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Blanco y Negro por Kunay_dlz

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Notas del fanfic:

Personajes de D.Gray Man pertenecen a Katsura Hoshino.


Personajes de Kuroshitsuji pertenecen a Yana Toboso.

 

Primer One-shot de este Corssover.

Notas del capitulo:

Priemer fic de la seria Si l'amour existe

 

 

 

 

 

Blanco y Negro

 

 

 

 

 

 

 

De tanto sentir se me ha entumido el cuerpo. Sentir es tan complejo, tan problemático, tan… de seres humanos. ¿Qué puedo hacer… para ignorar esto que siento? ¿Habrá alguna manera de detenerlo? ¿Habrá alguna manera de olvidarlo todo… y empezar de nuevo? ¿Empezar una nueva vida… en la que pueda ser feliz?

 

Pido demasiado. La felicidad no es más que un sentimiento efímero… tan lejano y tan al alcance de nuestras manos. Qué problemático es… sentir.

 

La soledad es el único sentimiento permanente en mí. Lo entendí desde que perdí a mi padre adoptivo… lo entendí cuando, aquellos que me habían aceptado, decidieron reconsiderar el tenerme cerca.

 

 Ahora, justo después de esta batalla, en la que no queda nada, en donde el terreno es irreconocible… en donde no hay nadie más que mi patética existencia, me pregunto si vale la pena el buscar a aquellos que se decían mis amigos pero que iniciaron a temerme.

 

¿A dónde ir?

 

Mis prendas están rotas y ensangrentadas, mi mano está visible, mi cicatriz y mi pelo blanco llamarán demasiado la atención… quienes me vean volverán a llamarme fenómeno, monstruo, demonio, me pregunto si algún día la humanidad llegará a ser más tolerante hacia quienes son diferentes.

 

¿Pido demasiado?

 

No importa lo que pida, no importa lo que quiera… jamás se me concederá. Simplemente, debo seguir caminando, siempre adelante, siempre con una sonrisa… se lo prometí a Mana. No importa, no importa nada, no importa siempre y cuando siga caminado, a paso firme, con una sonrisa en mi rostro.

 

Me pregunto si alguien llegará a escucharme. Me pregunto qué es lo que me diría. ¿Contestaría algunas de las preguntas que me hago a cada momento?... ¿Me tacharía de loco?... Al menos alguien podría reconocer la existencia de este cascarón vacío… quien sea… ¡Por favor!... Alguien conteste… no quiero enloquecer, no aún.

 

No aún.

 

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Tus tormentos me han llamado. Tu alma que llora y grita sin que alguien pueda escucharla es algo que no puedo dejar pasar.

 

Los gritos de tu alma hacen eco en el lúgubre sitio del que intentas alejarte, y pensar que esto era una llanura, parte de un bosque y el cauce de un riachuelo que descendía de la montaña, sin duda la batalla fue grande, en contra de mi naturaleza, admitiré que me sorprende que sigas con vida.

 

Los humanos son tan débiles, las emociones que los guían son las mismas que causan su desgracia… sin embargo, hay excepcione, hay quienes se hacen fuertes y si logran mantenerse, logran cosas inimaginables. Uno entre un millón y doscientos mil, cada medio siglo, así de raro es el humano que logra llamar mi atención.

 

Así como este humano, que está tan perdido, está tan desesperado por sentirse aceptado, por alejar la soledad… es el momento justo para manipularle, el momento justo para atraerlo a mis manos.

 

A pesar de mi contrato vigente, aún puedo sacar provecho de esta situación. Después de todo, ¿Cada cuánto se tiene la oportunidad de corromper a un ‘apóstol de Dios’?

 

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Cada paso es un milagro… con cada paso siento que las piernas se me doblan, siento que el aire se hace escaso, siento que mi vista se nubla. Yo quiero seguir caminando… de veras lo intento… solo doy un paso y pienso en dar otro y otro y otro más… ¿Lograré llegar a algún lado?

 

¿Será este mi fin?

 

Así que, así dejaré este mundo… justo como el primer recuerdo que tengo: solo. Vagando, sin nadie a mi lado, sin nadie que me vea… así de solo.

 

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Está en su límite. Su andar parece el trazo de un caracol, sin forma, sin dirección, apenas notable por el destello blanquecino… en este caso, de su cabello enredado. La sangre, los golpes y raspones tapizan la piel del chico, casi tan banca como su cabello, el aroma que desprende indica que es un chico que va entrando a la juventud. ¿Qué color serán sus ojos? ¿Verde acaso? ¿Azul? ¿Pardos?

 

Aún no es mi propiedad y ya me entretiene.

 

Se ha desplomado. Es hora de actuar.

 

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¿Ya estoy muerto?... todo es suave y cálido. Es extraño, siento dolor… siento dolor, eso no puede ser posible. ¿A caso aun en la muerte el dolor nos sigue? Creí no se sentiría nada… creí que la muerte sería un sueño del que ya no se puede despertar y del que carece de sueños o pesadillas. Al contrario, duele todo el cuerpo, el remordimiento es insoportable, ni el arrepentimiento es suficiente.

 

¡¿Ni en la muerte las emociones nos pueden dejar en paz?!

 

 

 

--Veo que ya despertaste. Dime chico, ¿Cómo alguien como tú está en tan mal estado?

 

 

 

¿Despertar?... Así que hasta la muerte me huye… de alguna manera, no me sorprende. ¿A quién pertenecerá esa voz?... Es grave y profunda pero suave y con algo de calidez en ella. ¿Existe esa combinación de voz?... Nunca lo había escuchado.

 

 

 

--¿No piensas contestar?... Sabes, al menos podrías dejar de llorar. Te prometo que estás a salvo.

 

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--¿Quién… eres? –preguntó el chico con su voz rasposa.

 

Antes de contestas cualquier cosa, al fin me muestra sus ojos, no pensé que existiera tal… espécimen, entre los humanos.

 

Sus ojos son grises y grandes, así como la luna llena, así de luminosos pese a su estado… son tan expresivos… cuentan exactamente lo que su alma llora, lo que su alma se desgarra por demostrar.

 

--Yo soy… quien desea verte recuperado, saludable y con ganas de seguir viviendo. –le contesté.

 

No miento, si así es este estado crítico, saludable y rebosante de vida debe ser una belleza. Su alma, sabrá mejor.

 

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Un hombre joven es lo que vi, quien portaba esa voz extraña… tan atrayente, tenía su pelo negro un poco largo, su pálida piel hacía destacar sus ojos carmesí, pese a su piel y sus intrigantes ojos, el hombre me recordó una noche sin luna, obscura y llena de secretos.

 

El hombre sonrió. Trama algo. ¿Estaré paranoico? Él está tratando de ayudar y yo dudo de sus intenciones… además, noto que mi brazo está expuesto, intento ocultarlo con las sábanas que me cubren pero un dolo agudo me lo impide.

 

--Tranquilo, la falta de movimiento y las heridas que aún no cicatrizan te impedirán moverte con libertad.

 

¿Falta de movimiento?... ¿Cuánto tiempo llevo en este lugar?

 

--Antes de que preguntes, has estado inconsciente por más de diez días, hubo ocasiones en los que creí abandonarías el mundo de los vivos. Ahora, ¿Ya puedes dejar de llorar?

 

--¿A qué te refieres?

 

--Por si no lo has notado, lágrimas abandonan tus ojos, durante sueños llegabas a gritar, llamabas a varias personas y otras veces te disculpabas. Ya para de llorar, inconsciente no podías evitarlo tuve que soportar vete así… los ángeles no deben llorar, ¿No lo sabías?

 

¿Ángeles?

 

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Ya inició el acto. Este chico sin duda parece un ángel… un ángel del cual me encargaré de hacer que le crezcan las alas para arrancar sus plumas, una a una.

 

Todo él es como un lienzo en blanco, en el que se puede pintar todo tipo de cosas ya sean hermosas o, dolorosas… donde se plasman alegrías, temores, dichas y… odio. En los lienzos se pinta, se raspa la pintura y se vuelve a pintar, y así sucesivamente hasta que el lienzo se desgaste, quede manchado o se rompa.

 

Es un lindo lienzo el que tengo frente a mí.

 

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El trato que este hombre me brinda, las palabras reconfortantes, el consuelo ante mis pesadillas… todo lo que de él provine, me asusta de cierta manera. Sentirme bien no está en mi naturaleza. No cuando en mi experiencia, por tanta seguridad la vida me cobra con creces.

 

Así se lo expresé a Él… después de algunos días, ya estoy mejor, y, me siento conectado a Él. Justo por ello, justo por lo que en mí siento diferente, le he pedido que se aleje. No me hizo caso. Entonces lo conté mi vida, le conté todo, pensé que entre más detalles más temor le causaría. No funcionó. Al contrario, se mostró más renuente a dejarme.

 

Ante mi insistencia, Él me contó un poco de la suya, dijo que por su trabajo había presenciado cosas inimaginables, cosas sobrenaturales y que había acudido a métodos poco ortodoxos. Me contó de su trabajo como mayordomo del Conde Phantomhive, me contó de la gran carga que yace en sus hombros y me confió su temor de fallar. Admitió que se encontraba de ‘misión’ justo donde me encontró, pidió algún tipo de permiso a su amo por lo que aún sigue cuidando de mí, pues estamos en una cabaña de los Phantomhive. Le creí.

 

Creí en cada palabra suya.

 

También creí en las palabras que siguieron… me contó de sus sentimientos hacia a mí. Entre cada palabra, él se acercaba más y más a mí… nuestros alientos chocaron, entre mi confusión, sentí sus labios tocar los míos… y así empezó.

 

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Entre beso y beso le prometí alejar el dolor que estaba instalado en él.

 

Le prometí alejar los sentimientos confusos, llenarlo de otros sentimientos más placenteros y hacer que no vuelva a sentirse solo.

 

Le prometí que si seguí a mi lado, si iba conmigo a todas partes, yo me encargaría de sofocar la soledad y el sufrimiento que parecían tatuados en su alma.

 

Le prometí que si me entregaba todo de él, que si me seguía, que si me servía, le daría el amor que tanto ha anhelado.

 

El lienzo inicia a pintarse.

 

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Cambió todo en mí. Sus manos recorrían cada parte de mí, su voz sólo decía cosas hermosas, sus ojos sólo me miraban a mí.

 

Los temblores de mi cuerpo ya no eran causados por el temor.

 

Las lágrimas que surcaban mis mejillas ya no eran de desesperación e impotencia.

 

Los gemidos que abandonaban mi garganta ya no eran a causa del llanto interminable.

 

Los gritos que no podía callar ya no eran para alejar mis pesadillas.

 

Y, los nombres que mencionaba, se convirtió en sólo uno… en su nombre, entre los temblores, entre el llanto, los gemidos y los gritos siempre decía su nombre, siempre lo llamaba a Él… sólo a Él, Sebastian.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fin.

Notas finales:

Primer One-shot de esta pareja SebAllen. Si les agrada, vendrán otros dos.

 

Gracias por leer.


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