Yuki Eiri, famoso escritor de novelas románticas, ya retirado hacia unos diez años sus obras aún se mantenían como de culto entre los más apasionados lectores y amas de casa de la época quienes guardaban buenos recuerdos de sus últimas obras. Si bien Yuki Eiri amaba escribir y solía publicar pequeñas columnas en revistas y diarios importantes bajo algún pseudónimo, lo que más lo apasionaba después de los postres y hacerle el amor a Shuichi era la cocina.
A los ojos de Shuichi, yuki parecía un empedernido amante de la buena comida, no por nada se habían terminado mudando poco después de su “retiro” y la búsqueda de un apartamento más grande, lo que más bien parecía buscar era su espacio de cocina ideal, le importaba poco la zona o si era un apartamento tipo estudio siempre y cuando la cocina fuera hermosa y funcional, cosa que Shuichi recriminaba porque no terminaría durmiendo en el balcón o en el sofá. Habían terminado dando con su “nidito de amor” ideal, al parecer fue amor a primera vista, Shuichi sabía que a Yuki le gustaba cocinar pero no parecía algo de lo cual preocuparse hasta que veía los programas del food network e incluso decidía irse a un entrenamiento culinario fuera del país.
- ¡Riku! ¡Michael! ¡Ya va comenzar! – gritó Shuichi desde la sala cambiando los canales como loco con el control remoto hasta sintonizar Fuji Tv, donde en breves instantes daría inicio a un nuevo programa de cocina, donde los chefs más jóvenes mostrarían sus habilidades culinarias en una sangrienta batalla, o esa impresión le daba por el título de "Food! Battle Royale"
Michael había salido de la habitación de Riku arrastrándolo de un brazo, aun parecía renuente a ver el programa, pero ya estaba ahí su madre le hacía espacio en el sofá a ambos y ya no le quedó más remedio al ver que el intro del programa daba inicio.
Desde que algún productor de televisión se enteró de que Yuki Eiri estaba de vuelta en Japón y también que era un apasionado por la cocina no dudó en hacerle una propuesta que el escritor no pudo rechazar: ser jurado en un nuevo programa de cocina. Su padre parecía ser capaz de ladrarle a cualquier paparazzi que se le acercara, incluso Shuichi había temido por la vida del pobre hombre esperando que no se ganara una mirada asesina. Nada malo ocurrió incluso había sonreído de una manera que hasta Shuichi tuvo envidia y el pobre hombre deslumbrado por el evento "cósmico" casi moría de un infarto.
Ya habían anunciado el estreno del programa por todo lo alto, estaba seguro de que las amas de casa estarían al tanto y serian la mayor parte del rating ya que sus otros jueces no parecían llamar tanto la atención aunque trataran de enaltecerlos con sus títulos e importancia dentro del gremio. Nadie era tan importante en ese instante como Yuki Eiri.
La animadora comenzó el programa anunciando la mecánica de la competencia, no le importó mucho a los presentes, había un premio de 100.000 yenes a quien lograra sobrevivir las tres rondas.
Los participantes hicieron su aparición conformados por cuatro chefs que al parecer tenían algo que demostrar. Shuichi se desesperaba por no ver a su marido, entonces ocurrió presentaron a los jueces, los aplausos y chillidos no dejaron de oírse.
Riku, se palmeó el rostro. Bien, ahí estaba su padre usando sus típicas gafas oscuras en el escenario, al parecer nadie lo cuestionaba mientras mantenía una pose firme al ser presentado.
- Lo siento - escucharon al escritor disculparse para quitarse las gafas - Es costumbre, soy algo tímido frente a las cámaras - las colocó a un lado y se escuchó un sonido seco indicando que muchas mujeres se habían desmayado en el set.
- No tiene que disculparse, es un placer para nosotros tener en nuestro panel de jueces al famoso escritor Yuki Eiri.
- Agradezco la invitación, la verdad. No soy un experto en el tema pero no puedo negar que soy un hombre apasionado por la cocina - chillidos.
- ¡Dios Riku! tu padre es genial - Michael estaba emocionado.
- Aun no hace nada - dijo no muy animado. Aunque no podía negar sus habilidades para la cocina. Lo cual lo llevó a pensar que si no hubiera sido escritor quizás hubiera sido un buen chef, rápidamente la imagen mental de un tranquilo chef se desvaneció recordando el carácter de su padre y que más bien le recordaba al chef Gordon Ramsay. Su madre le había comentado el mal genio que tenía cuando tenía una entrega cercana, tembló de solo pensarlo.
Se había perdido por un momento en sus pensamientos, viendo que ya los participantes habían comenzado a cocinar. Les habían entregado una cesta con ingredientes de lo más peculiares. Ni el mismo podía vislumbrar que hacer con eso, de inmediato vino a la cabeza el "famoso" estofado de mamó el cual Michael siempre repetía las veces que venía a cenar a casa.
- Díganos Yuki-san ¿qué piensa de estos ingredientes? Nuestros participantes tienen difícil la primera ronda.
- La verdad parece un reto bastante sencillo - dijo sin inmutarse al ver salmón, pan, mermelada y otros ingredientes mas, mientras los participantes parecían lidiar con ellos - Lo que resulte puede ser más digerible que la comida casera de "alguien"- sonrió directo a la cámara.
- ¡Yuki! ¡Bastardo! ¿qué quiso decir con eso? – chilló Shuichi en el sofá y Riku de cierta manera no pudo evitar estar de acuerdo.
- Estoy de acuerdo con Yuki-san - una voz femenina captó su atención, era una de los jueces que estaba al lado derecho de Yuki en el panel -Todo puede resultar en una combinación interesante aunque el salmón y la mermelada no parezca ser una buena idea, espero que nuestros concursantes puedan darle la vuelta y...
- ¿Quien es esa? ¿por qué le roba diálogos a Yuki?
Shuichi no dejaba de quejarse, quizás aun no entendía que habían otros dos jueces que tenían que opinar al respecto.
La primera ronda terminó y los participantes deberían mostrar los resultados de su platillo ejecutado en 30 minutos.
- Nuestro primer participante, Chef Yukihira, presente a los jueces su platillo - el chef de apariencia juvenil dio un paso al frente colocando los tres platillos para degustar, el joven chef dio un resumen de su obra, una especie de sándwich de salmón que no parecía impresionar mucho a los jueces, hasta que los invitó a probarlo.
Shuichi se mordía las uñas viendo a Yuki degustar sin inmutarse.
- ¡Esto es! - el sándwich resbaló de sus manos. Los jueces a su lado parecían contenerse por alguna razón, sus mejillas estaban rojas.
- No entiendo- dijo Shuichi viendo un tanto extrañado las expresiones, la jueza apenas podía mover su mano para dar el puntaje. Yuki limpió su boca con la servilleta de manera refinada y también dio su veredicto.
09-08-09
Una suma total de 26 puntos.
- Parece que comenzamos con pie fuerte, el chef Yukihira casi ha logrado un puntaje perfecto, aunque Yuki-san le ha dado un puntaje por debajo de los otros dos jueces, quisiera hacer un comentario al respecto.
- Me gustó la combinación de sabores pero para mí no fue suficiente, faltaba algo para completar la integración de los sabores y…
Todos parecían embelesados con la explicación del escritor, Shuichi estaba animando a Yuki como si fuera el escritor quien estuviera compitiendo.
El segundo platillo pasó sin pena ni gloria, al igual que el tercero.
- ¿Yuki-san tiene algo que decir?
- Me recuerda a casa…
Fue el comentario y Riku entendió de inmediato que tan malo era ese platillo, aunque los presentes no entendieron el significado de aquellas palabras.
El ultimo participante logró impactar con un platillo algo peculiar, ya a estas alturas se sabía el destino del chef del intermedio, triste y lamentable fue su despedida donde lo lanzaron a un precipicio y no se supo más de él.
Parecía que los ingredientes de la cesta eran elegidos por un ciego, ¿pollo y chocolate para la ronda de entrada?
Shuichi parecía preocupado, su Yuki podría enfermarse del estómago si comía esas porquerías.
Los puntajes de la entrada la verdad no impresionaron mucho, Yuki parecía ofendido de ver pollo crudo en su plato, ni había levantado el cubierto para revisar la pieza de pollo, el lo sabía con solo verlo, la chef estaba a punto de cometer sepukku por semejante falta de respeto.
- Esto parece más un programa de tortura psicológica – murmuró Riku al ver que le entregaban un sable a la joven chef.
- Es divertido, los programas americanos no son tan apasionados. Aquí hay emoción real- le dijo Michael viendo que ya sacaban el cadáver de la participante.
La ronda final era el postre, por alguna razón vio un brillo en los ojos de su padre, claro malditos postres eran su debilidad y también le tenían a un paso de la diabetes.
Uno de los participantes sorprendió con un sofisticado postre francés, que ya tenía babeando a los jueces. Yuki solo esperaba que le dijeran que podía comerlo, cuando dijeron que irían a un corte comercial, entonces supo que Japón pudo ver la mirada asesina de Yuki Eiri.
- Volvemos a Food! Battle Royale, nuestros distinguidos jueces estaban a punto de juzgar el postre de uno de los finalistas, pero había algo que se nos había olvidado mencionar. No solo el ganador se llevara una maravillosa suma de 100.000 yenes, sino que podrá tener el placer de tener una cena junto a Yuki Eiri en…
- ¿Mamá? – Riku había visto a su madre desaparecer.
- Creo que tu madre usó la tele transportación – agregó Michael volviendo su atención a la pantalla.
De inmediato pudo ver el caos en el programa, gritos y chillidos, pudo reconocer a su madre vestido como el tipo del viernes 13.
- Nos informan que han secuestrado a nuestro juez estrella, el escritor Yuki Eiri – decía la animadora mientras el set estaba en llamas – Ha sido emocionante, esperamos que puedan vernos en nuestra cita el próximo jueves en Fuji TV.
Rikuto Shindou tenía la mandíbula que la pegaba al suelo, quería que la Tierra se lo tragara, esperaba que nadie hubiera visto ese programa, ¿cuál era la probabilidad de que sus compañeros de clase lo hicieran?