parte de mí y yo la necesitaba como nunca necesite nada antes.
Pero como dije, el estar con él fue el error más grande que jamás cometí, porque al ser parte de una banda de ladrones hay una regla: "No te enamores o tengas familia porque tus personas amadas podrían morir y no sería culpa de nadie más que tuya" Todos la sabíamos pero de igual manera todos la rompimos y eso nos costó caro; un chico de otra banda se disfrazo de doctor y mato al hermano de Kouki, la familia de Takao había sido asesinada y la de Himuro sobrevivió pero con su hermana y madre violadas, sabía que el siguiente seria yo y aunque no tuviera familia mis 2 personas más cercanas fuera de la banda eran Aomine y Kise, por lo que hable con el manager de Kise para reforzar su seguridad y de igual manera hable con Aomine para que tuviera cuidado pues estaba preocupado de que lo lastimaran y aunque me lo negara yo sabía que él estaba igual o peor que yo. El ataque nunca había ocurrido quizá porque hablábamos de un famoso súper cuidado y de un policía de alto rango, nadie los tocaría... o eso creímos.
Ellos sabían que mi punto débil era Aomine y que el suyo... era su hermana, no pensé en ella y el tampoco pero cuando había recibido un mensaje diciendo: "La hermana del policía es muy linda, lástima que este inconsciente si no la haría mía, pero con desconectarla me basta" No pensé en nada más que salvarla, trate de comunicarme con él pero no contesto y cuando llegue al hospital ella estaba intacta, entonces... ¿Que pasaba con la amenaza? Bueno eso quedo claro rápidamente.
El mensaje era corto, demasiado para todo lo que él escribe normalmente pero entendí que tenía que ver con toda esta amenaza "Ve al callejon donde nos conocimos" Camine tranquilo y llegue a aquel callejón para verle recostado en la pared, sonreí pero al verle abrir los ojos comprendí que no me diría nada bueno
-Aomine-kun - Me acerque a el tranquilo
-Tetsu - El sonrió de lado
-¿Pasa algo? - Su rostro no me decía nada bueno y eso me extraño
-No, bueno si - El desvió su mirada a otro lado
-¿Aomine-kun? - Seguí viéndolo fijamente
-Tetsu... me casare - Sus ojos se miraban apagados pero lo trataba de ocultar
-¿Eh? ¿Y para que me lo dices? - Tome aire para que no se diera cuenta del daño que me había hecho
-Porque quiero que llegues y seas mi padrino - El me vio con cierta tristeza
-¿Por qué yo? - Baje la mirada tratando de no llorar
-Porque confió en ti - El me vio y sonrió culpable - ¿Lo harás?
-... - Pensé unos segundos y suspire - Si... lo hare
-Genial, gracias - El me despeino y luego de ello se fue
Luego de eso no volvimos a vernos hasta el día de su boda... una boda que me rompía el corazón y lo destruía por completo, veía toda la habitación y esperaba a que el saliera de ducharse para terminar con esto y así volvería a aislarme, el que hubiera aceptado esto es porque esta era la excusa perfecta para que él se alejara de mi y ya no hicieran daño ni a él ni a su hermana.
Cuando salió de la ducha mi corazón dio un golpe muy fuerte en mi pecho y baje mi mirada tratando de no ponerme nervioso, sin decir mucho saque el traje que tendría que usar y me le quede viendo.
-Te quedara bien Aomine-kun - Lo vi sin algún tipo de expresión en el rostro
-Gracias - El ni siquiera se digno a verme
Se cambio en silencio y yo lo arregle poco pero lo más que pude, el salió y yo atrás de él como siempre que caminábamos hasta que por reflejo vi a su futura esposa y abrí los ojos como platos... Momoi Satsuki, hija del líder de la banda enemiga mía, trague y vi a Aomine con duda ¿Sabia quien es ella? ¿Por qué se casaba con ella? A mi mente llego una sola idea... "Su hermana..." todo esto lo hacía para protegerla, quise decirle algo pero no supe que... eso hasta que la boda estuvo por iniciar. Un mensaje corto a mis colegas "Vayan al hospital central y vayan a la habitación 230... lleven armas por cualquier cosa" y con eso ya era todo, cuando empezó la boda llego mi momento
-Si alguien se opone que hable ahora o calle para siempre - El padre hablo como si estuviera listo para seguir la boda
-Yo me opongo!! - Me levante sabiendo que si algo me pasaba al menos Aomine podría ser feliz con alguien mas
¿Eh? ¿Tetsu? - Aomine volteo a verme sorprendido
-No permitiré que te cases con la hija de un líder de bandas - Me acerque a el serio y algo molesto
-¿Y tú puedes estar cerca de él siendo otro líder? - Voltee a ver y el padre de Satsuki estaba ahí con el arma, genial ahora estoy muerto
Para cuando reaccione fue tarde, un tiro a mi cabeza y ya, cerré los ojos esperando el disparo pero nunca llego, cuando las abrí toda mi cara se lleno de sorpresa, delante mía estaba Aomine parado siendo un escudo pero el estar de pie no duro mucho pues la bala lo había herido a él, cayó al piso y yo lo atrape rápido tratando de calmarme, el solo me vio y sonrió
-Al menos hago algo bien - El me vio divertido
-Idiota ¿Por qué lo hiciste? - Mi voz sonaba rasposa y evitaba el llorar
-Porque jamás me permitiría que lastimen a quien amo - El sonrió y yo lo vi mal
-Pero no tienes que ser tan impulsivo, solo tenias que empujarme no ser mi escudo - Vi uno de sus colegas y este estaba llamando a una ambulancia
-Tetsu yo siempre daría mi vida por ti - Su mano toco mi mejilla y yo cerré los ojos al sentirlo
-Pero... tu hermana... ella te... - Rompí en llanto
-Ella estará bien, la dejo a tu cuidado - Sonrió como idiota y quise golpearlo
-Aomine-kun no me hagas esto - Tome su mano con fuerza
-Te quiero - Me acerco para darme un beso en la frente
-También yo pero no me digas esto así, no contigo medio muerto maldición - Quise llorar mas cuando vi que cerró sus ojos y sentí que mi mundo se detenía
La ambulancia llego segundos después y mi corazón latía demasiado rápido, no quería perderlo, no a él. El llegar al hospital y la espera ahí fue un martirio, quería llorar y golpear a alguien, pero al menos sabia que los de la otra banda ya estaban detenidos, aun así esos fueron los peores momentos de mi vida.
Suspire viendo a la nada recordando aquellas horas de sufrimiento, que habían acabado cuando me habían dicho que Aomine estaba aun vivo y que recuperaría pronto aunque estaría en observaciones, además que a los minutos de aquello, su hermana Dai había despertado y que también estaría en observaciones para ver su recuperación, sonreí al saber que ambos hermanos estaban bien.
Mientras sonrió ligeramente recordando todo aquello veo a Dai estudiar mientras me reta con la mirada pero no me interesa pues tengo en mis brazos a mi pequeño Sei, un bebe pelirrojo muy hermoso que habíamos adoptado, sonrió al verlo emocionado tomando su pacha, aunque se emociona mas cuando la puerta de la casa se abre
-Llegue - Escuche la voz profunda del hombre que amo
-Hola hermano - Dai lo vio y luego me vio a mí como diciéndole algo, que el obviamente ignoro
-Hola Dai - Revolvió sus cabellos mientras se acercaba a donde estaba
-Hola Daiki-kun - Lo vi mientras me levantaba para saludarle
-Hoa pa - Sei sonrió y saludo con sus pocas y algo entendibles palabras
-Hola amor, hijo - Sonrió tomando a Sei de mis brazos para cargarlo y luego darme un beso - Estoy en casa
-Bienvenido a ella - Sonreí dándole otro pequeño beso
No puedo decir que mi vida ha sido perfecta pero en estos momentos no tengo queja alguna de ella, tengo a mi adorado bebe pelirrojo, a mi cuñada que a pesar de todo me adora y al hombre que amo a mi lado, nada podría ser mejor para mí.