Odiaba con toda mi alma la jornada nocturna…
No había otra forma de describirlo, odio puro, que peor que estar desvelándose en un videoclub recibiendo 2 o 3 clientes, que solían ser jóvenes semi alcoholizados o viejos en busca de la sección +18.
“Lo que hago por ti Ray” Me debía una muy grande él mocoso, ya lo venía cubriendo dos noches desde que le agarro según él “La gripe porcina”, lo que en realidad era un bronco espasmo causado por andar sin abrigo en pleno invierno.
Ray era mi compañero de trabajo en la tienda de videos, él hacía él turno en la noche para pagar su alquiler, pero llegaba antes y nos quedábamos conversando, así nos volvimos grandes amigos con él correr del tiempo. No estaba realmente enojado con él, hacer dos turnos era cansador pero en el fondo estaba feliz de poder ayudarlo.
Por fortuna no estaba solo del todo, en mi celular mi amiga Sunny enviaba mensajes de vez en cuando para mantenerme despierto, pero ya eran las 3 de la mañana y la pobre tenía facultad, por lo que le pedí que se fuera a descansar, podía mantenerme despierto… tenía mi arsenal de café, bebidas energéticas y 6 barras de chocolate.
Me senté y comencé a jugar con mi celular, pero era realmente aburrido, las noches se volvían largas y tediosas, además que la película que pasaban por la pequeña televisión pegada a la pared era muy aburrida. Tome la bebida energética, la abrí y la acabe de un largo sorbo. Tenía un sabor similar a la sidra de manzana pero más agrio, arroje la lata de letras verde fluorescentes y me estire en mi silla.
_Esta será una larga noche…
Él teléfono sonó dándome un buen sobresalto, no solían llamar clientes y menos a esta hora.
_¿Diga?
_7 días…
_Alexis…_Susurré irritado, apretando él puente de mi nariz.
_¿Te asuste?
_No si haces la misma broma por 2 días seguidos…¿Qué pasa?
_Sunny me dijo que estabas solito y desamparado en el trabajo, así que pensé en llamarte.
_Claro_ Reí_ Sunny se preocupa demasiado por mi.
_Hey, yo también, últimamente con estás jornadas tu malhumor paso de 9 a 10 en una escala del 1 al 5.
_Jajaja, gracioso, oye ¿No deberías estar con tu novio Jason ?
_Él pobre esta dormido, tuvo un día largo.
_Estaré igual que él en pocas horas_ Dije dando un lago bostezo.
_Joshua, luego me dices a mi que abuso del trabajo.
_Estoy haciendo esto por Raymundo, él pobre agoniza en su casa, además me darán una paga extra.
_Amigo te adoro, pero sabes que no puedes salvar a todo él mundo… piensa un poco en ti.
_No robes mis frases.
_Eres del típico, has lo que yo digo pero no lo que yo hago_ Rió.
_Ya ya, no me retes, ese es mi trabajo… cambiando de tema, no te molestaría traer un poco de pastel aquí mañana por la tarde, no me vendría mal con él café.
_Estás de suerte, mañana no tengo trabajo en la pastelería, será un honor ayudarte a engordar.
_Solo es un trozo de pastel.
_No hay problema amigo, cuenta conmigo mañana.
_Gracias Alexis.
_¿Me harás descuento por eso?
_Claro, en especial en las pelis románticas para que disfrutes con tu novio_ Dije en tono meloso.
_Jaja, ahora quién es el chistosito.
_Solo bromeo, cuídate, mándale saludos a Jason.
_Lo haré, bye bye.
Corté la llamada y suspire riendo por lo bajo, mis amigos eran geniales no sabía que haría sin ellos.
Ya se habían hecho las 4 de la mañana, mi turno terminaba a las 5, cuando llegaba mi jefe quejándose del Internet como era costumbre. Era cierto que con el Internet y la movida electrónica ya no había espacio para una vieja tienda de videos, pero me gustaba disfrutar de la tranquilidad y los clientes familiares de la tarde. Sabía que no sería por mucho tiempo, pero no importaba, era una linda vida y podía mantenerme con el salario.
Abrí una barra de chocolate y la mastique lentamente, sintiendo el maní crujir en mi boca, dulce néctar de la vida, amaba el chocolate.
La campanilla de la puerta sonó y me incorporé rápidamente. ¿Qué clase de loco sin vida venía a las 4 de la mañana?
Un hombre con una capucha que tapaba gran parte de su cara, se acercó a mi con una bolsa en la mano y la puso en el mostrador, allí había 3 películas.
Identifique los números y saqué los cálculos en la computadora.
_Son $45.30
_Quédate con el cambio_ Dijo asomando un billete de $50. Su voz era grave y parecía pertenecer a una persona joven de unos veintitantos ¿quizá?
Sentí un escalofrío al levantar la vista y toparme con la mirada del muchacho, se había quitado la capucha y a pesar que me atrevía a decir que era bastante atractivo. Sus ojos me paralizaron un momento.
_Emm gracias, señor_ Dije desviando la mirada.
Pude sentir una risa casi imperceptible provenir de él.
_¿Eres nuevo? No temas, soy un cliente habitual…
_Bueno, no_ Aún no me atrevía a mirarlo fijamente, era… raro, pero tampoco podía estar con la cara en el piso era de muy mala educación_ Yo reemplazo a mi compañero, trabajo en la tarde.
_Ah_ Dijo sin cuidado_¿Buscas algo en el suelo?
Joder, se había dado cuenta, que vergüenza. Tragando saliva lo mire fijamente una vez más, sus ojos ya no me daban tal efecto shockeante, pero su mirada era algo extraña. No podía decir que tenía… era…¿intimidante? Quizá esa era la palabra adecuada.
_Lo siento, estoy algo cansado y me duelen los ojos_ Mentí.
Él muchacho levanto una ceja y habló como si nada.
_Ya lo creo, ¿Cómo te llamas?
_Joshua_ Acostumbraba a tener trato informal con los clientes.
Él joven que estaba frente a mi tenía él cabello dorado y unos ojos amarillos que me recordaban a los felinos de los documentales de vida salvaje. Las fracciones de su rostro eran bastante armoniosas, acrecentaban más su aire de juventud y le aportaban cierta masculinidad.
Un hombre guapo sin duda, no lo iba a negar, no me iban los tipos pero me sentía algo humillado ante él aspecto del muchacho, parecía sacado de una revista de modelos. Aunque eso no era tan importante, lo que me sorprendía era que alguien como él se presentará a la tienda de videos a esta hora. No estaba alcoholizado, ni era un viejo sucio en busca de porno.
Además su mirada me ponía los pelos de punta, quizá fuera por su inusual color o algo más, pero no mentía en decir que parecía un felino… y no me refería a un gatito domestico.
_Es un lindo nombre_ Dijo cortando él hilo de pensamientos.
_Gracias_ Respondí cortante, me incomodaban mucho los halagos.
_Espero verte en otra ocasión me caes mucho mejor que él otro empleado.
_Emm okey, que tenga una buena noche.
Él rubio abandono el lugar, no sin antes dedicarme otra de sus miradas de hielo.
¿Raymundo conocía a este tipo raro? Esta situación me pareció demasiado bizarra, nadie jamás me aterrorizo tanto solo con mirarme… o quizá me afecto mucho él azúcar. Necesitaba descansar.
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