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El precio de amar. por Mytho-Sempai

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Notas del fanfic:

fvbhgdrbkv YOLO.

Notas del capitulo:

FJADOEFHDSGVBIWERBG JOLA xD Acá les traigo una historia fabulosa a remplazo de no actualizar de fic "No me entiendo" (Que nombre mas pete plz) xD

Esto que leerás ahora, mi querido lector, es una historia que nunca nadie conoció y tampoco nunca me atreví a contar, en mis últimos momentos de vida, quisiera escribir mi historia para aquellos que deseen leerla. Bueno tampoco crean que soy tan mayor, tengo solo 25 años de edad, pero debido a una enfermedad que contraje unos años atrás, estoy con un corto plazo de vida, y me atrevo a decir que esto es karma. Sin más mis queridos lectores ¿Les parece si comienzo?
Esto me ocurrió a las 15 años, iba a la segundaria como cualquier adolecente normal, pero a pesar de no tener amigos, estaba bastante feliz con mi vida, sin preocupaciones ni obstáculos. Bueno…tampoco es que pudiera hacer amistades… al estar todo el tiempo solo y mirando a todos con cara “mala” (según ellos) era remarcado en el colegio como “El chico malo”. Igual tampoco me importaba demasiado, me podía concentrar más en mis estudios, aunque a veces pensaba que sería lindo tener alguien con quien hablar y reír un rato, a veces me cansaba estar solo. Hasta que un día eso ocurrió…Resulta que estábamos en clase de matemáticas (en las que yo suelo ser muy malo) y traba de hacer un problema que verdaderamente no me salía.
-Disculpa…-
Sentí que alguien me tocaba el hombro.
-¿Tienes un lápiz?-
Me di vuelta y lo vi ¿Este chico siempre había estado ahí?
-C-Claro…- Dije nervioso, ya que alguien raramente me hablaba-
Le di el lápiz, pero ahora menos podía concentrarme en problema.
En el recreo solía quedarme en mi asiento, haciendo la tarea o algo que pudiera distraerme, pero tampoco ese día fue igual, de nuevo él me habló, se levantó de su asiento y con un simple “Hola” se sentó en el lugar de adelante y comenzó a querer entablar una charla, en esto se notaba que no era muy bueno, así que lo ayude. Al final terminé por engancharme en la conversación, y hablamos hasta que terminó el recreo.
-¿Te puedo preguntar algo?- al asintió, y yo con un poco de cosita de pregunté-¿Desde cuando te sentas atrás mio?-
…l sonrió a modo de una leve risa y me contestó.
-No hace mucho, hace ¿Un mes?
Ah...suspiré en mi interior, no había pasado mucho tiempo, eso era bueno, tenía ese miedo de que me diga “¿No notaste cuando llegé?” No iba a tener respuesta alguna a eso.
Pasaron los meses, y los dos ya éramos muy amigos, realmente estaba feliz, pero al parecer en esos tiempos, desde que nos empezamos a hablar, nadie más tampoco le hablaba. Esto me empezó a inquietar, una cosa era yo, pero él se merecía estar con alguien más, no solo conmigo.
-¿No te molesta?-Le pregunté
-¿Qué cosa?-Me preguntó él confundido, claro, yo tampoco le había hecho una pregunta clara.
-Que nadie más te hable, digo…No tienes que estar solo conmigo.
-No, no me molesta-Dijo sonriente-Traté varias veces de hablar con alguien más antes de que te hable a vos, pero...nadie me trato como tu lo hiciste, no eran ellos mismos.
Me sorprendí, realmente me sorprendí, no me esperaba esa repentina sonrisa…Pero ahora que la recuerdo…realmente, me tranquiliza.
Ah…Pero no, ahora no me voy a poner sentimental, porque acá es donde empieza la verdadera historia.
Había pasado tiempo…unos meses, y yo ya no veía a mi amigo, como exactamente, un amigo…me gustaba. No solo me gustaba como persona,sino también su cara, su cuerpo, su todo...lo amaba...no sé cómo las cosas llegaron hasta ese punto…pero la vida nunca es justa con uno…Siempre te enamorás de la persona menos pensada. Ahora solo quería decírselo, había pasado el tiempo y ya no lo soportaba, sabía que fuera cual fuera la respuesta me de, íbamos a seguir siendo amigos...
-¿Cómo se lo digo?-
Pensé.
-¿No le parecerá raro?- Me dije a mi mismo-¿Se alejará de mí? ¿Sé asustará?- me comenzaron a entrar las dudas.
Miles de preguntas invadieron mi mente poniéndome totalmente inseguro de mí mismo. Con cada duda que pasaba por mi mente, más me confundía y más me inquietaba.
-Definitivamente…Se lo tengo que decir-Me di ánimos-Aunque sea de la manera más ridícula…
Estábamos saliendo del colegio, y como siempre nos íbamos juntos, ya que tomábamos el mismo camino para ir a casa,era el momento indicado, se lo iba a decir.
-¿Ocurre algo?- Me preguntó al verme nervioso.
-¡N-No! ¡Para nada!-Tartamudee
-¿Seguro?-
-Bueno…-suspiré- Como lo digo….-Me resfregé la cara-
-¿Decirme que cosa? -Sonrió- Sabes que puedes decirme lo que quieras.
Lo miré, era tan adorable, directamente se me escaparon las palabras de la boca, no tuve que pensar demasiado en ello.
-Me gustas-Le dije serio.
-Oh dios no…- Me dije súper avergonzado- P-Perdón…No quería…
Soltó una pequeña risita.
-¡No! ¡Sabía que lo ibas a tomar mal!-
-No es eso…Es por la forma tan directa que lo dijiste-Me miró completamente rojo...Nunca olvidaré esa expresión...
Se me acercó y me tomó de la mano.
-También me gustas- dijo con la cara rebosante de felicidad.
Me quedé helado...¿En serio estaba pasando? No podía creerlo...Fue el mejor día de mi vida, fui tan feliz...
Lo abrase delicadamente, pero por sorpresa. El también se incorporó al abrazo y como un niño apretó su cara contra mi pecho, se veía adorable mente lindo.
Desde ahí fuimos todo el camino tomados de las manos.

Y así fue como empezamos a salir. Estábamos muy felices, pero como dice la gente “La vida no es color de rosa”
Ahora por alguna razón, a los maestros se les había ocurrido cambiar a todos de aulas, nos habían separado. El estaba casi en la otra punta, así que con mucho esfuerzo nos podíamos ver. Muchos dirían “ En el recreo” o “Después de la escuela” Pero si nos veíamos en el recreo, llegaríamos tarde a nuestras clases, y después de la escuela tampoco podíamos porque salía más tarde que yo...
Pero una vez los dos teníamos el fin de semana libre, y nos juntamos para ir a tomar algo, era perfecto, hicimos de todo, caminamos por las calles tomados de las manos, tomamos helado...era genial. Pero tenía que pasar...un chico de la escuela nos vio, era compañero un de él, yo no le di importancia, no pensé que sería tan malo.
Ahora cada vez que nos veíamos, aparecía una nueva marca, si no eran moretones o rasguños, era que tenía los ojos hinchados de tanto llorar. Le preguntaba a menudo si le ocurría algo, pero el se esforzaba y me decía “Estoy bien, no te preocupes” igual no es que le hacia otra cosa mas allá de preguntarle, me tomé muy a pecho la parte de “No te preocupes”
Una noche, después de terminar de bañarme, mi celular sonó...
“Qué raro, nadie me llama nunca...”

-¿Hola?- Atendí mientras me secaba el pelo-
No se escucho nada...solo se escuchaba una respiración entre cortada...Me asusté.
-¿Hola...?-Repetí
-Gracias- se escuchó su voz
-¿eh?- Me sobresalté-

Colgó.
-¿Hola? ¡¿HOLA!?- Me asusté más aún, tiré la toalla y así como estaba salí corriendo a su casa, por más lejos que se encontrara.
Llegué agitadísimo, toqué la puerta…Nada, esperé… ¡SIN SE—ALES DE NADA! Ya no importaba mi educación al entrar, entré como pude y me dirigí a su cuanto lo más rápido que pude, pero me encontré con lo peor...él estaba en su cama... sin camisa y con tajos en los brazos, tajos enormes. Ah su lado estaba su celular que daba el tono...era un mar de sangre...lo llamé por su nombre...Nada...repetí esto un par de veces...pero seguía sin responder. Avance hacia él...No respiraba.
¿Cómo te imaginas que me sentí en aquel momento?
Desbastado, mal, desesperado, triste….HORRIBLE.
Después de eso, siempre estuvo presente la culpa…culpa de no haber estado con él cuando más me necesitaba, fui su única esperanza y aun así su única esperanza lo dejaba de lado…Algo que no mencioné es que me había dejado una carta, carta que tenía reflejada la tristeza y desconsuelo que se hallaba en él, esa carta hasta el día de hoy me la acuerdo fotográficamente, podría relatarla, pero son cosas que me llevaré a la tumba. En el momento que terminé de leer la carta, comprendí…Comprendí el porque de tantas burlas, era por aquella vez que nos vieron tomados de las manos.
Simplemente no lo entiendo, y me disculpo si usted piensa diferente, pero no le encuentro el punto de tratar de ser superior ante una persona con gustos distintos, piense que esa persona también siente dolor, preocupación, amor. Es un ser humano.
Todavía siento el dolor, me dejó una carga muy grande, enorme, aunque supongo que me la merezco. Merezco estar aprisionado en esta dulce condena de amarlo hasta que se me desvanezca la vida, me dejó la carga de amarlo hasta la muerte.
Y con esto me despido mi querido lector, espero haberlo entretenido con esta historia de una persona cualquiera.
“Buenas noches...Allen”
Notas finales:

Espero les halla gustado y comenten :33333333 amo leerlos


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