-Heero eres de lo peor, ¡te odio!- Grito un Duo muy enojado cerrando de un gran portazo su habitación, Heero no hizo más que dejar escapar un suspiro cansado, se aflojo la corbata azul que usaba para trabajar, dejo su portafolio y celular sobre la mesa de la sala y se dejó caer sobre el sofá.
Se quedó pensando un buen rato, tomo el control del televisor y puso el canal de las noticias, miro a su alrededor y todo estaba impecable, todo el apartamento tenía un olor a cerezas, los libros de la biblioteca bien ordenados y sin polvo, inclusive el Play5 estaba limpio o por lo menos ordenado en su lugar, miro a la cocina y todos los platos estaban lavados y secados, sin mencionar que sobre la mesa estaba la cena preparada y lista evidentemente fría por ser ya las 10:42 p.m.
-Te esforzaste mucho- Susurro para sí viendo el evidente trabajo de Duo por haber dejado el apartamento limpio y la cena preparada, eso le hizo sentir culpable, no tenía la culpa de haber llegado tarde, hizo todo lo posible para salir temprano y estaba a punto de salir cuando llego su jefe a la empresa y pedir cuenta y obra de la contabilidad de la misma.
Casi se maldecía por ser tan bueno en su trabajo y por mantener impecable el título de “Soldado Perfecto” apodo que le colocaron sus compañeros de trabajo, el sabia toda la información que su jefe necesitaba, información de todos los departamentos, códigos de seguridad, contabilidad y otras informaciones que no era de su jurisdicción pero sin embargo él la sabia y su jefe sabía que lo sabía.
No le molestaba su trabajo, es más lo disfrutaba mucho, tenía muchos beneficios y entre ellos se encontraba el apartamento que ahora compartía con su trenzado, podía recordar como al chico se le abrieron esos ojos amatista brillante cuando le dijo que había encontrado un lugar para vivir los dos solos.
-Ay Duo- Se quejó de forma queda dejando escapar un suspiro bajo- Lo siento- Trató de levantarse pero se sintió mareado lo cual hizo que perdiera el equilibrio y cayera llevándose en el camino una mesa con su lámpara.
-¡Heero!- Salió el trenzado de la habitación al escuchar el ruido en la sala quedando horrorizado al ver a Heero en el piso inconsciente, corrió hasta él y lo tomo en sus brazos llorando más de lo que había llorado segundos antes- ¡Heero!, ¡Heero! por favor, responde- Imploraba desesperado, vio el celular del chico sobre la mesa, lo tomo para llamar a un ambulancia.
-Duo- Susurro el “Soldado perfecto”- Estoy bien- Miro las lágrimas del menor y trato de limpiárselas con la mano.
-No estás bien, para nada estas bien, te llevare al hospital- Sentencio decidido tratándose de levantar con Heero en brazos pero todo intento fue fallido, el otro era más grande, y más pesado.
-Solo estoy cansado.
-¿Cómo lo sabes? No eres doctor- Miro el Celular- Llamare a Trowa, el si es doctor.
-No- Sonó de forma fría lo cual hizo que Duo se detuviera de llamar al latino, luego con ayuda del mismo Duo se sentó para reponerse un poco- Solo estoy cansado- Aseguro con seriedad.
-Claro que estás cansado- Se sentó con las piernas cruzadas mirando mucho más molesto a Heero mientras se cruzaba de brazos- ¿No vas a estar cansado después de durar dos semanas trabajando sin descansar como una animal?- El otro solo lo miro sin sorprenderse mucho- Te he dicho que en ese trabajo te explotan, trabajas como animal de carga, en vez de tener el título de “soldado perfecto” deberían ponerte el nombre del animal perfecto “Burro” porque es así como te ve tu jefe, como un burro de carga al que puede mandar a trabajar más de ocho horas y sin descanso.
-Tengo vacaciones- Objeto con tranquilidad.
-Vacaciones que no te has tomado en más de tres años, Heero, ¡por shinigami!, eso lo que haces en la empresa no es trabajar, se llama “Esclavitud moderna”- Exclamo molesto pero en eso noto como Heero solo bajo su cabeza algo pensativo y eso hasta cierto punto lo asusto y lo hizo sentirse mal- Lo siento Hee-chan- Recostó su cabeza en el hombro del otro- Es que… es que me molesta que no puedo hacer nada lindo por ti sin que tu trabajo lo estropee.
-Eso no es cierto- Poso su mano sobre la mejilla del otro.
-Si lo es, hoy quería que fuera todo lindo- Se separó del otro- Sé que no es un día especial ni nada, pero hoy quería darte una sorpresa, quería hacer algo diferente, acomode todo el apartamento e hice una rica cena, hasta me puse algo sex… sy- Se sonrojo de pronto- De todos modos ya no importa- Trato de levantarse cuando sintió que Heero lo había jalado con fuerza para que no lo hiciera.
-¿Que te pusiste?- Lo miro con insistencia, como si pudiese ver a través de la ropa que Duo cargaba puesta, sus ojos se habían afilado y en su mirada se podía ver un brillo malicioso.
-Na… na… nada- Trato de apartar su mirada más sonrojado aun pero el otro con una mano lo empujo por el hombro y se posiciono sobre el chico y esto lo asustaba más.
-Contesta- Exigió mientras se acercaba y besaba su cuello, el menor trataba de quitárselo de encima pero no lo lograba era como si de repente se volviese más pesado.
-Hee… mmm… Heero mg… no- Trataba de articular negatorias entre gemidos de placer.
-Dime- Se separó del menor el cual estaba más que sonrojado y su respiración estaba acelerada- ¿Que te pusiste?- Volvió a exigir mirando fijamente a menor bajo el.
-Pues…- Puso su dedo índice sobre sus labios por una sonrisa pícara y maliciosa mientras que con la otra subía de forma sexy su suéter dejando ver su plano abdomen- Averígualo- Su sonrisa se ensancho más de forma provocadora.
-Eso pensaba- El ojos cobalto también sonrió aunque de una forma ladina acercándose a los labios del otro y este abrazándolo por el cuello para sentir más ese contacto cálido y apasionado de su pareja.
Duo comenzó a quitarle el saco a Heero luego le deslizo la corbata para luego desabrochar la blanca camisa del otro y dejarlo al descubierto, en este proceso Heero no dejada de besar el cuello del menor ni de frotar su entrepierna contra el otro en un claro estado de excitación, luego Heero se arrodillo para contemplar al menor que no dejaba de gemir buscando más contacto con su cuerpo.
-Hee-chan…apúrate- Reclamó con un adorable puchero adornado con un sonrojo en las mejillas.
-Tenemos toda la noche- Acaricio las caderas del chico.
-Pero… mmm… ¿tu no estabas cansado?- Se retorció un poco al sentir como Heero tocaba su entrepierna- Hasta te desmayaste- Estiro sus manos hasta llegar a la correa del pantalón del contrario y así comenzar a desabrochárselo.
-Pero ya estoy bien.
-De eso no tengo dudas- Sonrió complacido al sentir el miembro del otro muy despierto, lo masajeo un poco viendo como el otro echaba su cabeza hacia atrás dejando escapar un pequeño gemido- No deberías callar tus gemidos- También se sentó frente al otro quitándose el suéter mostrando un baby doll rojo masculino- Así no es divertido, nya- Con suavidad tumbo a Heero hacia atrás mientras se contorsionaba como un gato travieso- ¿Sabes? Quería verme como un gatito perdido para ti- Con sus manos comenzó a acariciar el cuerpo ajeno- Pero con lo molesto que andaba deje mis orejas en la otra habitación.
-No te hace falta- Subió sus manos hasta la cintura del menor acariciando la piel debajo de aquella sexy prenda encontrándose con lo que era una cola de gato.
-Así no será divertido- Vio como el otro jugaba un poco con la cola con una mano pero con la otra tocaba la entrepierna del menor- Mmm- Dejaba escapar gemidos placenteros.
-De todos modos con orejas o sin ellas- Se acercó hasta el oído del chico- Pienso hacerte mío de nuevo- Lo abrazo para rodar en el piso y dejarlo debajo de él, le quito los pantalones encontrándose con la otra parte de la prenda, el chico se había puesto una tanga sexy y pequeña que apenas lograba ocultar parte de su miembro al cual había atado con un listón rojo en el falo como regalo.
Heero al verlo así debajo de él no se contuvo, beso el miembro del menor quitándole el listón con los dientes, luego quito todas las prenda mientras besaba y abrazaba a su lindo trenzado, el otro solo se dejaba hacer abriendo las piernas para recibir de nuevo a su sexy novio, al cual abrazaba y rasguñaba su espalda por el placer que le daba, sentía como el otro tanteaba su entrada con los dedos para prepararlo para lo que vendría.
-No me prepares… no, no aguantare mucho tiempo- Susurro entre gemidos y espasmos de placer buscando más contacto con el cuerpo ajeno.
-Pervertido- Sonrió.
-Así te gusto- Sonrió complacido- Vamos continua- Demando haciendo un puchero.
Heero solo beso los labios del menor con pasión mientras que Duo le quitaba los pantalones junto con la ropa interior liberando así el miembro de su koi el cual estaba muy urgido de atención, Heero tomo su miembro y lo guio hasta la entrada del trenzado.
-Te dolerá un poco.
-No importa, solo entra- Contuvo la respiración al sentir el miembro de Heero entrar de forma lenta pero firme.
Heero trataba de ser lo más cuidadoso con su trenzado loco, podía ver que le dolía por la forma en que cerraba los ojos y arqueaba un poco su espalda pero no le decía nada pues sabia el orgullo del gran Shinigami, sabía que nunca le diría que se detuviera a lo contrario, con la mirada le decía que entrara rápido.
Una vez que estuvo dentro por completo lo tomo de la cintura y el trenzado rodeo al Soldado perfecto con sus piernas, solo se dieron una mirada en complicidad, la señal que se daban para iniciar con su sección de “Sexo apasionado”, ambos comenzaron a moverse, Heero entraba y salía del interior del trenzado el cual gemía de placer y más aún al sentir como Heero lo masturbaba al mismo ritmo que lo embestía.
Ambos gemían de placer mientras buscaban más contacto profundos con sus cuerpos brindándose lo más íntimos de ambos, saciándose cada uno como siempre lo hacían entregándose mutuamente sin reservas ni mentiras hasta sentir que sus cuerpos llegaban al clímax dándose lo último que podían resistir.
-Hee-chan- Gemía con placer algo sudoroso mientras de boca salía un hilo de saliva producto del placer- Ya… ya…ya no puedo… mas…- Llego al clímax dejando escapar su semen en las manos de Heero y este recibiéndolo con placer sonriendo a la vez que Duo terminaba en su mano, podía ver como el chico se arquearse y su respiración se volvía más acelerada-Ya Heero… termina…- Rogaba aun con gemidos.
-Un poco mas- Siguió con los movimientos de caderas, entrando y saliendo del interior del menor sintiendo como las paredes del otro se cerraban alrededor de su miembro dándole más placer hasta que no resistió mas corriéndose en el interior del otro.
-Eres un animal- Se quejó el trenzado al ver como su pareja salía de su interior y se acostaba a su lado.
-Hn- Hizo su monologo favorito, por una parte Duo se sentía un poco triste, siempre recibía esa respuesta después de haber tenido una sección de sexo con Heero, así que solo se dio la vuelta dándole la espalda.
-Definitivamente eres un animal- Se quejó de nuevo, sabía lo que seguía, Heero se levantaría y luego se iría a dar un baño para luego irse a dormir hasta que su alarma empezara a sonar a eso de las 5:00 a.m. luego desayunaba y arreglaba, a eso de las 6:30 se iba al trabajo y regresaba tarde tal como ese día, se acurruco más en el piso tanto por el frio que comenzaba a sentir como por la tristeza y rutina en la que se habían sumergido.
-Baka- Susurro el otro en su oído abrazándolo por la cintura- Sé que soy como un animal, solo como, duermo y te hago el amor cuando estoy en celo, pero eso no quiere decir que no te ame.
-No me digas palabras bonitas- Tomo las manos de Heero las que descansaban en su cintura- Solo te necesito.
-Lo sé, por eso hasta hoy trabaje en la empresa- Duo ante la noticia se dio la vuelta para quedar frente al soldado perfecto.
-¿En serio?- Demando una respuesta con su mirada.
-En serio- Acaricio su mejilla.
-Pero…
-Te amo, por eso he trabajado como un “Burro” eso según tú, lo he hecho para tener unas largas vacaciones sin preocupaciones… en Bora Bora.
-¿Bora Bora?- Los ojos de Duo brillaban con intensidad tal cual como el día que le había informado que vivirían en ese apartamento, sus ojos amatistas parecían dos gemas brillantes en su hermoso rostro de porcelana.
-Si Bora Bora- Confirmo, en eso los labios del menor se posaron sobre el con emoción dándole un beso en los labios demostrándole lo feliz que era con esa noticia.
-¿Sabes Hee-chan?- El otro lo miro a los ojos expectante- Te dejo trabajar otros tres años como un burro si me llevas a Dubai- Sonrió de forma seductora.
-Para eso tendría que trabajar más de cinco años.
-Pero me pondrías contento- Sonrió con inocencia.
-En ese caso… prefiero que te enojes conmigo de por vida- Lo soltó dispuesto a levantarse.
-Entonces tengamos un hijo- El otro detuvo su acción de irse.
-¿Quieres un hijo del método tradicional? Lo puedo intentar todos los días- Sonrió con cierta malicia.
-Sabes que no saldría embarazado, soy hombre no mujer- Se sentó con cierta dificultad algo molesto.
-Entonces después vamos a Dubai- Noto como el Trenzado se ponía algo triste, el sabía que Duo quería adoptar a un niño o niña, o varios niños y niñas, no era que no quería solo era cuestión de tiempo, tenía que trabajar duro para cumplir ese sueño a su querido baka- Por ahora, intentemos hacer un niño por la forma tradicional- Y de esta forma tomo a Duo entre sus brazos y lo llevo a su habitación.
-Heero, no soy una máquina, vamos a dormir- Trataba de persuadirlo.
-Después de poner mis hijos en ti.
-No soy un animal como tú- Exigía en vano.
- Lastima, yo si lo soy y este momento ando en celo- Cerro la puerta detrás de él.