Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Relaciones toxicas por Chiaki28

[Reviews - 282]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Ninguno de estos personajes me pertenecen a mi sino que son de la grandiosa Nakamura <3 <3

Notas del capitulo:

Eto...hola chicos!!

Este es un nuevo fic que tenía en mente desde hace muchoo tiempo pero no lo subia a escases de titulo y hace poco se me ocurrio..asi que acá esta.

Espero que les guste

Takano Pov

Toda mi vida me centré en mis estudios; siempre me preocupe por ser un excelente estudiante para asistir a una buena universidad y poder llevar una de esas vidas plenas como las que aparecen en las revistas enseñando a una amorosa familia sentada alrededor de una chimenea, eso es lo que desde joven he aspirado poder tener.

Soy una persona de esfuerzos, un hombre que conoce el costo de subsistir; alguien que aprecia cada pequeño detalle, un  chico que salió como el primero de su generación en la facultad de literatura y ¿Para qué? Para acabar sin empleo igual que todo el resto de los fracasados al no tener campo laboral.

Esto es un mierda; toda mi vida me dijeron que si  me esforzaba mucho conseguiría el mejor trabajo y una hermosa esposa que me amaría incondicionalmente, gracias a la universidad yo jamás me preocupe por el romance ni pude conseguir una linda chica que cuidada de mí; porque lo único que aspiraba era poder ser independiente y marcar mis propios méritos.

Pero todo eso ahora parece una ridícula fantasía rosa al haberme estrellado con mi realidad, me advirtieron antes de ingresar a la carrera de literatura que esta era un área demasiado explotada en la cual ya no había campo, sin embargo, debido a mi terquedad y la pasión que me caracterizaba en ese instante ignore todas esas advertencias pensando que conseguiría empleo sí salía como el más renombrado de toda la facultad; una hermosa pero engañosa quimera que utilizaba para doparme al no tener vida social.

Gracias a esta clase de situaciones yo me he visto forzado a dejar mi hogar para tomar un vuelo hasta la cuidad central; en donde mi irritante primo Shin vive soló; alardeando constantemente sobre las múltiples comodidades que posee al tener un puesto privilegiado.

Me desagrada la idea de tener que pedirle a él que me de hospedaje; él y yo jamás convivimos pacíficamente, cuando éramos niños nuestras personalidades chocaban saboteando toda esa falsa atmosfera familiar que nuestros padres decidieron imponernos, yo jamás tolere su petulante carácter lleno de arrogancia y su cinismo; él solía hablar mal de las personas a sus espalda y después sonreírles con naturalidad como si no sintiera remordimiento de todo el veneno que escupió en sus nombres.

Suspire sabiendo que estos serían meses difíciles; semanas eternas en que tendría que apagar mi orgullo para permitir que el peli rojo me aplastara con sus burlas y me hiciera sentir menos como él lo suele hacer; pero no es tan malo, después de todo me está dando arriendo sin cobrarme dinero, debo ser inteligente y utilizarlo a mi favor.

Debí estar muy desesperado para llamarlo después de casi cinco años en busca de algún inexistente consuelo y una ayuda llena de hipocresía, no obstante; esto solo será hasta que consiga mi anhelado empleo y pueda escapar de todo este punzante remordimiento y rabia que me carcome al saber que estudié cuatro años en vano.

Inspire con intensidad intentando llevar a cabo una de mis mejores actuaciones al salir del avión después de un par de incomodas horas y dirigirme a mi infernal encuentro con mi primo; quien me atacara con sus múltiples  redes de mentiras e insultos mal disimulado; saque con tedio mi nuevo celular para llamar a mi  supuesta “Querida familia” y así poder ponernos de acuerdo sobre nuestro encuentro.

Me sorprendí al percibir como mi mano vibraba al haber recibido un mensaje del hombre de cabellos rojizos; con una mueca de repulsión lo leí intentando ensayar mi falsa sonrisa para nuestro abrazo de fotografía.

 “Masamune estoy en la cafetería del aeropuerto; encuéntrame ahí flojo sin empleo” Mordí mi labio conteniendo un par de insultos para apretar con ira mi teléfono; agarrar con rabia mi maleta y dirigirme al dichoso lugar.

Con pasos seguros atravesé la mitad del aeropuerto hasta llegar a un acogedor rincón en donde vendían algunos líquidos calientes y cosas dulces como tortas y galletas, suspire observando las atractivas mesas rojas acompañadas de unas gastadas sillas cafés; las que se encontraban bastante rayadas gracias a los descuidados pasajeros sin conciencia.

Mis ojos por inercia se encontraron con el llamativo cabello de Haitani quien se encontraba bebiendo de manera soberbia una pequeña taza de café ignorando todo lo que ocurría a su alrededor; como si todos los demás fuéramos irrelevantes para su existencia.

“Shin” Lo llame con una macabea sonrisa mientras me acercaba para darle un abrazo después de tantos años sin habernos visto.

“Masamune que alegría” Declaro juguetonamente tomando entre sus manos una pequeña tasa blanca llena de espuma para después beberla con arrogancia y dejarme con las palabras en la garganta “Fue una sorpresa que me llamaras después de tanto tiempo, pero supongo que has estado desesperado” Pregono sin tacto alguno incomodándome mientras me retenía para no golpearlo por su falta de sensibilidad.

“Sí; estaba muy mal para haberte llamado, pero como me dijiste que vives soló en tu gran apartamento supongo que no seré un molestia por un par de semanas; de seguro a veces te deprimes sin compañía” El mayor tosió con unos notorios nervios mientras observaba con impaciencia su celular.

“Sobre eso” Musito llevando sus manos hasta sus despeinados cabellos “Quizás haya un amigo viviendo en mi hogar; pero no lo sé es tan vago; a veces viene y a veces se va” Río angustiado sin entrelazar nuestras miradas.

“Tu nunca has sido un hombre muy sociable, es extraño que convivas con tus amistades” Lo contradije dispuesto  averiguar más de la enigmática personalidad que había desarrollado el joven de cabellos rojizos.

“Sí; pero él no vive conmigo ni nada parecido, tan solo le doy hospedaje algunas noches porque me da pena, no creas que he convertido mi casa en un refugio de vagos sin empleo” Por alguna razón las palabras del chico de ojos escarlata no me convencieron; él parecía irritado cuando menciono a ese sujeto con quien profesa tener una amistad, pero eso no es de mi incumbencia, yo no me meteré en la vida de Shin; al contrario, lo que más ansió es poder alejarme todo lo que pueda de ella; no tolero muy bien a esta persona.

“Yo no estaba insinuando que tu hogar fuera un refugio o algo así” Murmure intentado tomar la tasa de café para darle un sorbo.

“Tranquilo; tú eres especial Masamune, eres el único indigente que acepto porque eres mi familia y no tengo muchas opciones” Proclamo el más alto con una sonrisa perfecta alejando el líquido de mis manos.

“No soy un ocioso, solo no conseguí trabajo después de salir de la universidad; pero egrese como el mejor de mi carrera” Me defendí con rabia apretando con fuerza mis puños para disipar la ira que se acumulaba en mi cuerpo.

“¿Enserio?” Me pregunto infantilmente el mayor esbozando un pequeño puchero “¿Y acaso quieres un premio por eso?” No lo soporto; este hombre tiene un serio complejo de Dios; es un arrogante que solo sabe velar por el bienestar de su sombra, es un traidor, una víbora, ya recuerdo porque evite contacto con Haitani tantos años; él es insoportable.

“Si es un premio de tu parte de seguro lo compraste o acabaste chantajeando a alguno de los jueces para que te lo regalara, después de todo siempre haces trampa” Declare golpeándolo en su punto débil al saber que mi primo era bueno manipulando a los demás para conseguir las cosas, pero no para obtenerlas con sus propios méritos.

“Eres una rata” Musito entre dientes el hombre de cabellos rojizos levantándose de la mesa “Ya vámonos; tengo una serie de compromisos que llevar a cabo y me gustaría ver que no haya nada que se pueda robar en tu habitación”  Pregono el oji escarlata sabiendo que atacaba mi orgullo y mi corazón con esa clase de declaración; él tiene certeza de que me ha costado mucho esfuerzo llegar hasta donde estoy, no soporto que me trate como si fuera menos y que insinué estas cosas despectivas solo por lo que tengo.

“¿Perdón? ¿Qué quisiste decir con eso?” Le pregunte ofendido por los deplorables tratos que me regalaba mi detestable familiar.

“Lo siento; se me escapo un pensamiento” Se disculpó con falsa sinceridad haciendo una pequeña reverencia “Pero yo conozco mi departamento a la perfección y notare si llega a desaparecer algo; ten cuidado Masamune, además apenas consigas un empleo o te largas de mi casa o me pagas alquiler” Bufe con molestia rodando los ojos mientras intentaba seguir con una gran distancia al más alto.

“Créeme; lo último que quiero es permanecer más tiempo del necesario en ese venenoso lugar” Proclame permitiendo que cada una de mis molestias fuera recitada con maldad de mis labios, pagándole con la misma moneda a Shin.

“¿Acaso dijiste algo mi querido primo?” Me pregunto con un notorio sarcasmo siendo arrastrado en cada una de sus frases.

“Claro que no” Negué ofendido con falsedad “Pero bueno no me gustaría tener que pasar más tiempo del necesario contigo, no quiero que nuestra hermosa y sincera relación de amistad y confianza se altere al conocer tu humor en cada una de tus mañanas” El mayor se limitó a suspirar mientras me observaba de manera altanera sin estar seguro de cómo defenderse ante mis agresivos ataques verbales.

Inmersos en un penetrante y desagradable silencio me limite a seguir al hombre de cabellos rojizos por todo el aeropuerto hasta llegar a la salida del establecimiento y contemplar por primera vez aquella bella y enorme ciudad de la que tanto había escuchado, sonreí con determinación ansiado poder encontrar mi propio espacio en ese lugar.

Yo me voy a demostrar a mí mismo que mi esfuerzo no fue en vano, no me puedo rendir o abre arrojado cuatro años a la basura; necesito continuar perseverando y quizás acá podre cumplir cada una de mis expectativas conociendo a la bella mujer que sale en las portadas de revistas y comenzando una adorable familia con ella.

Con una boba sonrisa me subí sin emitir otro comentario despectiva ante el llamativo auto que utilizaba mi primo para trasladarse a los distintos lugares; en todo el camino me limite a ver el hermoso paisaje embobado por todas las maravillas que me ofrecía; aunque detestaba admitirlo me emocionaba mucho poder estar en aquella ciudad, quizás soportar a Shin valga la pena después de todo.

Luego de veinte minutos atrapado en el imponente vehículo con el arrogante del peli rojo; sumergidos en la molesta música de su radio, la cual no lograba disimular la constante tensión e incomodidad de la que éramos víctimas, por fin llegamos a un gran edificio de color celeste; el que tenía elegantes ventanales de vidrio y pilares de mármol.

“¿Sorprendido?” Me pregunto juguetonamente el mayor esbozando una sonrisa socarrona “Solo los más exitosos logran vivir en esta parte de la ciudad, así que no te acostumbres” Me advirtió apuntándome con su dedo índice.

“Solo llévame hasta mi nuevo hogar; las maletas pesan” Me queje arrastrando mi equipaje hasta el ascensor.

Los dos ingresamos evitando nuestras miradas en el pequeño cubículo esperando impacientes que subiera con rapidez para poder deshacernos de esa incomoda aura que se creaba cuando estábamos a solas por nuestros contradictorios caracteres; sin importar lo mucho que lo intente jamás me lograre llevar bien con mi primo.

Al llegar al octavo piso nos bajamos caminado hasta la segunda puerta a mano derecha en la que el más alto se detuvo para inspirar con unos notorios nervios depositando la llave con cautela mientras observaba con curiosidad el interior de su propio hogar; él estaba actuando bastante sospechoso, Haitani es un enigma ante mis ojos.

“¿Estás buscando a alguien?” Le pregunte molesto al percatarme de que el hombre de cabellos rojizos no tenía intenciones de ingresar a su propio hogar, situación que me pareció bastante ridícula.

“No” Declaro con firmeza “Tan solo me quería asegurar de que no quedara alguna de mis múltiples y amantes o algo así” Mintió con descaro caminando desprecio por todo el elegante lugar, observando con precaución cada rincón de su casa.

“¿Ya ni si quiera te acuerdas donde están?” Pregunte divertido apoyándome en el marco de la puerta mientras pateaba sin cuidado alguno mis maletas con la intención de hacer mucho ruido para poner nervioso a Shin.

“Al parecer todas ellas se fueron anoche” Contesto orgulloso recuperando sus típicos aires de grandeza “¿Te vas a quedar todo el día contemplando mi espectacular hogar o te vas a dignar a ingresar de una buena vez?” Me pregunto cruzando los brazos con una sonrisa llena de satisfacción en sus labios.

“Estoy  muy cansado por el vuelo” Murmure recostándome en el gran sillón que se encontraba en la sala de estar.

“Eres un flojo” Declaro suspirando con compasión “Pero sí debes estar cansado; déjame ir por un vaso de agua para que te calme la sed, después de todo me bebí el café que había comprado para celebrar tu llegada” Mis cejas se arquearon con molestia ante las palabras que el joven de ojos escarlata me había obsequiado.

“Al menos me hubieras dejado beber un sorbo” Me queje como si fuera un niño pequeño haciendo un berrinche.

“Te lo compensare con agua, espérame aquí” Me pidió alejándose de mi vista para ir por su generosa oferta.

Recorrí embobado todo el apartamento del más alto deleitándome con cada uno de los detalles que le daban un ambiente de elegancia; las paredes estaban pintadas de un poco usual color gris mientras que el piso estaba tapizado por baldados rojas y alfombras con delicados detalles como texturas con relieve.

Mi cuerpo se tensó al escuchar los pasos de mi primo en otra dirección, con curiosidad levante mi mirada encontrándome con un pequeño castaño bostezando con los ojos cerrados quien llevaba tan solo una enorme camisa cubriendo su delicado cuerpo; trague con nervios al desconocer a aquel hombre.

“Shin eres un desconsiderado; anoche no me dejaste dormir con lo bruto que eres” El menor abrió sus ojos sonrojándose al percatarse de mi presencia intentando cubrirse en vano con sus dos manos “¿PERO QUIEN RAYOS ERES TÚ?” Grito alterado el más bajo observándome acusatoriamente al no poder despegar mis ojos de él.

Escuche como una tasa se quebraba estruendosamente en contra del suelo mientras los acelerados pasos de mi primo resonaban por toda la sala, cuando Haitani llego frunció el ceño fulminado al pequeño castaño con la mirada “No es lo que crees, yo puedo explicarlo”

Notas finales:

¿Quien creen que es el pequeño castaño? (Como si no lo supieran ¬¬)

Y pues quiero saber que tal? Les gusto? Que piensan de él? Ya saben que me pongo muy nerviosa al subir nuevas historias pero es inevitable.

Espero que les haya gustado; ojala comenten y mil gracias a todos los que leeyeron


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).