Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Already home por Rintarou-kun

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Este es un oneshot que fue escrito especialmente para Natalia :3 lo hice de corazón, espero te guste.

 

 

 

Hay un par de escritoras que de verdad me gustan sus fics, ellas hacen algo de regalarse oneshots entre ellas cada mes, me gustó la idea y se la dije a Natalia, así que haremos lo mismo empezando desde ahora. La pueden encontrar como amberchan y también escribe genial -w-

 

 

 

Algunas aclaraciones; en el fic JongUp y Zelo tienen la misma edad :). Y en el fic hay muchos saltos en el tiempo, al final les digo porqué ^^.

 

 

 

Espero les guste, espero te guste Nat :) y es un poquito nostálgico por partes, pero espero  lo disfruten  :) nos leemos al final. 

Notas del capitulo:

Creo que el título del fic no tiene mucho que ver. Pero así se llama la canción que escuchaba cuando lo comencé a escribir y fue lo que me inspiro, por eso lo dejaré así Cx. 

La canción es "Alredy home" de A great big world. Yo personalmente la amo y si pudieran esucharla sería genial XD 

Para que no se confundan, todo esta narrado por Jong Up, excepto una pequeña parte :)

Espero les disfruten leyendo tanto como yo disfrute escribiendo :3

 

Mi nombre es Moon Jong Up, tengo 18 años y estoy empezando mi primer año de medicina. Acabo de ser admitido a una de las mejores universidades de Corea, es realmente grande y tiene de todas las carreras. Desde economía, medicina e incluso música. Mi mayor temor en este momento es no estar al nivel de la escuela y, por supuesto, no encontrar amigos, soy algo tímido, por lo que me cuesta encontrar gente con la cual congeniar, además es difícil que alguien se acostumbre a mi personalidad; yo sólo me considero un chico alegre. Lo más razonable sería enfocarme en mis estudios, pero aún soy joven, aún busco aprobación y compañía.

 

 

 

Primer año de universidad, definitivamente me siento nervioso mientras camino hacia la oficina, primero tengo que recoger mi horario y un croquis de la universidad, no quiero perderme el primer día y por consiguiente llegar tarde; quiero empezar bien esta nueva etapa de mi vida, se que no será sencillo, medicina es una carrera difícil, pero me siento feliz y daré lo mejor de mí.

 

 

 

Corro a toda velocidad por una extensa área verde. Debería correr por la parte asfaltada, aunque no este prohibido pisar el pasto sería mejor cuidarlo, pero se me ha hecho tarde y la parta asfaltada rodea todo el camino hacia el edificio en el cual tengo mi primer clase. Lo primero que digo que no haré y lo primero que hago. Sigo corriendo fuerte, ahora con los ojos cerrados porque mis piernas ya no quieren obedecerme y ahora lo único que me empuja hacia enfrente es fuerza de voluntad, hasta que caigo fuertemente de cara sobre el pasto, cayendo sobre algunos papeles que traigo en los brazos, ni siquiera alcanzo a poner las manos, y sí, mi boca sabe a pasto.

 

 

 

-¡Idiota! ¿Qué acaso no te fijas por donde caminas?- escucho la rasposa voz de un chico delgado de piel pálida, ojos y cabellos negros. Lo observo mientras me levantó y mi corazón da un vuelco dentro de mi pecho al verlo. Sí, soy gay, lo he sabido siempre, incluso he tenido un novio, Youngjae, pero terminamos porque encontró a alguien más, pero no lo odio, incluso seguimos siendo amigos y soy feliz por él porque, él y Daehyun se ven muy enamorados. Además de que jamás llegamos a algo más. Aún soy virgen y aunque suene muy cursi, me estoy guardando para la persona con la que pase el resto de mi vida.

 

 

 

Regresando a donde estoy ahora. Me siento nervioso, este chico me mira enfadado y yo sólo puedo verlo totalmente embobado.

 

 

 

-Lo siento, lo siento, lo siento- digo mientras me inclino repetidas veces para después salir corriendo nuevamente.

 

 

 

-Tsk- es lo único que escucho a mi espalda, volteo, sólo para ver que el chico se vuelve a acostar con un libro abierto sobre el rostro.

 

 

 

Las clases se hacen eternas y mi primer día es infructífero. Todo el día he estado pensando en el chico con el cual tropecé y simplemente no he podido concentrarme en absolutamente nada. La última clase del día llega a su final y yo suspiro agradecido. Me siento hastiado. Quería comenzar bien, pero eso ha quedado atrás, ahora sólo quiero llegar a mi habitación y dormir. Lo cual me recuerda, que tengo que ir nuevamente a la dirección a preguntar dónde me quedaré. ¿Por qué no pregunté cuando fui por mi horario? Me reprocho por mi estupidez mientras me arrastro hacia mi destino.

 

Al parecer comparto habitación con un chico llamado Junhong, que al igual que yo también va en la facultad de medicina, y me pregunto sí lo habré visto durante el día.

 

 

 

Recojo mis cosas de donde las dejan todos los estudiantes de nuevo ingreso y me dirijo hacia mi habitación. Agradezco que hoy por ser primer día no dejarán tarea y podré concentrarme, totalmente, en acomodar mis cosas y dormir el resto del tiempo que me quede. Al entrar encuentro a un chico realmente alto arreglando todas sus cosas. Su piel es muy pálida y tiene su cabello lacio y algo largo pintado de rubio.

 

 

 

-Hola- le digo caminando hacia el lado contrario de la habitación, donde él no se encuentra.

 

 

 

-Oh, hola- me saluda y me regala una sonrisa.

 

 

 

-Me llamo Jong Up- me presento.

 

 

 

-Sí, te vi en clases, yo soy Junhong, pero puedes llamarme Zelo.

 

 

 

-Esta bien- también le sonrió y comienzo a acomodar mis cosas.

 

 

 

Han pasado 2 meses desde que comenzaron las clases. Zelo y yo tenemos más cosas en común de las que creí, a los dos nos gusta bailar y ninguno de los dos es muy sociable. Nos hemos convertido en muy buenos amigos. hablamos de muchas cosas. El me ha contado muchas cosas sobre él, desde cosas de su familia y que es de Mokpo, hasta que es bisexual. Al contarme algo tan íntimo sobre él, respondí contándole, que yo soy gay. Al parecer no le incómodo y desde esa vez sólo nos volvimos más cercanos.

 

 

 

Camino tranquilamente por el Campus, llevo algunas carpetas y papeles en las manos, camino con los ojos cerrados, es un mal hábito que me calma. Pienso que debería fijarme por donde camino. Pero cuando abro era demasiado tarde. Choco contra un chico y todas mis cosas terminan regadas por el piso. Típica historia cliché, sólo que el chico no me ayuda. Sólo sigue caminando, se detiene y yo pienso que me ayudará, pero sólo voltea para decirme.

 

 

 

-Ya es la segunda ves que chocas o tropiezas conmigo, deberías fijarte por donde caminas.- es el mismo chico que me ha robado tanto tiempo ocupando mis pensamientos. Es muy guapo, pero aún así no puedo evitar sentirme enojado. Porque al parecer es el idiota más grande del mundo y tiene muy mal carácter.

 

 

 

Después de eso, como sí el destino me odiara, mínimo choco con el chico de cabello negro una vez a la semana, parece ser una broma de mal gusto. No es como sí sólo fuera mi culpa, pero él siempre me grita algo como "idiota", "ciego" o su más reciente insulto "retrasado". Sinceramente, a mí también me tiene harto; creyéndose demasiado, como sí todo el lugar por donde camina fuera suyo.

 

 

 

Llego a una de las cafeterías dentro del campus a esperar a Junhong, haremos una tarea, pero decidimos cambiar de ambiente y por eso lo veré aquí. Alzo la vista de un libro que estoy leyendo y me encuentro con la esbelta figura del chico de cabello negro; entra riendo, hasta el puede reír. Camina junto a un chico que parece ser de su edad, pero da algo de miedo. Hago como que no lo he visto y bajo la vista a mi libro, aunque, en realidad, no este leyendo. Lo veo por el rabillo del ojo y sigo cada uno de sus movimientos, estoy tan concentrado en él, que no me doy cuenta cuando llega Junhong.

 

 

 

-¡Hyung! ¡Hyung!

 

 

 

-¿Qué pasó?- pregunto confundido.

 

 

 

-Llevo un rato hablándote y tu pareces en las nubes.

 

 

 

-Lo siento, Junhong. Me perdí en la historia- es una mentira pero Zelo parece complacido.

 

 

 

-Oh ya, bueno, hay que comer primero y luego comenzamos con el trabajo. ¿Te parece?

 

 

 

-Me gusta la idea.

 

 

 

Lo veo desviar la vista y aparentemente se queda perdido en sus pensamientos.

 

 

 

-Jong Up hyung, voy a saludar a Yong Guk hyung.

 

 

 

-Claro, sólo no tardes mucho- le digo y le sonrío.

 

 

 

-Por supuesto, voy rápido.- sale corriendo feliz y yo lo sigo con la mirada, me siento algo curioso de saber quién es el chico al que saludará .

 

 

 

Mi sorpresa no puede ser más grande cuando lo veo llegar a la mesa del chico de cabello negro, aún no se su nombre, pienso desilusionado. Alza la vista hacia mí y yo hago nuevamente como que leo. Después de un rato, alzo nuevamente la vista hacia la mesa y veo a Junhong señalándome, me siento ligeramente inquieto y me nuevo incómodo en mi asiento. Después los veo caminar hacia mí y me relajo un poco.

 

 

 

-Hyung, ¿podemos comer con Yong Guk hyung y Himchan hyung?- pregunta y me mira con ojos de cachorro.

 

 

 

-Esta bien.- acepto medio ausente; ¿cuál será el nombre del chico, Himchan o Yong Guk? Creo que pronto lo sabré.

 

 

 

Llegamos a la mesa y me presenta a los chicos. Por fin se el nombre del chico de cabello negro, Himchan. Hasta su nombre es lindo ¿pero qué rayos estoy pensando? Debería estar enojado porque él es el idiota más grande del mundo. El chico que da miedo es Yong Guk, pero no sólo su apariencia da miedo, también su voz, pero después de un rato de plática con él y Junhong, me doy cuenta que es un chico agradable y amable. La plática con Himchan es incómoda y me ignora, como sí yo no estuviera ahí y yo trato de hacer lo mismo.

 

 

 

-Hasta luego- digo y hago una reverencia hacia Himchan  y Yong Guk, más a este último. El tiempo se ha pasado demasiado rápido y ahora el trabajo lo tenemos que hacer en la habitación para no distraernos.

 

 

 

Junhong también se despide y cuando estoy por irme, una voz me detiene.

 

 

 

-Jong Up, ¿me pasarías tu número?- es Himchan, Yong Guk le regala una sonrisa extraña y yo estoy que no salgo de la sorpresa.

 

 

 

-Sí.- le contesto, me siento en un tipo de trance mientras repito los números de memoria de mi celular.

 

 

 

Regreso a la habitación, con sentimientos contradictorios;  por un lado estoy desconcertado y pienso en sí, Himchan será bipolar, su comportamiento no es de una persona normal; y por otro lado, siento una felicidad inmensa que jamás había sentido hasta el momento.

 

 

 

Todo comienza con un mensaje de Himchan deseándome las buenas noches; los mensajes se incrementan, los mensajes se convierten en llamadas y nuestra primera cita llega, unas cuantas citas más y nos damos nuestro primer beso. Nos convertimos en novios y siento en mi pecho algo que jamás había sentido con nadie, excepto con él. Al parecer todos sus insultos y comportarse como idiota, sólo han sido para que me fijara en él, y al parecer, ha funcionado.

 

 

 

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

 

 

 

 

 

 

 

Ha pasado un año desde que salgo con Himchan y estoy a punto de irme de Corea, aprovechando una beca que he recibido para estudiar en el extranjero, específicamente en Inglaterra. No tenía pensado aceptarla porque para mi sería inconcebible dejar a ese chico de hermosa sonrisa con dientes de conejo. Pero algo que ha ocurrido hace algunos días me ha hecho cambiar de opinión.

 

 

 

-Jong Up, me ofrecieron tocar en la orquesta nacional.- era una buena noticia. ¿Pero por que Himchan se veía tan triste?

 

 

 

-¡Acepta!- le dije emocionado, era una oportunidad única que no podía desaprovechar, era un sueño que había tenido desde siempre.

 

 

 

-No puedo, eso significaría dejarte.- sus ojos se humedecieron y tomó más fuerte mi mano.

 

 

 

-Yo estaré cuando regreses.

 

 

 

-No podría estar sin ti ni un día.

 

 

 

-Bueno.- ya no discutí con él, pero internamente ya había decidido que me iría, para que él fuera tras lo que siempre quiso, porque cabía la posibilidad que yo sólo fuera un capricho, en el futuro se arrepentiría de no haber tomado la oportunidad cuando la tenía, por eso decidí dejarle el camino libre. Me acurruqué un poco más contra él en el sillón en el cual veíamos una película. Y me quedé dormido pensando en la que podría ser la peor o la mejor decisión de mi vida. Pero de algo estaba seguro, era la más grande hasta el momento.

 

 

 

Y así fue como ahora me encuentro llorando silenciosamente frente a su casillero con una carta en las manos. Sabía que ahí sólo guardaba el libro más pesado que tenía, de una materia que le tocaba una vez a la semana, de manera que no verá la carta hasta dentro de seis días que es cuando le vuelve a tocar esa clase. Meto la carta por una rendija del casillero y salgo corriendo sin detener mi llanto. Tengo que llegar a mi habitación en la universidad a alistar mis cosas para mi viaje mañana temprano, además de arreglarme para mi cita con Himchan en la tarde. La última. Sin poderlo evitar me encuentro hecho un ovillo en mi cama con el rostro lleno de lágrimas, de repente siento que la cama se hunde con el peso de alguien más e instintivamente alzo la vista.

 

 

 

Mi compañero de cuarto y amigo, Junhong, se ha sentado junto a mí y posa suavemente su tibia mano sobre mi cabello. Lo miro desde abajo y me levantó para abrazarlo por la cintura, me regresa el abrazo dejándome llorar sin decir nada.

 

 

 

-Mañana me voy a Inglaterra- hablo hipando por el llanto.

 

 

 

-¿Me extrañarás?- trata de bromear Junhong.

 

 

 

Junhong es mi mejor amigo dentro de la facultad de medicina y la segunda persona que se extrañaré más después de Himchan, aparte de mi familia. De manera que asiento a su pregunta, aún pegado a su pecho.

 

 

 

-Junhong, ¿te puedo pedir un favor?

 

 

 

-Claro.

 

 

 

-Sí Himchan te pregunta, por favor, no le digas a donde fui.

 

 

 

-Esta bien- me responde aún acariciando mi cabello.

 

 

 

-Gracias.

 

 

 

Me quedo abrazado a él un rato más, hasta que recuerdo que tengo una cita con Himchan.

 

 

 

Me lavo el rostro, tratando de ocultar que he llorado. Me visto lo mejor que puedo, quiero que mi novio, pronto ex novio se quede con la mejor imagen de mí, quiero que siempre que escuche la palabra amor, piense en mí. Termino de acomodar mi cabello y salgo de mi habitación.

 

 

 

Lo encuentro recargado en el árbol de siempre, debajo de éste fue nuestro primer beso. Mi corazón sé encoge y siento ganas de llorar. Pero sí lo hago Himchan sabrá todo, y yo seré incapaz de irme. De manera que hago uso de toda mi fortaleza y camino hacia él con una sonrisa.

 

 

 

-Hola, te ves muy lindo- me sonríe y me da un corto beso en los labios.

 

 

 

-Tu también te ves muy guapo hyung- le contesto mirándolo a los ojos, sintiendo como mis mejillas se sonrojan.

 

 

 

-¿Nos vamos?- me pregunta sonriente.

 

 

 

-Claro- contesto y lo tomo de la mano.

 

 

 

Vamos hacia un restaurante de comida italiana que hay dentro de la universidad. Seguimos en clases y no nos dejan salir más que en fines de semana. Por lo que nuestra cita será dentro del campus.

 

 

 

Reímos y hablamos mucho durante toda la cita, con Himchan no hay momentos incómodos, la plática siempre fluye, así hablemos de algo serio o simples trivialidades. El toma mi mano sobre la mesa, sin importarle sí nos ven. Y yo lo miro todo lo que puedo, tratando de grabarme cada parte de su rostro y cada detalle de su sonrisa, antes de irme.

 

 

 

Llegamos hasta el edificio donde se encuentra mi habitación. Miró a Himchan tratando de no llorar. Es la última vez que lo veré. No se sí por el momento o por toda mi vida. Aprieto la mandíbula y trato de sonreírle.

 

 

 

-Himchan hyung, ¿podemos tomarnos una foto?

 

 

 

-Claro que sí Uppie.

 

 

 

Saco mi celular y pongo la cámara hacia nosotros. El sonríe brillantemente y yo trato también de hacerlo. Una idea cruza mi mente y antes de que se disparé la foto, volteó mi rostro hacia Himchan y lo beso en la mejilla. Tomó otras fotos más, una sonriendo juntos, otra haciendo caras graciosas y la última, besándonos.

 

 

 

-¿Nos vemos mañana Uppie?- me pregunta mientras toma una de mis manos entre las suyas.

 

 

 

-No creo poder verte por un tiempo, hyung. Tengo exámenes y necesito estudiar.

 

 

 

-Bueno, esfuérzate mucho y recuerda que te quiero.

 

 

 

-Yo también te quiero.- no soporto más y me abalanzo sobre él. Pasando mis brazos por su cuello, puedo sentir sus manos en mi cintura y entierro mi rostro en su cuello.

 

 

 

Me separo un poco de él, sólo para juntar nuestros labios en un beso que comienza siendo dulce y poco a poco de se va intensificando. Tomo el control del beso y mi lengua danza dentro de su boca, tratando de grabarme cada detalle. Me pegó más a él, besándolo desesperadamente. Pocas veces nos hemos besado así, me da pena y jamás hemos llegado más allá de besarnos. Me hubiera gustado darle todo de mí. Pero puede que no le entregara mi virginidad, pero le he entregado todo mi corazón. Esta es mi despedida. Lo siento, Himchan.

 

 

 

Me alejo de él y junto mi frente con la suya.

 

 

 

-Te amo.- digo en voz baja. Aún sin separarme totalmente de su cuerpo.

 

 

 

-Yo también te amo Uppie, pero hoy estas muy raro.

 

 

 

-Es sólo que te voy a extrañar durante esta semana.- en parte es verdad, lo voy a extrañar horrores, pero por el resto de mi vida.

 

 

 

-Igual yo, pero ya es hora de ir a dormir.- y es cierto, el cielo ya se ha oscurecido y mi vuelo sale temprano. Pero no quiero separarme de él. ¿Puede ser este momento eterno, por favor? Ruego al cielo, negándome a soltar a Himchan, pero el me empuja suavemente lejos de él.

 

 

 

-Tranquilo, al terminar la semana seguiré aquí.- lo sé, pero yo no. Aún así, asiento suavemente. Le sonrió y entro corriendo al edificio mientras lloro.

 

 

 

Me duermo llorando, pensando en toda mi historia junto a Himchan. Mentalmente le digo "Te amo más de lo que te imaginas" y "espero que no me odies por irme así". 

 

 

 

Mi vuelo sale de madrugada, de manera que me levanto temprano. Junhong me mira medio adormilado desde su cama y yo le sonrió mientras me cambio.

 

 

 

-Jong Up hyung. Me gustaría ir a despedirte al aeropuerto, pero hoy tengo examen en la mañana.

 

 

 

-No te preocupes Zelo, todo lo que has hecho por mí es más que suficiente.

 

 

 

Me despido una última vez de mi amigo y le digo que quiero verlo otra vez. Me abraza fuerte y promete llamarme de vez en cuando. Camino fuera del edificio y ahora agradezco que sea tan temprano ya que nadie me ve. El transporte de la escuela me lleva hasta el aeropuerto y entro, yendo hacia una nueva vida.

 

 

 

~~~~~~~~~~~~~~

 

Ha pasado una semana desde que Himchan no ve a Jong Up, le dijo que tendría exámenes, y ha esperado pacientemente para no presionar al menor. Pero ya no aguanta y quiere verlo, además su actitud en la última cita lo dejo realmente preocupado, Jong Up suele ser más tímido. El chico camina hacia su casillero para sacar el único libro que deja ahí. Al jalarlo, algo cae de entre sus hojas. Parece ser una carta, la levanta curioso. En el sobre sólo cita: "Para: Hicmhan hyung. De: Jong Up". Abre el sobre con manos temblorosas y de dentro saca una hoja de bloc doblada en cuatro. La desdobla lentamente y comienza a leer el contenido.

 

 

 

Hola :)

 

 

 

Himchan hyung, cuando leas esta carta ya no me encontraré cerca de ti; me he ido porque se que sí permanezco cerca de ti, no serás capaz de perseguir tus sueños. No quiero retenerte y que no seas capaz de lograr tus metas por mi culpa, por eso me he ido.

 

 

 

Quiero que sepas, que eres lo más hermoso que me ha pasado en la vida. Eres mi más hermosa casualidad. Aún recuerdo la primera vez que te encontré, aquella vez que tropecé contigo, literalmente. No me arrepiento de nada de lo que hemos vivido desde entonces, pero desearía que irme fuera menos doloroso. ¿Quién diría que terminarías siendo la persona más importante para mí? Ni en un millón de años me imaginé amar alguien como tú, pero así fue y uno no controla sus sentimientos.

 

 

 

Deseo que seas feliz y encuentres a alguien que permanezca a tu lado. No me busques, por favor. No te diré a donde voy. Y discúlpame por no despedirme como es debido; sí lo hubiera hecho sé que jamás me hubiera querido ir de tu lado. Mi corazón siempre será tuyo.

 

 

 

Te amo, con todo mi corazón.

 

 

 

Moon Jong Up.

 

 

 

Himchan mira la carta, aún sin poder creer lo que lee, ni en sus peores pesadillas se hubiera imaginado algo así. Sus lágrimas caen  en el papel, junto con las lágrimas ya secas del menor. Se siente devastado, triste y enojado. ¿Sí tanto lo amaba por qué se había ido? ¿Qué acaso no entendía que él era su sueño más grande?

 

 

 

Recuerda su última cita con Jong Up, por eso estaba tan raro, por eso pidió que se tomarán una foto y por eso lo besó de esa forma. Se estaba despidiendo.

 

 

 

A un lado de la frase "Te amo, con todo mi corazón" hay un pequeño corazón dibujado en tinta negra. Y el chico con la carta entre las manos hace una media sonrisa al recordar como Jong Up siempre dibujaba pequeños corazones en notas que solía dejarle ocasionalmente en sus libros, en sus partituras y dentro de su mochila. Resbala hasta el piso y hecha a sollozar con fuerzas, sin importarle sí la gente que pasa por ahí se le queda viendo. Permanece en la misma posición llorando hasta que su mejor amigo, Yong Guk llega por él. Pero no quiere moverse de donde esta, por lo que su amigo lo carga hasta la habitación que comparten. Aunque sinceramente, no le hubiera importado que lo dejara tirado, ya no tiene  ganas para seguir.

 

 

 

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

 

Me encuentro en un restaurante donde conseguí un trabajo para  poder solventar los gastos de mi vida diaria. Me encuentro ligeramente emocionado porque esta noche mi mamá vendrá a visitarme desde Corea y le pedí que por favor, viniera a escucharme tocar. Tocar el piano en el restaurante, ya se ha convertido en parte de mi rutina, pero saber que mi madre me verá, sí se siente orgullosa de mí, me hará feliz.

 

 

 

Toco el piano desde los 13 años, y a pesar de ser bueno, no soy genial como era Himchan, pero tocar me mantiene cerca de él, le da una razón a mi corazón para seguir adelante, sintiéndome conectado a él de alguna forma. Tocar en este restaurante se ha transformado parte de mi vida, se ha transformado en mi salvavidas, porque me recuerda al que siempre será el amor de mi vida.

 

 

 

Han pasado tres años desde que me fui de Corea, estoy a punto de terminar mi carrera y además de trabajar a medio tiempo tocando por las noches, hago mis prácticas por la mañana. Soy feliz con la vida que tengo actualmente, todos en el hospital me han tratado muy bien y en mi trabajo tengo algunos amigos, pero sigo sintiendo un terrible vacío en mi interior, me falta algo importante, eso es amor, y no de cualquier persona, porque he intentado salir con un doctor del hospital donde hago mis prácticas y me agrada, pero lo que me hace falta es Himchan; por eso, sólo hemos quedado como amigos.

 

 

 

Mis dedos siguen fluyendo sobre las teclas del piano negro de cola del restaurante, estoy tocando una canción que escribió Himchan para mí cuando éramos novios, es lenta y me hace sentir en paz, pero en este momento me hace sentir triste, extraño a mi hyung con todo mi corazón. He escuchado por Zelo que después de que me fui, él aceptó la propuesta de la orquesta nacional, soy feliz porque cumplió su sueño, pero ahora que me pongo a pensar, me pregunto, sí haberlo dejado fue realmente la mejor decisión. Porque al dejarlo también deje atrás una parte de mí.

 

 

 

Al terminar tengo el rostro cubierto de lágrimas, las trato de limpiar con mi manga. Cuando alguien llega y me ofrece un pañuelo.

 

 

 

-¿Estas bien?

 

 

 

-Sí, gracias.- contestó automáticamente, dándome cuenta hasta después de un rato, que el chico que me dio el pañuelo me habló en coreano.

 

 

 

Alzó la vista, ligeramente confundido y me encuentro con un chico, más alto de lo que lo recordaba y que a pesar de ser mayor, sigue teniendo cara de bebé. Me paró de un sólo salto y lo abrazo con fuerza.

 

 

 

-¡Zelo!, ¿qué haces aquí?- y lo aprieto más fuerte contra mi cuerpo.

 

 

 

-Vine con tu madre- me responde como sí fuera lo más natural.

 

 

 

-Estoy tan feliz de verte, pero me molesta que seas más alto que yo- bromeo mientras lo suelto lentamente.

 

 

 

-Yo igual estoy feliz de verte hyung. Por cierto, te tengo una sorpresa.

 

 

 

-¿Qué es?

 

 

 

-Sorpresaaa- canturrea juguetonamente.

 

 

 

-Dime, no seas malo.

 

 

 

-Lo sabrás mañana o pasado mañana, depende.

 

 

 

-¿De qué depende?

 

 

 

-No seas impaciente, ya lo sabrás.

 

 

 

-Esta bien.- me rindo y resoplo enfadado.

 

 

 

-Ya termino tu turno ¿no?- Zelo sabe de mi horario por lo que le he contado por teléfono y videollamadas.

 

 

 

-Sí, ¿por?

 

 

 

-Porque cenaremos en un restaurante con tu mamá.

 

 

 

-¿Mi mamá no está aquí? Y ¿Conoces restaurantes en Inglaterra?- pregunto sorprendido.

 

 

 

-Tu mamá nos espera en el restaurante que reservé y existe internet, hyung-  dice riendo.

 

 

 

Sonrío feliz de volver a ver a mi amigo y que dentro de poco veré a mi madre.

 

 

 

El restaurante que escogió mi amigo es elegante, apenas reparo en el detalle de que Zelo usa traje, y agradezco que yo también traiga uno, porque mi trabajo así lo pide, sino me sentiría fuera de lugar. Mi madre ya está esperando en el lugar, se ve hermosa, la he extrañado tanto; olvido qué ya soy un hombre de 22 años o más bien no me importa y con lágrimas en los ojos prácticamente corro hasta ella, apartando a todos de mi camino.

 

 

 

Ella se levanta suavemente de su asiento, con esa elegancia que siempre la ha caracterizado, y abre sus brazos hacia mí.

 

 

 

-Mamá, te he extrañado tanto.

 

 

 

-Yo también, hijo.- me aprieta fuerte entre sus brazos y puedo ver como llora en silencio.

 

 

 

Me siento tan feliz de tenerla conmigo otra vez y también a Zelo. Ese hueco en mi corazón casi es inexistente.

 

 

 

La velada pasa amena y entre risas. A mi mamá le cae bien Zelo, por lo tanto no hay tensión ni incomodidad.

 

 

 

-Hijo, hay alguien que quiero veas mañana.

 

 

 

-Claro, ¿a quién?

 

 

 

-Mañana lo sabrás. Por ahora me tengo que ir, tengo asuntos que arreglar.

 

 

 

-¿Aquí en Inglaterra?

 

 

 

-Trabajo es trabajo. Nos vemos mañana.- Se levanta revuelve mi cabello y me da un beso en la mejilla. También se despide de Zelo y se marcha.

 

 

 

-¿Tu sí te quedarás conmigo?- le pregunto a Zelo.

 

 

 

-Claro que sí, hay tanto de que hablar.

 

 

 

Jugamos videojuegos y nos atascamos de comida chatarra. Estamos pasando un excelente rato, pero no puedo dejar de pensar en cuál será la "sorpresa" de Junhong y quién será la persona que mi madre quiere que vea.

 

 

 

-Jong Up, ¿recuerdas a Yong Guk hyung?- de repente su rostro se vuelve serio y me mira expectante a mi respuesta.

 

 

 

-Sí, era o es el mejor amigo de Himchan- le respondo, con la voz ligeramente estrangulada.

 

 

 

-Somos novios.- tiene una sonrisa de enamorado enorme y yo no puedo evitar sentirme un poquito envidioso. Pero aún me siento muy feliz por él.

 

 

 

-¿Desde cuándo?- le preguntó sonriente.

 

 

 

-Dos años, pero lo que te quería decir es que...- se queda callado mirando hacia el piso.

 

 

 

-¿Pasa algo malo?-

 

 

 

-No, no es nada malo.

 

 

 

-Habla, sabes que puedes confiar en mí.

 

 

 

-Yong Guk y yo, nos vamos a casar.- me mira sonriente y con algo que identifico como temor, quizá de que yo lo critique. Pero no lo haré.

 

 

 

-¡Enserio!, me siento muy feliz por ti.- grito y me aviento a abrazarlo.

 

 

 

-Quiero que seas mi padrino. Y obvio, nos casaremos en otro país; pero quiero que seas parte de esto, por eso también vine a verte.

 

 

 

-Claro que seré tu padrino. ¿Yong Guk hyung, te dio anillo?- Zelo asiente, sonrojado mientras mira hacia el piso.- Quiero verlo.

 

 

 

Junhong alza su delgada y pálida mano izquierda; en su dedo anular hay un sencillo anillo de oro, sin adornos.

 

 

 

-Es precioso- le digo. -Felicidades.

 

 

 

-Gracias, hyung.

 

 

 

Un día más en mis prácticas en el hospital, no puedo evitar sentirme ansioso por saber cuál será la sorpresa de Junhong y la persona que quiera que conozca, mi mamá. Estoy algo distraído. Pero gracias a todos mis compañeros logro hacer bien mi trabajo.

 

 

 

Estoy frente al espejo acomodando mi cabello con algo de cera, tratando inútilmente de apartarlo de mi rostro. Decido darme por vencido, revuelvo mi cabello, frustrado, dejándolo como estaba al principio. Me miró en el espejo; traigo un traje negro con una camisa blanca y una corbata negra también, como todas las noches.

 

 

 

Zelo salió a dar una vuelta y a buscar a mi mamá según lo que me dijo, por lo que lo veré en mi trabajo. Me había hecho saber por un pequeño mensaje, que hoy sabría de la sorpresa.

 

 

 

Me acomodo frente al piano, y cuando alzó la vista, mi madre y Zelo ya se encuentran ahí, les sonrió y los saludo con la mano. Comienzo con algunas canciones de jazz, que hacen el ambiente muy ligero y agradable, sigo con algunas canciones de mi autoría y cuando estoy por terminar, decido tocar la canción de Himchan, porque últimamente no sólo está en cada uno de mis pensamientos, también en mis sueños, está a cada respiro que doy, es insoportablemente doloroso no tenerlo conmigo, en momentos como este me arrepiento enormemente el haberlo dejado. Como todas las veces que toco esa canción que es NUESTRA, las lágrimas comienzan a resbalar por mi rostro. Con manos temblorosas término la pieza y dejo la cabeza gacha mientras escucho los aplausos de la gente.

 

 

 

Veo una pálida y delgada mano ofrecerme un pequeño papel doblado en cuatro. Esa mano es inquietantemente familiar, se que no es de Zelo ni de mi madre; tomó el papel, con la mirada aún fija en el papel, no quiero que un extraño me vea llorar. Concluyo que ese papel es una petición, suelen pedirme canciones en ocasiones especiales o simplemente porque sí. Lentamente abro el papel y casi puedo sentir como mi corazón da un salto dentro de mi pecho cuando leo la familiar letra en tinta negra, "Te amo, con todo mi corazón". Esta escrito en coreano y junto al mensaje hay un corazón dibujado en tinta negra; sólo me repito una y otra vez internamente que esto no es posible, que debe ser una broma cruel que mi cerebro me esta jugando. Pero contra todo fatal pronóstico, de alzar mi rostro y encontrarme con la cruda realidad de que frente a mí no hay nadie, más que otro de los comensales del restaurante, alzó el rostro y mi alma, retóricamente hablando, sale de mi cuerpo y vuelve a regresar a él, mi corazón bombea sangre fuertemente por todo mi cuerpo, como no lo había hecho en los últimos tres años.

 

 

 

No me importa sí el hombre frente a mí me odia por haberlo dejado, no me importa sí me ha guardado rencor durante estos últimos años, ni me paro a pensar en la razón por la que Himchan esta frente a mí, sólo me levantó y me aviento a abrazarlo, paso mis brazos por su cuello y me pegó lo más que puedo a él. Tengo miedo del rechazo que casi estoy seguro sufriré, pero no importa, mi corazón y mi cuerpo entero han estado anhelando este momento por tanto tiempo, que nada importa más que sentir su calor y percibir su suave fragancia que es sólo de él.

 

 

 

Pero el rechazo nunca llega, en cambio, siento como el chico entre mis brazos, envuelve los suyos en mi cintura y entierra su nariz en mi cuello. Suelto una risita entremezclada con llanto cuando siento como aspira sobre mi piel. Ahora mi miedo es separarme y ver en sus ojos odio, o que ya no haya ese brillo que siempre conocí. Pero tengo que hacerlo tarde o temprano, así que decido que sí esto terminará mal, termine de una vez por todas.

 

 

 

-¿Por qué Uppie? ¿Por qué?- y es ahora que me doy cuenta que Himchan también llora y su voz sale entrecortada.  -¿Por qué te fuiste?

 

 

 

-Me fui para que siguieras tus sueños.- y mis palabras suenan estúpidas incluso en mis oídos, suenan tan poco convincentes y faltas de propósito, que me doy cuenta que haberme ido de su lado fue el error más grande de toda mi vida.

 

 

 

-¿Qué acaso no sabías que tu eras más importante que todo eso? ¿Acaso no sabes que te amaba más que nada en este mundo? ¿No sabes que sigues siendo lo más importante para mí?

 

 

 

-Lo siento Himchan hyung, lo siento tanto- cubro mi rostro con mis manos y comienzo a sollozar más fuerte, y es hasta después de un rato que mi cerebro procesa todas sus palabras.- Espera, ¿es cierto lo que dijiste?

 

 

 

Sólo asiente con el rostro lleno de lágrimas, me parte el corazón verlo así, y más porque sé que todo esto ha sido mi culpa. No lo merezco, no merezco a Himchan. Retrocedo sin apartar mi vista de él y cuando estoy a punto de irme me toma de la muñeca y me jala hacia él, apretándome fuerte contra su pecho.

 

 

 

-No te vuelvas a ir, no lo vuelvas a hacer, por favor. No sé sí lo podría soportar.- el pasado deja de importar, sólo importa este momento. Me abrazo fuerte de él. No importa sí la gente nos mira, no importa sí nos juzgan, ni siquiera importa sí pierdo mi trabajo, sólo importa Himchan, porque lo amo, porque jamás deje de hacerlo y mi corazón es completamente suyo desde la primera vez que lo vi.

 

 

 

Me separa de él y besa mi frente, yo sonrío aún con lágrimas resbalando por mis mejillas. Toma mi mano y me guía hasta la mesa donde se encuentra mi madre y Junhong. Se limpia las lágrimas con un pañuelo y después limpia las mías. Cuando veo claramente veo que en la mesa hay alguien más; es Yong Guk hyung y su mano está entrelazada con la de Zelo, el cual me sonríe feliz.

 

 

 

-¡Sorpresa!- me dice juguetonamente y Yong Guk lo mira con un amor indescriptible. Lo besa en la mejilla, lo cual hace que Junhong se ponga más rojo que un tomate cherry, de esos que tanto le gustan.

 

 

 

-Cariño, él era a quién quería que vieras.- dice mi madre con una sonrisa maternal.

 

 

 

-Gracias- les digo a Zelo y mi madre, rompiendo a llorar nuevamente. No se que hubiera hecho todos estos años sin ellos. Pero ahora tengo una duda, ¿cómo hicieron que Himchan viniera hasta acá? Sonrío para mí, pensando en que eso realmente no importa, él está conmigo y es todo lo importante.

 

 

 

Me suelto del agarre de Himchan, camino abrazar a mi madre y luego a Zelo. Le sonrió a Yong Guk con una pequeña reverencia, porque sospecho que el tuvo mucho que ver en todo esto.

 

 

 

Himchan vuelve a tomar mi mano pero ahora con más fuerza, como sí de un momento a otro me vaya a esfumar; no lo culpo, yo también tengo el mismo temor.

 

 

 

-Yo también te tengo una sorpresa.- me dice Himchan, con esa sonrisa de conejo que siempre he amado. -Pero antes...

 

 

 

Deja la frase en el aire, siento su mano en mi espalda baja y la otra acaricia mi rostro. Siento su respiración cada vez más cerca y cierro los ojos esperando sentir sus labios; cuando por fin me besa, es tan maravilloso como lo fue la primera vez, puedo sentir que podría vivir toda mi vida besándolo, sus labios son tan suaves, me besa con tanto amor y delicadeza que hace que no pueda hilar ni un pensamiento coherente.

 

 

 

Salgo de mi pequeño trance cuando escucho a toda la gente aplaudiendo. Hay algunos que nos miran con asco o desaprobatoriamente, pero la mayoría nos chifla, nos aplaude y nos gritan felicidades. Himchan se ve confundido, siempre he sabido que jamás ha sido bueno en inglés y de seguro se está preguntando que tanto gritan.

 

 

 

-Nos están felicitando, mi amor.- le digo volviéndolo a besar, sólo un roce. Pero con eso es más que suficiente para sentir que estoy vivo otra vez. Las lágrimas no paran de caer por mis ojos. Es como sí estuvieran sacando todo el dolor del pasado, no quiero olvidar lo vivido, sólo quiero olvidar el dolor. Siento el brazo de Himchan rodear mi cintura y yo escondo mi rostro en su pecho.

 

 

 

-¿Nos vamos?- me pregunta y yo asiento mirándolo a los ojos, se ve guapísimo con ese smoking que trae; sólo puedo pensar que estoy soñando, me pellizco; es un gesto infantil, pero el dolor me confirma que todo esto es real.

 

 

 

Me despido de mi madre con un beso, abrazo a Junhong y hago una reverencia hacia Yong Guk, me quedo tieso cuando me jala hacia él y me abraza. Me dice al oído, y se que nadie más lo ha escuchado, "Hazlo feliz y jamás lo vuelvas a dejar". Me separo de él y apenas y atino a asentir. Himchan abraza a Yong Guk, revuelve el cabello de Zelo y hace un reverencia a mi mamá, pero ella lo besa en la mejilla y le dice algo que me hace sentir totalmente avergonzado.

 

 

 

-No seas tan formal, ya eres parte de la familia.- mi mamá le sonríe a Himchan con complicidad.

 

 

 

-Claro que sí, madre, cuidaré bien a su hijo.- besa mis cabellos, y estoy seguro que una señal de alto es menos roja de lo que mi rostro es en este momento.

 

 

 

Vamos en el auto de Himchan hacia no sé donde. Hicmhan se ve extraño, me voltea a ver con algo que no se descifrar en su mirada e inmediatamente gira su rostro para fijar su vista en el camino. ¿Será que se ha arrepentido de su decisión de darme otra oportunidad?

 

 

 

Las lágrimas comienzan a correr por mi rostro una vez más. Me siento tan asustado, tan asustado que no lo soporto. El miedo recorre cada parte de mi ser. Siento como el auto se detiene, alzo la vista y me encuentro mirando un hotel algo lujoso, seguramente donde se hospeda Himchan.

 

 

 

-¿Qué tienes Uppie?- siento la cálida mano de Himchan en mi rodilla y un poco de paz embarga mi ser, pero el miedo no se va, por lo que decido ser honesto.

 

 

 

-Tengo miedo.

 

 

 

-¿De qué?

 

 

 

-De que me mires así, con eso en tus ojos que no sé qué es.

 

 

 

-Estoy nervioso.

 

 

 

-¿De qué?

 

 

 

-Ya lo verás.- toma mi mano y la lleva hasta sus la sus labios, depositando un suave beso sobre mis dedos.

 

 

 

Deja el auto con el ballet parking y subimos en silencio hasta a su habitación, con las manos entrelazadas, puedo escuchar el golpeteo de mi sangre en mis oídos.

 

 

 

Abre la puerta de madera y noto que sus manos están temblando. Empuja la puerta con suavidad y dentro huele a vainilla, que después de mirar alrededor de la habitación, me doy cuenta que proviene de velas prendidas por toda la estancia.  En el centro del  cuarto hay una cama matrimonial cubierta por un edredón blanco y sobre este un corazón, hecho con pétalos de rosa rojos. Todo esto es tan cursi que me hace llorar de la felicidad. Llevo mis manos a mi rostro tratando de retener mi llanto. Hoy lo único que he hecho es llorar, no merezco a Himchan no lo merezco.

 

 

 

-No te merezco- sale mi voz entre sollozos.

 

 

 

Me acuna suavemente entre sus brazos y acaricia mi cabello.

 

 

 

-Todos cometemos errores, lo importante es que hoy estas aquí, conmigo.- me separa de él y me besa, el beso se va intensificando y siento su lengua húmeda y caliente danzando en mi boca, me aferro con fuerza a su camisa. El baja sus manos hasta mi cinturón y lo desabrocha, sus manos tiemblan ligeramente. Sonrío en medio del beso, es como sí esta  fuera nuestra noche de bodas.

 

 

 

-¿De qué te ríes?- me pregunta divertido.

 

 

 

-De que siento como sí está fuera nuestra noche de bodas.

 

 

 

-Quizá algún nos casemos, ¿te gustaría?

 

 

 

-¿Como Junhong y Yong Guk hyung?- preguntó esperanzado.

 

-¿Ya te lo han dicho?

 

 

 

-Sí, y me encantaría casarme contigo.

 

 

 

Me abalanzo nuevamente sobre sus labios y el prosigue con su tarea de desabrocharme el pantalón. Cuando lo logra lo baja con todo y ropa interior. Masajea mis nalgas entre sus manos. Gimo aferrándome de sus hombros. De un momento a otro lo tengo de rodillas frente a mí y sin previo aviso mete mi miembro de lleno en su boca. No puedo contener un fuerte gemido y me aferro a su cabello, buscando no perder por completo la cordura. Sube y baja con rapidez sobre mi miembro y puedo sentir que no falta mucho para correrme.

 

 

 

-Hi...Himchan- jalo suavemente su cabello tratando de que se aparte.

 

 

 

-¿Ya no me llamas hyung?- me mira desde abajo y sonríe.

 

 

 

-Lo siento- digo entre gemidos- es la costumbre.

 

 

 

-No hay problema, no sabes cómo me excita que sólo digas mi nombre.

 

 

 

Jamás me imagine que Himchan tuviera un lado así; pero no puedo mentir, me gusta. Y a pesar de que se está portando algo pervertido, puedo sentir por medio de sus caricias todo su cariño.

 

 

 

-¡Himchan!- grito al llegar al orgasmo y vacío hasta la última gota de mi semen en su boca.

 

 

 

-Mmmh, rico- dice mientras se para lamiendo la comisura de sus labios. Sólo me siento muy avergonzado y por inercia cubro mi rostro.

 

 

 

-¡Hyung!- me quejo bajito.

 

 

 

-Ya te dije que me pone que sólo me digas Himchan- me dice mientras quita mis manos de mi rostro para besarme suavemente, haciendo que pruebe los restos de mi semen que aún quedan en su boca.

 

 

 

Se deshace del resto de mi ropa y luego de la suya. Me carga entre sus brazos al estilo nupcial y los dos reímos felices. Beso su cuello mientras camina hacia la cama y lo escucho gemir grave y ronco, lo cual hace que me endurezca una vez más.

 

 

 

Me deposita con delicadeza sobre las mantas, y casi siento pena por el corazón de pétalos, de no ser porque tengo a Hicmhan sobre mí, restregándose contra mi cuerpo, puedo sentir su duro pene contra el mío, es tremendamente excitante, por lo que sólo atino a gemir partes de su nombre sin ton ni son.

 

 

 

El olor a vainilla se intensifica y alzo la cabeza tratando de encontrar la razón. Himchan tiene lo que parece ser un bote de lubricante en la mano, ya abierto y me sonríe.

 

 

 

-Pedí que combinara con las velas- lo miró sonrojado, qué ideas se le ocurren a este chico.

 

 

 

-¡Himchan!- le reclamo y lo pateo suavemente en el muslo.

 

-Tranquilo, bebé.

 

 

 

-Apúrate.- le digo avergonzado.

 

 

 

Besa mis labios, lo veo humedecer tres de sus dedos con lubricante y antes de que me de cuenta, ya esta insertando uno en mi interior. Es ligeramente incómodo y me tenso ante el contacto. Después de un rato la incomodidad se esfuma, dejando en su lugar un inmenso placer. Himchan me penetra con su dedo y cuando ya me he acostumbrado del todo, cuando ya no hay incomodidad, inserta un dedo más y ahora sí duele, siento una ligera punzada y como soporte, me agarro de los fuertes hombros de Himchan, sólo la presión, ya que no quiero lastimarlo. Simula movimiento de tijeras en mi interior, tratando de dilatar mi entrada y antes de que me de cuenta, ya hay un tercer dedo en mi interior, el dolor es más agudo y no puedo evitar sacar un gemido de dolor mezclado con placer.

 

 

 

El dolor se va yendo poco a poco, Himchan acelera las embestidas con sus dedos y yo ya no tengo control sobre mi cuerpo ni mis pensamientos. Todo lo que puedo hacer es gemir y sostenerme con fuerza de Himchan.

 

 

 

-¿Listo?- me pregunta mientras me sonríe. Se nota ansioso. Sospecho que sólo esta conteniendo sus ganas de penetrarme de una sola estocada, para no lastimarme, porque está es mi primera vez y sospecho que él lo sabe.

 

 

 

Alza mis piernas sobre sus hombros. Acaricia mis muslos de arriba hacia abajo, puedo sentir la punta de su pene en mi entrada, me siento nervioso y mi cuerpo se tensa en respuesta.

 

 

 

-Relájate- me susurra y se inclina a besarme.

 

 

 

Siento su lengua entrar en mi cavidad bucal y como se adentra en mi lentamente. Gimo sobre su boca y araño su espalda tratando de soportar el dolor. Siento lágrimas caer por mis ojos. Son de dolor y placer.

 

 

 

-¿Esas bien mi amor?- me dice mientras reparte besos por todo mi rostro tratando de distraerme del dolor.

 

 

 

Dejo pasar lo que yo calculo es un minuto y muevo mi cadera contra su pelvis, dándole así a entender que puede comenzar a moverse.

 

 

 

Sale lentamente de mí, para volverse a introducir con suavidad. Posa sus manos en mi cintura y su tacto es húmedo y tibio contra mi piel.

 

 

 

Sigue embistiéndome una y otra vez, el ritmo se vuelve cada vez más rápido, la habitación se ha llenado de gemidos y el sonido de nuestras respiraciones entrecortadas. Baja mis piernas de sus hombros y yo las enredo en su cintura, sin dejar de moverse en mi interior, me jala de un brazo, haciendo que quedé sentando sobre su regazo.

 

 

 

-Cabálgame- me dice al oído y muerde el lóbulo de mi oreja.

 

 

 

-Ah, ah, ah- gimo con cada salto que doy sobre él.

 

 

 

Me auto penetro con su duro miembro, siento que estoy muy cerca. Tomo a Himchan de los hombros y lo empujo hacia la cama. Haciendo que quede acostado y yo sobre él, dándole una vista panorámica de mi cuerpo rebotando sobre el suyo y su pene entrando y saliendo de mi interior.

 

 

 

Las fuerzas van abandonándome de a poco, mis músculos comienzan a arder y mi cuerpo está cubierto por una fina capa de sudor. Volteo a ver a Himchan hacia abajo y me regala la vista más erótica que he visto en toda mi vida; su cabello está pegado a su frente por el sudor, se muerde los labios, lo cual hace que sus gemidos salgan acallados desde el fondo de su garganta.

 

 

 

Sigo saltando sobre él y en una estocada siento como su pene roza mi próstata, haciendo que un placer intenso recorra todo mi cuerpo. Las manos de Himchan se deslizan suavemente desde mi cintura hasta mi entrepierna, envolviendo mi pene en su mano derecha, comienza masturbarme al ritmo de las embestidas, y eso combinado con que su pene sigue tocando mi próstata me hacen rayar la locura. Siento que ya no puedo más, pero estoy tan cerca que no me atrevo a parar.

 

 

 

-Te amo, te amo, te amo- gimo mientras sigo auto penetrándome.

 

 

 

-Yo también te amo Uppie... Ahhhh- gime con fuerza Himchan corriéndose en mi interior. Puedo sentir su semen caliente llenándome por completo.

 

 

 

La lubricación extra hace más fácil mis movimientos y con unos cuantos movimientos más me corro en el pecho de Himchan soltando un gemido algo agudo.

 

 

 

Estoy exhausto y me dejo caer en el pecho de Himchan, sintiendo mi propia humedad. Pasa sus brazos por mi cintura y besa mis cabellos. Con la poca fuerza que me queda me levanto de sobre Himchan, sacando su pene de mi interior, pudiendo sentir su semilla tibia escurriendo por mis piernas. Me tiro a su lado y lo abrazo por la cintura, me regresa el abrazo, comenzado a acariciar mi cabello. Enredo mis piernas con las suyas. La cama está pegajosa y húmeda, pero todo es perfecto.

 

 

 

-Jong Up- de repente su voz suena seria.- prométeme algo.

 

 

 

-Claro- contesto volteando hacia arriba para mirarlo a los ojos.

 

 

 

-Jamás te vuelvas a ir de mi lado.

 

 

 

-No, yo tampoco lo soportaría una vez más. Te amo Channie.

 

 

 

-Yo también te amo Uppie.- acaricia mi espalda con la yema de sus dedos; estoy a punto de quedarme dormido cuando recuerdo preguntarle algo.

 

 

 

-¿Serás padrino de Yong Guk hyung en su boda?

 

 

 

-Sí, y tú de Zelo ¿no?

 

 

 

-Aja.

 

 

 

-Estoy emocionado.

 

 

 

-Yo igual.

 

 

 

-Después de su boda será la nuestra.

 

 

 

-Es una promesa.- susurro antes de quedarme completamente dormido entre sus brazos.

 

 

 

A la mañana siguiente despierto antes que él. Lo miro dormir y parece un auténtico ángel. Lo veo abrir lentamente sus ojos y yo sonrío ante lo tierno y a las misma vez varonil que se ve.

 

 

 

El cuarto aún huele a vainilla, pero todas las velas están apagadas. Supongo que después de dormirme Himchan las apagó.

 

 

 

-¿Cómo dormiste, amor?- me pregunta Himchan dejando un suave beso sobre mis labios.

 

 

 

-Bien, ¿y tú?

 

 

 

-De maravilla, más porque dormí junto al hombre que siempre he amado después de hacerle el amor.

 

 

 

Me sonrojo y lo abrazo escondiendo mi rostro en la unión de su hombro con su cuello.

 

 

 

-Fuiste el primero.- le confieso avergonzado, sin separarme de él.  

 

 

 

-Y prométeme que el último.

 

 

 

-Él último y el único.- le digo mientras lo beso.

 

 

 

-Te amo.

 

 

 

-Y yo a ti. Pero aún tengo una pregunta que no me deja en paz.

 

 

 

-¿Cuál es?

 

 

 

-¿Por qué viniste?- lo miro curioso y el parece pensar en su respuesta.

 

 

 

-Durante los últimos tres años no he sido realmente feliz, hasta anoche. Cuando Zelo llegó a decirme que vendría a visitarte y que quería que yo viniera también porque sabía que me seguías queriendo, no lo pensé demasiado; a pesar de mi orgullo, siempre estuve deseando volver a verte. Yong Guk, terminó de convencerme y junto con tu madre y Junhong, prepararon tu sorpresa.- me sonríe y me mira.

 

 

 

-Sin importar lo que pase.- comienzo a decirle- no quiero separarme nuevamente de ti. Seguiremos nuestros sueños juntos.

 

 

 

-Te tengo a ti, que eres el más grande sueño que tengo, así que lo demás será sencillo.

 

 

 

Me abrazo con fuerza a él y no creo que haya felicidad más grande de la que siento cuando estoy junto a él.

Notas finales:

Se que fue un fanfic medio corta venas por partes xD, disculpen sí los he hecho sufrir demasiado xD Pero toda la tristeza lo compensa el final rosa y azucarado.

 

Ahora sí, les digo porque hay tantos saltos en el tiempo xD. La idea es que el fic es más que nada sobre su reencuentro que la historia de cómo se enamoraron. Espero sí les haya gustado la idea, y espero seguir mejorando con lo que escribo.

 

Espero les haya gustado, sobre todo a ti Nat y siento la demora. Por supuesto, espero también les haya gustado el lemon. Espero sus reviews   :3 bye bye


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).