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EL PLAN por Haru_Akatsuki

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Notas del fanfic:

Los personajes aqui utilizados pertenecen a los creadores de Los Pinguinos de Madagascar y a Dream Words.

Esto solo esta hecho con el fin de entretener y nada mas

Notas del capitulo:

Esta es la continuacion de un oneshot que escirbi hace unos meses.

si quieren leerlo se llama TODO ESTA BIEN este es el enlace:

http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=149192

 

 

EL PLAN

 

-      Cuando vas a hacer algo Skipper

El líder del equipo dejo la casa de naipes que estaba armando. Completamente desconcertado, se volvió  para girar y ver de frente a Kowalski.

-      De qué estás hablando Kowalski

El nombrado cerró los ojos un momento. Estaba molesto por la falta de cooperación de su líder; ¿qué no era evidente de que hablaba?

-      Me refiero a que no has hecho nada para-

Dejo de hablar cuando vio la mirada desconcertada de Skipper. Trato de calmarse y hablar más naturalmente

-      Ya ha pasado mucho tiempo desde que aclaraste tus sentimientos ¿que no vas a hacer algo con Cabo?

Hubo un gran silencio. Kowalski miro a su capitán, tenía una mirada neutral que no supo entender. De repente vio a Skipper sonrojarse un poco; entonces lo comprendió e imito la misma reacción.

-      Kowalski, es muy pronto para pensar en eso.

-      ¡No me refería a eso!

-      ¡Pues explícate bien soldado!

Con lo indignado que sonó su líder, prefirió disculparse.

-      Lo siento Skipper. Me refería a que, qué estas esperando para acercarte más a él. Han pasado un montón de cosas desde que aceptaste como te sentías. Lo más recalcable fue el drama que hiciste cuando creíste que lo habías matado

-      Por favor Kowalski, no hables sobre eso, sabes que no estaba en mis cinco sentidos

-      Pero bien que notaste lo que habías hecho.

-      Como sea, cual es exactamente tu queja.

-      Que no has intentado ser más cercano a él.

-      No es tan sencillo Kowalski.

Por experiencia sabía que era mejor ser directo con Skipper, o se tardaría años en darle vueltas a las cosas. Y personalmente ya estaba harto de las actitudes que tomaba su líder de vez en cuando. Le daría una probada muy amarga de la realidad.

-      Sabes de la disposición de Cabo para admirarse de las cosas lindas y bonitas, así como lo increíble e impresionante que le genera respeto y admiración. Qué harías si un día se encuentra con alguien que tenga todas las cosas que le gustan, le admire, después le ame y se vaya. Nunca lo podrías tener.

-      …

Las palabras de Kowalski le causaron una punzada de dolor en el pecho. De repente se llenó de angustia, y preocupación. La realidad que planteaba su segundo al mando no le había agradado.

 El silencio profundo de su líder no le estaba gustado. Se sintió nervioso, qué tal si había hecho que su líder se diera cuenta de una realidad donde abandonaría las esperanzas con Cabo. El repentino movimiento del pingüino lo sobresalto.

-      Kowalski

Este trago duro

-      Ayúdame a que esta noche salga con Cabo a las rondas nocturnas. Entretén a Rico y asegúrate de que no se le ocurra salir de la base. No quiero que interrumpa con alguna de sus repentinas escapadas

Sonrió pero aún estaba algo inquieto. No sabía si sería buena idea decirle a Rico que Skipper ya estaba enterado de que volvió a desobedecer sus órdenes.

 

La salida en la ronda nocturna fue bien. Skipper no le hizo ningún desplante a Cabo y le dejo conversar con él, incluso de temas que no le agradaban. Dejo de pensar en eso cuando veía al pequeño pingüino estar tan feliz, porque por primera vez hablaban de algo fuera de su deber y tenían una conversación larga y fluida.

En otro momento Skipper y Cabo salieron solos a comprar helados para todos. Cabo había sugerido la idea y le pidió a su líder ir con él. Skipper había comenzado a decirle que no era momento de andar comprando helado arcoíris, pero se calló cuando vio a Kowalski haciéndole una señal para que no lo regañara. Comprendió por los movimientos del científico que le sugería aceptar la idea de Cabo para estar un rato a solas con él.

En alguna ocasión fueron a pescar juntos. Participaron solamente los dos en una pequeña misión; aunque Skipper se preocupó mucho por Cabo en ese momento. Eventualmente se volvieron más cercanos, ya casi no existía la brecha del Capitán- subordinado rígida que había antes. Cabo aun obedecía a Skipper, y este seguía considerándolo su soldado. Pero ahora tenían una relación más estrecha.

Así, un día ocurrió algo muy bueno…relativamente.

Sin la presencia de humanos que visitaran el zoológico, los cuatro pingüinos estaban entrenando en el exterior del bunquer. Skipper ordenaba que hicieran ciertos movimientos y maniobras, los demás seguían la orden. Después de un rato se dividieron en parejas para combatir entre sí; Skipper con Rico y Kowalski con Cabo. Los primeros en combatir fueron el científico y el más pequeño.

-      Preparado, Cabo. Con mi gran inteligencia puedo hacer una estrategia que te derribara en segundos. No sabrás que fue lo que paso cuando te venza

-      …

Cabo se quedó callado, lo veía con una mirada algo desinteresada. Aprovecho que Kowalski hablaba mucho. Skipper dio la señal para que iniciaran. Para entonces el científico aun hablaba; Cabo soltó un suspiro cansado antes de acercarse rápidamente a Kowalski, fingir que le daba un golpe en el rostro, haciendo que lo esquivara, y Cabo aprovechando la distracción para inclinarse y golpearlo con el pie en los dos del otro, derribándolo de ese modo. Enseguida se puso encima de él impidiéndole todo movimiento.

-      Muy bien hecho joven Cabo. Te felicito por aprovechar la debilidad de Kowalski y terminar el enfrentamiento rápido.

Dicho eso se acercó al pingüino, quien ya se ponía de pie. Skipper llevo su aleta a la cabeza de Cabo para frotarla como normalmente hacia cuando lo felicitaba. Pero no llego ni a rosarlo cuando un albatros pasó entre ellos haciéndolos separarse.

Sorprendidos, voltearon hacia la dirección donde había un pájaro blanco tirado en la plataforma. Justo encima de Cabo quien fue su amortiguador y termino unos pasos lejos de sus compañeros.

-      ¡Oye, que te pasa!

El primero en reclamar fue el líder. Ese pájaro había tacleado al pequeño Cabo y seguro que ahora le dolía algo.

Ya que el albatros capto rápidamente lo que pasaba, pero no por el reclamo del pingüino, se levantó enseguida y ayudo al pequeño a levantarse también. Los otros pingüinos iban a acercarse a socorrer a Cabo cuando el pájaro les impido el paso colocándose frente al, un poco aturdido, pingüino.

-      Oye estas bien. ¿No te lastime?

La preocupación del ave se debía a que capto rápidamente la inocencia y ternura del joven pingüino, tenía miedo por haber  dañado a algo tan puro como él.

La actitud del albatros capto la curiosidad de los otros. Les sorprendía que actuase así. Vieron a Cabo moverse para que ellos pudieran ver que estaba bien; el albatros volvió a acercarse a él solo que esta vez, los tres tenían la visión de ver de perfil a su compañero y a la desconocida ave. Por el momento, por la situación  interrumpida por el pájaro, se quedaron observándolos

-      ¿Te duele algo?

-      No te preocupes estoy bien

-      ¿Seguro?

-      Sí. Mira no tengo nada

-      Que alivio

El joven albatros suspiro

-      Soy Roger. Por un momento creí que había lastimado a la criatura mas linda y tierna que existe en el mundo.

Okey. Esas palabras no venían al caso, quedaban un poco raras. Hizo que los otros pingüinos fruncieran el ceño, pero más que nada Skipper, cuya mueca también parecía desconcertada, como si no hubiera captado del todo la situación. Pero su ceño se frunció mas al captar la verdadera intención de las palabras, cuando vio a su joven cadete ruborizarse ligeramente. En ese momento lo entendió completamente, ese tipo quería iniciar “algo”. Por supuesto que no iba a dejarlo. Lo juraba por lo más sagrado que tenía.

-      Tú, deja de decir cosas raras y deja de molestarlo. Deberías irte antes de que te golpee por lo que has hecho.

-      Eh?

El albatros se desconcertó completamente. No sabía bien a que venía la actitud del ave no voladora. Pero por la mirada que le estaba dedicando supo que hablaba muy enserio, y que si no se iba no volvería a comer ningún pescado en su vida. Se volteo a ver al pequeño pingüino sin dejar fuera de su campo de visión el semblante del otro.

-      Yo lo siento

Esa ave no tenía nudillos que tronarse, pero escucho claramente como estos sonaban y el sonido venia del pingüino que estaba a punto de lanzarse a matarlo.  Con algo de prisa, levanto sus alas y comenzó a separase del suelo. Voló y cuando estaba a una altura suficiente para seguir  cerca del joven pingüino, pero lejos del alcance del otro, se despidió.

-      De veras lo siento mucho. Después regresare para compensártelo.

Se elevó en lo alto y despareció de la vista del comando pingüino.

Kowalski se volvió a mirar a Cabo, lo veía nervioso por el comportamiento de su líder. Volteo a ver a este y parecía que aún no dejaba de mirar el cielo donde el albatros había desaparecido. Supo que debía decir algo para terminar con la situación y que la olvidaran.

-      Cálmate Skipper

Al escucharlo este bajo su mirada y lo encaro.

-      No actúes de ese modo. Parece como si Cabo fuera tu novia y acabaras de ahuyentar a quien tu mente creyó, que te lo quitaría

Aquello lo decía como en broma, y era una advertencia para que Skipper dejara esa actitud, que sí resultaba obvio para él, pero para Cabo era confuso y pensaría muy mal de su líder al creer que había sido muy grosero con un extraño.

Ante esto, Skipper lo miro profundamente. Estaba a punto de regañarlo por hacer el comentario, cuando ambos, él y el científico se voltearon a ver a Rico, quien recién, acababa de hacer un ruido como para llamar la atención. Lo vieron a él, quien les señalo al pequeño Cabo. Así todos voltearon a verlo.

A Kowalski casi se le salen los ojos de la sorpresa y Skipper no pudo disimularla muy bien. El lindo y adorable Cabo, que ahora se veía más lindo, adorable y tierno, estaba muy sonrojado. Por su mirada súper apenada supieron que, aunque capto la broma, el que Kowalski dijera esas palabras lo afecto. Eso solo podía significar una cosa.

Cuando Cabo se dio cuenta que todos lo miraban, se activó una señal de alerta que le hizo reaccionar.

-      ¡y-y-yo-yo!... ¡¡Voy al baño!!

Avergonzado y sonrojado, a toda velocidad, se metió por el hoyo bajo el plato de comida.

-      Que paasho

-      Ven Rico. Luego te lo digo

Lo jalo para llevárselo de ahí. Quizá lo distraería si iban a la tienda por quesitos. Él se quedó con una sonrisa súper nerviosa por lo que acaba de pasar. Esperaba no haber metido la pata, el pico y las aletas.

Skipper aun miraba el lugar por el que Cabo había desaparecido. De repente volteo la mirada a su derecha. Vio a la distancia el habitad de uno de sus vecinos. Entonces sonrió un poco. Estaba feliz de que Cabo ya no era tan indiferente a él. El plan “Hacer pequeños y sutiles avances con Cabo cada que se presente una oportunidad”, había tenido existo; más del esperado.

 

Si quieren saber que paso con el hecho de que el albatros Roger regresaría para compensar a Cabo, pues resulta que nunca sucedió. O más o menos, porque Skipper se encargó de eso…

Un día vino el albatros. Cabo no se encontraba en la base. Aprovecho para amenazar al joven albatros describiéndole como le torturaría antes de matarlo, si llegaba a ver su existencia rondando a menos de 1000 kilómetros de Cabo. Por supuesto que el albatros se tomó muy enserio la situación; se fue asustado y juro al cielo jamás volver.

Claro que Skipper, el ecuánime líder, fuerte y paranoico del comando pingüino, se había dado a la tarea de monitorear por días los alrededores de Manhattan para asegurarse que cuando el albatros regresara, lograra enviar a Cabo fuera de la base para evitar su encuentro con la avesucha; poco le importaba como se llamaba.

 

-      Rico, ya te comiste cien bolsas de quesitos

-      Puaahh

El aire de repente se llenó de mucho queso.

 

-      Por cierto Kowalski, por qué me ayudas con lo de Cabo. Nunca creí que ayudarías a alguien en mi situación

-      La verdad Skipper, no sé bien porque lo hago. Solo pienso que… sería bueno que tú fueras feliz… y que Cabo tendrá un buen prospecto a pesar de lo irracional, paranoico, desconsiderado y nada amable que eres. Lo que me hace pensar, ¿Cómo porque le gustarías a Cabo?, la verdad no tiene sentido. Si lo piensas-

-      ¡¡KOWALSKI!!!

Esta vez sí gastaría más de un pez, dándole de pescadasos.

 

Haru Akatsuki

 

 

Notas finales:

Espero les haya gustado.

cualquier comentario es bienvenido

 


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